martes, 10 de diciembre de 2013

Óscar Simón, a un paso de tirar la toalla

El presidente del Balonmano Valladolid expresa su profundo malestar tras la pobre entrada en el derbi contra Ademar y valora “muy seriamente” la dimisión. La directiva había decretado Día del Club con entradas a 10 euros para pagar las nóminas del mes.

Óscar Simón, presidente del Balonmano Valladolid.
“El que sobra soy yo. Me estoy pensando dimitir. No soy el presidente que se merece este club. Mi trabajo y mi honradez no valen. Los socios prefieren a golfos que lleven al equipo a la Champions aunque nos arruinemos. Para la segunda vuelta habrá otro presidente que lo haga mejor que yo”. Óscar Simón, aún presidente del Cuatro Rayas Valladolid, ha levantado la liebre en ‘El Mundo de Valladolid’. Lejos de recular, Simón ha confirmado en las últimas horas sus palabras. La dimisión está a un paso.

El derbi ante Ademar ha reactivado al equipo en el aspecto deportivo, con una importantísima victoria que ha roto una racha de doce jornadas sin ganar. Sin embargo, ha abierto una brecha (insalvable) entre la directiva y los socios. Óscar Simón se siente decepcionado. El presidente reclamó en la pasada semana un esfuerzo extra económico a la masa social del Balonmano Valladolid. La visita del Ademar se convirtió en Día del Club con entradas a 10 euros para los socios para pagar las nóminas del mes de los jugadores.

Un llamamiento público infructuoso. Solo 466 de los más de 1.700 socios del Balonmano Valladolid pasaron por la taquilla de Huerta del Rey. El derbi se jugó con las gradas semivacías. Simón considera que la escasa afluencia supone un mensaje directo de los socios a su gestión económica. “Los 1.200 socios que no fueron no estaban todos de puente”, ha insistido en declaraciones a la Cadena SER. “Queremos mantener un club pero no poner un céntimo (…) La honradez no sirve, no vende”, ha añadido.

Simón continuará en la presidencia en lo que resta de primera vuelta: apenas un partido que se disputará esté sábado en Guadalajara. No obstante, su presencia en la segunda mitad de la temporada es muy incierta. El presidente ha valorado la floja taquilla en el derbi como un rechazo personal a su labor en el Balonmano Valladolid y medita “muy seriamente” la dimisión. Ya tuvo un desencuentro con los socios cuando propuso en el pasado mes de mayo una subida de los precios de los abonos para aumentar los ingresos. La medida no salió adelante.

El desdén de una amplia mayoría de los socios del Balonmano Valladolid hacia la petición expresa de Simón para llenar Huerta del Rey pasando por taquilla ha colmado su paciencia. La dimisión está en el aire. Cuestión de días.