viernes, 24 de enero de 2020

El Carramimbre sigue invicto en Pisuerga tras salvar un aprieto ante el Canoe

Los vallisoletanos suman la novena victoria en casa. No fue nada fácil, aunque disfrutaron de ventajas amplias de casi veinte puntos. El encuentro, sin embargo, llegó muy igualado a la fase decisiva, con dos triples de Kristian Kullamae (85-82). Olaf Schaftenaar pudo empatar sobre la bocina, pero el conjunto de Hugo López sentenció (87-82) desde la línea de la personal.

Sergio de la Fuente se marcha de la presión de Ander Martínez.
Imágenes: Sergio Mazuelas (mazu_photos) vía www.cbcvalladolid.es
El Carramimbre CBCV sufrió hasta el último instante, pero suma y sigue ante un ZTE Real Canoe que no capituló hasta los últimos segundos.

Los de Hugo López, con una nueva actuación coral con seis jugadores (Aboubacar, Granado, Mackenzie, Leimanis, Adekoya y Torres) con más de diez créditos de valoración, gozaron de ventajas cercanas a los veinte puntos, pero tuvieron que esforzarse al máximo para dirimir otro final de infarto.

Al final, eso sí, la moneda volvió a salir cara y los vallisoletanos consiguen la sexta victoria consecutiva y la decimosexta en un curso para la historia dorada de las ardillas.

Tras dos compromisos consecutivos a domicilio, ante el Levitec Huesca y el Marín Ence Peixegalego, el Carramimbre CBCV regresaba a un polideportivo Pisuerga donde estaba invicto, con ocho victorias en ocho encuentros. Desde un inicio, dejó claro que quería la novena victoria ante el ZTE Real Canoe.

Cómodos, muy cómodos con el calor del público, los carmesís arrancaron con un ritmo endiablado y un gran acierto para asestar un parcial de 13-0 (15-3) que disipó las dudas sobre una posible distracción generada por la próxima Copa Princesa (martes, 4 de febrero).

Nada más lejos de la realidad. Las ardillas, que aprovecharon la falta de interiores puros del Real Canoe, dominaron la pintura y disfrutaron de una máxima de quince puntos en los primeros minutos (20-5). Los madrileños, sin poderío en la zona, buscaron soluciones en el lanzamiento exterior y, poco a poco, atinaron para echar por tierra el buen inicio vallisoletano.

De hecho, los de Miguel Ángel Aranzábal respondieron con un parcial de 4-14 y obligaron a Hugo López a pedir un tiempo muerto para recobrar la disciplina (24-19). Pero resultó en vano. La gran puesta en escena del Carramimbre desapareció y el periodo inaugural terminó con una renta corta (29-24), teniendo en cuenta la diferencia que los locales llegaron a disfrutar.

Con semejante anotación para ambos equipos, quien fuese capaz de subir el nivel defensivo iba a tener muchos boletos para llevarse la contienda. Los vallisoletanos dieron un paso adelante. Las malas sensaciones con las que terminaron el primer periodo se esfumaron y las ardillas volvieron a presumir de puntería para distanciarse (41-31). Sin la dependencia del máximo anotador de la LEB Oro, Frank Bartley, en el banquillo durante muchos minutos por problemas físicos, el CBC Valladolid volvió a sustentarse en el trabajo coral para cerrar con soltura la primera mitad.

Los pupilos de Hugo López, acertados adelante y atrás con un punto de agresividad superior al Real Canoe, volaron en el segundo cuarto y doblaron esos diez puntos de renta hasta manejar ventajas cercanas a los veinte. El Carramimbre CBCV recuperaba su mejor versión y alcanzaba el descanso dominando con autoridad (56-40).

Los números hablaban por sí solos. En el conjunto de Hugo López habían anotado todos los jugadores, salvo Guim Expósito y Dani Astilleros, más involucrados en el trabajo defensivo, y cuatro ya superaban los diez créditos de valoración (Mackenzie, Leimanis, Adekoya y Granado). No era casualidad que dos interiores carmesís estuvieran destacando ante un ZTE Real Canoe con un importante déficit en la pintura (30-13 en los rebotes) tras la salida de Herve Kabasele en esta misma semana.


