jueves, 24 de enero de 2013

David Ferrer y la selección de balonmano buscan un fin de semana redondo para el deporte español

El alicantino se jugará este jueves (9.30 hora española) ante el número uno de la ATP, el serbio Novak Djokovic, el pase a la final del Open Australia. Mientras, el conjunto de Valero Rivera disputará este viernes (19.15 horas) las semifinales del Mundial de balonmano ante Eslovenia.

David Ferrer, en semifinales del Open de Australia.
El deporte español se aproxima a un fin de semana que puede ser histórico con dos centros de atención: el Open de Australia de tenis y el Mundial de balonmano. David Ferrer y la selección nacional aspiran a proclamarse este domingo campeones. Antes, tendrán que superar dos últimos obstáculos en respectivas semifinales y finales. El primero en buscar la gloria será David Ferrer. El tenista alicantino se jugará este jueves el pase a la final del Open de Australia contra el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic. Será a partir de las 09.30 horas, en España.


Ferrer ha completado un torneo casi impecable. El alicantino se ha asegurado, cuando termine el primer Grand Slam del año, su ascenso al cuarto puesto de la ATP. Pero, más que una mejora en la clasificación, lo que ansía Ferrer es llegar a su primera final de un grande y, posteriormente, conquistarlo. Tras una histórica temporada 2012, en la que consiguió siete torneos, entre ellos su primer Masters 1000, en París, la confianza del alicantino se ha fortalecido. Y su ambición se ha incrementado. Ferrer se ha estrenado ya en esta nueva temporada, con la victoria, la cuarta en su carrera, en Auckland.

Su trayectoria en el Open de Australia ha sido brillante. El español ha cumplido con los pronósticos y se ha citado con Djokovic en las semifinales tras deshacerse consecutivamente del belga Olivier Rochus, el norteamericano Tim Smyczek, el chipriota Marcos Baghdatis, el japonés Kei Nishikori y el murciano Nicolás Almagro. Solo Smyczek, un set, y Almagro, dos, han apretado a Ferrer.

El duelo español de cuartos de final contra el murciano ha sido, sin duda, el mayor reto para comparecer en las semifinales. Ferrer tuvo que remontar dos sets en contra (4-6, 4-6, 7-5, 7-6 (7-4) y 6-2) Almagro jugó mejor, pero no supo cerrar el choque. Sacó tres veces para liquidar a su compatriota. Y las tres veces las desaprovechó. Ferrer se agarró a la pista y obtuvo la recompensa: sus segundas semifinales en Melbourne. En 2011, cedió en cuatro sets: 4-6, 7-6 (7-2), 6-1 y 7-6 (7-2) ante el escocés Andy Murray.

El Open de Australia 2012, con la ausencia de Rafa Nadal, aquejado de un virus estomacal que ha retrasado su regreso a la competición una vez superados sus problemas de rodilla, no ha deparado grandes sorpresas. A la penúltima ronda han llegado los cuatro primeros cabezas de serie: Novak Djokovic, Roger Federer, Andy Murray y David Ferrer. Ha sido un torneo donde, hasta ahora, se han cumplido casi al cien por cien las apuestas. Del Potro, eliminado en tercera ronda en cinco sets por el francés Jeremy Chardy, ha representado el único adiós prematuro entre los principales favoritos.

Novak Djokovic, a dos pasos de su cuarto título en Australia.
Novak Djokovic es quien ha estado más cerca de la eliminación. El número uno del mundo despachó fácil, en sets corridos, sus tres primeros compromisos: el francés Paul-Henri Mathieu, el norteamericano Ryan Harrison y el checo Radek Stepanek. Pero en octavos, el suizo Stanislas Wawrinka le empujó hasta el precipicio. Victoria del serbio en cinco sets: 1-6, 7-5, 6-4, 6-7 (5-7) y 12-10 tras algo más de cinco horas de juego. Djokovic se salvó de milagro y admitió la superioridad del suizo: “Todo mi respeto para Stan, lo siento por él, porque ha demostrado su calidad, ha sido el jugador agresivo. Yo solo intenté mantenerme en el duelo. Mereció la victoria”.

