Un
mosquito ha tambaleado a los Juegos. Una enfermedad, no mortal, pero de la que
aún no se conoce todo. Sí existe un riesgo real para las embarazadas o para
hombres y mujeres que tengan en mente una próxima paternidad por la posible
aparición de casos de microcefalia en los futuros recién nacidos. La epidemia
ha espantado a algunos deportistas, en especial tenistas y golfistas, aunque no
ha causado bajas significativas.
Río 2016: Los primeros Juegos de Sudamérica / Rusia, casi fuera / Bolt tras Phelps / El listón de las 20 medallas / Barcelona lo cambió todo
Río 2016: Los primeros Juegos de Sudamérica / Rusia, casi fuera / Bolt tras Phelps / El listón de las 20 medallas / Barcelona lo cambió todo
Protector solar para evitar las picaduras de los mosquitos en los Juegos de Río. |
La mejor pareja de dobles del tenis masculino en la historia, los gemelos estadounidenses Bryan, Mike y Bob (38 años) (oro en Londres, bronce en Pekín y ganadores de seis Australian Open, cinco US Open, cuatro Masters, tres Wimbledon y dos Roland Garros), han sido los últimos en eludir los Juegos Olímpicos de Río por el riesgo del Zika.
Los últimos, que no
los únicos. El Zika ha disuadido a algunas primeras figuras del deporte
mundial, en especial en dos competiciones que mueven mucho dinero lejos de la
fiesta olímpica: golf y tenis. Río 2016 era una cita prescindible.
“Después de hablar
con mi gente, me he dado cuenta de que mi salud y la de mi familia están por
encima de cualquier cosa. Incluso aunque el riesgo de infección es bajo, es un
riesgo que no quiero tomar”, sentenció el norirlandés Rory McIlroy, uno de los
mejores y más mediáticos golfistas del mundo en los últimos años, para sortear Río 2016.
El regreso del golf
al programa olímpico, no estaba desde San Luis 1904, no puede ser más
deslucido. Alud de bajas entre los mejores jugadores. El Zika ha eliminado las
pocas ganas, que ya de por sí tenían, las grandes figuras del circuito,
acostumbradas a la lluvia de millones que no aparece en el torneo olímpico. Del
top ten mundial, faltarán el australiano Jason Day (número uno), los
estadounidenses Dustin Johnson y Jordan Spieth (números dos y tres), el
mencionado Rory McIlroy (número cuatro), el australiano Adam Scott (número
ocho) y el sudafricano Branden Grace (número diez).
La explicación de
la ausencia en Río, nada novedosa.
“La razón de mi
decisión es mi preocupación por la posible transmisión del virus del Zika y los
potenciales riesgos que puedan presentarse en los futuros embarazos de mi mujer
y que puedan implicar a futuros miembros de nuestra familia” (Jason Day).
El temor de los
golfistas se ha extendido, aunque en menor medida, a los tenistas. Renuncias
importantes como el canadiense Milos Raonic, el checo Tomas Berdych, la rumana
Simona Halep y los mencionados doblistas estadounidenses Mike y Bob Bryan.
Y mensajes con
justificaciones conocidas:
Jason Day y Tomas Berdych no participarán en los Juegos de Río por el Zika. |
“Después de mucha
deliberación con mi familia y entrenadores, tomo esta decisión (la ausencia en
los Juegos) por una variedad de problemas de salud, incluyendo la incertidumbre
en torno al virus Zika” (Milos Raonic) (número 7 de la ATP).
“Estoy desolado de anunciar
que no participaré en los Juegos Olímpicos. Es una decisión puramente personal,
pero una de las principales razones por las que la he tomado es el virus del
Zika. Al haber fundado recientemente una familia, limitar los riesgos
sanitarios para los míos se ha convertido en una prioridad absoluta” (Tomas
Berdych) (número 8 de la ATP).
“Después de varias
conversaciones con los médicos y mi familia, llegué a la conclusión de que los
riesgos son demasiado altos para mi carrera y para mi salud, especialmente como
mujer. La familia es demasiado importante para mí y no puedo correr el riesgo
de no ser capaz de tener mi propia familia después de que mi carrera en el tenis haya terminado” (Simona Halep) (número 3 de la WTA).
