sábado, 13 de febrero de 2021

Al límite

Entrenador, plantilla y club. El Real Valladolid, ya en zona de descenso, visita al Eibar con una pésima dinámica (una victoria en nueve jornadas) y en cuadro (diez ausencias). Sergio González tiene a la defensa en mínimos, con un único central puro, Bruno, más el canterano Miguel Rubio. Sin Kiko Olivas, Javi Sánchez, El Yamiq, Joaquín, Raúl Carnero y los reconvertibles Fede San Emeterio, Alcaraz y Hervías. Óscar Plano y Marcos André completan el voluminoso parte de bajas. Jota y Janko regresan a la convocatoria. Los armeros, que ganaron en Zorrilla en la primera vuelta, están igualados con los blanquivioletas en la tabla, pero un puesto por encima y, de momento, salvados. A Mendilibar solo le faltan Rober Correa y Kevin Rodrigues.

Luis Pérez apunta al eje de la zaga ante la plaga de bajas
en la defensa. Fotos: www.realvalladolid.es
Silencio público, que no privado.

Semana de reuniones en el vestuario de Zorrilla.

Situación límite, con el Real Valladolid ya en puestos de descenso, con una única victoria en nueve jornadas, ante el Getafe (0-1), y con muy malas sensaciones y resultados en el último mes ante rivales directos en la lucha por la permanencia como el Elche (2-2), con un empate en el último minuto, el Huesca (1-3) y el Deportivo Alavés (1-0), con dos derrotas consecutivas.

Sergio González tensó la cuerda tras la última decepción en Mendizorroza y apuntó, por primera vez, a la plantilla:

“Mañana hablaremos con los futbolistas y veremos si somos los mejores elegidos para sacar esto. Hay que dar un carpetazo o un cambio de timón (…). El problema es que vayamos todos convencidos. El cuerpo técnico lo está. Ellos (por los jugadores) no lo sé”.

Sergio González ha rebajado la tensión antes de visitar este sábado (18:30 horas, Movistar LaLiga) al Eibar en otro duelo directísimo en la zona baja. Ambos equipos están igualados en la tabla, con veinte puntos, con el mismo número de victorias (cuatro), empates (ocho) y derrotas (diez), aunque con los armeros, de momento, fuera del descenso y con el importante aval de su victoria en Zorrilla (1-2), con goles de Burgos, de penalti, y Kevin Rodrigues, en el último minuto, en la primera vuelta a principios de octubre.

“Los jugadores nos han demostrado una energía brutal, compromiso con nosotros, unas ganas abismales para cambiar esta dinámica y para trabajar a tope. Quizás me confundió un poco esa mala sensación tras el partido de Vitoria. Me dejé llevar. Me han demostrado que quien no estuvo acertado con esas declaraciones fui yo”, ha zanjado Sergio González, que ha precisado que su intención era “desviar la atención y ponerme en el foco, para que los jugadores tengan la cabeza por y para el fútbol, y una manera también de tocar la fibra”.

¿Funcionará en Ipurua?

¿Será la última bala de Sergio González?

El club, públicamente, no se ha manifestado en esta semana sobre la continuidad del entrenador, que sí recibió el apoyo directo de Miguel Ángel Gómez y David Espinar y el indirecto de Ronaldo antes de medirse al Deportivo Alavés. Una nueva derrota ante el Eibar complicaría mucho la situación en el banquillo.

Hervías ha sido el último en caer.
Lo único claro es que Sergio González no tirará la toalla:

“No voy a dimitir porque creo que los futbolistas quieren sacar esto con nosotros”.

Sergio González ha defendido la labor del cuerpo técnico:

“Nuestro trabajo está siendo muy bueno y nos vemos con fuerza y capacitados para sacar esta situación. Y más después de las reuniones de esta semana”.

