domingo, 26 de enero de 2020

Si se pudo en el Bernabéu…,

¿Por qué no también en Zorrilla? El Real Valladolid, que empató en el coliseo merengue en la segunda jornada con un gol de Sergi Guardiola, recibe a un Real Madrid dispuesto a asaltar el liderato tras la derrota del Barça en Valencia. Los blanquivioletas suman ocho jornadas sin ganar y se despidieron de la Copa ante el Tenerife el pasado miércoles. Sergio González solo tiene la baja de Caro. Los blancos, con una única derrota en la Liga, van a más en juego, resultados y confianza. Zidane, que recupera a Sergio Ramos, no dispone del sancionado Carvajal y los lesionados Bale, Hazard y Marco Asensio.


“¿Por qué no se puede ganar? Después de una decepción es una suerte que el rival sea el Real Madrid, el fútbol es crecer y levantarte de las hostias. Viene un equipo muy poderoso y ojalá después del partido todos tengamos una sonrisa de satisfacción”.

Mensaje de Sergio González antes de la visita del Real Madrid este domingo (21 horas, Partidazo en Movistar LaLiga) a Zorrilla.

El Real Valladolid ya demostró en la segunda jornada en el Bernabéu capacidad para contrarrestar a los blancos. Sergi Guardiola, a tres minutos del final, pescó un punto para Pucela.

Pero la visita del Real Madrid, a pesar del positivismo de Sergio González, llega en un mal momento para el Real Valladolid.

Los blanquivioletas no ganan en la Liga desde el 3 de noviembre, cuando superaron al Real Mallorca (3-0) con goles de Joaquín, Enes Ünal, de penalti, y Sandro. Desde entonces, el Real Valladolid suma ocho jornadas sin ganar, con cinco empates, tres en Zorrilla ante la Real Sociedad (0-0), el Valencia (1-1) y el Leganés (2-2) y dos a domicilio ante el Celta (0-0) y, hace una semana, el Osasuna (0-0), y tres derrotas, ante el Deportivo Alavés (3-0), el Sevilla (0-1) y el Getafe (2-0).

Una crisis agravada por la Copa. El Real Valladolid cedió el pasado miércoles ante el Tenerife (2-1), que remontó, tras superar al Marbella (1-1), pero en la tanda de penaltis, y eliminar al Tolosa (0-3) en diciembre. La victoria ante los guipuzcoanos, que compiten en Tercera, es la única alegría blanquivioleta en casi tres meses.

Un panorama desolador, aunque el equipo sigue fuera de los puestos de descenso y seguirá pase lo que pase ante el Real Madrid. El Celta, que delimita la zona de peligro, asoma todavía a seis puntos.

La crisis de resultados ha coincidido, no por casualidad, con un bache ofensivo. El Real Valladolid se tiró 533 minutos sin celebrar un gol, cinco encuentros completos consecutivos, ante el Alavés, el Sevilla, el Celta, la Real Sociedad y el Getafe, y casi el partido entero ante el Valencia. Sergi Guardiola, con un formidable lanzamiento de falta directa, rompió la sequía a siete minutos del final.

La falta de gol es una consecuencia lógica y directa del juego. El Real Valladolid de Sergio González es un equipo muy serio y ordenado. Bien trabajado tácticamente. Capaz de competir en la mayoría de los partidos. Un bloque fuerte en defensa, con Salisu como una de las grandes revelaciones del campeonato y con la sexta mejor zaga de la Liga: 23 goles en contra en veinte jornadas. Solo por detrás del Real Madrid (13), el Athletic (14), el Atlético (14), el Getafe (20) y el Sevilla (20).

Sergi Guardiola fue decisivo en el encuentro de la primera vuelta
en el Bernabéu. Foto: www.realvalladolid.es
El problema surge en la otra mitad del campo. Los parabienes defensivos se convierten en carencias ofensivas: diecisiete goles en veinte jornadas, los mismos que el Celta y solo uno más que el Espanyol y el Leganés. Justo los tres equipos que ocupan los puestos de descenso. Así de gráfico es el problema de la falta de gol. 

