Tercera
victoria a domicilio (Huesca, A Coruña y Ourense). Los vallisoletanos no se
enredaron en un partido trampa ante el colista, el Río Ourense Termal, al que
se le atragantó la defensa en zona 2-3 de Paco García. Alvarado, desde la
segunda unidad, empujó a las ardillas.
Alvarado llevó la manija del CBC Valladolid y aportó doce puntos. Fotos: www.cbcvalladolid.es |
El Carramimbre CBC
Valladolid superó con notable (65-72) el partido trampa que se le presentaba en
la cancha del colista, el Río Ourense Termal, y consiguió el cuarto triunfo de
la temporada y tercero a domicilio en los cuatro choques que ha disputado lejos
de Pisuerga. La defensa en zona planteada por Paco García desde el segundo
cuarto se le atragantó a los gallegos, que no tuvieron su día desde la larga
distancia (5/27 en los triples). Óscar Alvarado tomó la batuta en la segunda mitad y lideró a las ardillas con dieciséis de valoración para
superar la prueba de fuego y cerrar una semana muy exigente y positiva para los
vallisoletanos.
No sin
dificultades, desde el inicio se vivió un partido de ida y vuelta, con un ritmo
vertiginoso que nada favorecía al Carramimbre CBC Valladolid y que, por contra,
permitió que los ourensanos se hicieran con las primeras rentas a base de
canastas y buena selección de tiros. Los primeros diez minutos se convirtieron
en un auténtico intercambio de golpes en el que Ahonen y Reggie Johnson
superaron a Wade-Chatman, en primer lugar, y Óscar Alvarado, unos minutos
después, llevando la manija del encuentro. Por si fuera poco, el jugador
americano de las ardillas cometió su segunda falta personal en este periodo
inaugural y tuvo que sentarse en el banquillo.
Paco García
rápidamente tiró de pizarra y optó por una defensa en zona 2-3 para cerrar el
rebote y tratar de reducir las diferencias. Dicho y hecho. La anotación local
cesó y emergió la figura de Daniel Astilleros para sumar puntos desde el poste,
haciendo valer su superioridad en centímetros y su pasado como jugador
interior. Y poco a poco, después de ir perdiendo por hasta nueve puntos, el
primer cuarto finalizó 21-17, y eso que Álex Reyes pudo sumar tres más sobre la
bocina. No acertó el alero, pero la defensa zonal mantuvo al Carramimbre en el
partido.
Tras la
reanudación, el técnico vallisoletano volvió a cambiar la defensa, aunque
solamente durante un par de posesiones, y optó efímeramente por una individual
que, de nuevo, surtió el efecto deseado y desestabilizó a los pupilos de
Gonzalo García de Vitoria, que acabaron condenados por recurrir al tiro
exterior (1/12 al descanso).
Así, apenas tres
puntos sumaron los gallegos en seis minutos, obra de un Ndoye que sí supo
encontrar huecos, mientras que la versión más anotadora de Óscar Alvarado
(trece de valoración en la primera mitad) recondujo a los vallisoletanos hasta
ponerse por delante por primera vez desde los compases iniciales. Las ardillas
siguieron manteniendo un gran nivel defensivo con una zona 2-3 y lograron
marcharse a los vestuarios por encima en el marcador (32-36) tras conceder
únicamente once puntos en estos segundos diez minutos.
El ritmo se enfrió
tras el descanso y el tempo del encuentro cayó por completo tras un carrusel de
faltas en ataque, pasos y faltas por parte de ambos bandos. En un visto y no
visto, cinco minutos volaron y el marcador apenas se había movido (37-39)
cuando se alcanzaba el ecuador del tercer periodo y el Carramimbre cometía su
cuarta falta personal. Sin embargo, los pupilos de Paco García seguían
acertados de cara al aro y el técnico local, Gonzalo García de Vitoria, se vio
obligado a solicitar un tiempo muerto (37-43) ante las dificultades de los
gallegos para hacer mella en la defensa vallisoletana.
Pero ni siquiera el
parón pudo romper la dinámica del choque. Óscar Alvarado dirigía con maestría y
la banda formada por Gantt, De la Fuente y Jito Kok ejecutaba canasta tras
canasta. Sustentados en una férrea defensa en zona, que incluso mejoró a la
vista en el segundo periodo, las ardillas se despegaron y cerraron el tercer
cuarto con la máxima diferencia a su favor (41-54), una renta importante para
afrontar el último asalto. El partido estaba en las manos del base canario y no
iba a permitir que se le escapase.
Wade-Chatman, condicionado por las faltas personales, no tuvo su mejor día. |
Sin los puntos de
un Wade-Chatman que estuvo pocos minutos en cancha por las faltas personales
cometidas, aparecieron Graham-Bell y Gantt como teloneros de lujo para seguir
castigando los errores del Río Ourense Termal que, insistiendo desde el triple,
sobrevivía merced a las acciones de Reginald Johnson y Ahonen. El Carramibre,
sin embargo, no cayó en la trampa y siguió con una marcha más atrás para
mantener a raya a los gallegos en cada conato de remontada.
Con maestría, pausa
e intensidad, el colchón del tercer cuarto superior a los diez puntos fue
suficiente para no pasar muchos apuros y dejar morir el partido con el 65-72
final que reflejaba el electrónico y que significaba el cuarto triunfo del
Carramimbre CBC Valladolid, que se aleja de los puestos de abajo con una
victoria ante un rival directo por la permanencia. Partido trampa superado con
nota antes de medirse al Sáenz Horeca Araberri el próximo viernes en Pisuerga.
Ficha técnica:
Río Ourense Termal 65 (21+11+9+24): Reginald Johnson (14), Aleksi Ahonen
(18), Alberto Maura (-), Héctor Manzano (5) y Volodymyr Orlov (7) –quinteto
titular–. También jugaron: Abdoulaye Ndoye (16), Daniel Trist (2), Verners Kohs
(-), Rokas Uzas (2), Víctor Moreno (-) y Martín Rodríguez (1).
Carramimbre CBC Valladolid 72 (17+19+18+18): Henri Wade-Chatman (-), Greg Gantt
(14), Rowell Graham-Bell (7), Sergio de la Fuente (11) y Jito Kok (13) –quinteto
titular–. También jugaron: Óscar Alvarado (12), Max Hopfgartner (2), Daniel Astilleros
(7), Álex Reyes (5) y Cristian Uta (1).
Árbitros:
Quintas Álvarez e Iglesias Ambrosio.
Incidencias: 7ª jornada de la LEB Oro. Pazo dos Deportes Paco
Paz.
Crónica de www.cbcvalladolid.es