domingo, 1 de diciembre de 2013

Debacle del Cuatro Rayas ante Cuenca

El equipo vallisoletano se asoma al abismo tras sumar su undécima jornada sin ganar. Otra nefasta segunda mitad, con una letal racha de casi 22 minutos con apenas tres goles anotados, le cuesta la derrota a una plantilla sin rumbo en la pista y en el banquillo.


Se acaban los calificativos para definir la situación del Cuatro Rayas Valladolid. Cada jornada nos descubre un nuevo estado de ánimo de preocupación. Cuatro Rayas ha sumado ante GlobalCaja Ciudad Encantada su tercera derrota (22-25) consecutiva en Huerta del Rey tras las encajadas contra Gijón y Huesca. Son ya once partidos sin ganar. Si no fuera por el victorioso estreno de Liga ante Puente Genil, los vallisoletanos serían últimos empatados con el ascendido Bidasoa.

Ante Ciudad Encantada, que llegaba a Huerta del Rey con solo un punto más en la clasificación, Cuatro Rayas ha evidenciado su incapacidad para mantener la tensión durante sesenta minutos. El equipo de Nacho González aguantó, en esta ocasión, 36 minutos. El Balonmano Valladolid, que había dominado hasta por siete (13-7) y había llegado al descanso cuatro arriba (14-10), conservaba la distancia (16-12). Llegó entonces una pájara inadmisible en la Liga Asobal, por muy depauperada que esté la competición.

Cuenca, con un maestro del balonmano como Zupo Equisoain en el banquillo, firmó un decisivo parcial de 3-12 en casi 22 minutos. Irremontable. Cuenca ganaba (19-24) a menos de tres minutos del final. Jorge Oliva, que acabó el partido con trece paradas (un 52% de efectividad) se convirtió en un muro. Desbarató incluso tres contragolpes de Fernando, dos de ellos en apenas medio minuto. La imagen de la impotencia. Mientras, Frade, en el pivote, y Lipovina machacaban la portería de César.

Cuatro Rayas naufragaba y regalaba otro partido en Huerta del Rey en el que había tenido opciones para ganar. Como en los empates ante Anaitasuna y Cangas y como en las derrotas contra Gijón y Huesca. Una esperanzadora primera mitad dio paso a un calamitoso segundo acto en el que incluso se paseó el cubano Corzo tras su frenado y surrealista traspaso al balonmano catarí. Un despropósito más de un equipo que, con seis puntos, está empatado con Puente Genil y Villa de Aranda.

Los burgaleses, que ya están en descenso, serán, precisamente, los próximos rivales del Cuatro Rayas Valladolid. La cita, este martes (20:30 horas) en Aranda. Parece imposible que se pueda hacer peor. Pero eso llevamos pensando varias semanas. Una derrota sería un mazazo irreparable, como mínimo, en la primera vuelta.

Ficha técnica:

Cuatro Rayas Valladolid 22 (14+8): César Pérez Verdejo, Porras (3), Fernando Hernández (5, 1p.), Paco López (3), Alberto Camino (1), Megías (2) y Bozovic (3) -siete inicial-. También jugaron Ávila (2), Corzo (1), Isma Juárez (2, 1p.) y Nico López (-).

GlobalCaja Ciudad Encantada 25 (10+15): De Hita (p.), Lipovina (9, 1p.), Sorrentino (-), Mendoza (-), Frade (5), Milosevic (1) y Gonzalo (1) -siete inicial-. También jugaron Oliva (p.s.), Sifré (4), Renaud (4, 2p.) y Dzokic (1).

Parciales cada cinco minutos: 3-2, 7-3, 9-4, 12-6, 13-7, 14-10 (Descanso) 15-12, 16-14, 16-15, 17-18, 19-21 y 22-25.

Árbitros: Carlos Javier Gude Prego y Juan José Gude Prego (Federación vasca). Excluyeron a Ávila (7’ y 32’), Paco López (22’) y Fernando Hernández (24’), por parte del Cuatro Rayas Valladolid, y a Sorrentino (10’, 22’ y 28’), Mendoza (25’ y 35’), Milosevic (47’) y Frade (54’), por parte del GlobalCaja Ciudad Encantada.

Incidencias: Duodécima jornada de la Liga Asobal. Polideportivo Huerta del Rey ante, aproximadamente, 2.000 espectadores. El club entregó una camiseta firmada por los jugadores a Javier Arroyo, presidente de la Asociación Vallisoletana contra el Cáncer.