Los vallisoletanos pierden (32-30) el derbi, un duelo directo en la
batalla por la permanencia. El equipo de Nacho González ofreció una mejor versión,
liderado por Fernando (9 goles) y César en la portería (15 paradas), pero no
fue suficiente para romper una eterna racha de ¡doce! jornadas sin ganar.
Nacho González transmite instrucciones a sus jugadores. Foto: Facebook Villa de Aranda. |
¡Toc, toc! Soy el descenso. Solo un tropiezo del Puente Genil, que juega
este miércoles en casa ante el colista Bidasoa, impedirá que el Cuatro Rayas
Valladolid concluya esta jornada como antepenúltimo clasificado de la Liga
Asobal y, por tanto, con billete a la División de Honor de Plata. El equipo de
Nacho González ha fallado en tierras burgalesas ante
Villa de Aranda. Una mejoría en el juego, capitaneada por Fernando (9 goles) y
César (15 paradas), no ha impedido una nueva derrota. Son ya ¡doce! jornadas sin
ganar. En los últimos ocho partidos, Cuatro Rayas ha sumado ¡un punto! Con
semejante bagaje, solo cabe esperar un resultado: el descenso.
Ficha técnica:
Villa de Aranda Top Ribera 32 (15+17): Javi Díaz, Diego Camino (1 p.), Álvaro Cabanas (8, 2 p.), Emilio Santonja (3), Ilija Sladic (7), Sergio Vallés (3) y ‘Juli’ Rasero (3) -siete inicial-. Martín Doldan (5), Markel Beltza (-), Roberto Sánchez (-), Juanlu Moyano (2) y Miguelón (-).
Cuatro Rayas Valladolid 30 (14+16): César Pérez Verdejo, Gonzalo Porras (6), Fernando Hernández (9, 1 p.), Paco López (4), Alberto Camino (-), Víctor Megías (4) y Milos Bozovic (1) -siete inicial-. Isma Juárez (4), Guillermo Corzo (2) y Ávila (-).
Árbitros: Carlos Luque Cabrejas e Ignacio Pascual Sánchez (Federación catalana). Excluyeron a Beltza (19’ y 21’), Roberto Sánchez (21’), Álvaro Cabanas (23’) y ‘Juli’ Rasero (45’), por Villa de Aranda, y a Guillermo Corzo (12’), Milos Bozovic (34’) y a Paco López (39’), por Cuatro Rayas Valladolid.
Parciales: 3-4; 5-7; 8-9; 11-11; 12-12; 15-14 (descanso) 19-17; 21-19; 23-22; 26-25; 29-28 y 32-30 (final).
Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de Liga Asobal. 1.300 espectadores en el pabellón Príncipe de Asturias. Las peñas Bigornia y Patata entregaron sendas placas a Alberto Camino, jugador del Villa de Aranda durante doce temporadas. El público arandino aplaudió al vallisoletano en su regreso al Príncipe de Asturias.
Los vallisoletanos llegaban a Aranda con el orgullo muy herido. La derrota
(22-25) del pasado sábado en Huerta del Rey ante Cuenca había dolido mucho. Cuatro
Rayas había llegado a dominar por siete goles, 13-6, en el primer tiempo pero,
como tantas veces en esta temporada, pagó muy caro su bajón en el segundo
periodo. “No podemos quedarnos lamentándonos
eternamente de la última derrota. Es el momento de dar un paso
adelante y ser valientes”, reclamó en la previa Nacho González a sus jugadores.
En Aranda, había que jugar a tope desde el minuto 1 al 60.
“Necesitamos un jugador franquicia, de los que dé el do de pecho en los momentos importantes, me da igual que sea un central o un lateral izquierdo”, había añadido el técnico vallisoletano antes de viajar a Burgos. Y el veterano Fernando Hernández, máximo goleador del equipo a sus cuarenta años, aceptó el reto. Con cinco goles en los primeros once minutos, concedió las primeras ventajas (5-7) al Balonmano Valladolid. No serían, en cambio, definitivas. Villa de Aranda, que venía de empatar en la difícil cancha del Balonmano Aragón, se repuso pronto y remontó (8-7) casi a mitad del primer periodo.
El partido entraba ya en lo que serían el resto de 45 minutos: parciales de cada equipo contestados antes de que se rompiera el marcador y buenas actuaciones en la portería. Los colegiados echaron una mano al Cuatro Rayas con cuatro exclusiones del Villa de Aranda entre los minutos 19 y 23. Los arandinos, que ganaban de dos (11-9) y amenazaban con escaparse, perdían de uno (12-13) a cinco minutos del descanso. Apareció entonces Sladic. Con tres goles consecutivos, mandó el encuentro al segundo tiempo con leve ventaja local: 15-14.
La igualdad se mantenía (20-19) trascurridos nueve minutos tras la reanudación. Ni Villa de Aranda ni Cuatro Rayas querían relajarse ni un segundo. Sabían que se pagaría muy caro. Aranda estuvo a punto de abrir brecha (23-19) con tres goles de Sladic, Moyano y un Cabanas que fue una pesadilla en el segundo tiempo, cuando concentró siete de sus ocho dianas. Pidió tiempo muerto Nacho González para despertar a sus jugadores. Pero el encuentro estuvo a punto de romperse. Javi Díaz desvió un lanzamiento de Paco López. Sladic, a continuación, falló para poner a Villa de Aranda cinco arriba.
