Guadalajara
vapulea al equipo vallisoletano. Inexistente en defensa, encajó hasta 24 goles
en los primeros treinta minutos del encuentro. Una hemorragia que se detuvo en
39 dianas.
Silva celebra un gol del Guadalajara. Foto: bmguadalajara.es |
Cuatro
Rayas ha cerrado la primera vuelta mostrando una de las peores imágenes de la
temporada. Guadalajara ha aplastado (39-29) a los jugadores de Nacho González. Un
soberano repaso. Los castellano manchegos han sido una apisonadora ante un
rival que no ha reaccionado a la victoria del Puente Genil, que jugó el
viernes. La tensión ha brillado por su ausencia. El encuentro no ha tenido
historia. Ha sido un goteo constante de goles del Guadalajara.
En apenas tres minutos, el marcador ya era preocupante para los intereses vallisoletanos. Guadalajara ganaba por 4 a 0 bombardeando desde más allá de la línea de nueve metros. Nacho González, tras perdonar el equipo local un quinto gol en un contragolpe, gastaba su primer tiempo muerto. Pero nada cambió. Guadalajara era un vendaval ante un Balonmano Valladolid absolutamente romo en defensa. Como ejemplo, la portería no sumó su primera parada hasta el minuto trece.
Lógicamente, la brecha se ampliaba a pasos agigantados. A los diez minutos, el resultado era concluyente: 9-2. Nueve minutos después, tras cinco goles consecutivos del Guadalajara, era bochornoso: 16-6. Cuatro Rayas bordeaba el ridículo. No existía ni en defensa ni en ataque pese a las exclusiones de Valadao y Parra en el primer cuarto de hora. La suerte estaba echada. Al descanso, tras un lanzamiento de Parra, Guadalajara conseguía su máxima ventaja del primer periodo: ¡doce goles! Doblaba en el marcador (24-12) a un paupérrimo Cuatro Rayas Valladolid.
Guadalajara, con múltiples variantes ofensivas, con seis jugadores con, al menos, cuatro goles, levantó, como era de esperar, el pie del acelerador tras el descanso. La rotundidad del resultado y la mala imagen del Cuatro Rayas no invitaban, de cualquier manera, a una reacción vallisoletana. Corzo y Porras intentaron, al menos, maquillar un marcador muy duro. A once minutos del final, llegó la máxima renta del encuentro: catorce goles (37-23). En la recta final, los vallisoletanos redujeron distancias. Insuficiente para borrar una pésima imagen, la de un equipo que ocupa puestos de descenso con total justicia.
Ficha técnica:
BM Guadalajara 39 (24+15):
Moyano, Jorge Silva (4), Reig (5), Pozzer (5), Fontenla (3, 1p.), Vigo (5) y
Bozalongo (6) -siete inicial-. También jugaron Almeida (p.s.), Valadao (5),
Parra (3) y Muiña (3).
Cuatro Rayas Valladolid 29 (12+17): César Pérez, Fernando Hernández (6, 2p.), Paco López (4), Corzo (8, 5p.), Camino (-), Megías (1) y Ávila (1) -Siete inicial- También jugaron: Lamariano (p.s.), Porras (6), Lacasa (-), Isma Juárez (-), César Pérez Merino (1) y Bozovic (2).
Parciales cada cinco minutos: 4-1, 9-2, 11-6, 16-7, 19-9, 24-12 (descanso) 27-16, 30-19, 33-22, 36-23, 38-24 y 39-29.
Árbitros: José Luis Vinagre Márquez y Juan Manuel Vinagre Márquez (Federación Extremeña). Excluyeron dos minutos a Valadao (8’), Parra (15’ y 29’) y Jorge Silva (35’ y 38’), por parte del Guadalajara, y a Paco López (26’ y 39’) y Fernando Hernández (29’), por parte del Cuatro Rayas Valladolid.
Incidencias: Decimoquinta jornada de la Liga Asobal. Pabellón David Santamaría de Guadalajara.
En apenas tres minutos, el marcador ya era preocupante para los intereses vallisoletanos. Guadalajara ganaba por 4 a 0 bombardeando desde más allá de la línea de nueve metros. Nacho González, tras perdonar el equipo local un quinto gol en un contragolpe, gastaba su primer tiempo muerto. Pero nada cambió. Guadalajara era un vendaval ante un Balonmano Valladolid absolutamente romo en defensa. Como ejemplo, la portería no sumó su primera parada hasta el minuto trece.
Lógicamente, la brecha se ampliaba a pasos agigantados. A los diez minutos, el resultado era concluyente: 9-2. Nueve minutos después, tras cinco goles consecutivos del Guadalajara, era bochornoso: 16-6. Cuatro Rayas bordeaba el ridículo. No existía ni en defensa ni en ataque pese a las exclusiones de Valadao y Parra en el primer cuarto de hora. La suerte estaba echada. Al descanso, tras un lanzamiento de Parra, Guadalajara conseguía su máxima ventaja del primer periodo: ¡doce goles! Doblaba en el marcador (24-12) a un paupérrimo Cuatro Rayas Valladolid.
Guadalajara, con múltiples variantes ofensivas, con seis jugadores con, al menos, cuatro goles, levantó, como era de esperar, el pie del acelerador tras el descanso. La rotundidad del resultado y la mala imagen del Cuatro Rayas no invitaban, de cualquier manera, a una reacción vallisoletana. Corzo y Porras intentaron, al menos, maquillar un marcador muy duro. A once minutos del final, llegó la máxima renta del encuentro: catorce goles (37-23). En la recta final, los vallisoletanos redujeron distancias. Insuficiente para borrar una pésima imagen, la de un equipo que ocupa puestos de descenso con total justicia.
Ficha técnica:
Cuatro Rayas Valladolid 29 (12+17): César Pérez, Fernando Hernández (6, 2p.), Paco López (4), Corzo (8, 5p.), Camino (-), Megías (1) y Ávila (1) -Siete inicial- También jugaron: Lamariano (p.s.), Porras (6), Lacasa (-), Isma Juárez (-), César Pérez Merino (1) y Bozovic (2).
Parciales cada cinco minutos: 4-1, 9-2, 11-6, 16-7, 19-9, 24-12 (descanso) 27-16, 30-19, 33-22, 36-23, 38-24 y 39-29.
Árbitros: José Luis Vinagre Márquez y Juan Manuel Vinagre Márquez (Federación Extremeña). Excluyeron dos minutos a Valadao (8’), Parra (15’ y 29’) y Jorge Silva (35’ y 38’), por parte del Guadalajara, y a Paco López (26’ y 39’) y Fernando Hernández (29’), por parte del Cuatro Rayas Valladolid.
Incidencias: Decimoquinta jornada de la Liga Asobal. Pabellón David Santamaría de Guadalajara.