El
Real Valladolid, que arrastra cinco jornadas sin ganar (cuatro empates y una
derrota), recibirá al Real Oviedo sin aplicar el ‘155’ futbolístico. Luis César
confía en el modelo. Los carbayones, igualados a puntos en la clasificación, han reaccionado con dos victorias consecutivas ante el Lugo, que era líder, y el Nàstic, a domicilio. Anquela tiene numerosas bajas: Carlos Hernández, sancionado, y los lesionados Héctor Verdés, Fabbrini, Hidi, Owusu y, sobre todo, el artillero Toché. Fiesta asegurada en las gradas con la presencia de casi dos mil seguidores asturianos.
Blanquivioletas y carbayones ya se enfrentaron en la pretemporada en el clásico de Luarca. Foto: www.realvalladolid.es |
Desde entonces, el Real
Valladolid no ha vuelto a ganar: cinco partidos en la Liga (cuatro empates y
una derrota) y uno en la Copa. El equipo se ha descolgado en la clasificación,
noveno clasificado, a tres puntos del playoff y a cinco del ascenso directo.
Algo más que un mal momento pasajero. El Real Valladolid no ha encontrado tan
fácil el camino del gol (seis en cinco partidos) y, sobre todo, se ha
desangrado atrás. La defensa es un lastre. Ya ha encajado 23 goles. Solo el
colista, el Córdoba, concede más, con 27.
En Zorrilla, se ha
dejado de hablar en las últimas semanas de los goles de Mata, el excelente
momento de Toni, las incorporaciones por banda de Antoñito, Ángel y Nacho, el
progreso de Luismi e Iban Salvador, la verticalidad de Hervías, la serenidad de
Borja y el dinamismo de Gianniotas. Ahora, el foco es otro. En las gradas de
Zorrilla, ya no se habla sobre el buen fútbol del equipo, las conversaciones y
las preocupaciones se centran en los errores defensivos jornada tras jornada.
El crédito en el
mundo del fútbol, como en la vida, no es eterno. El Real Valladolid
necesita una victoria este sábado (18 horas, Movistar Partidazo, Vodafone,
Orange y Telecable) ante el Real Oviedo en Zorrilla. Ambos equipos están
igualados en la clasificación, con veinte puntos (como el Cádiz), aunque con
trayectorias diferentes. El Real Oviedo de Anquela ha superado su primera
crisis. Los carbayones pisarán Valladolid con el refuerzo de dos victorias
consecutivas ante el Lugo (3-2) y el Nàstic (1-2), tres en las cuatro últimas jornadas.
Luis César, de
momento, no se juega la continuidad en el banquillo, pero un nuevo tropiezo
ante el Real Oviedo cuestionaría definitivamente su atrevida propuesta de juego.
Las dudas se han instalado en Zorrilla y la única manera de disiparlas es ganando,
ganando como sea. Pero, al menos ante el Real Oviedo, el estilo no se tocará: “De
momento, no vamos a aplicar el 155”, ha ironizado Luis César sobre la crisis
del equipo y el polémico artículo de la Constitución aplicado a Cataluña.
Aunque los resultados
no llegan, el equipo está vivo en el campo. Ahora bien, los problemas en
defensa se han convertido en una “obsesión”, tal y como ha reconocido Luis
César. “El problema es que los goles no son siempre por una situación concreta.
Algunos tienen que ver con la forma de jugar y otros no. En El Molinón le dimos
dos balones al contrario después de habérselo quitado antes. Eso no es un
contragolpe o una situación táctica, eso es que un jugador mío tiene la
desgracia de darle el balón al contrario”, ha matizado el técnico.
La revolución en El
Molinón, con cuatro cambios en el once (Deivid, Nacho, Borja y Hervías por,
respectivamente, Calero, Ángel, Anuar y Óscar Plano), no funcionó. Mariño, con
dos paradones a sendos cabezazos de Borja y una estirada tras un ajustado disparo de Míchel, evitó la victoria en Gijón, pero antes Masip, que salvó dos mano a
mano con Scepovic y Michael Santos, mantuvo a flote al equipo, que naufragó en
la primera parte en la defensa. El Sporting se adelantó a los cinco minutos tras
un clamoroso error de la zaga vallisoletana.
No es algo puntual.
El Rayo se adelantó con dos goles en el primer cuarto de hora, el Almería marcó
a los dos minutos, mientras que el Lugo y el Nàstic acertaron a los nueve. Casi
siempre, a remolque. “No nos podemos permitir empezar perdiendo nueve de los
catorce partidos disputados en la Liga. Es demasiada ventaja para el rival. Es
una enfermedad que debemos curar, pero estamos a tiempo. Esto es una carrera de
fondo”, ha sentenciado Luis César.
De cualquier
manera, la visita del Real Oviedo es la última oportunidad para el plan A
(único hasta ahora) del Real Valladolid de Luis César. La carrera del ascenso
es de fondo, pero mejor no quedarse pronto lejos de los equipos de cabeza. Luis
César ya ha deslizado que “estoy abierto a todo. Si no somos capaces, tendremos
que hacer otra cosa. Tendremos que poner menos gente por delante del balón,
dejaremos el fútbol alegre y jugaremos peor, pero estamos aquí para ganar
partidos pero, de momento, no vamos a tomar esas medidas”. Al menos ante el
Real Oviedo no habrá 155 futbolístico en Zorrilla.
