sábado, 26 de noviembre de 2016

Segunda mala racha; primera crisis seria del Real Valladolid

Decepcionante empate sin goles ante el Almería. Solo un punto en las tres últimas jornadas. Solo una victoria en los seis últimos encuentros. Medie Jiménez expulsó, por doble amarilla, a Mata y, cuatro minutos después, a Diamanka mediada la segunda parte. Herrera cambió el esquema. Abandonó el rombo en el mediocampo y apostó por De Tomás como delantero centro, con Mata y Jose en las bandas. El arranque fue ilusionante. Casto frustró una clara ocasión de Raúl de Tomás. Pero el balón era andaluz, aunque sin peligro real en el área. A cinco minutos del final, Álex López perdonó de cabeza un gol cantado.

Raúl de Tomás remata a bocajarro en una ocasión muy clara que le sacó Casto.
Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es)
Hay crisis en Zorrilla. Una mala racha se perdona. Dos, no. El Real Valladolid, incluso con los cambios tácticos de Paco Herrera, que renunció al rombo en el mediocampo, no ha reaccionado a las dos derrotas consecutivas a domicilio en Elche y Soria. Tres jornadas sin ganar. Solo un punto de nueve. El Real Valladolid solo ha derrotado al Sevilla Atlético en los seis últimos encuentros. El balance es malo: seis puntos sobre un máximo de dieciocho.

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A Paco Herrera se le perdonó la primera mala racha de cinco derrotas consecutivas. Afición y directiva mostraron una inusual paciencia en el trabajo del vestuario: entrenador y jugadores. El equipo agradeció en el campo el notable voto de confianza. Respondió con una racha positiva de cinco jornadas invicto y pisando zona de playoff. Pero la temporada sigue. La Liga es muy larga. Y el equipo ha vuelto a caerse.

No hay excusas. El problema del gol, que se arrastra desde el primer día, se debió resolver en el mercado de fichajes de verano. La plantilla no se cerró con un goleador. De Tomás, Mata y Drazic tienen dificultades para ver portería. El máximo goleador, Jose, con cuatro tantos, es un chaval de 21 años en su primera temporada con el primer equipo. Y Juan Villar, el hombre-gol del nefasto último curso, nunca ha sido un consumado especialista en el área.

Pero equipos con poco gol hay muchos. Y no por eso ganar se debe convertir en un verbo imposible. La falta de gol no es el único problema de este Real Valladolid. Pólvora hay poca. Regularidad, aún menos. Dos malas rachas de resultados tan largas, con una positiva entre medias, lo demuestran. Falta continuidad en el juego. El día que el Real Valladolid encuentre la regularidad llegarán los goles, aunque sean pocos, y volverán las victorias.


Arriba, Medié Jiménez expulsa a Mata. Abajo, Diamanka abandona
el campo tras ver la roja.
Las derrotas en Elche y Soria cambiaron el libreto de Herrera. El rombo en el mediocampo ha dejado de ser intocable. Herrera, que ya sustituyó a Jordán en las segundas partes de los partidos ante el Elche y el Numancia, sacrificó incomprensiblemente al catalán en busca, en teoría, de una mayor contundencia ofensiva. Hasta ahora, el Real Valladolid, gracias al rombo, había movido muy bien el balón, aunque le había costado crear ocasiones.

La apuesta táctica fracasó. El Real Valladolid no jugó bien. Pudo ganar porque tuvo pocas, aunque muy claras, ocasiones de gol. Pero el balance ofensivo resultó escaso. Hay que hacer mucho más para ganar. Las ocasiones se concentraron en los primeros veinte minutos del partido. Después, casi nada. Apenas un clarísimo cabezazo de Álex López, a bocajarro, a cinco minutos del final. El gallego, que aún no ha marcado esta temporada, remató, con todo a favor, por encima del larguero.

El gol… y el juego. El gol se escurrió en los primeros veinte minutos. Raúl de Tomás, tras una semana como protagonista de la actualidad blanquivioleta, volvió al once. “No soy un jugador de segundas partes”, se defendió el delantero madrileño. Y no lo es. De Tomás es un buen rematador, probablemente el más cualificado de la plantilla. Pero le está faltando, como a todo el equipo, una pizca de suerte (dos goles en la Liga y uno en la Copa) y, sobre todo, regularidad.

