Con las bajas de Sergio de la Fuente y Niksha
Federico, con gripe, y con Mike Torres enfermo y sin minutos en el banquillo, el líder vendió muy
cara la derrota ante el Melilla (88-85). Una polémica quinta falta de Granado,
con Aboubacar ya eliminado, resultó clave tras dejar a los carmesís sin
jugadores interiores en el segundo periodo extra.
Ante la falta de efectivos, Leimanis jugó cuarenta minutos, mientras que Bartley disputó cinco más y Adekoya un total de cincuenta. Foto: www.cbcvalladolid.es |
El Carramimbre CBCV rozó una machada
épica en Melilla, pero terminó sucumbiendo (88-85) tras acusar una epidemia de
gripe, que obligó a Hugo López a jugar sin Sergio de la
Fuente, Niksha Federico y Mike Torres y contar con solamente ocho jugadores.
Las ardillas ponen fin a una racha de seis victorias
consecutivas.
El líder, que afrontaba ya de
por sí una salida complicada a Melilla, veía como la empresa se teñía de tintes
épicos con las bajas de Sergio de la Fuente, que ni siquiera viajó a la Ciudad
Autónoma, y Niksha Federico, también enfermo para disputar un encuentro de
máxima exigencia. Hugo López, con nueve jugadores bajo sus órdenes incluyendo a
Mike Torres, duda hasta el último momento, estaba obligado a reinventarse para
salir victorioso del Javier Imbroda. Y los trucos funcionaron desde
los primeros minutos.
Tras un sentido homenaje por el
fallecimiento de Kobe Bryant, en el que ambos conjuntos consumieron sus
primeras posesiones de 24 segundos, melillenses y vallisoletanos dieron paso a
las hostilidades. Los primeros fueron quienes impusieron su ley ante un diezmado
Carramimbre. Un parcial de salida de 7-0 otorgó la manija a los de Alejandro
Alcoba, que no la cedieron en toda la primera parte. Los carmesís, que echaban en
falta a sus referentes en ataque, necesitaron más de tres minutos y medio para
anotar sus primeros puntos (7-2). La canasta de Guim Expósito
sirvió de catalizadora.
Hugo López, sabedor de que en un combate
cuerpo a cuerpo tendría todas las de perder con solo ocho efectivos, optó por
una zona 2-3, que atascó a los melillenses. Solamente Osvaldas Matulionis la
desarboló con sus triples. De hecho, resguardados atrás, la mejoría ofensiva
resultó inmediata. El Ciudad de Valladolid, de menos a más, despidió el primer periodo con un resultado de 18-10, que pudo haber sido peor dada la
mala puesta en escena.
La inercia positiva de los vallisoletanos
no se frenó ahí. La zona defensiva continuó dando sus frutos y el ritmo del
partido decayó, algo que aprovechó el Carramimbre para enjugar la desventaja
posesión a posesión. A pesar de que el lanzamiento exterior no acompañaba (cero de seis), la buena noticia era que el Decano de la competición no
conseguía romper la contienda (26-17).
Afortunadamente para los carmesís, a la
séptima fue la vencida. Kimbal Mackenzie anotaba el primer triple del partido del Carramimbre y las ardillas, con una nueva dosis de confianza,
comenzaron a fraguar la remontada. El combo norteamericano dio un paso adelante
y firmó unos minutos de mucho nivel, que obligaron a Alejandro Alcoba a pedir
un tiempo muerto para frenar la reacción visitante (26-22). A pesar de las
bajas, con una nueva demostración de carácter competitivo y ambición, el
Carramimbre comenzó a creer seriamente en sus opciones y se encomendó a Frank
Bartley (doce puntos al descanso) para cerrar la primera mitad con un
triplazo de Toms Leimanis y a tiro de los locales (35-33).
Con Mike Torres también enfermo en el
banquillo, el Carramimbre CBCV había resistido
durante veinte minutos a un Melilla Baloncesto que había gozado de ventajas cercanas a
los diez puntos ante el líder de la categoría. Con una rotación de apenas ocho
jugadores, pero vivos, a los vallisoletanos les restaban dos periodos para
obrar toda una machada en el Javier Imbroda de la Ciudad Autónoma. Un hito que
pasaba por multiplicarse atrás y mejorar el acierto en el lanzamiento exterior.
Dicho y hecho. Jubril Adekoya, uno de los
jugadores más destacados ante la ausencia de las piezas claves carmesís, abrió
la segunda mitad con un triple, que puso al Carramimbre CBCV por delante por
primera vez en todo el partido (35-36). Aunque la alegría fue efímera. Tal y como
ocurrió en los primeros periodos, Osvaldas Matulionis acudió al rescate de los
azulones para dar la réplica desde la larga distancia por partida doble. El
lituano, con diecisiete puntos en su haber por aquel entonces, reprimió el
conato de remontada de las ardillas, que acusaron el golpe. Parcial de 10-2 y
tiempo muerto de Hugo López, alcanzado el ecuador del tercer cuarto (46-38).