Un déficit que no solo apunta a los delanteros, Enes Ünal (cinco tantos, dos en la Copa), Sergi Guardiola (cuatro), Óscar Plano (tres) y Sandro (dos, uno en la Copa), sino al funcionamiento colectivo del equipo. Al Real Valladolid le cuesta marcar porque ya antes le cuesta disparar. Es el equipo que menos remata (138 intentos) y el segundo que menos prueba a los porteros rivales (61 lanzamientos entre los tres palos), solo más que el Real Mallorca (59). De los diecisiete goles anotados en la Liga, cinco han sido a balón parado (dos penaltis, dos faltas y un remate en un córner) y uno más llegó a propia puerta, ante el Athletic.

La falta de claridad ofensiva, en el área y, mucho antes, en la medular y las bandas, ha alterado en las últimas fechas el casi inamovible libreto de Sergio González: el 4-4-2. Ante el Leganés, el Real Valladolid rescató un punto, en un partido que se le puso muy cuesta arriba, recurriendo a una tripleta de centrales con dos carrileros, una variante que solo había usado en el Camp Nou ante el Barça. Ante el Osasuna, en El Sadar, Sergio González repitió el modelo salvador ante los pepineros. En la Copa, en Tenerife, el equipo salió con un rombo en el mediocampo. Lo normal es que ante el Real Madrid vuelva la defensa de cinco, reforzada por un doble pivote con Míchel liberado unos metros más arriba.

Sergio González, que tiene la única baja de Caro, por lesión, y ha descartado a Waldo, Pedro Porro y el canterano madridista Javi Sánchez, no ha querido dramatizar sobre la crisis del equipo:

“Veo un momento preocupante porque es verdad que llevamos un tiempo sin ganar, pero no lo veo delicado. Tenemos la frustración de haber hecho partidos más que correctos para ganar y no hemos podido (…). Cuando ganemos un encuentro, se romperán esos estigmas. Que se produzca la victoria como se produzca, con mal juego, con buen juego, con suerte, sin suerte, pero que ganemos un partido”.

Sergio González prefiere ver la botella medio llena:

“Estamos en la posición que debemos estar. Hay que tener perspectiva. El presupuesto es el que tenemos y el potencial también. Quien pensara que esto iba a ser más fácil estaba equivocado. Hay que valorar lo que hemos hecho, 22 puntos, nunca en descenso, dando la cara, compitiendo en todos los partidos y habiendo perdido solo un encuentro en casa (ante el Sevilla)”.

Tranquilidad y confianza, aunque el próximo rival sea el Real Madrid, que aspira a recoger el liderato del Barça, que perdió el sábado ante el Valencia (2-0) en Mestalla. Los blancos, si ganan en Zorrilla, se escaparán tres puntos de los azulgranas. Una oportunidad de oro para soltar un puñetazo en la lucha por el título de Liga.

“El Real Madrid es un equipo muy fuerte, con muchos recursos, muchas alternativas. Sabemos que van a tener el balón mucho tiempo y dos o tres situaciones importantes donde debemos tener la fortuna de un palo o una buena intervención del portero. Nosotros, las dos o tres que vamos a tener, hay que meterlas e intentar que no estén cómodos y hacerles correr hacia atrás”, ha expuesto Sergio González.


Arriba, Kiko Olivas y Benzema pugnan por un balón aéreo.
Abajo, Sergio Ramos presiona a Óscar Plano. Fotos: www.realvalladolid.es
A Zorrilla llegará un Real Madrid en el mejor momento de la temporada, nada que ver con el enfrentamiento de la primera vuelta en el Bernabéu. Entonces, al equipo de Zidane aún le pesaba el catastrófico último curso.

Las perspectivas para 2020 son otras bien distintas en Concha Espina. De momento, el Real Madrid se ha anotado ya un título, la Supercopa de España, ante el Atlético en Arabia Saudí hace un par de semanas, y una segunda ‘victoria’ simbólica: la crisis del Barça, con la destitución de Ernesto Valverde y el relevo de Quique Setién.