Del Zika se lleva
hablando meses y meses, en concreto desde que en abril del año 2015 se
descubriera un brote en Brasil, epicentro de la epidemia. Inmediatamente, se
empezó a cuestionar la conveniencia de los Juegos en Río con el Zika
merodeando. La OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró el pasado 1 de
febrero la emergencia sanitaria global por el Zika.
Nadie mejor que Pau
Gasol, hijo de madre médica y padre enfermero, para resumir el sentir de la
mayoría de los deportistas olímpicos con el Zika y la postura final para participar en
los Juegos.
Gasol, en una
comparecencia pública a finales de mayo, barajó saltarse la cita olímpica:
“Espero que los
comités y las organizaciones sanitarias internacionales informen de la
situación real en Brasil para que los atletas tomen sus decisiones con todas
las consecuencias. Estoy siendo proactivo para obtener la mayor información
posible porque me siento responsable de formar y concienciar a la gente.
Veremos lo que
acaba sucediendo, pero se tiene que anteponer la salud de los deportistas y de
las familias y aficionados que viajarán a Brasil. No me extrañaría que hubiera
muchos que no quisieran poner en riesgo su salud y la de sus familias. Lo he
hablado con bastantes compañeros y estoy en contactos con científicos y
expertos que me pasan información privilegiada. Hay que entender la gravedad de
la situación y algunos se están planteando tener familia, y eso puede afectar.
Eso es lo primero por encima de unos Juegos. Yo lo estoy valorando también como
cualquier persona. Es para valorarlo”.
Gasol zanjó la reflexión
un mes después: Sí a Río 2016, pese al Zika:
“Cuando tienes una
edad, nunca se sabe cuál será el último campeonato que disputes. Cada torneo
que se presenta es aún más especial que el anterior porque no se sabe cuál será
el siguiente o si habrá más oportunidades. Mi responsabilidad fue la de alertar
sobre el Zika porque es un tema grave. Y mi responsabilidad es ir con la
selección a estos Juegos”.
El pívot español,
que piensa cada día más en la paternidad, amagó con tomar medidas extremas como
congelar su esperma antes de viajar a Río.
Algo que sí ha
hecho el vigente campeón olímpico y mundial de salto de longitud, el británico Greg
Rutherford, que fue padre de un niño hace casi dos años. Su hijo y su mujer no
viajarán a Brasil y Rutherford ha congelado su esperma: “Queremos tener más
hijos y no nos gustaría ponernos en una situación de riesgo que podríamos haber
evitado”.
El ciclista
estadounidense Tejay Van Garderen ha sido más rotundo. No estará en Río para evitar poner en peligro la salud de su esposa embarazada.
Pero lo cierto es
que la participación no se ha resentido tanto como se temió en algunos
momentos. Incluso se llegó a barajar un cambio de fechas de los Juegos
Olímpicos de Río por el brote de Zika.
Y eso que más de
150 científicos de todo el mundo suscribieron una carta pública, a mediados de
julio, advirtiendo de los riesgos de los Juegos del Zika: “Se toma un riesgo
innecesario cuando 500.000 turistas extranjeros, provenientes de todo el mundo,
acuden a los Juegos y se exponen a la cepa, antes de volver a sus países, donde
la infección puede volverse endémica (…). Nuestra mayor preocupación es la
salud pública mundial. La cepa brasileña del virus del Zika afecta la salud de
manera que la ciencia nunca había observado antes”.
Finalmente, la
mayoría de las grandes figuras estarán en Río porque también, en deportes como
el atletismo, la natación o la gimnasia, la gloria está en los Juegos. Toda una
carrera deportiva encaminada a los Juegos.
