Tercero contra primero. El Real Valladolid visita al líder, el Almería, a nueve puntos. Los blanquivioletas, de menos a más en esta temporada, han encajado una única derrota en las diez últimas jornadas. Mientras, los rojiblancos han encadenado seis victorias consecutivas. Pacheta recupera a los internacionales, Weissman, Plata, El Yamiq y Janko. Alcaraz es baja. Rubi tiene la única ausencia de Carriço.
“La sensación que tenemos es de partido grande e importante”, ha resumido Pacheta. “El del sábado es un partidazo”, ha corroborado el exblanquivioleta Rubi.
El Almería y el Real Valladolid han metido la directa hacia Primera.
Los andaluces, prácticamente desde el inicio. Tienen los mejores números del campeonato, con doce victorias, un empate y apenas tres derrotas ante el Amorebieta (2-1), la Ponferradina (1-0) y el Eibar (1-0). El Almería es el máximo goleador de LaLiga Smartbank con treinta tantos en dieciséis jornadas (seis más que el Real Valladolid). El mejor ataque y también la mejor defensa. Los de Rubi han encajado apenas once goles (seis menos que los de Pacheta).
La tendencia, además, es ascendente. Desde que cayera en Ipurua ante el Eibar, hace ya más de un mes, el Almería solo conoce la victoria. Pleno: seis de seis ante la Real Sociedad B (3-1), el Mirandés (1-4), el Leganés (1-0), el Sporting (0-1), el Burgos (2-0) y el Ibiza (0-1). Fernando ha cerrado también el arco y suma ya 378 minutos sin recibir un gol, desde que Vicente le batiera, de penalti, en Anduva.
Los blanquivioletas tampoco andan cortos. Desde el fatídico mes de septiembre, cuando perdieron ante el Burgos (3-0), el Tenerife (0-2) y el Girona (1-0), son un claro favorito al ascenso. El balance de las diez últimas jornadas es muy positivo: seis victorias, tres empates y un único borrón ante el Amorebieta (4-1). Una mejoría cimentada, además, sobre buenos resultados contra rivales de la zona alta como el empate, a domicilio, ante la Ponferradina (2-2) y los triunfos consecutivos ante el Sporting (1-2) y el Eibar (2-0).
Pero, pase lo que pase en Almería, no será definitivo.
“Si hablamos de que es decisivo o determinante en noviembre, estamos equivocados. Es un partido importante, como muchos que hemos jugado”, ha zanjado Pacheta, que recupera a los internacionales Weissman, Plata, El Yamiq y Janko, aunque el suizo arrastra molestias, ausentes en la última jornada en la victoria ante el Fuenlabrada (3-0) tras estar convocados con sus respectivas selecciones.
Pacheta volverá a contar con su máximo artillero, Weissman, con siete goles. Fotos: www.realvalladolid.es |
“Tengo un gran lío para hacer el once, pero ¡bendito lío! El que hace bueno al que juega es el que no juega ya que, si no le aprietan, no va a dar su máximo nivel. Mi reconocimiento a los que no están jugando porque están entrenando como verdaderos animales. Cuando han jugado, todos se han ganado el sitio. Ese es el poder del grupo. Los éxitos se consiguen a través de todos”, ha resaltado Pacheta, que considera que al equipo le queda todavía margen de mejora.
“No somos el mejor Real Valladolid que vamos a ver durante la temporada. Estamos atacando muy bien, pero tenemos que seguir. Tenemos que defender un poco mejor para conceder menos, pero lo que nos puede hacer diferenciales es el ataque. A mí, se me ha traído para esto, para ser verticales y alegres, que es lo que hacen los equipos grandes. Tenemos que ser ese equipo que cada vez nos gusta más”, ha apuntado Pacheta.
Será necesario ante un Almería, que ha ganado seis partidos y ha empatado uno en su feudo, que “domina muchos registros”. “Su principal virtud es la velocidad. Es un equipo preparado para esta Segunda División (…). Tiene a diez jugadores con gol. Es un equipo con mucho gol”, ha avisado el técnico blanquivioleta.
Rubi cuenta con el nigeriano Sadiq como punta de lanza, con siete tantos. Ya marcó veinte en su primera campaña con la camiseta del Almería. Sadiq tiene, además, la ayuda, entre otros, de Lazo (cuatro tantos), el portugués Sousa (cuatro) y el belga Ramazani (tres).
“Vamos a ver quién se impone en las transiciones y en el control del partido. Quien lo haga, ganará”, ha pronosticado Pacheta, que espera un “bonito” espectáculo.
Rubi ha coincido en gran parte con el análisis del técnico del Real Valladolid y espera “un partido con ritmo alto. La pelota estará cerca de las áreas porque los dos equipos somos verticales. Será un encuentro de ver quién mete más goles, no de ver quien encaja menos”.
Con el técnico catalán, el Almería vive su periodo de mayor estabilidad en la frenética era Al-Sheikh, desde su mediática llegada al club en el verano de 2019. Cinco técnicos (los portugueses Pedro Emanuel, Mario Silva y José Gomes, más Guti y Rubi) y dos decepciones en los playoffs de ascenso después, el rumbo es el correcto hacia Primera.
Rubi, en su etapa como técnico blanquivioleta. |
“Los jugadores tienen los pies en el suelo. Todos saben que no hemos conseguido nada”, ha precisado Rubi, consciente del golpe que supondría ganar a los blanquivioletas: Podemos dar una estocada y ponernos a doce puntos de un rival directo”.
Pero el técnico catalán, que tiene la única baja del lesionado Carriço, ha mostrado un máximo respeto por el Real Valladolid:
“Tiene la mejor plantilla de la categoría, una historia importante en el fútbol español, ha estado varios años seguidos en Primera División y ahora llega con una buena dinámica”.
Todo listo, en cualquier caso, para un duelo importante, pero no decisivo en el desenlace de la temporada.
Alineaciones:
UD Almería: Fernando; Pozo, Chumi, Babic, Centelles; De la Hoz, Samu Costa, Appiah, Lazo, Portillo; y Sadiq.
Suplentes: Makaridze, Nieto, Buñuel, Martos, Akieme, Puigmal, Robles, Robertone, Curro, Juan Villar, Sousa y Ramazani.
Real Valladolid: Roberto; Luis Pérez, Joaquín, El Yamiq, Nacho; Roque Mesa, Aguado, Plata, Óscar Plano, Sergio León y Weissman.
Suplentes: Masip, Janko, Kiko Olivas, Queirós, Javi Sánchez, Olaza, Raúl Carnero, Fede San Emeterio, Kike Pérez, Anuar, Toni Villa y Cristo.
Árbitro: Iglesias Villanueva (colegio gallego).
Incidencias: 17ª jornada de LaLiga Smartbank. Estadio de los Juegos del Mediterráneo. Diecisiete grados, con cielos casi despejados.