viernes, 31 de enero de 2020

Un épico Carramimbre bajo mínimos solo cede tras dos prórrogas

Con las bajas de Sergio de la Fuente y Niksha Federico, con gripe, y con Mike Torres enfermo y sin minutos en el banquillo, el líder vendió muy cara la derrota ante el Melilla (88-85). Una polémica quinta falta de Granado, con Aboubacar ya eliminado, resultó clave tras dejar a los carmesís sin jugadores interiores en el segundo periodo extra.

Ante la falta de efectivos, Leimanis jugó cuarenta minutos, mientras que Bartley
disputó cinco más y Adekoya un total de cincuenta. Foto: www.cbcvalladolid.es
Bajo mínimos y tras dos prórrogas.

El Carramimbre CBCV rozó una machada épica en Melilla, pero terminó sucumbiendo (88-85) tras acusar una epidemia de gripe, que obligó a Hugo López a jugar sin Sergio de la Fuente, Niksha Federico y Mike Torres y contar con solamente ocho jugadores. Las ardillas ponen fin a una racha de seis victorias consecutivas.

El líder, que afrontaba ya de por sí una salida complicada a Melilla, veía como la empresa se teñía de tintes épicos con las bajas de Sergio de la Fuente, que ni siquiera viajó a la Ciudad Autónoma, y Niksha Federico, también enfermo para disputar un encuentro de máxima exigencia. Hugo López, con nueve jugadores bajo sus órdenes incluyendo a Mike Torres, duda hasta el último momento, estaba obligado a reinventarse para salir victorioso del Javier Imbroda. Y los trucos funcionaron desde los primeros minutos.

Tras un sentido homenaje por el fallecimiento de Kobe Bryant, en el que ambos conjuntos consumieron sus primeras posesiones de 24 segundos, melillenses y vallisoletanos dieron paso a las hostilidades. Los primeros fueron quienes impusieron su ley ante un diezmado Carramimbre. Un parcial de salida de 7-0 otorgó la manija a los de Alejandro Alcoba, que no la cedieron en toda la primera parte. Los carmesís, que echaban en falta a sus referentes en ataque, necesitaron más de tres minutos y medio para anotar sus primeros puntos (7-2). La canasta de Guim Expósito sirvió de catalizadora.

Hugo López, sabedor de que en un combate cuerpo a cuerpo tendría todas las de perder con solo ocho efectivos, optó por una zona 2-3, que atascó a los melillenses. Solamente Osvaldas Matulionis la desarboló con sus triples. De hecho, resguardados atrás, la mejoría ofensiva resultó inmediata. El Ciudad de Valladolid, de menos a más, despidió el primer periodo con un resultado de 18-10, que pudo haber sido peor dada la mala puesta en escena.

La inercia positiva de los vallisoletanos no se frenó ahí. La zona defensiva continuó dando sus frutos y el ritmo del partido decayó, algo que aprovechó el Carramimbre para enjugar la desventaja posesión a posesión. A pesar de que el lanzamiento exterior no acompañaba (cero de seis), la buena noticia era que el Decano de la competición no conseguía romper la contienda (26-17).

Afortunadamente para los carmesís, a la séptima fue la vencida. Kimbal Mackenzie anotaba el primer triple del partido del Carramimbre y las ardillas, con una nueva dosis de confianza, comenzaron a fraguar la remontada. El combo norteamericano dio un paso adelante y firmó unos minutos de mucho nivel, que obligaron a Alejandro Alcoba a pedir un tiempo muerto para frenar la reacción visitante (26-22). A pesar de las bajas, con una nueva demostración de carácter competitivo y ambición, el Carramimbre comenzó a creer seriamente en sus opciones y se encomendó a Frank Bartley (doce puntos al descanso) para cerrar la primera mitad con un triplazo de Toms Leimanis y a tiro de los locales (35-33).

Con Mike Torres también enfermo en el banquillo, el Carramimbre CBCV había resistido durante veinte minutos a un Melilla Baloncesto que había gozado de ventajas cercanas a los diez puntos ante el líder de la categoría. Con una rotación de apenas ocho jugadores, pero vivos, a los vallisoletanos les restaban dos periodos para obrar toda una machada en el Javier Imbroda de la Ciudad Autónoma. Un hito que pasaba por multiplicarse atrás y mejorar el acierto en el lanzamiento exterior.

Dicho y hecho. Jubril Adekoya, uno de los jugadores más destacados ante la ausencia de las piezas claves carmesís, abrió la segunda mitad con un triple, que puso al Carramimbre CBCV por delante por primera vez en todo el partido (35-36). Aunque la alegría fue efímera. Tal y como ocurrió en los primeros periodos, Osvaldas Matulionis acudió al rescate de los azulones para dar la réplica desde la larga distancia por partida doble. El lituano, con diecisiete puntos en su haber por aquel entonces, reprimió el conato de remontada de las ardillas, que acusaron el golpe. Parcial de 10-2 y tiempo muerto de Hugo López, alcanzado el ecuador del tercer cuarto (46-38).

