Sella
el ascenso en la histórica pista de Artaleku tras derrotar (24-29) al Bidasoa
Irún. El equipo de Nacho González impuso su ritmo defensivo en el segundo
periodo.
La plantilla celebra, junto con los aficionados desplazados a Irún, el ascenso. Fotos: www.atleticovalladolid.es |
El Atlético
Valladolid Recoletas sentenció, por fin, el ascenso de categoría a la Liga
Asobal después de imponerse al Bidasoa Irún (24-29) en un partido marcado por
la brillante defensa desplegada por los vallisoletanos en la segunda parte. Tras
una primera mitad igualada, los de Nacho González cerraron el triunfo y el
ascenso con una lección defensiva de primer nivel que sirve para poner un
brillante broche de oro a la temporada en un escenario legendario del balonmano
nacional.
El conjunto
vallisoletano confirma así, una jornada antes del final de la Liga, su primer
puesto en la clasificación y el ascenso directo a la Liga Asobal. Un hito
histórico para un club muy joven, con solo dos años de vida, y que devuelve el balonmano
de máximo nivel a la ciudad de Valladolid.
Los gladiadores
azules culminan una temporada excepcional en la que han alcanzado cifras
brillantes. En 29 partidos, han sumado 27 victorias, un empate y tan solo una
sola derrota. 55 puntos totales que han servido a los de Nacho González para
conquistar el título de la División de Honor Plata y sellar su ascenso directo.
Aún falta un
partido por disputarse, el próximo sábado en Huerta del Rey ante el Meridiano
Antequera. Un encuentro que no tendrá ya transcendencia en la clasificación y
que servirá de celebración del ascenso con la afición vallisoletana que esta
temporada ha vuelto a entusiasmarse con el balonmano y con un equipo que pasará
a la historia.
El partido de Irún
se antojaba complicado para el Atlético Valladolid Recoletas, que llegaba a una
pista legendaria y siempre muy dura y ante un rival que apuraba sus últimas
opciones de ascenso directo o, al menos, asegurar el segundo puesto que otorga
la organización del playoff de ascenso.
Fernando Hernández y Alfonso de la Rubia, en el duro choque en Irún. |
En los primeros
compases del choque, el Atlético Valladolid Recoletas se mostró tranquilo,
quitándose el nerviosismo inicial. Los primeros goles de Fernando Hernández,
que tiró del carro vallisoletano con su garra y valentía habitual, ofrecieron
esa serenidad a los suyos. El 3-6 del minuto 8, con tres goles de Fernando,
marcaban el camino.
Las primeras
exclusiones, de Viscovich en el minuto 13, comenzaron a romper el ritmo del
encuentro. En estos momentos, el Bidasoa Irún se acercó en el marcador (9-9,
minuto 17), igualando aún más un partido bronco y muy complicado de arbitrar.
Sin embargo, la templanza de los vallisoletanos les permitió recuperar su mínima
ventaja y llegar al descanso con una mínima renta (13-15) que daba esperanzas a
los visitantes.
Pero en la segunda
parte, el huracán del Atlético Valladolid arrasó con las opciones del Bidasoa
Irún. La defensa volvió a ser clave. Desde atrás. los de Nacho González fueron
poco a poco aumentando su ventaja, secando a los rivales y dejando sin opciones
al Bidasoa.
En 15 minutos
excepcionales, el partido pasó de un 13-15 a un 15-20 que enseñaba el camino al
triunfo. El Bidasoa se estrelló ante los Turrado, Kramarz y un de nuevo
brillante Javi Díaz en la portería. Cinco minutos después se alcanzaba la
máxima ventaja, seis goles (18-24). Los vallisoletanos seguían golpeando a su
rival en defensa. En ataque, destacó entonces David Fernández con sus
lanzamientos exteriores y Luisma Lorasque desde el pivote. Ambos fueron el
estilete de un equipo que, a diez minutos del final, ya comenzaba a saborear el
triunfo y el ascenso.
El Bidasoa fue
incapaz de desarbolar el entramado defensivo vallisoletano y poco a poco fue
perdiendo fuelle y empuje. Los gladiadores azules recorrieron la fase final del
choque de forma plácida, ya con el triunfo en el bolsillo gracias a su ventaja
de cuatro, cinco y hasta seis goles. Al final, victoria histórica por 24-29
para el Atlético Valladolid Recoletas.
El Atlético Valladolid asciende a Asobal en su segundo año de vida. |
Ficha técnica:
Bidasoa Irún 24 (13+11): Pedja Dejanovic (portero), Cristian
Martínez (1), Adrián Crowley (7), Markel Beltza (-), Julián Portero (2), Kauldi
Odriozola (6) y Jon Azkue (2) -siete inicial- Iago Muiña (-), Gastón Mouriño
(3), Iñaki Cavero (1), Jon Vázquez (-), Didac Villar (-), Veljko Davidovic (2),
Nemanja Bezbradica (-) y Asier Zubiria (portero).
Atlético Valladolid Recoletas 29 (15+14): Javi Díaz (portero), Diego Camino (2),
Fernando Hernández (9), Gonzalo Viscovich (1), Filip Kallman (2), Luisma
Lorasque (4) y David Fernández (6) -siete inicial- Alfonso de la Rubia (3),
Roberto Turrado (-), Sebas Kramarz (1), Sergi Grossi (-), Roberto Pérez (-),
Daniel Pérez (1), José Ángel Delgado Ávila (-), Joel Gómez (-) y César Pérez
(portero).
Parciales cada cinco minutos: 1-3, 5-7, 8-9, 10-11, 12-13, 13-15 -descanso- 14-16,
14-17, 15-20, 17-23, 21-25 y 24-29.
Árbitros: Muñoz
Díaz y Posada González (Federación madrileña). Excluyeron a Cristian Martínez
(8’, 24’ y 35’), Markel Beltza (14’, 25’ y 49’) y Julián Portero (35’), por el
Bidasoa Irún, y a Sergi Grossi (21’ y 23’), Filip Kallman (37’ y 47’) y Gonzalo
Viscovich (13’), por el Atlético Valladolid Recoletas.
La fiesta del ascenso del Atlético Valladolid Recoletas, |
Incidencias: 29ª jornada de la División de Honor Plata. Pabellón
Artaleku. 2.200 espectadores. Se desplazaron hasta Irún unos 180 aficionados
vallisoletanos.
Crónica de www.atleticovalladolid.es