Las blanquiazules se imponen por cuatro goles en un duelo de alta anotación (37-33), pero también con una inspirada Lulu Guerra, con trece paradas. Las vallisoletanas brillaron al contraataque y ya dominaban al descanso (20-17). Las de Miguel Ángel Peñas abrieron la brecha en el segundo periodo a pesar del acierto de Alba Spugnini, con doce tantos.
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| Tercer triunfo del Aula en este curso. Foto: www.bmaula.es |
El comienzo del encuentro resultó una sorpresa para todos, con dos de los conjuntos más anotadores de la competición con apenas tres goles (2-1) en los primeros cinco minutos. Buena ‘culpa’ de ello la tuvieron Silvia Navarro y Lulu Guerra, que se sumergieron en un duelo de arqueras para cerrar la persiana a la ofensiva rival. El choque avanzaba a tirones, con el Caja Rural Aula Valladolid encontrando huecos en el ataque estático y el Rocasa Gran Canaria corriendo y plasmando goles fáciles en la primera oleada.
Precisamente gracias a esa rapidez se abrió la primera brecha en el marcador (3-5, minuto once). El Caja Rural Aula Valladolid aprovechó dos exclusiones consecutivas del Rocasa Gran Canaria para acercarse, pero sin lograr empatar (6-7). Esa esperada igualada ocurrió en el minuto diecinueve cuando Teresa Álvarez dirigió un contraataque para que Amaia González de Garibay pusiera el 10-10.
Los dos equipos se repartían el control del partido. A cada pequeña ventaja del Rocasa respondía el Caja Rural Aula Valladolid con una buena defensa y un ataque estático muy incisivo. Si primero fue Lorena Téllez quien llevó el timón, luego Danila So Delgado asumió la responsabilidad. La amenaza de su lanzamiento exterior le permitió al equipo blanquiazul jugar mucho más cómodo. Mientas, en la defensa, las vallisoletanas trataban de minimizar todas las buenas cualidades del Rocasa Gran Canaria, que son muchas y variadas. Tanto Spugnini como Mbengue daban unos enormes quebraderos de cabeza a la zaga blanquiazul, que se mantenía a base de fe y de mucha intensidad por parte de cada jugadora del Caja Rural Aula Valladolid.
En esas estaba el partido cuando apareció una invitada inesperada. Savina Bergara, la jovencísima pivote blanquiazul, cazaba un rebote en los seis metros para superar a Palomino, que había sustituido a Silvia Navarro en la portería, para, a renglón seguido, robar y permitir otro gol en contraataque. Esas dos jugadas marcaron un último minuto loco, en el que el Caja Rural Aula Valladolid se puso por delante al ritmo que más le gusta, el que siempre le lleva a toda velocidad (20-17).
El paso por los vestuarios frenó un poco a las Miguel Ángel Peñas, que redujeron el ritmo, obligadas por la defensa del Rocasa Gran Canaria, pero sin ceder ni un ápice en el marcador. Es más, Amaia González de Garibay obligaba a Robert Cuesta a solicitar un tiempo muerto después de finalizar con una impecable vaselina una gran jugada y poner la máxima ventaja en el marcador (25-20, minuto 39). Mientras, Spugnini daba la respuesta una y otra vez desde los seis metros, donde solo Lulu Guerra parecía capaz de pararla. La jugadora del Rocasa terminó con doce goles, como la gran referencia ofensiva de las canarias.
Pero el Caja Rural Aula Valladolid se había desatado, subido a lomos de una gran Lulu Guerra, que volvió a dar una exhibición en Huerta del Rey. Ni siquiera una inferioridad por una exclusión de Elena Cuadrado frenó a un Caja Rural Aula lanzado, que encontraba el gol desde todos los ángulos en las manos de cada una de las jugadoras que decidían apuntar a la portería del Rocasa. El partido era un verdadero festín ofensivo de las vallisoletanas, que aún mantenían seis goles de margen (31-25) cuando restaban diez minutos para el final.
Pero en balonmano, las diferencias se escapan como arena entre los dedos. Así que un parcial de 0-2 a favor de las canarias tras dos pérdidas del Caja Rural Aula Valladolid forzaron a Miguel Ángel Peñas a pedir un tiempo muerto con un 31-27. El Rocasa apretaba con una buena defensa, pero el Caja Rural Aula Valladolid respondió con su particular carácter, consciente de que esta vez no se iba a escapar la victoria.
Ficha
técnica:
Caja Rural Aula Valladolid 37 (20+17): Lulu Guerra (portera, 13 paradas), Teresa Álvarez (1), Lorena Téllez (5), Elena Cuadrado (3), Sara Molés (1), Amaia González de Garibay (5) y Cristina Cifuentes (3) –siete inicial– Danila So Delgado (7), Inoa Lucio (6, 2p.), Elba Álvarez (2), Jimena Laguna (2), Savina Bergara (1), Rafi Bergara (1), Malena Vallés (-), Elena García (-) y Carmen Sanz (portera suplente, 1 parada).
Rocasa
Gran Canaria 33 (17+16): Silvia Navarro (portera,
9 paradas), María González (4), Seynabou Mbengue (6), Maria Gomes (3), Melania
Falcón (-), Esther de Miguel (-) y Alba Spugnini (12) –siete inicial– Katarina
Pavlovic (4), Mizuki Hosoe (2), Arinegua Pérez (1), Vasiliki Gkatziou (1), Susana
Martín (-) y Ana Belén Palomino (portera suplente).
Parciales
cada cinco minutos: 2-1, 3-4, 6-7, 11-11, 15-15,
20-17 (descanso) 21-18, 25-20, 28-22, 31-25, 34-28 y 37-33.
Árbitros: Hoz Fernández (federación cántabra) y Riloba Pereda (federación cántabra). Excluyeron a Elena
Cuadrado (43’), por parte del Caja Rural Aula Valladolid, y a Seynabou Mbengue
(12’), Mizuki Hosoe (14’) y Alba Spugnini (42’), por parte del Rocasa Gran
Canaria
Incidencias: 5ª jornada de la Liga Guerreras Iberdrola. Huerta del Rey, con alrededor de 300 espectadores.