La arenga del técnico vallisoletano caló
en sus pupilos de forma inmediata y Kimbal Mackenzie y Frank Bartley (veinte
puntos al término del tercer periodo) se echaron al equipo a la espalda. La
dupla norteamericana comenzó a afinar la puntería desde más allá del arco y
mantuvo con vida al Carramimbre, que, a base de pundonor, sacrificio coral y
trabajo, alcanzó los últimos diez minutos con serias opciones para obrar la
machada (56-54).
Por si fuera poco, el principal
responsable de que el Melilla Baloncesto mandase durante todo el partido,
Osvaldas Matulionis, cometió su quinta falta personal en los primeros instantes
del último periodo y fue expulsado. Una amenaza menos para Hugo López. El
encuentro se mantuvo en el alambre hasta el final y en el último minuto se jugó
todo a un cara o cruz. Toms Leimanis, con un canastón marca de la casa, estableció las tablas (69-69) a falta de siete segundos y Caleb Agada no acertó sobre la
bocina, con lo que el partido se marchó a la (primera) prórroga.
Las cosas se pusieron muy de cara para el
Carramimbre. Un parcial de 0-5, a pesar de que el agotamiento era una realidad,
obligó a Alejandro Alcoba a detener la sangría y llamar al orden en sus filas. El
Melilla Baloncesto, en un momento crítico, volvió a presumir de un mayor fondo
de armario y de calidad para encomendarse a Andris Misters, que comandó otro
parcial de 6-0 en solitario.
Los de la Ciudad Autónoma, negados desde
la línea de los tiros libres (15 de 32), se mostraron incapaces de sentenciar a
los vallisoletanos, que de la mano de Frank Bartley y tras un triple errado de
Toms Leimanis volvieron a empatar a pocos segundos de que finalizara el tiempo
extra.
Los azulones, sin embargo, gozaron de una
última ocasión para vencer en los últimos instantes, pero Austin Luke falló y
la canasta de Fede Uclés tras el rebote ofensivo llegó fuera de tiempo. El
Carramimbre, sin gasolina y bajo mínimos, se veía abocado a una segunda
prórroga.
En esta ocasión, los locales golpearon
primero (82-77), pero dos triples consecutivos de los carmesís revirtieron el
guion (82-83) antes de la jugada que, a la postre, decidió el partido.
Tras un rebote ofensivo de Tom Granado y
la consiguiente canasta bajo el aro, los árbitros sancionaron al pívot
norteamericano con la quinta falta personal y echaron por tierra esos dos
tantos. Nada más lejos de la realidad ya que el defensor del Melilla había
resbalado y no hubo contacto alguno entre ambos.
Sin hombres grandes, con Aboubacar también fuera, haciendo malabares
para sacar un quinteto y agonizando ante los continuos fallos en el tiro libre
de los melillenses, el Carramimbre, agotado y sin un ápice de energía, murió paulatinamente. Didac Cuevas sentenció.
Toms Leimanis y Frank Bartley (28 puntos) tuvieron en sus manos las últimas posesiones para escribir otro capítulo en la oda al orgullo que escribieron las ardillas y que terminó sin un triunfo que hubiera puesto un broche de oro (88-85).
Toms Leimanis y Frank Bartley (28 puntos) tuvieron en sus manos las últimas posesiones para escribir otro capítulo en la oda al orgullo que escribieron las ardillas y que terminó sin un triunfo que hubiera puesto un broche de oro (88-85).
Ficha
técnica:
Club
Melilla Baloncesto 88 (18+17+21+13+8+11): Javi
Marín (3), Caleb Agada (15), Osvaldas Matulionis (19), Fede Uclés (8) y Philipp
Hartwich (11) -quinteto inicial-. También jugaron: Andris Misters (10), Amadou
Sidibe (6), Austin Luke (7), Mirza Bulic (6), Didac Cuevas (3) y Romaric
Belemene (-).
Carramimbre
CBCV 85 (10+23+21+15+8+8): Toms Leimanis (11),
Frank Bartley (28), Guim Expósito (6), Jubril Adekoya (9) y Seydou Aboubacar
(12) -quinteto inicial-. También jugaron: Kimbal Mackenzie (9), Tom Granado (8)
y Dani Astilleros (2).
Árbitros: Sacristán Barazón, Terreros San Miguel y Carrera Rosdevall. Eliminaron,
por cinco faltas personales, a Caleb Agada, Osvaldas Matulionis y Andris
Misters, por parte del Club Melilla Baloncesto, y a Kimbal Mackenzie, Seydou
Aboubacar y Tom Granado, por parte del Carramimbre CBCV.
Incidencias: 20ª jornada de la Liga LEB Oro. Pabellón de Deportes Javier Imbroda.
Crónica de www.cbcvalladolid.es