Los peores presagios se han cumplido. Tiene afectado el ligamento cruzado
anterior de la rodilla derecha. El tiempo de recuperación oscila entre 6 y 9
meses. El club no se plantea realizar ningún fichaje. César Pérez Merino y
Alberto Camino se repartirán los minutos en la posición de central.
Cacheda, con su anterior equipo, Academia Octavio. |
“Se confirma lo peor, ligamento cruzado anterior roto..., de 6 a 9 meses
de baja. Ahora, a pensar que queda un día menos para volver a las pistas”.
Pablo Cacheda ha corroborado en su cuenta de Twitter los peores presagios. El
joven central gallego de 21 años se ha roto. El diagnóstico de la resonancia
magnética practicada en la tarde del lunes en el Sagrado Corazón de
Valladolid es demoledor: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla
derecha, una de las peores lesiones que puede sufrir un deportista de élite.
Cacheda se temía ya lo peor. “Sensaciones muy raras en la rodilla,
espero que no sea nada... El lunes la resonancia y a cruzar los dedos...”,
escribió en Twitter tras marcharse lesionado del pabellón Príncipe de Asturias
de Aranda de Duero. Cacheda no pudo tener un peor debut con la camiseta del Cuatro
Rayas Valladolid. El equipo de Nacho González disputaba el pasado sábado su primer encuentro de
la pretemporada tras algo más de dos semanas de preparación.
Llegaba aún más rodado. El central gallego se proclamó en julio subcampeón
del mundo júnior liderando a la selección junto con Alex Dujshebaev y Gonzalo
Porras, compañero en el Balonmano Valladolid. Era el fichaje estrella del
primer proyecto de Nacho González, un jugador llamado a marcar una etapa en
España. Cacheda tenía ya hambre de jugar con la camiseta de su nuevo equipo: “Con
ganas de probarnos y ver cosas aprendidas en estas semanas”, escribía horas antes del choque.
Cuatro Rayas se medía a un Villa de Aranda que ya había disputado dos
encuentros amistosos. Los burgaleses estaban más fuertes y salieron en tromba
(6-1). Cacheda manejaba el juego del Balonmano Valladolid desde su posición de
central. Los jugadores de Nacho González, poco a poco, reaccionaron, ajustaron
el marcador al descanso (11-10) y se pusieron por delante tras la reanudación
(11-13) hasta que llegó una fortuita y desgraciada jugada con Cacheda como damnificado que
marcó el partido y, lo que es más importante, marcará esta temporada.
El central gallego, en un contragolpe, recibió un golpe por detrás en la rodilla
derecha. Cayó al suelo entre lamentos que se escuchaban a todo
volumen en el pabellón. Entre la incertidumbre de sus compañeros, Cacheda se
retiraba de la pista. El Balonmano Valladolid revivía, apenas dos años después
(20 de agosto de 2011), otro amistoso de infausto recuerdo contra el Benfica
portugués. Entonces, Óscar Perales sufrió un golpe muy parecido. El inicio de
todo un calvario para el central cántabro, que no ha vuelto desde entonces a jugar.
El tiempo exacto de recuperación de la lesión se conocerá cuando el
traumatólogo de Ibermutuamur, encargada de los servicios médicos del club,
examine a Cacheda y fije un día concreto para la operación. En el mejor de los
casos, el central gallego regresaría comenzada la segunda vuelta, a finales del
mes de febrero. En el peor, se perdería prácticamente toda la temporada.
Cacheda ha firmado por un año, con opción a un segundo. El internacional júnior
español se había planteado su paso por Valladolid como una lanzadera hacia
clubes con mayor presupuesto.
La grave lesión de Cacheda supone un importante contratiempo para Nacho
González. Estaba llamado a ser el líder del equipo tras las bajas de Jorge
García Vega y Marko Krivokapic. De momento, el club no tiene pensado efectuar
ningún fichaje. La plantilla está cerrada tras la renovación, precisamente, de
uno de los dos centrales de la pasada temporada: César Pérez
Merino. Sobre su espalda, volverá a caer la responsabilidad de dirigir al
equipo. Tendrá la ayuda del polivalente Alberto Camino. Ambos recogerán el
testigo que suelta un Pablo Cacheda que cuenta ya los días para regresar a la
competición.