Con las únicas ausencias de Lisandro Arbizu, con
un esguince de rodilla, Diego Merino, que está a la espera de ser intervenido,
y los internacionales de seven. El rival, Ampo Ordizia, en El Sardinero de
Santander.
VRAC y Ordizia, en un duelo en Pepe Rojo. Foto: www.valladolidrac.com |
Se ha entrenado a conciencia esta semana. El equipo ha hecho piña y se ha conjurado en pos de pelear cada pulgada del terreno de juego, todos a una, como un acordeón que, afinado a más no poder, ofrece la más bella y completa melodía.
Luchar con coraje. No dar un centímetro ni un momento de respiro ante un rival que también tiene un hambre voraz y querrá revalidar el título que consiguió hace un año en Palencia. El VRAC Quesos Entrepinares, por contra, sabe lo que es ganar a los aguerridos vascos y que debe sudar sangre para conseguirlo.
"Hay que jugar con hambre, actitud y humildad. El rugby es un combate y para ganar hay que combatir. Hay nervios en el equipo, pero esos nervios son positivos si se saben canalizar en motivación", ha declarado Lisandro Arbizu, técnico y jugador del VRAC.
Las cuestiones tácticas importan más bien poco en este tipo de reñidas pugnas y la clasificación regular no otorga ningún tipo de ventaja. Ochenta minutos en los que la intensidad, la energía y la actitud ganarán la partida al ajedrez. Los dos equipos plantean un juego similar. Son fuertes en delantera y les gusta practicar un juego dinámico y abierto con el oval en las manos, de ahí que tenga más papeletas a la hora de obtener el triunfo el que se haga con la posesión y acuda con más electricidad a los puntos de encuentro.
"Va a ser un combate en el que tendrá más oportunidades de ganar el que se anime antes y tenga más confianza para jugar el oval. Hay que ganar los puntos de encuentro y hacerse con la posesión del oval. Ellos son fuertes en delantera y tienen buenas individualidades. Si sabemos cortar el sometimiento de su delantera podremos hacer nuestro juego e intentar colocar buenas pelotas", ha analizado el técnico quesero.
Lisandro Arbizu, por un esguince de rodilla que recomienda reposo, y Diego Merino, que está a la espera de ser intervenido, son las únicas ausencias junto a los internacionales de seven. El resto están disponible, aunque algunos de ellos tienen leves molestias que, seguramente, no les privarán de acudir a la llamada a filas.
Dolores que sanarán con los agasajos de los fieles que se trasladarán a tierras cántabras seducidos por la relevancia de un partido del que saldrá el campeón de la Copa del Rey, título que el VRAC Quesos Entrepinares quiere volver a ganar después de que en el 2011 no pudiese hacerlo en la final disputada en Vilajoyosa (Alicante) ante Cetransa El Salvador. El equipo quesero quiere su tercera Copa tras los dos títulos conquistados en 1996, ante Canoe, y 2010, ante La Vila.
Previa de www.valladolidrac.com