Cuando peor pintaban las cosas, Cuatro Rayas sacó raza y endosó un parcial de 1-6 tras un gol de Porras. A 11:22 del final, todo estaba por decidir pero, al menos, los vallisoletanos gozaban de una situación ideal para ganar en Aranda. Dominaban (24-25) y habían reaccionado con rapidez a su relajación física y mental habitual en las segundas partes. En la recta final, Álvaro Cabanas, con cuatro goles, y Javi Díaz, con tres importantes intervenciones, decantaron la balanza del lado burgalés.
A seis minutos del final, Paco López establecía un emocionante empate a 28. Doldan y Cabanas, con dos goles consecutivos, más una parada de Javi Díaz, hundieron al Cuatro Rayas: 31-28 a 2:53 del final. El pescado estaba casi vendido. Villa de Aranda certificó una importantísima victoria (32-30) ante un rival directo en la lucha por la permanencia. A Cuatro Rayas Valladolid, solo un desliz del Puente Genil le impedirá caer esta noche en descenso, y con la visita el próximo sábado del Ademar León a Huerta del Rey en el horizonte. ¡Toc, toc! Soy el descenso.
“Necesitamos un jugador franquicia, de los que dé el do de pecho en los momentos importantes, me da igual que sea un central o un lateral izquierdo”, había añadido el técnico vallisoletano antes de viajar a Burgos. Y el veterano Fernando Hernández, máximo goleador del equipo a sus cuarenta años, aceptó el reto. Con cinco goles en los primeros once minutos, concedió las primeras ventajas (5-7) al Balonmano Valladolid. No serían, en cambio, definitivas. Villa de Aranda, que venía de empatar en la difícil cancha del Balonmano Aragón, se repuso pronto y remontó (8-7) casi a mitad del primer periodo.
El partido entraba ya en lo que serían el resto de 45 minutos: parciales de cada equipo contestados antes de que se rompiera el marcador y buenas actuaciones en la portería. Los colegiados echaron una mano al Cuatro Rayas con cuatro exclusiones del Villa de Aranda entre los minutos 19 y 23. Los arandinos, que ganaban de dos (11-9) y amenazaban con escaparse, perdían de uno (12-13) a cinco minutos del descanso. Apareció entonces Sladic. Con tres goles consecutivos, mandó el encuentro al segundo tiempo con leve ventaja local: 15-14.
La igualdad se mantenía (20-19) trascurridos nueve minutos tras la reanudación. Ni Villa de Aranda ni Cuatro Rayas querían relajarse ni un segundo. Sabían que se pagaría muy caro. Aranda estuvo a punto de abrir brecha (23-19) con tres goles de Sladic, Moyano y un Cabanas que fue una pesadilla en el segundo tiempo, cuando concentró siete de sus ocho dianas. Pidió tiempo muerto Nacho González para despertar a sus jugadores. Pero el encuentro estuvo a punto de romperse. Javi Díaz desvió un lanzamiento de Paco López. Sladic, a continuación, falló para poner a Villa de Aranda cinco arriba.
Cuando peor pintaban las cosas, Cuatro Rayas sacó raza y endosó un parcial de 1-6 tras un gol de Porras. A 11:22 del final, todo estaba por decidir pero, al menos, los vallisoletanos gozaban de una situación ideal para ganar en Aranda. Dominaban (24-25) y habían reaccionado con rapidez a su relajación física y mental habitual en las segundas partes. En la recta final, Álvaro Cabanas, con cuatro goles, y Javi Díaz, con tres importantes intervenciones, decantaron la balanza del lado burgalés.
A seis minutos del final, Paco López establecía un emocionante empate a 28. Doldan y Cabanas, con dos goles consecutivos, más una parada de Javi Díaz, hundieron al Cuatro Rayas: 31-28 a 2:53 del final. El pescado estaba casi vendido. Villa de Aranda certificó una importantísima victoria (32-30) ante un rival directo en la lucha por la permanencia. A Cuatro Rayas Valladolid, solo un desliz del Puente Genil le impedirá caer esta noche en descenso, y con la visita el próximo sábado del Ademar León a Huerta del Rey en el horizonte. ¡Toc, toc! Soy el descenso.
Villa de Aranda Top Ribera 32 (15+17): Javi Díaz, Diego Camino (1 p.), Álvaro Cabanas (8, 2 p.), Emilio Santonja (3), Ilija Sladic (7), Sergio Vallés (3) y ‘Juli’ Rasero (3) -siete inicial-. Martín Doldan (5), Markel Beltza (-), Roberto Sánchez (-), Juanlu Moyano (2) y Miguelón (-).
Cuatro Rayas Valladolid 30 (14+16): César Pérez Verdejo, Gonzalo Porras (6), Fernando Hernández (9, 1 p.), Paco López (4), Alberto Camino (-), Víctor Megías (4) y Milos Bozovic (1) -siete inicial-. Isma Juárez (4), Guillermo Corzo (2) y Ávila (-).
Árbitros: Carlos Luque Cabrejas e Ignacio Pascual Sánchez (Federación catalana). Excluyeron a Beltza (19’ y 21’), Roberto Sánchez (21’), Álvaro Cabanas (23’) y ‘Juli’ Rasero (45’), por Villa de Aranda, y a Guillermo Corzo (12’), Milos Bozovic (34’) y a Paco López (39’), por Cuatro Rayas Valladolid.
Parciales: 3-4; 5-7; 8-9; 11-11; 12-12; 15-14 (descanso) 19-17; 21-19; 23-22; 26-25; 29-28 y 32-30 (final).
Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de Liga Asobal. 1.300 espectadores en el pabellón Príncipe de Asturias. Las peñas Bigornia y Patata entregaron sendas placas a Alberto Camino, jugador del Villa de Aranda durante doce temporadas. El público arandino aplaudió al vallisoletano en su regreso al Príncipe de Asturias.