“No me arrepiento en absoluto y puedo dormir tranquilo sabiendo que lo he intentado”, ha subrayado el expresidente del CB Valladolid que ha buscado sin éxito un patrocinador o, al menos, una línea de crédito de hasta 800.000 euros para sobrevivir a corto plazo. “Ya no puedo involucrar a más gente. No puedo engañar prometiendo cosas que no puedo cumplir”. Juan Vela, uno de los
patronos de la Fundación Baloncesto Valladolid, asume la dirección de un club
que arrastra unos números rojos de más de siete millones de euros, 2,6 millones
generados tras el concurso de acreedores finalizado en diciembre de 2011. Silencio sepulcral del alcalde,
Javier León de la Riva.
Mike Hansen y Javier Baró comunican su dimisión. Foto: www.cbvalladolid.es |
Mike Hansen se marcha y el
CB Valladolid pierde su (pen)último tren para salvarse. El club se aboca día a
día a una cada vez más posible implosión. Sin dinero, con números rojos, sin
jugadores (solo Antonio Izquierdo a menos de dos meses para que arranque la
Liga ACB), sin presidencia, casi sin esperanza. “Me causa una tristeza enorme
comunicar que presento mi dimisión irrevocable como presidente del Club
Baloncesto Valladolid y su consejo de administración. Ha sido una de las
decisiones más duras de mi vida y salgo de un club al que quiero con todo mi
corazón. Nos vamos muy tocados, como es natural, pero con la cabeza alta porque
desde el primer momento hemos contado a la ciudad las verdades. Hemos sido
transparentes en la gestión y hemos intentado todo lo que estaba en nuestra
manos para sacar adelante el proyecto con nuestra filosofía e ideas”, ha leído
Hansen ante los medios de comunicación.
Las cuentas actuales del
club son demoledoras con una deuda actual superior a siete millones de euros,
de los cuales cuatro se corresponden con el concurso de acreedores, 2,6
millones con el periodo posterior al concurso, un millón con la Fundación
Baloncesto Valladolid y 800.000 con el Club de Empresas y Deportes (en proceso de disolución), según ha
desgranado Javier Baró. Hansen lamenta la gestión posterior al concurso. “Tuvimos
una segunda oportunidad hace dos años. Nos dieron una segunda vida y no aprendimos. De ahora en adelante, si
tienes ‘equis’ para tener un equipo, gasta ‘equis menos dos’, por si acaso,
pero no ‘equis más ocho’. Habría que ver quién ha estado aquí en estos dos
últimos años”, ha incidido sin citar a sus antecesores en la presidencia,
José Luis Mayordomo y José Luis de Paz. “Cuando te gastas más de lo que tienes
para hacer un equipo, pasan estas cosas. Este club ha querido ser algo que no es”.
Era un secreto a voces
deslizado esta misma semana en una reveladora entrevista en la Cadena SER. Mike Hansen, en
un acto de honestidad impropio en la historia moderna de la entidad
vallisoletana, ha oficializado este viernes su salida de la presidencia del CB
Valladolid, a la que accedió hace apenas dos meses, el pasado 20 de junio. Junto
a Hansen, se marcha su mano derecha, Javier Baró. A la delicadísima situación
económica del club, que adeuda más de siete millones de euros, se ha unido la falta de
sintonía con el Ayuntamiento, propietario del club a través de la Fundación
Baloncesto Valladolid. Dos meses de presidencia en los que Hansen y Baró no han
tenido demasiadas ayudas para reflotar un barco que se
hunde desde hace mucho tiempo y al que no paran de abrirse nuevas vías de agua. El
mismo alcalde, Javier León de la Riva, ha eludido responder en los últimos días
a preguntas sobre la situación en el CB Valladolid. El Ayuntamiento, como el
perro del hortelano de Lope de Vega, ni come ni deja comer en el club. “El
trabajo en equipo, la honradez y la confianza entre compañeros es la clave del éxito
de un club y de un equipo”, ha replicado Hansen sobre lo que ha vivido en la
entidad.