Zidane ha vuelto a crear un equipo ganador. Un firme candidato a ganarlo todo. El francés ha fortalecido la medular con la presencia del uruguayo Valverde, una de las grandes sensaciones del curso en el fútbol europeo, más allá de su polémica expulsión en la Supercopa para parar a Morata, y con la recuperación de Isco. Casemiro, un indispensable, Kroos y Modric, el eje central del mediocampo de las tres Champions consecutivas de ‘Zizou’ (2016, 2017 y 2018), completan la nómina. El francés, ya sin la presencia salvadora de Cristiano Ronaldo, tiene algo más que una flor en el culo y un don de gentes en el vestuario.

El Real Madrid no pierde desde el pasado 19 de octubre, ante el Real Mallorca (1-0). Su único lunar en la Liga. Desde entonces, acumula dieciocho partidos invicto, entre la Liga (siete victorias y cuatro empates), la Liga de Campeones (tres triunfos y unas tablas ante el PSG), la Supercopa (una victoria y un empate) y la Copa (un triunfo más, esta misma semana, ante el Unionistas de Salamanca). Un paso firme.

Zidane, como casi siempre, se ha mostrado comedido en sus declaraciones antes de viajar a Valladolid:

Estamos en un buen momento y queremos seguir con lo que estamos haciendo. Cada tres días jugamos un partido y hay que demostrar siempre la mejor versión. En Valladolid, igual. Será complicado, jugamos contra un rival que solo ha perdido un partido en su casa”.

Zidane, que recupera a Sergio Ramos, tiene dos únicos nubarrones, uno ‘menor’, el brasileño Vinícius, descartado para Zorrilla junto con los chavales Brahim y Mariano, el sancionado Carvajal y los lesionados Hazard y Marco Asensio, y otro mayor, el galés y ‘golfista’ Bale. Cada vez menos importante en el Real Madrid. Cada vez menos comprometido. Sin rendimiento de estrella.

Entre lesiones, decisiones técnicas y una expulsión, Bale se ha perdido doce partidos entre la Liga (ocho) y la Liga de Campeones (cuatro). Casi media temporada. Solo suma dos goles, un doblete ante el Villarreal el primer día de septiembre. Si Bale sigue en el Bernabéu es porque el galés no quiere irse y porque ningún club ha entrado al trapo.

Zidane tiene la baja de Carvajal, sancionado, y la ausencia de Odriozola,
cedido al Bayern, en el lateral derecho. Foto: www.realvalladolid.es
En Zorrilla, no estará. Se rompió, una vez más, en la Copa en Salamanca, un esguince en el tobillo izquierdo. Antes, marcó un gol que casi no celebró.

Zidane, que le abrió la puerta de salida de par en par, en público, durante el pasado verano, mantiene el discurso de confianza en el galés con el que cambió el ‘chic’ desde el comienzo de la temporada:

“Bale quiere estar siempre disponible. El otro día marcó y yo siempre voy a defender a mis jugadores. No veo tan mal la cosa. Ha tenido lesiones y ante las lesiones no puedes hacer nada. Esperemos que, a partir de ahora, tenga más continuidad. Con los minutos se meterá en la dinámica positiva del equipo”.

Un problema mayor que el Real Madrid, de cualquier manera, no tendrá que afrontar en Zorrilla, con Nacho en el lateral derecho por la sanción de Carvajal y la cesión de Odriozola al Bayern, ante un Real Valladolid tocado, huérfano de victorias, pero dispuesto a repetir la sorpresa del Bernabéu. Allí pudo. Y en Zorrilla aspira a poder.


Alineaciones:

Real Valladolid: Masip; Antoñito, Joaquín, Kiko Olivas, Salisu, Nacho; Alcaraz, Fede San Emeterio, Míchel; Enes Ünal y Sergi Guardiola.

Suplentes: Samu Pérez, Javi Moyano, Raúl Carnero, Hervías, Óscar Plano, Toni Villa y Sandro.

Real Madrid: Courtois; Nacho, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Valverde, Kroos, Modric, Isco; y Benzema.

Suplentes: Areola, Altube, Militao, Mendy, James, Lucas Vázquez, Rodrygo y Jovic.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (colegio vasco).

Incidencias: 21ª jornada de LaLiga Santander. Zorrilla. Cielos cubiertos, aunque sin lluvia. Seis grados. El Real Valladolid estrenará nuevo patrocinador principal en su camiseta, Estrella Galicia.