Más que el Zika, las bajas en Río se
deben, como siempre, a las lesiones (el tenista suizo Roger Federer, el
futbolista brasileño Douglas Costa y el jugador de baloncesto estadounidense
Anthony Davis son los casos más importantes, con afectados españoles como el
triatleta Javier Gómez Noya, el ciclista Alberto Contador y el jugador de
baloncesto Marc Gasol) y las ausencias voluntarias (con los NBA estadounidenses
como principales protagonistas: Stephen Curry, LeBron James, Chris Paul, Russell
Westbrook, James Harden, LaMarcus Aldridge, Kawhi Leonard, Damian Lillard…
Pero, ¿qué es el
Zika?
La OMS define el
Zika como:
“Una enfermedad causada
por un virus transmitido principalmente por mosquitos del género Aedes.
Los pacientes con
enfermedad por el virus del Zika pueden presentar síntomas tales como: fiebre
no muy elevada, exantema, conjuntivitis, dolores musculares y articulares,
malestar o cefaleas, que suelen durar entre 2 y 7 días.
Hay un consenso
científico sobre la relación causal entre el virus del Zika y la microcefalia y
el síndrome de Guillain-Barré. También se están investigando las relaciones con
otras complicaciones neurológicas”.
Según la OMS, “los
mosquitos Aedes suelen picar durante el día, sobre todo al amanecer y al
anochecer, y son los mismos que transmiten el dengue, la fiebre chikungunya y
la fiebre amarilla.
Asimismo, es
posible la transmisión sexual, y se están investigando otros modos de
transmisión, como las transfusiones de sangre”.
El Zika “no
necesita tratamiento específico. Los pacientes deben estar en reposo, beber
líquidos suficientes y tomar medicamentos comunes para el dolor y la fiebre. Si
los síntomas empeoran, deben consultar al médico. En la actualidad, no hay
vacunas”.
El aspecto más
controvertido del brote tiene que ver con los embarazos y el peligro de
malformaciones en los fetos. A 20 de julio, Brasil tenía documentados 1.709
casos de bebés con microcefalia con madres que, se sospecha, padecieron el Zika
durante la gestación.
“Sé que la gente
está preocupada por el Zika, y es una preocupación muy legítima”, pero “el
riesgo de infección del virus es bajo y manejable, siempre y cuando se tomen
las medidas personales adecuadas”, ha matizado, ya con los Juegos en el horizonte,
la directora general de la OMS, Margaret Chan.
El riesgo, sobre
todo, afecta a las embarazas y futuros padres: “Está muy claro y hay consenso
entre los científicos sobre que el Zika está relacionado con dar a luz a bebés
con microcefalia u otras condiciones neurológicas”.
Por ello, “la OMS
ha aconsejado a las mujeres embarazadas o que planeen estarlo que no viajen a
lugares en los que haya riesgos de transmisión del Zika. Para los esposos o
compañeros que deban hacerlo, es recomendable que se hagan un test al
regresar”.
Precaución, como en
cualquier viaje, para unos Juegos de Río donde el Zika pase desapercibido. De
hecho, un 80% de los pacientes ni es consciente de la enfermedad y el dengue, del que poco se está hablando, sí es una amenaza mucho más seria para la salud en Brasil.
La campeona olímpica Marina Alabau superó el Zika en el pasado invierno. |
¿Y qué es, salvo en
los casos de las embarazas o futuros padres, el Zika?
Nadie mejor que una
deportista española, la windsurfista Marina Alabau, oro en Londres, para
describirlo. Alabau cogió el Zika a finales del pasado año en Brasil, en una
competición.
“Pero hay muchísimo
alarmismo. Una pequeña gripe te deja en cama cuatro días y es muchísimo peor
que el Zika. El Zika es que no es nada. Es menos que un resfriado. ¡La de gente
que me ha mandado mensajes! diciendo ‘me he enterado que tienes el Zika, espero que
estés bien’. ¡Es que no me pasó nada! Ni le di importancia ni tuvo
consecuencias. No es grave. Simplemente es famoso, y punto. De cara a los
Juegos puede influir, seguramente algún deportista cogerá el virus antes de la
competición. Pero también hay otros virus, la gente se resfría y se lesiona…
está de moda”.
Así que, después de
todo, Río se sobrepondrá a la picadura del Zika.