“Estaba
un poco nervioso, pero la confianza de Sergio (González) y de todos los
compañeros me ayudó mucho. Me aconsejaron que lo hiciera fácil, sobre todo en
los primeros balones, y a partir de entonces ya me metí de lleno en el partido”,
ha explicado el lateral vallisoletano tras debutar con el primer equipo en el
encuentro copero en Tolosa.
Corral cumplió su sueño tras doce años en la cantera blanquivioleta. Foto: www.realvalladolid.es |
El
canterano del Real Valladolid cumplía su sueño de debutar con el primer equipo
en un partido oficial y defender el escudo de sus amores desde que, con tres
años, comenzara a presenciar los partidos en directo en Zorrilla.
“Estaba
un poco nervioso, pero la confianza de Sergio (González) y de todos los
compañeros me ayudó mucho. Me aconsejaron que lo hiciera fácil, sobre todo en
los primeros balones, y a partir de entonces ya me metí de lleno en el
partido”, ha explicado con una amplia sonrisa en la boca.
No
era para menos después de doce años en la cantera blanquivioleta, después de
muchísimas horas de entrenamientos y encuentros en los Anexos. Ahora, Corral ya
es un hombre que se ha convertido en una pieza clave del muy meritorio Promesas
y que ya puede presumir de haber debutado con el equipo de su vida. Pero aún
queda camino por recorrer.
“Tengo
claro que ahora se trata de seguir trabajando incluso más duro para, si alguna
vez me vuelve a llegar la oportunidad, intentar aprovecharla. Mientras tanto,
espero poder ayudar al Promesas en una temporada tan ilusionante como hasta
ahora”, ha analizado.
La
camiseta del debut ha sido para su padre, Juan Carlos, que estuvo junto con su
madre en Tolosa para presenciar cómo se hacía realidad el sueño de su hijo
tantas y tantas veces hablado de camino a los entrenamientos.
Berazubi
fue escenario, además, de otros tres estrenos oficiales, los de Aguado, Lunin y
el jugador del Promesas Kike Pérez. El equipo cumplió con solvencia y logró la
clasificación para la segunda ronda copera.
Noticia de www.realvalladolid.es