jueves, 10 de enero de 2013

Daniel Narcisse pone en liza su galardón de mejor jugador del mundo

En el Mundial de España no faltarán grandes estrellas como los franceses Karabatic, Omeyer y Abalo, los españoles Aguinagalde y Sterbik, los daneses Hansen, Eggert, Lindberg y Landin, los croatas Duvnjak y Cupic, los serbios Ilic y Vujin, el húngaro Nagy, el bielorruso Rutenka, el macedonio Lazarov, el islandés Sigurdsson o el polaco Szmal. Sí faltarán, tras no clasificarse sus selecciones, el checo Jicha y el sueco Kim Andersson y, por lesiones o decisiones técnicas, el galo Bertrand Gille, los daneses Mogensen y Knudsen, el hispano Juanín García, el croata Ivano Balic y el islandés Olafur Stefansson.

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El francés Daniel Narcisse, mejor jugador del mundo del año 2012.
El Mundial de España del año 2013 se celebrará con un nuevo rey en la pista: el francés Daniel Narcisse, designado en esta semana por la IHF como mejor jugador del mundo en 2012. Narcisse, a sus 33 años, vive un momento dulce en su carrera. En el pasado año, ganó el oro olímpico en Londres repitiendo el éxito obtenido en Pekín en 2008 y firmó un sensacional triplete (Liga de Campeones, Bundesliga y Copa de Alemania) con su club: el Kiel.

Apodado Air France por la potencia de su salto, recibirá el título de mejor jugador del año instantes antes de la final del Mundial, el domingo día 27 en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Con 1.89 de estatura y noventa kilos, el lateral izquierdo francés ha anunciado, además, en los últimos días que cambiará de aires en la próxima temporada y abandonará el Kiel para enrolarse en el millonario proyecto del París Saint Germain Handball. Narcisse pondrá en liza en el Mundial su recién estrenada condición de mejor jugador del planeta ante una extensa nómina de estrellas.

Nikola Karabatic, otro crack en la selección francesa.
Julen Aguinagalde, el mejor pivote del mundo.
El trono del galo tiene aspirantes en su propia selección. Francia acude al Mundial con cracks como el cañonero Nikola Karabatic y el portero Thierry Omeyer. En el mismo equipo francés, destacan otros jugadores de innegable calidad como Luc Abalo, William Accambray, Samuel Honrubia o Guillaume Joli. Mientras, el veterano pivote de 34 años Bertrand Gille, lesionado, será una de las ausencias más notables del campeonato.
Junto con el potencial de la escuadra dirigida por Claude Onesta, el torneo disfrutará de la presencia de jugadores de primer nivel en la mayoría de los principales participantes. La anfitriona, España, es un perfecto ejemplo con nombres como Arpad Sterbik, nombrado mejor jugador del mundo en 2005, o Julen Aguinagalde, nominado para el mismo reconocimiento en 2012. Dos jugadores de máxima reputación que no estarán acompañados, por decisión técnica del seleccionador nacional, Valero Rivera, por Juanín García. El extremo leonés, de 35 años, ya estuvo ausente en las Olimpiadas de Londres.

Dinamarca colabora, por su parte, en la nómina de estrellas del Mundial con dos grandes nombres: el lateral Mikkel Hansen y el portero Niklas Linden, más los extremos Anders Eggert y Hans Lindberg. Los daneses, no obstante, no se escapan a las bajas, en este caso del central Thomas Mogensen y del pivote Michael Knudsen, actualmente en un paréntesis de su carrera internacional.

El croata Ivan Cupic, un prodigio de velocidad.
Los espectadores del Mundial de España sí podrán deleitarse con el juego de otras estrellas del balonmano como los croatas Domagoj Duvnjak e Ivan Cupic, los serbios Momir Ilic y Marko Vujin, el húngaro Laszlo Nagy, el bielorruso Siarhei Rutenka, el macedonio Kiril Lazarov, el islandés Gudjon Valur Sigurdsson o el polaco Slawomir Szmal.

La competición echará, en cambio, de menos a cuatro cracks de dimensión histórica: el islandés Olafur Stefansson, que con casi cuarenta años se ha apuntado a la liga de Qatar, se ha retirado de la selección; el croata Ivano Balic, que no ha entrado en la convocatoria de su país; y el checo Filip Jicha y el sueco Kim Andersson, cuyos equipos nacionales no consiguieron el billete para un Mundial que, a pesar de sus ausencia, cuenta con una excepcional participación de jugadores.

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