En cuartos, el serbio se desquitó ante Berdych, presa fácil en cuatro sets, pero es consciente de que no atraviesa su mejor nivel. La derrota, en la Copa Hopman, ante el australiano Bernard Tomic fue un primer aviso de que llegaba justo de forma a Australia. Ferrer sabe dar guerra al número uno de la ATP. Con un 5-9 en contra en los enfrentamientos, pero con un reciente susto en las semifinales del US Open. Un tornado suspendió el choque cuando Ferrer arrollaba al serbio. En la reanudación, Djokovic dominó con claridad. En pretemporada, en el torneo de exhibición de Abu Dahbi, el número uno aplastó a Ferrer (6-0 y 6-3).

Junto con el serbio y el español, los otros dos protagonistas de las semifinales del Open de Australia no son ninguna sorpresa: Roger Federer y Andy Murray, que se enfrentarán este viernes (09.30 hora española) El suizo está firmando, a sus 31 años, un gran torneo, a pesar de tener un cuadro muy exigente. Federer, ganador en cuatro ocasiones del primer Grand Slam de la temporada, ha tumbado consecutivamente a un incómodo jugador como el francés Benoit Pairé, al peligroso veterano ruso Nikolay Davydenko, al prometedor australiano Bernard Tomic y a un casi inminente top ten como el canadiense Milos Raonic. Todos ellos, cayeron por tres sets a cero. Ninguno de ellos consiguió romper el saque al suizo, que incluso apenas tuvo que afrontar cuatro bolas de break (tres de Pairé y una de Tomic) en esas primeras cuatro rondas.
Federer, aunque sufriendo, ha avanzado hasta las semifinales.
En cuartos, Federer sí ha sufrido. El francés Jo-Wilfried Tsonga le ha obligado a acudir al quinto set: 6-7 (4-7), 6-4, 6-7 (4-7), 6-3 y 3-6. Tres horas y 44 minutos de intenso partido. Un castigo físico que puede costarle caro en semifinales ante Murray. El escocés domina (10-9) los duelos entre ambos. No obstante, nunca ha podido con Federer en un Grand Slam. Se han enfrentado en tres finales (US Open 2008, Open de Australia 2010 y Wimbledon 2012) y siempre ha ganado el suizo. Murray arrebató a Federer un set en esos encuentros. El escocés únicamente ha vencido al genio de Basilea en un gran partido: la final de los Juegos Olímpicos de Londres.

Ahora bien, el jugador de Dunblane parece que ya ha domado a sus miedos a ganar. Tras el oro de Londres, el escocés venció a Djokovic en la final del US Open. Los grandes títulos han aparecido en su palmarés. Ganador en esta temporada en Brisbane, su recorrido en el Open de Australia es, además, el más firme de los cuatro últimos supervivientes. Murray ha ganado sus cinco partidos por la vía rápida, sin ceder ningún set, ante el holandés Robin Haase, el portugués Joao Sousa, el lituano Ricardas Berankis, el francés Gilles Simon y su compatriota, la sorpresa del torneo, Jeremy Chardy.
Sloane Stephens, la revelación del torneo.
Por su parte, el torneo femenino, en el que se disputarán este jueves las semifinales, sí ha traído un auténtico sorpresón, la eliminación en cuartos de la norteamericana Serena Williams, y conllevado, a la vez, el nacimiento de una nueva estrella: Sloane Stephens, su verdugo. Stephens, también norteamericana, se ha colado a sus diecinueve años en semifinales en su segunda aparición en Australia. Se verá las caras contra la actual campeona y número uno de la WTA, la bielorrusa Victoria Azarenka. En la otra semifinal, la rusa Maria Sharapova se enfrentará a la china Na Li, finalista en el año 2011. El número uno del mundo está también en juego en estos partidos. Con Serena casi sin opciones, Sharapova tendría que caer contra Li y Azarenka no revalidar título, una final entre la rusa y la bielorrusa podría tener premio doble. En caso de victoria de ‘Masha’, regresaría, como colofón, al número uno de la WTA.