El Real Valladolid, con transiciones más rápidas que en pasadas jornadas, consecuencia del cambio táctico, salió a por el encuentro. Lo impidió Casto. El guardameta del Almería estuvo muy bien en los primeros minutos, los mejores del cuadro de Paco Herrera. Al cuarto de hora, se lució especialmente ante Raúl de Tomás con un remate a bocajarro en el área. Resolvió también el posterior disparo de Álex López. Paradas de las que valen puntos.

Míchel, como en la foto, nunca estuvo cómodo ante el Almería.
El gol no llegó. Y el juego tampoco apareció. Era el Almería quien dominaba. El balón, que en otros encuentros había sido castellano, cambiaba de bando. El sistema de Herrera, aún muy mejorable, funcionaba para llegar arriba con algo más de peligro, pero el control del encuentro se esfumaba. El Real Valladolid echó mucho de menos a Jordán, que no jugó ni un solo minuto. Jose notó la inactividad de cuatro partidos y Mata, como siempre, se peleó en un sitio que no es el suyo: la banda.

Y cuando las ocasiones claras desaparecieron, como antes había hecho el juego, las opciones de victoria se minimizaron en una discretísima segunda mitad. El Almería se adueñó del balón. Se emborrachó de balón. Se gustó tanto que se le olvidó inquietar a Isaac Becerra, muy bien custodiado por la pareja Álex Pérez-Guitián. El partido era de empate a cero, aunque lo quiso animar el colegiado catalán Medié Jiménez, castigando al Real Valladolid y al Almería.

Con diez se quedaron ambos equipos mediada la segunda mitad. Separados por cuatro minutos, Mata y Diamanka, ambos por doble amarilla, enfilaron el camino al vestuario. Compartieron destino. También habían compartido fogosidad. Y si con once el partido había sido flojo, con diez se volvió aún más ramplón. Paco Herrera completó la tarea con unos extraños cambios. Juan Villar tardó demasiado en salir. Y Drazic, por De Tomás, no apareció.

Los sustos finales de Álex López, con su cabezazo a bocajarro, y del vallisoletano Quique, que disparó mal ante Isaac Becerra, respetaron el marcador. A fin de cuentas, ni Real Valladolid ni Almería se habían merecido la victoria. No es casual que, en una Liga mediocre como ésta, ocupen la zona media-baja de la clasificación. El Real Valladolid ya afronta su segunda mala racha. Y no solo es el gol. La grada lo sabe. Se enfadó y se lo recordó al equipo, que necesita ya ser más regular en el último mes del año.

Juan Villar, que comenzó en el banquillo, tardó demasiado en salir al campo.
Ficha técnica:

Real Valladolid 0: Isaac Becerra; Javi Moyano, Álex Pérez, Guitián, Balbi; André Leão, Álex López, Mata, Míchel (Juan Villar 76’), Jose (Ángel 82’); y De Tomás (Drazic 61’).

Almería 0: Casto; Ximo Navarro, Joaquín, Morcillo, Nano; Diamanka, José Ángel, Antonio Puertas (Iván Sánchez 76’), Pozo (Iago Díaz 86’), Fidel; y Quique (Chuli 91’).

Árbitro: Medié Jiménez (colegio catalán). Expulsó, por doble amarilla, a Mata (43’ y 64’), del Real Valladolid, y a Diamanka (59’ y 68’), del Almería. Amonestó, además, a Morcillo (26’), del Almería.

Incidencias: 16ª jornada de LaLiga 1|2|3. Nuevo Estadio José Zorrilla. 7.495 espectadores.

Las notas:

Isaac Becerra (6): El Almería tuvo más el balón, pero creo menos peligro. Isaac Becerra solo tuvo que emplearse a los nueve minutos tras un remate de Fidel dentro del área. Casi a la media hora, de nuevo ante Fidel, salió bien de la portería para impedir una aproximación del extremo del Almería, que le había ganado la espalda a Javi Moyano. A un minuto del final, el vallisoletano Quique disparó mal, dentro del área, ante Becerra.

Javi Moyano (6): Partido de trámite del lateral andaluz. El Almería explotó poco las bandas en su fútbol de ataque. Javi Moyano subió poco la banda.

Álex Pérez, inamovible en el once titular de Herrera en los ocho últimos encuentros. 
Álex Pérez (7): Un fijo. El central madrileño acumula ocho titularidades consecutivas. Se ha ganado el puesto. Anuló, con la ayuda de Guitián, al peligroso Quique. En el arranque de la segunda mitad, no llegó por poco a una falta lateral botada por Álex López.

