viernes, 5 de agosto de 2016

Río se sobrepone a la picadura del Zika

Un mosquito ha tambaleado a los Juegos. Una enfermedad, no mortal, pero de la que aún no se conoce todo. Sí existe un riesgo real para las embarazadas o para hombres y mujeres que tengan en mente una próxima paternidad por la posible aparición de casos de microcefalia en los futuros recién nacidos. La epidemia ha espantado a algunos deportistas, en especial tenistas y golfistas, aunque no ha causado bajas significativas.

Río 2016: Los primeros Juegos de Sudamérica / Rusia, casi fuera / Bolt tras Phelps / El listón de las 20 medallas / Barcelona lo cambió todo 

Protector solar para evitar las picaduras de los mosquitos
en los Juegos de Río.
“Después de horas y horas de reflexión, Mike y yo decidimos no ir a Río. Nos hubiera gustado disputar los Juegos Olímpicos pero, como esposos y padres, la salud de nuestras familias es nuestra prioridad” (Bob Bryan, en su página de Facebook).

La mejor pareja de dobles del tenis masculino en la historia, los gemelos estadounidenses Bryan, Mike y Bob (38 años) (oro en Londres, bronce en Pekín y ganadores de seis Australian Open, cinco US Open, cuatro Masters, tres Wimbledon y dos Roland Garros), han sido los últimos en eludir los Juegos Olímpicos de Río por el riesgo del Zika.

Los últimos, que no los únicos. El Zika ha disuadido a algunas primeras figuras del deporte mundial, en especial en dos competiciones que mueven mucho dinero lejos de la fiesta olímpica: golf y tenis. Río 2016 era una cita prescindible.

“Después de hablar con mi gente, me he dado cuenta de que mi salud y la de mi familia están por encima de cualquier cosa. Incluso aunque el riesgo de infección es bajo, es un riesgo que no quiero tomar”, sentenció el norirlandés Rory McIlroy, uno de los mejores y más mediáticos golfistas del mundo en los últimos años, para sortear Río 2016.

El regreso del golf al programa olímpico, no estaba desde San Luis 1904, no puede ser más deslucido. Alud de bajas entre los mejores jugadores. El Zika ha eliminado las pocas ganas, que ya de por sí tenían, las grandes figuras del circuito, acostumbradas a la lluvia de millones que no aparece en el torneo olímpico. Del top ten mundial, faltarán el australiano Jason Day (número uno), los estadounidenses Dustin Johnson y Jordan Spieth (números dos y tres), el mencionado Rory McIlroy (número cuatro), el australiano Adam Scott (número ocho) y el sudafricano Branden Grace (número diez).

La explicación de la ausencia en Río, nada novedosa.

“La razón de mi decisión es mi preocupación por la posible transmisión del virus del Zika y los potenciales riesgos que puedan presentarse en los futuros embarazos de mi mujer y que puedan implicar a futuros miembros de nuestra familia” (Jason Day).

El temor de los golfistas se ha extendido, aunque en menor medida, a los tenistas. Renuncias importantes como el canadiense Milos Raonic, el checo Tomas Berdych, la rumana Simona Halep y los mencionados doblistas estadounidenses Mike y Bob Bryan.

Y mensajes con justificaciones conocidas:


Jason Day y Tomas Berdych no participarán en los Juegos de Río por el Zika.
“Después de mucha deliberación con mi familia y entrenadores, tomo esta decisión (la ausencia en los Juegos) por una variedad de problemas de salud, incluyendo la incertidumbre en torno al virus Zika” (Milos Raonic) (número 7 de la ATP).

“Estoy desolado de anunciar que no participaré en los Juegos Olímpicos. Es una decisión puramente personal, pero una de las principales razones por las que la he tomado es el virus del Zika. Al haber fundado recientemente una familia, limitar los riesgos sanitarios para los míos se ha convertido en una prioridad absoluta” (Tomas Berdych) (número 8 de la ATP).

