Invicto a domicilio, tres de tres, tras un partido intenso y con un desenlace de infarto. A tres minutos del final, el Bàsquet Girona dominaba por cuatro puntos (68-64). Los de Roberto González remontaron con un triple de Wintering y una canasta de Kuiper. Sàbat replicó, pero Wintering sacó tres tiros libres al filo de la posesión para devolver la iniciativa (70-72) a los blanquivioletas. La metralleta de Sàbat, que enchufó 29 tantos, con siete lanzamientos de tres, se encasquilló en el último intento y Kuiper sentenció (70-73) desde la personal.
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| Puidet, titular para defender a Franch. Foto: www.realvalladolidbaloncesto.es |
En Fontajau, Roberto González quería que el UEMC Real Valladolid Baloncesto se reencontrase consigo mismo, algo que quedó patente desde que se lanzó el balón al aire. Con Jaan Puidet partiendo como titular para defender a Josep Franch, el faro gerundense, los vallisoletanos no tardaron en hacerse con la manija del partido. Del 4-0 inicial se pasó a un 4-7 en un visto y no visto. Desde entonces, no perdieron la iniciativa. El combo estonio, gigante en la defensa y asumiendo galones en el ataque, comandó al equipo de Roberto González en los primeros minutos (11-18). El brío vallisoletano obligó a Carles Marco a pedir un tiempo muerto, pero los blanquivioletas volvieron por donde lo habían dejado. Un ‘dos más uno’ de Raffington abrió brecha (11-21) y permitió a los castellanos anotarse el primer periodo, que terminó con un intercambio de triples entre Pantzar y Sàbat (18-28).
El UEMC, solidario en la defensa y desplegando un buen baloncesto ofensivo, contaba con una buena renta y la anotación de ocho jugadores distintos, algo que ratificaba su gran puesta en escena. El guion, no obstante, cambió drásticamente en el segundo asalto. El partido se fue al barro entre faltas, técnicas y protestas. El cuadro vallisoletano se atascó por completo, con apenas tres puntos en cinco minutos, que le permitieron al Bàsquet Girona enjugar una buena parte de la desventaja (26-31), y en bonus desde que restaban más de cinco minutos del periodo. Kavion Pippen apagó el fuego con cuatro tantos consecutivos. Entonces fue Carles Marco quien paró el partido para reajustar sus piezas. Los blanquivioletas, superiores durante la primera mitad, sufrieron para mantener el ritmo anotador y alcanzaron el descanso con un 31-36 a favor, que se antojaba insuficiente después de haber tenido una ventaja de trece puntos.
Al descanso, el UEMC Real Valladolid Baloncesto mandaba en la pintura (13-20 en los rebotes). Una hegemonía que se traducía en el electrónico, pero los de Carles Marco, de menos a más, se habían agarrado al partido con todo. El acierto del Girona en los triples (5/12) mantenía la igualdad de un encuentro que le iba a exigir al Real Valladolid otros veinte minutos de nivel si quería llevarse la victoria de Fontajau. Sàbat, con once puntos, y Pippen, con diez, se erigían como los máximos anotadores de un duelo que cambió radicalmente tras el paso por los vestuarios.
El Bàsquet Girona regresó al parqué como un vendaval. En dos minutos asestó al UEMC Real Valladolid Baloncesto un parcial de 12-2 que acabó, de un plumazo, con la sensación de solidez demostrada por los blanquivioletas en los dos primeros cuartos. Ni siquiera un tiempo muerto de Roberto González reanimó, al menos de manera inmediata, a sus pupilos. Albert Sàbat, en ‘modo MVP’, se marchó hasta los 21 puntos con un ‘tres más uno’ que colocaba a los catalanes con una preocupante renta de nueve puntos (47-38). La máxima gerundense llegó a ser de trece (56-43), pero los castellanos, noqueados por momentos, despertaron. Sergio de la Fuente se echó el equipo a la espalda y comandó la reacción después de los momentos más críticos del encuentro. El Real Valladolid Baloncesto se afanó atrás y pudo correr al contraataque para colocarse con un esperanzador 57-50 que, tras un estirón final, se quedó en un 58-55 antes de encarar los diez últimos minutos.
La cuarta falta personal del capitán blanquivioleta supuso un hándicap para el UEMC Real Valladolid Baloncesto en la primera posesión del cuarto periodo, pero los vallisoletanos respondieron apretando en la defensa. Un triple de Kuiper y una canasta de Raffington sirvieron para empatar la contienda, una igualada que precedió a un continuo intercambio entre ambos equipos. A pesar de que los de Carles Marco llegaron con ventaja (68-64) a los tres últimos minutos, Alec Wintering, incómodo y prácticamente inédito hasta ese momento, decidió el partido.
Un triple del norteamericano y una
canasta de Kuiper dieron la vuelta al marcador (68-69), aunque Sàbat dio la
réplica (70-69). Tras un tiempo muerto, Pippen no logró anotar y Schaftenaar sí
lo hizo desde la larga distancia, aunque la canasta fue invalidada. Nuevamente Wintering
se sacó un truco de la chistera para forzar tres tiros libres cuando la
posesión estaba a punto de acabarse.
70-72 y un último intento para Sàbat. A pesar de sus 29 puntos y 7/15 en los lanzamientos de tres, erró el decisivo que decantó el partido. Jordy Kuiper puso el último tanto con un tiro libre a falta de dos décimas y selló la victoria blanquivioleta.
Ficha
técnica:
Bàsquet Girona 70 (18+13+27+12): Josep Franch (1), Kaspars Vecvagars (9), Robert Cosialls (8), Eric Vila (11) y Jaume Sorolla (1) –quinteto inicial–. También jugaron: Albert Sàbat (29), Gonçalo Pereira (8), Olaf Schaftenaar (3), Mads Stürup (-) y Gerard Sevillano (-).
UEMC Real Valladolid Baloncesto 73 (28+8+19+18): Alec Wintering (9), Jaan Puidet (9), Sylvester Berg (-), Sergio de la Fuente (10) y Kavion Pippen (12) –quinteto inicial–. También jugaron: Melwin Pantzar (14), Jordy Kuiper (8), Justin Raffington (7), Davis Geks (2) y Juan García-Abril (2).
Árbitros: Muñoz García, García Crespo y Fanés Marginet. Eliminaron, por
cinco faltas personales, a Eric Vila, Olaf Schaftenaar y Gonçalo Pereira, del
Bàsquet Girona.
Incidencias: 6ª jornada de la Liga LEB Oro. Pavelló Girona-Fontajau.
Crónica de www.realvalladolidbaloncesto.es