Guitián (7): El cántabro relevó al lesionado Rafa. Se entiende bien con Álex Pérez. Conforman una pareja de zagueros muy contundente. Le faltó poco para rematar una falta lateral de Álex López que tampoco cabeceó previamente Álex Pérez.

Balbi (7): A cinco minutos del final, sirvió un excepcional centro a la cabeza de Álex López, que perdonó a bocajarro. El argentino no sufrió en defensa. Aportó más en ataque que Javi Moyano. Al cuarto de hora, Balbi encontró también a Raúl de Tomás, que disparó igualmente a bocajarro ante Casto. De esta manera, las dos ocasiones más claras del Real Valladolid nacieron en las botas del argentino.

André Leão (2): Inadvertido. Irritante. Un futbolista que salta al césped para no jugar. En ataque, no aparece. Desaparece, directamente. Se limita a incrustarse entre los centrales. Estuvo, además, discreto en labores defensivas. Perdió bastantes balones.

Álex López sigue sin estrenarse como goleador con el Real Valladolid.
Álex López (6): Echó de menos a Jordán, que fue suplente. El gallego pudo resolver el encuentro a cinco minutos del final. Álex López cabeceó alto, a bocajarro, un centro de Balbi. Había entrado en el área sin marca y estaba solo. El gallego también estuvo cerca del gol a los quince minutos. Álex López recogió un rechace de Casto y disparó con fuerza desde la frontal. El portero del Almería evitó el gol con una excelente estirada.

Mata (5): Conservó la titularidad. Ocupó la banda derecha en el nuevo esquema ofensivo de Herrera. Expulsado, por doble amarilla, mediado el segundo periodo. Le pesó su exceso de intensidad. Se ganó la segunda amarilla por un plantillazo a Nano junto a la línea de banda. En ataque, a los cuatro minutos, probó a Casto tras centro de Jose. A los ocho minutos de la segunda mitad, el cancerbero del Almería desvió otro inocente disparo de Mata.

Míchel (5): Con libertad de movimientos en el mediocampo. No la aprovechó. Le costó entrar en juego. A los 23 minutos, soltó un soberbio zurdazo desde la frontal que impactó en el palo que soporta la portería. El efecto óptico instó a más de uno a cantar gol. A los nueve minutos del segundo periodo, Casto atrapó un remate lejano del valenciano. Relevado por Juan Villar a un cuarto de hora del final.

Jose regresó al once tras perderse cuatro partidos por una lesión.
Jose (5): El canterano regresó al once tras perderse cuatro encuentros por lesión. Herrera le colocó en la banda izquierda para explotar su velocidad. Comenzó con ganas, pero se fue diluyendo con el paso de los minutos y acabó muy cansado. Sustituido por Ángel a ocho minutos del final.

De Tomás (6): Titular tras marcar en Soria. El madrileño centró el protagonismo de la actualidad blanquivioleta en esta semana. Negó ser un futbolista de segundas partes. Paco Herrera coincidió. Raúl de Tomás comenzó bien. A los tres minutos, ya se sacó un buen remate, a la media vuelta, en el área del Almería. El disparo se marchó fuera. Al cuarto de hora, remató a bocajarro ante Casto. El cancerbero del Almería evitó un gol claro. Dos minutos después, Casto salió de la portería para frenar una llegada de Raúl de Tomás. Sustituido a la hora del partido por Drazic.

Drazic (3): Primer cambio de Herrera. Salió por De Tomás. Mal partido del serbio. No apareció en ataque.

Juan Villar (6): Suplente tras no jugar, por lesión, en Soria. Tardó demasiado en salir al campo, a quince minutos del final. Casto le detuvo dos remates dentro del área, no demasiado peligrosos, a dos y tres minutos del final.

Ángel (-): Último cambio de Herrera. Entró a ocho minutos del final por Jose para jugar, de nuevo, como interior zurdo. No apareció.

Herrera no acertó con el planteamiento y tampoco con los cambios.
Herrera (4): Aparcó el rombo en el mediocampo. Dejó en el banquillo a Jordán, a pesar de que ha sido uno de los mejores jugadores del Real Valladolid en este primer tercio de la temporada. Herrera colocó a Raúl de Tomás como delantero centro, con Mata y Jose en las bandas. El fútbol ofensivo no mejoró con respecto a jornadas anteriores. Además, la circulación del balón y la posesión empeoraron. Herrera falló también con los cambios. Drazic hizo mucho menos que De Tomás y Juan Villar tardó mucho en entrar.