“Después de varias conversaciones con los médicos y mi familia, llegué a la conclusión de que los riesgos son demasiado altos para mi carrera y para mi salud, especialmente como mujer. La familia es demasiado importante para mí y no puedo correr el riesgo de no ser capaz de tener mi propia familia después de que mi carrera en el tenis haya terminado” (Simona Halep) (número 3 de la WTA).

Del Zika se lleva hablando meses y meses, en concreto desde que en abril del año 2015 se descubriera un brote en Brasil, epicentro de la epidemia. Inmediatamente, se empezó a cuestionar la conveniencia de los Juegos en Río con el Zika merodeando. La OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró el pasado 1 de febrero la emergencia sanitaria global por el Zika.

Nadie mejor que Pau Gasol, hijo de madre médica y padre enfermero, para resumir el sentir de la mayoría de los deportistas olímpicos con el Zika y la postura final para participar en los Juegos.

Gasol, en una comparecencia pública a finales de mayo, barajó saltarse la cita olímpica:

“Espero que los comités y las organizaciones sanitarias internacionales informen de la situación real en Brasil para que los atletas tomen sus decisiones con todas las consecuencias. Estoy siendo proactivo para obtener la mayor información posible porque me siento responsable de formar y concienciar a la gente.

Veremos lo que acaba sucediendo, pero se tiene que anteponer la salud de los deportistas y de las familias y aficionados que viajarán a Brasil. No me extrañaría que hubiera muchos que no quisieran poner en riesgo su salud y la de sus familias. Lo he hablado con bastantes compañeros y estoy en contactos con científicos y expertos que me pasan información privilegiada. Hay que entender la gravedad de la situación y algunos se están planteando tener familia, y eso puede afectar. Eso es lo primero por encima de unos Juegos. Yo lo estoy valorando también como cualquier persona. Es para valorarlo”.



Gasol zanjó la reflexión un mes después: Sí a Río 2016, pese al Zika:

“Cuando tienes una edad, nunca se sabe cuál será el último campeonato que disputes. Cada torneo que se presenta es aún más especial que el anterior porque no se sabe cuál será el siguiente o si habrá más oportunidades. Mi responsabilidad fue la de alertar sobre el Zika porque es un tema grave. Y mi responsabilidad es ir con la selección a estos Juegos”.

El pívot español, que piensa cada día más en la paternidad, amagó con tomar medidas extremas como congelar su esperma antes de viajar a Río.

Algo que sí ha hecho el vigente campeón olímpico y mundial de salto de longitud, el británico Greg Rutherford, que fue padre de un niño hace casi dos años. Su hijo y su mujer no viajarán a Brasil y Rutherford ha congelado su esperma: “Queremos tener más hijos y no nos gustaría ponernos en una situación de riesgo que podríamos haber evitado”.

El ciclista estadounidense Tejay Van Garderen ha sido más rotundo. No estará en Río para evitar poner en peligro la salud de su esposa embarazada.

Pero lo cierto es que la participación no se ha resentido tanto como se temió en algunos momentos. Incluso se llegó a barajar un cambio de fechas de los Juegos Olímpicos de Río por el brote de Zika.

Y eso que más de 150 científicos de todo el mundo suscribieron una carta pública, a mediados de julio, advirtiendo de los riesgos de los Juegos del Zika: “Se toma un riesgo innecesario cuando 500.000 turistas extranjeros, provenientes de todo el mundo, acuden a los Juegos y se exponen a la cepa, antes de volver a sus países, donde la infección puede volverse endémica (…). Nuestra mayor preocupación es la salud pública mundial. La cepa brasileña del virus del Zika afecta la salud de manera que la ciencia nunca había observado antes”.

Finalmente, la mayoría de las grandes figuras estarán en Río porque también, en deportes como el atletismo, la natación o la gimnasia, la gloria está en los Juegos. Toda una carrera deportiva encaminada a los Juegos. 