La arenga del técnico vallisoletano caló en sus pupilos de forma inmediata y Kimbal Mackenzie y Frank Bartley (veinte puntos al término del tercer periodo) se echaron al equipo a la espalda. La dupla norteamericana comenzó a afinar la puntería desde más allá del arco y mantuvo con vida al Carramimbre, que, a base de pundonor, sacrificio coral y trabajo, alcanzó los últimos diez minutos con serias opciones para obrar la machada (56-54).

Por si fuera poco, el principal responsable de que el Melilla Baloncesto mandase durante todo el partido, Osvaldas Matulionis, cometió su quinta falta personal en los primeros instantes del último periodo y fue expulsado. Una amenaza menos para Hugo López. El encuentro se mantuvo en el alambre hasta el final y en el último minuto se jugó todo a un cara o cruz. Toms Leimanis, con un canastón marca de la casa, estableció las tablas (69-69) a falta de siete segundos y Caleb Agada no acertó sobre la bocina, con lo que el partido se marchó a la (primera) prórroga.

Las cosas se pusieron muy de cara para el Carramimbre. Un parcial de 0-5, a pesar de que el agotamiento era una realidad, obligó a Alejandro Alcoba a detener la sangría y llamar al orden en sus filas. El Melilla Baloncesto, en un momento crítico, volvió a presumir de un mayor fondo de armario y de calidad para encomendarse a Andris Misters, que comandó otro parcial de 6-0 en solitario.

Los de la Ciudad Autónoma, negados desde la línea de los tiros libres (15 de 32), se mostraron incapaces de sentenciar a los vallisoletanos, que de la mano de Frank Bartley y tras un triple errado de Toms Leimanis volvieron a empatar a pocos segundos de que finalizara el tiempo extra.

Los azulones, sin embargo, gozaron de una última ocasión para vencer en los últimos instantes, pero Austin Luke falló y la canasta de Fede Uclés tras el rebote ofensivo llegó fuera de tiempo. El Carramimbre, sin gasolina y bajo mínimos, se veía abocado a una segunda prórroga.

En esta ocasión, los locales golpearon primero (82-77), pero dos triples consecutivos de los carmesís revirtieron el guion (82-83) antes de la jugada que, a la postre, decidió el partido.

Tras un rebote ofensivo de Tom Granado y la consiguiente canasta bajo el aro, los árbitros sancionaron al pívot norteamericano con la quinta falta personal y echaron por tierra esos dos tantos. Nada más lejos de la realidad ya que el defensor del Melilla había resbalado y no hubo contacto alguno entre ambos.

Sin hombres grandes, con Aboubacar también fuera, haciendo malabares para sacar un quinteto y agonizando ante los continuos fallos en el tiro libre de los melillenses, el Carramimbre, agotado y sin un ápice de energía, murió paulatinamente. Didac Cuevas sentenció. 

Toms Leimanis y Frank Bartley (28 puntos) tuvieron en sus manos las últimas posesiones para escribir otro capítulo en la oda al orgullo que escribieron las ardillas y que terminó sin un triunfo que hubiera puesto un broche de oro (88-85).

Ficha técnica:

Club Melilla Baloncesto 88 (18+17+21+13+8+11): Javi Marín (3), Caleb Agada (15), Osvaldas Matulionis (19), Fede Uclés (8) y Philipp Hartwich (11) -quinteto inicial-. También jugaron: Andris Misters (10), Amadou Sidibe (6), Austin Luke (7), Mirza Bulic (6), Didac Cuevas (3) y Romaric Belemene (-).

Carramimbre CBCV 85 (10+23+21+15+8+8): Toms Leimanis (11), Frank Bartley (28), Guim Expósito (6), Jubril Adekoya (9) y Seydou Aboubacar (12) -quinteto inicial-. También jugaron: Kimbal Mackenzie (9), Tom Granado (8) y Dani Astilleros (2).

Árbitros: Sacristán Barazón, Terreros San Miguel y Carrera Rosdevall. Eliminaron, por cinco faltas personales, a Caleb Agada, Osvaldas Matulionis y Andris Misters, por parte del Club Melilla Baloncesto, y a Kimbal Mackenzie, Seydou Aboubacar y Tom Granado, por parte del Carramimbre CBCV.

Incidencias: 20ª jornada de la Liga LEB Oro. Pabellón de Deportes Javier Imbroda.