lunes, 16 de diciembre de 2019

La Copa Asobal deja un déficit de 11.155 euros para el Atlético Valladolid

“Es una oportunidad perdida. Creo que hemos perdido una oportunidad para volver a situar a Valladolid como una ciudad líder en el balonmano nacional”, ha lamentado el presidente del Recoletas, Mario Arranz. “Aunque el resultado global no ha sido malo, podía y debía haber sido mucho mejor (…). Si hubiera venido más gente, nos habría dejado una cifra importante en caja, pero somos un club humilde. No estamos entre los primeros de la Liga Asobal. Con una mejor clasificación, estoy seguro de que hubiera venido más gente pero, a día de hoy, este club no puede estar ahí”, ha apuntado.

El Recoletas Atlético Valladolid cumplió en lo deportivo y llevó al Bidasoa
hasta la prórroga en las semifinales. Fotos: Edu Ágreda (www.atleticovalladolid.es)
La trigésima Copa Asobal, organizada por el Recoletas Atlético Valladolid, se ha cerrado con un balance agridulce, con un resultado satisfactorio en lo deportivo y lo organizativo, pero negativo en lo económico.

“Lo más importante es que hemos demostrado ser capaces de organizar un evento de este nivel”, ha explicado este lunes el presidente del club vallisoletano, Mario Arranz, en el balance del torneo.

El Recoletas Atlético Valladolid plantó cara al Bidasoa Irún en las semifinales de la Copa Asobal, “pese a la gran diferencia de plantillas y presupuesto”. Los de Óscar Ollero compitieron al máximo y rozaron el triunfo ante un rival de calidad, líder en su grupo en la Champions League, dejando una grata imagen en el público asistente, que vivió un encuentro vibrante, competido y emocionante.

Además, el club volvió a cumplir en el aspecto organizativo de un gran evento deportivo, respondiendo al reto que supone una competición de máximo nivel con varios equipos en liza. De forma paralela, también se desarrollaron con éxito varias actividades sociales y deportivas, como la MiniCopa Asobal y el Clinic formativo, que contó con la presencia de Jordi Ribera, seleccionador nacional, entre otros.

El Recoletas Atlético Valladolid suma esta trigésima Copa Asobal a su historial de eventos de balonmano de primer nivel organizados en su corta historia, tras acoger dos encuentros de la selección española masculina ante Bosnia (2 noviembre 2016) y Noruega (28 octubre 2018).

Sin embargo, el balance económico no ha sido positivo para el Recoletas Atlético Valladolid. El club ha finalizado con pérdidas de 11.155 euros ya que no ha logrado cubrir los gastos totales de la organización de la competición (80.782 euros), a pesar de los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento de Valladolid (que ha aportado 24.500 euros), la Junta de Castilla y León (4.192 euros) y los diferentes patrocinadores del club (12.750 euros).

Los ingresos de la taquilla han alcanzado un total de 28.185 euros, insuficientes para cubrir el total de los costes, que se reparten entre el alojamiento, el transporte y la manutención de los equipos participantes en la Copa Asobal, la MiniCopa Asobal e invitados (35.256 euros), el gasto de organización de la Copa y MiniCopa (9.226 euros) y el canon de la competición (36.300 euros).

Huerta del Rey registró una entrada de 1.700 espectadores
en las dos jornadas de competición.
Huerta del Rey registró una entrada de unos 1.700 espectadores en las dos jornadas de competición. Entre los aficionados presentes, un 37% eran abonados del club Atlético Valladolid, que compraron su abono o entrada para disfrutar de la Copa Asobal.

“Es una oportunidad perdida”, ha valorado Mario Arranz. “Creo que hemos perdido una oportunidad para volver a situar a Valladolid como una ciudad líder en el balonmano nacional”, ha lamentado.

“Contamos con las limitaciones de un club pequeño a nivel organizativo y presupuestario, pero nos lanzamos en la organización de este evento pensando que podría servir para que el balonmano recuperara parte del camino perdido en estos años atrás”, ha explicado el presidente.

“Sin embargo, aunque el resultado global no ha sido malo, podía y debía haber sido mucho mejor, sobre todo en la imagen proyectada de Valladolid y del balonmano de la ciudad hacia el exterior”, ha cuestionado.

“A nivel económico, este evento deja en el club un resultado negativo que tendremos que recuperar. Es evidente que, si hubiera venido más gente, nos habría dejado una cifra importante en caja, pero somos un club humilde. No estamos entre los primeros de la Liga Asobal ya que por presupuesto no podemos. Con una mejor clasificación, estoy seguro de que hubiera venido más gente pero, a día de hoy, este club no puede estar ahí”, ha apuntado Mario Arranz.