domingo, 24 de noviembre de 2019

El Real Valladolid se desquicia ante el Sevilla

Fin a la imbatibilidad en Zorrilla. Banega, a los trece minutos de penalti, decide un encuentro que comenzó muy intenso, incluso algo pasado de revoluciones, y que degeneró en un espectáculo feo, con muchas interrupciones (38 faltas, 25 de los hispalenses), que benefició al equipo de Lopetegui. Prieto Iglesias, a instancias del VAR, señaló (y acertó) los once metros tras arrollar Javi Moyano a Nolito. Masip salvó el lanzamiento de Banega, pero el VAR, para enojo de la grada, ordenó repetir el disparo tras adelantarse el portero. A la segunda, el argentino no falló. Sandro, cerca del descanso, remató al larguero de forma acrobática en la única oportunidad clara de los blanquivioletas. Ocampos, expulsado en el tiempo extra.

Masip adivinó el primer penalti de Banega, pero el VAR le pilló adelantado.
Fotos: www.realvalladolid.es
Desquiciado.

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El Real Valladolid, al sexto encuentro, pierde la imbatibilidad en Zorrilla ante el Sevilla de Julen Lopetegui, que se llevó los tres puntos con un gol de penalti de Banega a los trece minutos. Una victoria más práctica que lucida, pero que mantiene a los hispalenses en la estela del Barça y el Real Madrid, a un único punto, aunque con un partido más.

No se puede decir que fuera injusto. Los blanquivioletas se desquiciaron. Perdieron los nervios con el árbitro y, posteriormente, cayeron en la trampa táctica del Sevilla.

Los árbitros fallan… Y también aciertan, como el VAR.

Prieto Iglesias acertó, aunque la grada de Zorrilla y la plantilla del Real Valladolid se marcharon a casa convencidos de lo contrario.

La primera temporada de aplicación del VAR levantó más que susceptibilidades en el entorno blanquivioleta. El recuerdo es malo, sin histrionismos, y Zorrilla se mosquea cada vez que aparece el VAR, condenado a ser un ‘incomprendido’ en el fútbol moderno.

Pero la entrada de Javi Moyano a Nolito era penalti. El directo, como casi siempre, dejaba alguna duda. Las repeticiones, no. Y allí, manda el VAR. El capitán del Real Valladolid llegó tarde y atropelló a Nolito, que había disparado muy forzado a los guantes de Masip.

A Zorrilla no le gustó la decisión, pero acabó por asumir el penalti.

Masip enmendó el grave error que cometió en la última jornada en Mendizorroza, que costó el segundo gol del Deportivo Alavés, y desvió el lanzamiento de Banega.

Sandro se inventó un remate casi imposible para acariciar el empate.
Alegría efímera.

Volvió el VAR y volvió el cabreo.

El penalti tenía que repetirse. Masip se había adelantado al lanzamiento del argentino. Las nuevas normas indican que los porteros deben fijar, al menos, un pie sobre la línea de gol para afrontar un penalti. Masip tenía los dos pies fuera. Las repeticiones no dejaban, nuevamente, dudas. Pero eso no le importaba a la grada. El VAR no gusta a casi nadie en Zorrilla.

Banega no fallaba el segundo penalti.

El encuentro, que ya había arrancado con bastante intensidad, se revolucionó en exceso. El Real Valladolid se sentía doblemente agraviado y no lo disimulaba en el campo. El peso del penalti era evidente. Ese lastre no se lo quitó en todo el encuentro.

El Sevilla dominaba en el desorden. Lopetegui cuenta con una gran plantilla, con Banega como indiscutible general, una defensa sólida y una extraordinaria banda derecha, con Jesús Navas envejeciendo con mucha calidad, como los grandes jugadores, y con el argentino Ocampos, una de las sensaciones de la temporada. Ocampos no paró en toda la primera mitad. Del enfrentamiento con Nacho saltaron un exceso de chispas, que terminó por imponer la bronca sobre el brillo. El internacional albiceleste acabó expulsado, por doble amarilla, en el tiempo extra.

El partido tenía más disputa que fútbol, con hasta 38 faltas (25 de los sevillanos). Lopetegui hurgaba en la ofuscación blanquivioleta. Cada falta era una protesta. Cada protesta debilitaba al Real Valladolid. Una intensidad que muy pronto dejó de ser positiva. Óscar Plano y Míchel regalaban una infinidad de balones y Sergi Guardiola se perdía en estériles peleas dialécticas. Se lo ponían fácil al Sevilla, peligroso a la contra, que buscaba precisamente eso: desquiciar al Real Valladolid.


Arriba, Sergi Guardiola llega forzado ante Vaclík.
Abajo, Óscar Plano presiona a Diego Carlos.
Hervías se desentendió de la bronca. El riojano, novedad en el once por Toni Villa, encontró unos buenos minutos y se puso a correr la banda derecha para desenredar el partido. Una respuesta futbolística, aunque escasa. Era, no obstante, el camino adecuado.

Se le unió Sandro, otra de las novedades en el once de Sergio González. El canario, al que casi no le llegaron balones de calidad ante la incapacidad de Míchel, Óscar Plano y Fede San Emeterio ante el Sevilla, acarició el empate a ocho minutos del descanso en la ocasión más clara del encuentro. Realmente, la única de verdad del Real Valladolid. Sandro cazaba un balón suelto en el área y disparaba de forma acrobática a bote pronto al larguero.

El Sevilla respiraba y, antes del descanso, perdonaba. Nolito, lejos de su mejor nivel, se plantaba ante Masip mano a mano. Eligió el adorno por encima de una opción más práctica y efectiva. Picó ante Masip, que no se tragó el engaño. Nolito se quedó a medias.