Más que el Zika, las bajas en Río se deben, como siempre, a las lesiones (el tenista suizo Roger Federer, el futbolista brasileño Douglas Costa y el jugador de baloncesto estadounidense Anthony Davis son los casos más importantes, con afectados españoles como el triatleta Javier Gómez Noya, el ciclista Alberto Contador y el jugador de baloncesto Marc Gasol) y las ausencias voluntarias (con los NBA estadounidenses como principales protagonistas: Stephen Curry, LeBron James, Chris Paul, Russell Westbrook, James Harden, LaMarcus Aldridge, Kawhi Leonard, Damian Lillard…


Pero, ¿qué es el Zika?

La OMS define el Zika como:

“Una enfermedad causada por un virus transmitido principalmente por mosquitos del género Aedes.

Los pacientes con enfermedad por el virus del Zika pueden presentar síntomas tales como: fiebre no muy elevada, exantema, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar o cefaleas, que suelen durar entre 2 y 7 días.

Hay un consenso científico sobre la relación causal entre el virus del Zika y la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré. También se están investigando las relaciones con otras complicaciones neurológicas”.

Según la OMS, “los mosquitos Aedes suelen picar durante el día, sobre todo al amanecer y al anochecer, y son los mismos que transmiten el dengue, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla.

Asimismo, es posible la transmisión sexual, y se están investigando otros modos de transmisión, como las transfusiones de sangre”.

El Zika “no necesita tratamiento específico. Los pacientes deben estar en reposo, beber líquidos suficientes y tomar medicamentos comunes para el dolor y la fiebre. Si los síntomas empeoran, deben consultar al médico. En la actualidad, no hay vacunas”.

El aspecto más controvertido del brote tiene que ver con los embarazos y el peligro de malformaciones en los fetos. A 20 de julio, Brasil tenía documentados 1.709 casos de bebés con microcefalia con madres que, se sospecha, padecieron el Zika durante la gestación.

“Sé que la gente está preocupada por el Zika, y es una preocupación muy legítima”, pero “el riesgo de infección del virus es bajo y manejable, siempre y cuando se tomen las medidas personales adecuadas”, ha matizado, ya con los Juegos en el horizonte, la directora general de la OMS, Margaret Chan.

El riesgo, sobre todo, afecta a las embarazas y futuros padres: “Está muy claro y hay consenso entre los científicos sobre que el Zika está relacionado con dar a luz a bebés con microcefalia u otras condiciones neurológicas”.

Por ello, “la OMS ha aconsejado a las mujeres embarazadas o que planeen estarlo que no viajen a lugares en los que haya riesgos de transmisión del Zika. Para los esposos o compañeros que deban hacerlo, es recomendable que se hagan un test al regresar”.

Precaución, como en cualquier viaje, para unos Juegos de Río donde el Zika pase desapercibido. De hecho, un 80% de los pacientes ni es consciente de la enfermedad y el dengue, del que poco se está hablando, sí es una amenaza mucho más seria para la salud en Brasil.

La campeona olímpica Marina Alabau superó el Zika en el pasado invierno.
¿Y qué es, salvo en los casos de las embarazas o futuros padres, el Zika?

Nadie mejor que una deportista española, la windsurfista Marina Alabau, oro en Londres, para describirlo. Alabau cogió el Zika a finales del pasado año en Brasil, en una competición.

“Pero hay muchísimo alarmismo. Una pequeña gripe te deja en cama cuatro días y es muchísimo peor que el Zika. El Zika es que no es nada. Es menos que un resfriado. ¡La de gente que me ha mandado mensajes! diciendo ‘me he enterado que tienes el Zika, espero que estés bien’. ¡Es que no me pasó nada! Ni le di importancia ni tuvo consecuencias. No es grave. Simplemente es famoso, y punto. De cara a los Juegos puede influir, seguramente algún deportista cogerá el virus antes de la competición. Pero también hay otros virus, la gente se resfría y se lesiona… está de moda”.

Así que, después de todo, Río se sobrepondrá a la picadura del Zika.