“Gracias
de corazón. Agradezco el cariño de la afición y, sobre todo, de la cantera.
Vosotros sois sinceramente el motor de este club, vosotros hacéis que ganar
signifique tanto para nosotros, porque sabemos la pasión con la que vivís cada
partido. Os da igual que llueva, granice o haga sol, sois incondicionales y
siempre estáis ahí con nosotros”.
Molina, en el partido europeo ante el Kituro en esta última temporada. Fotos: www.valladolidrac.com |
Ocho temporadas
después de su llegada, Ignacio Molina ha decidido regresar a Marbella para
progresar profesionalmente. El VRAC agradece “la implicación durante todos
estos años de un jugador muy importante en todos los éxitos recientes y uno de
los más queridos por la afición quesera”. Gracias a ti, ‘Chulo’.
Molina se ha
despedido del VRAC con una carta:
“Gracias de corazón.
Hoy me toca a mí,
después de ocho inolvidables años en el VRAC, despedirme. Me toca deciros hasta
siempre. Vuelvo a Marbella para comenzar y centrarme en mi futuro laboral,
donde tengo muchas posibilidades de desarrollar mi vocación, ser profesor de
Educación Física. Esta decisión no ha sido fácil y ha sido muy meditada.
Hace ocho años
llegué a Valladolid, un poco engañado la verdad ya que, al preguntarles si
llovía mucho aquí, me dijeron que no, ¡pero nadie me dijo el frío que hacía en
Pepe Rojo en invierno!
Desde el primer
momento, me hicieron sentir como si estuviera en casa, y como si fuera un
miembro de la familia desde toda la vida. Me acuerdo cuando me vino a recoger ‘Moski’
a la estación de tren con su pequeño Polo, donde ¡casi ni entrábamos con todas
mis maletas!
Durante todos estos
años aquí, no tengo ninguna queja hacia mi club, hacia mi VRAC. Gracias a ellos
he podido crecer como persona.
En lo personal, dar
gracias primero a mis compañeros, algunos se fueron y otros siguen, gracias por
todo, de corazón. He intentado siempre aprender de cada uno de vosotros e
intentar siempre dar lo mejor de mí, porque os lo merecéis. Han sido unos años
muy bonitos e inolvidables junto a vosotros.
Gracias a los
diferentes cuerpos técnicos con los que he tenido la suerte de entrenar, sois
todos diferentes y de todos he intentado aprender lo máximo, y sin duda que así
ha sido.
Gracias también a
las directivas. He vivido el mandato completo de dos juntas directivas, y
quiero agradeceros que siempre nos pusierais fáciles las cosas para centrarnos
en lo deportivo y en lo personal.
Y, por último,
agradecer de corazón el cariño a la afición y, sobre todo, a la cantera.
Vosotros sois sinceramente el motor de este club, vosotros hacéis que ganar
signifique tanto para nosotros, porque sabemos la pasión con la que vivís cada
partido. Os da igual que llueva, granice o haga sol, sois incondicionales y
siempre estáis ahí con nosotros.
Molina ha ganado cuatro Ligas, tres Copas, cinco Supercopas y una Copa Ibérica. |
A la cantera, a
esos peques y no tan peques, daros las gracias también. El cariño que dais a
los jugadores y lo que he podido vivir yo en primera persona es impagable.
Acabar un partido, ir andando por Pepe Rojo e incluso por Valladolid, y que te
saluden o pararte hablar con ellos y que te den su cariño es impresionante.
Mi balance
deportivo... En lo deportivo he crecido año a año como jugador, también con la
ayuda de mis compañeros que me ha permitido debutar con la selección absoluta.
Y, ¿los títulos? Impresionante la cantidad de títulos que hemos conseguido:
cuatro Ligas consecutivas, tres Copas del Rey, cinco Supercopas y una Copa
Ibérica. La clave de nuestros éxitos, sin ninguna duda, ha sido formar una
piña, una familia, un grupo de amigos/hermanos que se han juntado para hacer lo
que más les gusta: jugar al rugby con alegría!
Por todo esto, y
por más cosas, estaré siempre en deuda con vosotros: Ha sido un orgullo y un
honor el poder vestir los colores del VRAC y defender su escudo. Sé que el
final no era el esperado, pero sé que mis compañeros volverán, y volverán más
fuertes que nunca para volver a estar en lo más alto.
Eternamente
agradecido”.
Noticia de www.valladolidrac.com