“El
entrenador y la dirección deportiva no contaban conmigo y eso ha sido
fundamental en mi decisión. Ni quería estar por estar, ni quería encima ser una
carga económica para el club, porque eso sería hacerle daño”, ha explicado el
riojano, que recibirá la insignia de oro del Real Valladolid tras diez años (cinco en
Primera y cinco en Segunda) (311 partidos) con dos ascensos a Primera (2007 y
2012).
Álvaro Rubio podría seguir con algún cargo en el club. Foto: Andrés Domingo (www.realvalladolid.es) |
Con la naturalidad,
humildad, tranquilidad y generosidad de siempre, Álvaro Rubio ha anunciado este
martes en rueda de prensa que no jugará en el Real Valladolid la próxima
temporada.
Quizá juegue en
otro equipo, si le llega una oferta atractiva, quizá siga trabajando en el Real
Valladolid en otro cargo dentro de la estructura blanquivioleta o quizá
emprenda otro rumbo profesional, quizá al margen del fútbol, en su vida -eso se
resolverá en breve-, pero lo que es seguro es que no volverá a vestir la
camiseta que ha lucido en 311 partidos oficiales durante diez temporadas.
Acompañado por el
presidente del club, Carlos Suárez, el capitán del Real Valladolid desde que
Javi Baraja le entregó el brazalete en el verano de 2014, ha detallado en la
sala de prensa de Zorrilla los motivos de su decisión y el desarrollo de los
acontecimientos que se prolongaron en el tiempo más de lo que a todas las
partes les hubiera gustado.
“Yo quería ayudar
al equipo, me veía bien físicamente para hacerlo y, si no se puede, pues no se
puede. El presidente dejó en mis manos la decisión de seguir o no en todo
momento, pero el entrenador y la dirección deportiva no contaban conmigo y eso
ha sido fundamental en mi decisión. Ni quería estar por estar, ni quería encima
ser una carga económica para el club, porque eso sería hacerle daño”, ha
señalado.
Finalmente, Álvaro
Rubio ha desgranado una larga lista de agradecimientos. A excompañeros, extécnicos,
empleados del club, la afición, los medios de comunicación y, sobre todo, su familia,
ya asentada a Valladolid, por lo que es muy probable que fije su residencia a
orillas del Pisuerga cuando cuelgue las botas. Y con los agradecimientos se
filtró la emoción contenida en el rostro y en la voz de Álvaro.
Álvaro Rubio, en su último partido como blanquivioleta. Foto: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es) |
En el mundo del
fútbol, donde tantas veces frases como “agradecimiento a los servicios
prestados” no pasan de juegos de palabras huecas como parapeto ante la
demagogia, queda poco espacio al homenaje sincero y merecido. Pero la realidad
es que este “adiós al futbolista” de Álvaro Rubio deja un sentimiento de
verdadera pena en Zorrilla, donde es querido y respetado por todos, con esa
admiración que solo despiertan las buenas personas.
Álvaro Rubio recibirá
la insignia de oro del club en agradecimiento a su trayectoria intachable en la
entidad blanquivioleta. De acuerdo con el futbolista, se buscará el mejor
momento para que los abonados del Real Valladolid le puedan despedir y reconocer
su profesionalidad durante diez años, aunque sobre el terreno de juego de
Zorrilla ya le hicieron llegar durante tantos y tantos partidos el
reconocimiento de su cariño por su forma de ser y por su forma de jugar.
Noticia de www.realvalladolid.es