Mata no ha encontrado el gol en los dos últimos encuentros ante el Nástic y el Sporting. Foto: www.realvalladolid.es |
La visita del Real
Oviedo, que contará con el apoyo directo de casi dos mil seguidores carbayones en las
gradas, supondrá un nuevo duelo entre dos candidatos al ascenso, uno más de los
múltiples enfrentamientos directos que genera una competición tan igualada como
LaLiga 1|2|3. Cumplido el primer tercio de la temporada, la distancia entre el
líder, la Sociedad Deportiva Huesca, y el sexto clasificado, el CD Lugo, que
cierra la zona de playoff, es ínfima: una victoria, tres puntos.
“Es un equipo al
que no le gusta encajar, aunque no lo está consiguiendo del todo. Eso sí, en los
dos últimos encuentros empezó perdiendo y ha sido capaz de terminar ganando.
Estamos ante las dificultades de todos los partidos, no hay rivales asequibles”,
ha analizado Luis César sobre el potencial del Real Oviedo, que ha marcado seis
goles menos que el Real Valladolid, pero ha recibido también cinco menos. A
domicilio, los asturianos han sumado una única victoria: ante el Nàstic en la
pasada jornada, con un gol de Aarón Ñíguez en el último minuto.
“Con las victorias
se trabaja más tranquilo”, ha admitido Anquela, un clásico moderno de los
banquillos de Segunda: 264 partidos, repartidos entre el Jaén (1997/98 y
2001/02), el Alcorcón (2010-12), el Numancia (2013-15), la Sociedad Deportiva
Huesca (2015-17) y el Real Oviedo, desde este verano. Anquela perdió,
precisamente en Zorrilla, un ascenso con el Alcorcón hace cinco años y medio.
El Real Oviedo, por historial, es el club más importante en su currículo.
Las dos últimas
victorias ante el Lugo, que era líder, y el Nàstic han calmado al Tartiere. El
Real Oviedo había caído a la zona baja de la tabla, tras cinco jornadas sin
ganar (con tres empates), lejos del objetivo marcado al comienzo de la
temporada: pelear por el regreso a Primera diecisiete años después. “Hace dos
semanas, la cosa pintaba bastante peor que ahora. Lo que no podemos es entrar
en una montaña rusa de resultados. En lo bueno y en lo malo, tranquilidad y
buenos alimentos”, ha reclamado Anquela, tirando de refranero.
Anquela no cuenta con su principal referencia ofensiva: Toché (34 goles en las dos últimas temporadas con los carbayones). Fotos: www.realoviedo.es |
La mejoría
asturiana ha coincidido con una variante táctica: la inclusión del argentino
Forlín como tercer central, con Mossa y Diegui Johannenson como carrileros
largos. El asturiano, de origen islandés, se perdió la última jornada ante el
Nàstic ya que estaba convocado por la sorprendente selección islandesa. A
Johannenson se le han abierto las puertas del Mundial de Rusia. El lateral
derecho del Real Oviedo debutó en un amistoso ante la República Checa y fue
titular en un segundo test ante Catar.
Anquela tendrá, no
obstante, que innovar en la defensa. A la baja por lesión de Héctor Verdés se
ha unido la ausencia de Carlos Hernández, expulsado ante el Nàstic. Dos fijos
para Anquela. El uruguayo Cotugno, un comodín en la zaga, y el argentino
Valentini se disputan un puesto en la defensa, sea de cuatro o cinco. Anquela
tiene otras cuatro bajas, todas por lesión: el delantero italiano Fabbrini, que
aún no ha debutado, el centrocampista húngaro Hidi, el delantero ghanés Owusu
y, sobre todo, el artillero Toché.
El murciano, máximo
goleador del Real Oviedo junto con Saúl Berjón con cinco tantos, no jugará
hasta el próximo mes de enero tras someterse a una reciente operación en el
menisco interno de la rodilla izquierda. Anquela se ha quedado muy corto de
pólvora. Toché ya fue el ‘pichichi’ carbayón en las dos pasadas temporadas, con
diecisiete goles en cada curso. Linares ha tomado el testigo del
exblanquivioleta. El canterano Steven (veinte años), aún inédito en la Liga, ha
entrado en la lista para Zorrilla como alternativa goleadora en el banquillo.
Anquela es prudente
sobre las opciones carbayonas, a pesar de las dos últimas victorias ante el
Lugo y el Nàstic: “Valladolid es otra historia. Vamos a ver si somos capaces de
hacer las cosas lo suficientemente bien como para competir ante un muy buen equipo, hecho
para estar lo más alto posible. Tiene al ‘pichichi’, gente por banda, por
dentro. Eso le convierte en un equipo que puede estar arriba, y que estará”.
Alineaciones:
Real Valladolid: Masip; Antoñito, Kiko Olivas, Deivid, Nacho; Borja, Luismi, Hervías, Míchel, Toni; y Mata.
Suplentes: Isaac
Becerra, Javi Moyano, Guitián, Calero, Ángel, Sulayman, Anuar, Sergio Marcos, Cotán,
Gianniotas, Óscar Plano, Iban Salvador, Villalibre y Mayoral.
Real Oviedo: Juan Carlos; Johannesson, Cotugno, Forlín,
Christian Fernández, Mossa; Mariga, Folch, Aarón Ñíguez, Saúl Berjón; y Linares.
Suplentes: Alfonso,
Valentini, Varela, David Rocha, Yeboah, Pucko y Steven.
Árbitro:
Eiriz Mata (colegio gallego).
Incidencias: 15ª jornada de LaLiga 1|2|3. Nuevo Estadio José
Zorrilla. Casi dos mil seguidores del Real Oviedo estarán en las gradas. Cielos
despejados. Diez grados.