Por último, en los cuadros de dobles, en concreto en el masculino, el tenis español tiene opciones de victoria. Marcel Granollers y Marc López, ganadores de la Copa de Maestros, tienen la ocasión de seguir creciendo y olvidar la decepción de la Copa Davis. La pareja española está en semifinales, donde les esperan los holandeses Robin Haase e Igor Sijsling. En la final estarán los hermanos norteamericanos Bob y Mike Bryan o los italianos Simone Bolelli y Fabio Fognini. Las semifinales se jugarán este jueves.

Más información: www.australianopen.com

MUNDIAL DE BALONMANO

Junto con el Open de Australia, el gran acontecimiento de la semana es el Mundial de balonmano, que se está disputando en España. La selección de Valero Rivera sigue soñando con ganar su segundo campeonato, tras el alzado en Túnez en el año 2005. España se ha clasificado para unas semifinales, a priori, favorables ante Eslovenia. El encuentro se celebrará este viernes, a partir de las 19.15 horas, en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

España, tras la gran decepción de los Juegos Olímpicos de Londres, cuando cayó ante Francia (22-23) en el último segundo de los cuartos de final, ha sabido levantarse ante su afición. La selección fue medalla de bronce en el último Mundial, cedió en semifinales contra Dinamarca (24-28) En casa, la final de este campeonato no se puede escapar. Allí, esperarán Croacia o Dinamarca, pero esa será otra historia.
Víctor Tomás, garra, rapidez y calidad.
El equipo de Valero Rivera acumula, de momento, un saldo de seis victorias y una derrota, ante Croacia (25-27), en el último encuentro de la primera fase, desarrollada en la Caja Mágica de Madrid. La selección derrotó antes, en la ronda de grupos, a Argelia (27-14), Egipto (29-24), Australia (51-11) y Hungría (28-22). En octavos, ya en Zaragoza, la víctima fue la Serbia de los cañoneros Momic Ilic y Marko Vujin. España venció con contundencia a los balcánicos por 31-20. Y, en cuartos, el pase se ha producido tras una espectacular y vibrante victoria ante Alemania (28-24) Los germanos, que en la primera fase ganaron a la todopoderosa Francia (32-30), vendieron cara su piel. La extraordinaria actuación de Julen Aginagalde (siete goles), junto con Víctor Tomás (siete) y Alberto Entrerríos (seis), apoyada en la gran labor de José Manuel Sierra bajo palos (once paradas), pesaron más que la habilidad de Silvio Heinevetter en la portería, la rapidez de los extremos Klein y Groetzki y el brazo del lanzador Christophersen.

La selección está firmando un campeonato excelente en defensa. Es, con mucha diferencia, el conjunto del Mundial que más balones recupera, un total de 175, una media de 25 por partido. Con Viran Morros y Gedeón Guardiola muy fuertes en el eje de la defensa, los avanzados están funcionando, en especial Víctor Tomás y Aitor Ariño. Una gran defensa que, salvo en el choque de cuartos contra Alemania, con un gran José Manuel Sierra, no está siendo acompañada por la portería. Falta por verse todavía una gran actuación de Arpad Sterbik.

Además de la defensa, habitual arma de la selección en los últimos años, el equipo de Valero Rivera no está fallando en otro de sus puntos fuertes: los extremos. Albert Rocas (33 goles) y Víctor Tomás (32) son los máximos goleadores de España. En el extremo izquierdo, con la polémica ausencia de Juanín García, Valero Rivera Folch (18 tantos) y Aitor Ariño (10) no están para nada defraudando. Ariño, que ha debutado con la selección en el Mundial, ha aprovechado la confianza del técnico. Mientras, Julen Aginagalde, con 21 goles, está brillando y mostrando su condición de mejor pivote del balonmano mundial.