“Soy una persona que nunca
me he gastado más de lo que tenía y que nunca ha dejado de deber nada a nadie. Y
esa puede ser también una de las causas de por qué me marcho”, ha subrayado Hansen
que, en el turno de preguntas, ha sido todavía más explícito: “Mike Hansen no
ficha a nadie si no tiene el dinero. Y no lo tengo, y yo no voy a dar ese paso.
Para crear más deuda, que no cuenten conmigo”. Hansen no está dispuesto a una
huida hacia adelante en un club que elevó sus números rojos en 2,6 millones de
euros tras el concurso de acreedores, entre octubre de 2010 y diciembre de
2011. “Ya no puedo involucrar a más gente. No puedo engañar
prometiendo cosas que no puedo cumplir”, ha explicado Hansen, que no ha podido
encontrar un sponsor. “Valladolid es una ciudad obrera y trabajadora y como tal
tiene que ser el equipo que la represente y no fingir ser algo que no es”, ha
sentenciado en su comunicado.
Mike Hansen, en su presentación como presidente del club. |
Hansen intentó un último movimiento con una empresa experta en avalar y
gestionar empresas con problemas similares a los del CB Valladolid. Sin
embargo, la propuesta, respondida este mismo lunes, ha sido “inviable”. El
expresidente del club vallisoletano había reclamado una línea de crédito de
entre 600.000 y 800.000 euros para, sin sponsor e “incapaz moralmente de sacar
una campaña de abonados en esta situación”, “poder ir controlando y quitando
deuda de atrás y tranquilizar a los patrocinadores que van a venir para que vean
que hay un proyecto y se empieza a fichar”. Un balón de oxígeno para afrontar
la próxima temporada en la ACB con relativa tranquilidad. La realidad del CB Valladolid
lo ha impedido.
Una muestra clara es la situación de los empleados del club, a los que
se deben doce mensualidades con la de este mes de agosto. Hansen ha reclamado
que “se resuelva lo antes posible” una situación que ha calificado como “lamentable”.
“Sin ellos no existiría el CB Valladolid en estos momentos”. Hansen ha
agradecido, en especial, el trabajo de Lourdes Martín, secretaria y encargada
de la gestión de los abonos y la cantera, Virgilio Cifuentes, director de
marketing, Alberto Díez, administración, y Saúl Asensio, jefe de prensa. “Cuando
se necesita dinero para competir en ACB, se consigue en tiempo récord. A ver si
también se consigue pagar al corazón de este club, que lo mantienen vivo cada
día estas personas”, ha instado a la Fundación.
“No me arrepiento en
absoluto y puedo dormir tranquilo sabiendo que lo he intentado (…)
Posiblemente, otros lo hubieran hecho mejor que nosotros, especialmente quien
venga con un patrocinador debajo del brazo, pero os aseguro al cien por cien
que no lo hubiesen hecho con las ganas e ilusión con las que lo hemos intentado”,
ha resumido sobre su paso por la presidencia de un CB Valladolid que ahora queda
en manos de la Fundación Baloncesto Valladolid. Uno de los tres patronos, Juan
Vela, asume el cargo, con el apoyo de sus dos compañeros, los concejales del
Ayuntamiento de Valladolid Ignacio Zarandona y Luis Antonio Gómez.
Vela, tras la dimisión de
Hansen, ha contemporizado sin mucho éxito: “No es una huida hacia adelante. Hay
bastantes gestiones que están en marcha y, mientras estén en marcha, no se
puede tomar una decisión en un sentido u otro”. El patrono ha emplazado a los
aficionados a esperar hasta principios de septiembre y ha señalado que habrá
equipo ACB, con un presupuesto máximo de dos millones de euros, si prosperan
las negociaciones. Pero, si no es una huida hacia adelante, se parece mucho.
Hansen y Baró no han querido colaborar en el engaño.