El delantero malagueño no solo sigue
sin ver puerta sino que ha perdido su sitio en el equipo. Desde que Manucho le
quitó el puesto ante el Rayo, ha jugado 126 minutos repartidos en seis jornadas
de Liga y un partido de Copa. En cuatro encuentros, se ha quedado sentado en el
banquillo.
Javi Guerra celebra un gol en la pasada temporada. |
El Real Valladolid está respondiendo en Primera. De
los tres recién ascendidos, es el mejor ubicado en la clasificación, en un
cómodo octavo puesto, con quince puntos, cinco por encima del descenso. No es
una distancia muy grande pero, de momento, el Real Valladolid está por delante
de la mayoría de sus rivales en la lucha por la permanencia. Esa buena
situación deportiva tiene un principal y casi único punto negro: Javi Guerra.
¿Qué le pasa al delantero malagueño?
Guerra no se ha estrenado aún como goleador en Primera
pese a haber disputado 513 minutos. No solo eso, ha perdido su puesto en el
once titular e incluso en los últimos partidos ha dejado de contar para el
técnico. Con uno a uno en el marcador, y media hora por delante ante el
Valencia, Djukic gastó los tres cambios para buscar la victoria. Pero no se
acordó de Javi Guerra. Una ausencia que llamó la atención a las gradas de
Zorrilla.
No era, además, una experiencia novedosa para Guerra,
máximo goleador del equipo en las dos últimas temporadas. Tampoco participó en
la victoria ante el Osasuna en el Reyno de Navarra. Desde que Manucho le
relegara al banquillo en la sexta jornada de Liga, en la goleada (6-1) ante el
Rayo, la participación del delantero malagueño ha sido casi testimonial: 126
minutos de juego. Y de ellos 90 pertenecen al choque contra la Real Sociedad,
en el que Manucho fue baja por su expulsión en La Rosaleda.
Guerra ha pasado de titular indiscutible en el
arranque liguero (Zaragoza, Levante, Athletic, Betis y Atlético) a no entrar en
los planes de Djukic ni como revulsivo desde el banquillo. No ha saltado al
campo en cuatro de los últimos seis partidos de Liga (Rayo, Málaga, Osasuna y
Valencia) Jugó 18 minutos ante el Espanyol, sustituyendo a Manucho, y salió
como titular en el mencionado encuentro ante la Real Sociedad.
En la Copa del Rey, tampoco le ha ido mejor. En el
partido de ida ante el Real Betis, Djukic confío en el angoleño. Guerra, como
en la Liga, fue suplente, aunque al menos esta vez disfrutó de 18 minutos en
los que se quedó sin marcar. Una preocupante e inesperada sequía goleadora que
se ha unido, además, al anuncio para el mercado invernal de un nuevo delantero:
el sueco Daniel Larsson.
Este fin de semana, ante el Getafe, Manucho tiene
garantizada la titularidad. El peculiar punta angoleño ha respondido a Djukic
con tres goles y dos asistencias repartidos en 485 minutos en Liga. Ha sido
titular ante Rayo, Espanyol, Málaga, Osasuna y Valencia, además de en el
partido copero contra el Betis.
El sistema de juego del Real Valladolid está
favoreciendo también a Manucho en Primera. Con un solo delantero, y ante
centrales más fuertes que en Segunda, el trabajo del delantero no se limita a
la faceta goleadora. Le toca recibir balones de espaldas, esperar la subida de
los extremos o presionar, entre otras funciones más sacrificadas y menos
lucidas. Una labor en la que el africano, más alto (1,88 m. por los 1,79 m. de
Guerra) y fuerte (82 por 77 kilos), está, de momento, más preparado.
El técnico serbio ha sabido aprovechar el buen momento
de Manucho, defenestrado en el pasado verano con el cartel, casi, de ‘se
regala’. No obstante, a pesar del fichaje de Larsson, el objetivo de la
permanencia se encuentra, entre otros, en las piernas de Javi Guerra. 49 goles
en los dos años en el Real Valladolid en Segunda son un gran aval para esperar
su reacción. Este domingo, en Getafe, podría tener una nueva oportunidad para
demostrar su calidad y su olfato en el área. Aunque sea desde el banquillo.