Por último, en primera línea es donde peor está funcionando el equipo, aunque siempre dentro de un nivel medio correcto. Alberto Entrerríos, ausente en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, está soltando a sus 35 años un Mundial soberbio, con 22 goles. Jorge Maqueda, con uno más, ha refrendado, por su parte, el progreso que mostró en la capital británica. Más irregular está siendo la participación de los centrales españoles: Dani Sarmiento, Joan Cañellas y Carlos Ruesga. Finalmente, Ángel Montoro y Antonio García no han explotado, hasta ahora, con la camiseta de la selección. De cualquier manera, los dieciséis hombres de Valero Rivera, que son favoritos en semifinales ante Eslovenia, tienen una ocasión inmejorable para ganar un Mundial delante de la afición española.

Los eslovenos son, sin duda, la gran revelación del torneo. Casi nadie contaba con ellos hace dos semanas, cuando arrancó el Mundial. Encuadrados en un grupo nivelado (Polonia, Serbia, Bielorrusia, Arabia Saudí y Corea del Sur), pasaron a octavos con un pleno de victorias, cinco de cinco. Tras liquidar a los saudíes y a los surcoreanos, el equipo balcánico supo imponerse al resto en duelos muy igualados. Eslovenia derrotó por dos goles a Serbia y por uno a Polonia y Bielorrusia. Su buena primera fase le permitió un cruce benigno en octavos contra Egipto, a la que derrotó por 31-26. En cuartos, Rusia cayó por la mínima (28-27).
Eslovenia, próximo obstáculo de España.
Eslovenia ha vencido, de esta manera, tres partidos por un margen de un gol, más otro por dos. Está sabiendo mejor que nadie moverse en finales de encuentros igualados. Ese es su principal aval, y peligro. Ese, y que no tiene absolutamente nada que perder. Su mejor posición en un Mundial era un décimo puesto en la edición de 2007. Participar en unas semifinales colma, de sobra, sus más altas aspiraciones. El extremo del Montpellier Dragan Gajic (34 goles), baja contra Rusia por una rotura de fibras de tres centímetros, y el lateral Jure Dolenec (31) son los máximos artilleros de un grupo que se enfrentará a España con algunos jugadores con el depósito de energías en la reserva. El extremo Luka Zvizej ha jugado, por ejemplo, 337 minutos. Se acercan a los trescientos, Dolenec (284), Matej Gaber (281), Uros Zorman (276) y Gajic (253) En España, solo Jorge Maqueda (281) se acerca a sus minutos en pista. Eslovenia, que no ha perdido ni un solo encuentro en este Mundial, no tendrá las piernas frescas en las semifinales.

El otro finalista se dirimirá en un espectacular duelo entre dos de los grandes candidatos al título desde el comienzo del campeonato: Dinamarca y Croacia. Ambos han cumplido de sobra sus expectativas. Dinamarca asusta, con un inspirado Niklas Landin en la portería y un inmejorable juego de extremos y de contragolpe. Los daneses dominaron en Sevilla, en la fase de grupos, tras derrotar a Qatar (41-27), Rusia (31-27), Chile (43-24), Islandia (36-28) y Macedonia (33-30) En octavos de final, vencieron (30-23) a Túnez, la gran sorpresa del campeonato junto con Brasil. En cuartos, los daneses se impusieron a Hungría (28-26).
Anders Eggert, el líder de la peligrosa Dinamarca.
Dinamarca, actual campeona de Europa y subcampeona del mundo, vuela al ritmo de sus veloces extremos. Por la izquierda, Anders Eggert, con 43 dianas, es el cuarto mejor goleador del Mundial. Eggert es casi infalible desde los siete metros, 20 de 21. Por delante, únicamente el bielorruso Rutenka (46), el ruso Dibirov (46) y el macedonio Lazarov (44) El danés se jugará con el croata Ivan Cupic (42) el título de máximo goleador de este Mundial de España. Mientras, en el extremo derecho, Hans Lindberg suma otros 34 tantos. Ninguno de los cuatro semifinalistas del torneo puede presumir de una dupla ofensiva tan fructífera, ni en la segunda línea, ni en la primera. El cañonero Mikkel Hansen, con diecinueve goles, ha entregado incluso el protagonismo a Eggert, Lindberg y Landin, con un 38% de efectividad bajo los palos.