Leimanis y Torres superaron los diez créditos de valoración.
Ante tal tesitura, Hugo López apostó por cargar la zona y confiar en sus torres, pero el cuadro amarillo regresó de los vestuarios con una marcha más en defensa. Los de Miguel Ángel Aranzábal subieron la presión y cortaron las líneas de pase para cortocircuitar temporalmente a un Carramimbre CBCV bloqueado en el ataque. El parcial de salida fue de 2-9 y Hugo López no dudó en pedir una tregua a las primeras de cambio.

Con Kimbal Mackenzie sobre la cancha, firmando una de sus mejores actuaciones con la camiseta del CBCV, las ardillas recuperaron la frescura de ideas y una valiosa renta favorable (66-52). La tranquilidad, no obstante, duró poco en las filas vallisoletanas.

El ZTE Real Canoe aguantó e hizo acopio de su gen competitivo para llevar paulatinamente el partido a su terreno. Tal y como ocurrió en el primer periodo, un parcial de 4-14 dio alas a los madrileños (69-66), liderados por un colosal Chema Gil, que pusieron suspense a un partido que parecía resuelto por momentos. Un mate para la hemeroteca de Frank Bartley alivió la remontada visitante y cerró el tercer periodo (72-66).

A pesar de haber gozado de ventajas cercanas a los veinte puntos, el Carramimbre CBCV afrontaba los últimos diez minutos ante un ZTE Real Canoe crecido y vivo, que no paró de mejorar conforme avanzaba el encuentro. Los de Hugo López, con el público a su favor y el aval de haberse apuntado ya muchos finales apretados en esta temporada, se veían obligados a realizar un esfuerzo extra para llevarse el gato al agua. Pero, nuevamente, cumplieron con el guion y la moneda salió cara.

El enésimo canastón de Chema Gil situó a los madrileños a rebufo (78-72) con cuatro largos minutos restantes, pero Frank Bartley oxigenó al Carramimbre con cinco puntos consecutivos.

La contienda se había convertido en un duelo de pistoleros en el que un error mínimo podía significar la derrota. Kristian Kullamae asumió la responsabilidad en el Real Canoe. Y no falló. Dos triplazos certeros del talentoso estonio encendieron las alarmas en Pisuerga y pusieron el partido en el alambre a falta de 45 segundos (85-82).

Por enésima vez, la fortuna se alió con las ardillas, que concedieron a los madrileños la oportunidad de empatar casi sobre la bocina. Olaf Schaftenaar erró el tiro y el Carramimbre sentenció desde la línea de la personal.

Al final, el marcador reflejó un 89-84 que certifica el sexto triunfo consecutivo y el decimosexto de una temporada que continúa escribiendo capítulos para la historia del CBCV.

Ficha técnica:

Carramimbre CBCV 89 (29+27+16+17): Toms Leimanis (9), Frank Bartley (10), Niksha Federico (6), Sergio de la Fuente (10) y Seydou Aboubacar (10) -quinteto inicial-. También jugaron: Kimbal Mackenzie (14), Jubril Adekoya (9), Tom Granado (8), Mike Torres (11), Guim Expósito (2) y Dani Astilleros (-).

ZTE Real Canoe 84 (24+16+26+18): Alberto Martín (17), Kristian Kullamae (19), Olle Lundqvist (8), Ander Martínez (10) y Olaf Schaftenaar (14) -quinteto inicial-. También jugaron: Chema Gil (11), Facundo Corvalán (3), Guillermo Ruiz (2), Álvaro Lobo (-) y Tyler Seibring (-).

Árbitros: Albacete Chamón, López Lecuona y Piñeiro Amondaray. Eliminaron a Chema Gil, del ZTE Real Canoe, por cinco faltas personales.

Incidencias: 19ª jornada de la Liga LEB Oro. Polideportivo Pisuerga.