La
veteranía del pívot madrileño (cuarenta años), con pasado ACB (Estudiantes,
Alicante, Cantabria, Murcia y cuatro temporadas en el Fórum Filatélico
Valladolid), decanta el comienzo de la serie en el decisivo último cuarto y
frustra la remontada del equipo de Paco García, que al descanso perdía por
dieciséis y se acercó a cuatro puntos.
El CBC Valladolid cayó
en el primer pulso de los cuartos de final de la fase de ascenso a la Liga LEB
Oro. Los chicos de Paco García no superaron un mal inicio de partido y, tras ir
a remolque durante gran parte del choque, terminaron por morir ahogados en la
orilla: derrota por cinco puntos (76-71). Aun así, las sensaciones ofrecidas
por el cuadro vallisoletano dejan un resquicio de esperanza para que los
aficionados confíen en que la remontada es posible.
Rejón tiró del Lucentum cuando las ardillas acariciaban la remontada.
Foto: José Fco. Martínez (www.fundacionlucentum.com)
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En el otro lado de
la cancha, un Lucentum Alicante muy serio comenzó el partido de forma
arrolladora y supo administrar esa ventaja hasta el final. Los últimos minutos
del encuentro fueron una exhibición de calidad y poderío del pívot madrileño Guillermo
Rejón, que finalizó el duelo en figuras dobles: trece puntos y catorce rebotes.
Además, Lobo y Reyes también dejaron muestras del talento que atesoran y
llevaron al Lucentum a lograr la primera victoria de esta serie.
No comenzó nada bien
el partido para el CBC Valladolid. Durante el primer cuarto, el factor cancha se
hizo notar y las ardillas de Paco García salieron excesivamente nerviosas a un
choque que pronto se les pondría cuesta arriba. El mal ataque de los
vallisoletanos, que no encontraban huecos en la defensa rival, unido al excelso
lanzamiento de tres del Lucentum, sobre todo de la mano de Álex Reyes y Álvaro
Lobo, colocó el marcador con un claro 20-13 al término de los diez primeros
minutos.
El segundo cuarto
siguió la misma tónica que el primero. El equipo alicantino no perdonaba cuando
podía lanzar con cierta comodidad, mientras que el CBC Valladolid no encontraba
la fórmula para acercarse en el marcador. Las tres grandes figuras del equipo,
Wade Chatman, Sergio de la Fuente y Graham-Bell, no rendían al nivel esperado.
De esta forma, el Lucentum Alicante llegó a tener una renta de hasta dieciocho
puntos (31-13) tras un parcial de 11-0 en los primeros instantes de este
segundo cuarto.
Fue entonces
cuando, después de un tiempo muerto solicitado por Paco García, las ardillas
reaccionaron. La presión alta dispuesta sobre la cancha alicantina por parte
del CBC dificultó mucho las cosas a un Lucentum que encadenó varias pérdidas
consecutivas y que, en apenas un minuto, perdió la barrera de los diez puntos
de ventaja. Entonces, otro tiempo muerto, esta vez solicitado por el técnico
del Lucentum, Miguel Zapata, volvía a cambiar la dinámica sobre el terreno de
juego.
Como si de un
combate de boxeo se tratara, Paco García y Miguel Zapata se intercambiaron
golpes durante los segundos diez minutos de juego. Ambos entrenadores buscaron
en las interrupciones del partido ordenar a sus jugadores para tratar de
asestar el mejor golpe posible sobre la mandíbula del adversario. Y si primero había
sido el conjunto alicantino, después el vallisoletano y, a continuación, de
nuevo el Lucentum, el último gancho de derechas lo tenía guardado Wade Chatman
que, cuando el CBC Valladolid estaba prácticamente sobre la lona, anotó un
triple desde más de medio campo para minimizar distancias. Tras veinte minutos
de juego, el resultado era de 43 a 27.
Tras el descanso, las
ardillas demostraron por qué se habían ganado un puesto en los playoffs. Si
durante la primera parte del encuentro dejaron demasiado libres a los tiradores
del Alicante, en estos segundos veinte minutos incrementaron la intensidad
defensiva y estuvieron más certeras en ataque. Además, los hombres clave del
equipo de Paco García mejoraron sus prestaciones y pusieron contra las cuerdas
a un Alicante que, por momentos, vio que el partido se le podía escapar ante el
ímpetu vallisoletano.
Esta mejoría tras
la salida de los vestuarios hizo que el CBC Valladolid recortara distancias de
forma paulatina durante el tercer cuarto hasta llegar a tan solo diez puntos de
diferencia (57-47) antes del arranque del periodo decisivo. Una renta, a priori,
cómoda para los locales, pero que, viendo la dinámica de los dos equipos, un
CBC pletórico ante un Alicante al que le podía entrar el miedo a ganar, se
antojaba más igualada de lo que parecía.
Y así fue. El
conjunto de Paco García continuó en su línea ascendente hasta situarse a tan
solo cuatro puntos con más de medio cuarto por jugar. Sin embargo, la figura de
Guillermo Rejón, a la postre el mejor jugador del partido, y un par de
decisiones polémicas tomadas por los colegiados hicieron que el sueño de la
remontada por parte de las ardillas no se hiciese realidad.
El pívot madrileño
del Lucentum se echó al equipo a la espalda durante los últimos diez minutos y
sentenció un encuentro que anteriormente desequilibraron los colegiados en
favor del cuadro local. De esta forma, el Lucentum se anota el primer partido
de la serie y confía en repetir victoria el domingo, a las 12:15 horas, para
viajar a Valladolid con una renta de 2-0.
Ficha técnica:
Fundación Lucentum Alicante 76 (20+23+14+19): Marzo (6), Lobo (19), Reyes (15),
Ferguson (1) y Rejón (13) –cinco inicial– Nikolic (13), Méndez (5), Martín (4),
Gómez-Arrones (-) y Aramburu (-).
Comercial Ulsa CBC Valladolid 71 (13+14+20+24): Wade Chatman (18), González (7),
Graham-Bell (13), De la Fuente (14) y Sidibe (5) –cinco inicial– Astilleros
(14), Esteban (-), Jota (-), Morales (-) y Mukendi (-).
Árbitros: Muñoz
García y Bravo Loroño. Eliminado Sidibe, del Comercial Ulsa CBC Valladolid, por
cinco faltas personales.
Incidencias: Primer partido de los cuartos de final del playoff
de ascenso a la Liga LEB Oro. Pabellón Pedro Ferrándiz de Alicante.
Crónica de www.cbcvalladolid.es