Croacia es la otra selección que mejores maneras ha apuntado. Con el respeto de la anfitriona, España, y de la revelación, Eslovenia, la semifinal entre croatas y daneses se acerca mucho a una final anticipada. Los balcánicos, bronce en Londres, se han vengado de la todopoderosa Francia en cuartos. Los galos, actuales bicampeones del mundo y olímpicos, dejaron fuera de la final olímpica a Croacia. Sin embargo, esta vez los croatas han superado con claridad a Les Experts, por 30-23, en los cuartos de final. Francia ha sido la gran decepción del Mundial. En la primera ronda, evitaron in extremis una derrota ante la ilusionante Túnez (30-27) y perdieron ante la pujante Alemania (30-32). Una derrota que emparejó en la misma parte del cuadro a cuatro candidatas al título: Francia, Croacia, Dinamarca y Hungría, dejando a España con un camino más o menos despejado. Narcisse no ha justificado su recién concedido galardón de mejor jugador del mundo, que recogerá en la previa de la final, que se celebrará este domingo a partir de las 17.15 horas en el Palau Sant Jordi de Barcelona, Omeyer no ha sido el muro acostumbrado en la portería y Abalo no ha brillado. Karabatic se ha encontrado muy solo en una Francia que ha defendido mal.

La selección croata, su ejecutora, está firmando, por la calidad de sus rivales, la mejor actuación del Mundial. Croacia pasó como primera de grupo tras arrollar en la primera fase a la débil Australia (36-13) y superar a las correosas Argelia (31-20) y Egipto (24-20) Los croatas doblegaron, además, a dos huesos duros: Hungría (30-21) y España (27-25) En octavos, Bielorrusia no fue un obstáculo complicado (33-24) Y, en cuartos, tampoco lo ha sido Francia. Croacia es la gran favorita al título, siempre que sepa sobreponerse al cansancio y a las lesiones. El equipo entrenado por el exjugador Slavko Goluza  perdió a las primeras de cambio a Blazenko Lackovic y tiene tocados a Igor Vori y Damir Bicanic. Mientras, Marko Kopljar (285 minutos), Domagoj Duvnjak (257) y Drago Vukovic (255) acumulan mucho tiempo en la cancha.

Ivan Cupic, el rapidísimo extremo croata.
Inconvenientes para una selección que está bordando el juego de contragolpe, con los rapidísimos extremos Ivan Cupic y Zlatko Hrovat como protagonistas. Entre ambos, suman en esta faceta del juego hasta 26 goles. Cupic, con 42 transformaciones en total, es el quinto máximo anotador del Mundial. Asimismo, Croacia está funcionando a la perfección en primera línea. El conjunto de Goluza no está echando de menos a Ivano Balic, que no ha sido convocado. Domagoj Duvnjak ha alcanzado la cifra de 28 goles y Marko Kopljar la de 24. Ante Francia, Duvnjak se marcó un partidazo: nueve goles. Por último, la portería está sobresaliendo con Mirko Alilovic, con un 40% de efectividad.

Esta selección croata, junto con Dinamarca y Eslovenia son los últimos obstáculos de España para ganar su segunda Mundial de balonmano y regalar a la afición un fin de semana maravilloso que podría extenderse al tenis si este jueves Ferrer supera a Djokovic y se planta en la final del domingo del Open de Australia.

Más información: www.handballspain2013.com