El entrenador del Real Valladolid ha restado dramatismo al momento del equipo:

“Hay cierto pesimismo en el entorno deportivo. Nosotros vemos el vaso medio lleno y no medio vacío. El Huesca ganó aquí, tiene cuatro puntos menos y parece que la gente piensa que se puede salvar y nosotros da la sensación de que no. Forma parte de la idiosincrasia de aquí (…). Todos los equipos tienen un mes menos bueno y quizás nos ha llegado en los partidos determinantes, pero muchos están como nosotros. El Osasuna estuvo mucho tiempo sin ganar, al Getafe le está costando...”.

La visita a Ipurua coincide con un aluvión de bajas: una decena, en especial en la zaga.

Sergio González no contará con los lesionados Kiko Olivas, Marcos André, Raúl Carnero, Javi Sánchez, El Yamiq, Óscar Plano y Hervías, que ayer pasó por el quirófano por una rotura del menisco exterior de la rodilla derecha, y los sancionados Joaquín, Fede San Emeterio y Alcaraz. Al menos, recupera a Jota y Janko.

Bruno es el único central puro disponible, más el canterano Miguel Rubio, que solo ha jugado un par de eliminatorias de la Copa ante el Cantolagua y el Marbella. El abanico de posibilidades es reducido. Luis Pérez o Miguel Rubio acompañarán a Bruno en el eje de la defensa. El sevillano ya ocupó ese puesto en la Copa ante la Peña Deportiva y el Levante.

Kike Pérez se lanza al suelo para cortar un avance de Inui.
“El miedo a fallar nos está penalizando. Estamos coaccionados. Tenemos que recuperar la estabilidad. No debemos tener miedo sino ser protagonistas con y sin balón”, ha reclamado Sergio González para reaccionar ante el Eibar en un choque “de mucha tensión. El que tenga los nervios más templados, menos miedo a fallar y más personalidad dará un paso adelante”.

El Eibar también se juega mucho, aunque “no es una final”, ha rebatido Mendilibar.

“No nos tienen que entrar los nervios sino tratar de competir bien y, sobre todo, de no cometer errores. Últimamente hemos competido bien, pero los errores nos han marcado para perder partidos. Sabemos lo que nos está pasando y tenemos que tratar de corregirlo”, ha explicado el técnico vasco, que cuenta con las únicas bajas de los lesionados Rober Correa y Kevin Rodrigues.

La racha del Eibar no es menos mala que el bache del Real Valladolid. Los armeros solo han ganado un partido, al Granada (2-0), en las once últimas jornadas. Su única victoria, además, en Ipurua en esta extraña temporada, con la ausencia de las aficiones en las gradas por la pandemia de la covid-19.

Pero Mendilibar tiene argumentos de peso, como Kike García (seis goles) y la joya Bryan Gil (veinte años recién cumplidos), cedido por el Sevilla, y las ideas muy claras, como bien sabe el Real Valladolid, para empujar a los blanquivioletas y, sobre todo, a Sergio González al límite, al borde del precipicio.

ENFRENTAMIENTOS HISTÓRICOS

Alineaciones:

SD Eibar: Dmitrovic; Pozo, Oliveira, Bigas, Arbilla; Diop, Expósito, Inui, Bryan Gil; Muto y Kike García.

Suplentes: Yoel, Burgos, Cote, Soares, Sergio Álvarez, Aleix García, Recio, Pedro León, Sergi Enrich y Quique.

Real Valladolid: Masip; Janko, Luis Pérez, Bruno, Olaza; Roque Mesa, Kike Pérez, Orellana, Toni Villa; Sergi Guardiola y Weissman.

Suplentes: Roberto, Miguel Rubio, Nacho, Míchel, Oriol Rey, Jota, Waldo, Zalazar y Kodro.

Árbitro: Díaz de Mera Escuderos (colegio castellano manchego).

Incidencias: 23ª jornada de LaLiga Santander. Ipurua, a puerta cerrada por el protocolo sanitario por la pandemia de la covid-19. Cielos despejados. Once grados.