El descanso no calmó al Real Valladolid. Lopetegui se relamía en el banquillo. Los blanquivioletas caían en el cebo. Hervías, de falta directa, probaba los guantes de Vaclík, en su única intervención de la noche, a los dos minutos del segundo periodo. Pero no hubo continuidad. El Real Valladolid seguía pensando en la acción del penalti. Seguía pensando en la injusticia… que no fue. Se olvidó de jugar por mucho balón que tuviera.

El Sevilla tampoco apretó. No lo necesitó. El partido no existió en la segunda mitad. Faltas y más faltas. Protestas. Juego interrumpido. No era bonito. El Real Valladolid no pisaba el área de Vaclík. El empate era una quimera. Sergio González lo intentó con Toni Villa y, posteriormente, con De Frutos y Enes Ünal sin ningún tipo de resultado. No había fútbol. El Real Valladolid estaba ofuscado. No era su día porque no quiso enfrentarse con entereza a la acción que marcó el encuentro: el penalti de Banega.

Lopetegui apostó por el fútbol control para dejar pasar los minutos. Y surtió efecto. Los decibelios bajaron en la grada. Quedaba el silencio. El Sevilla había matado al partido y rompía la imbatibilidad de Zorrilla. Y el Real Valladolid se marchaba desquiciado y sin saber muy bien por qué.

Ficha técnica:

Prieto Iglesias expulsa al temperamental Ocampos.
Real Valladolid 0: Masip; Javi Moyano, Kiko Olivas, Salisu (Enes Ünal 84’), Nacho; Fede San Emeterio, Míchel, Hervías (Toni Villa 63’), Óscar Plano; Sandro (De Frutos 77’) y Sergi Guardiola.

Sevilla FC 1: Vaclík; Jesús Navas (Gudelj 89’), Koundé, Diego Carlos, Reguilón; Fernando, Jordán, Ocampos, Banega (Vázquez 75’), Nolito (Óliver Torres 67’); y De Jong.

Goles:

0-1 (min. 13): Banega, de penalti. Prieto Iglesias, a instancias del VAR, señala los once metros tras una entrada a destiempo de Javi Moyano sobre Nolito. El capitán del Real Valladolid llegó tarde y se llevó por delante al extremo del Sevilla, que había disparado forzado a los guantes de Masip. Banega asumió el penalti. Masip desvió el primer lanzamiento. De nuevo el VAR intervino y ordenó repetir el penalti. El portero del Real Valladolid se había adelantado al disparo del argentino. Banega no falló a la segunda y colocó el balón casi en la escuadra izquierda de Masip.

Árbitro: Prieto Iglesias (colegio navarro). Expulsó a Ocampos, por doble cartulina amarilla (15’ y 92’), del Sevilla. Amonestó a Masip (12’), Nacho (15’) y Toni Villa (89’), por el Real Valladolid, y a De Jong (64’) y Fernando (89’), del Sevilla.

Incidencias: 14ª jornada de LaLiga Santander. Zorrilla. 18.169 espectadores. Llovió, de forma intermitente, a lo largo del encuentro.

Las notas:

Masip (7): Protagonista del encuentro, en la jugada que decidió la victoria del Sevilla. Desvió un penalti a Banega, pero el VAR ordenó repetir el lanzamiento y el cancerbero del Real Valladolid fue amonestado. Masip se había adelantado. Tenía los dos pies fuera de la línea que delimita la portería. La nueva norma exige que, al menos, los arqueros tengan un pie sobre la línea. Para Masip, la norma “es muy rigurosa y perjudica a los porteros. Parar penaltis es parte del espectáculo y lo ponen cada vez más difícil”. Banega no falló al segundo intento. Mandó el balón casi a la escuadra. El Sevilla solo remató otra vez más entre los tres palos. Antes del descanso, Nolito desperdició un mano a mano ante Masip tras intentar, sin éxito, picar el balón ante el portero del Real Valladolid.

Javi Moyano se pasó de frenada ante Nolito y cometió un claro penalti.
Javi Moyano (5): Otro protagonista clave en la jugada del partido. Prieto Iglesias, a instancias del VAR, indicó penalti de Javi Moyano sobre Nolito. El capitán del Real Valladolid llegó tarde y golpeó al extremo del Sevilla. Antes del descanso, el mismo Nolito se plantó ante Masip en una contra tras ganar claramente la espalda a Moyano. A los siete minutos, el lateral blanquivioleta cabeceó alto un córner.

Kiko Olivas (6): Correcto. Peleó bien con el holandés De Jong, un delantero de mucha brega. El principal peligro del Sevilla se generó desde las bandas. Los centrales del Real Valladolid tuvieron trabajo para despejar balones aéreos.

Salisu (6): Recuperado de las molestias en la espalda que le impidieron debutar con la selección absoluta de Ghana. El central de moda en Zorrilla, que suena, entre otros equipos, como futuro jugador del Sevilla, no cometió fallos ante los hispalenses, aunque arriesgó en exceso a la hora de iniciar alguna acción, una mala costumbre que debe corregir. Sustituido por Enes Ünal, a seis minutos del final, con problemas físicos.

Nacho y Ocampos protagonizaron un duelo de alto voltaje.
Nacho (6): Mantuvo un duelo de altísimo voltaje con Ocampos, con tarjeta incluida para el lateral del Real Valladolid. El argentino acabó expulsado, por doble cartulina amarilla, en el tiempo extra. No obstante, Ocampos, por fuerza y calidad, se impuso a Nacho, que sufrió, en especial en la primera mitad. En ataque, intentó abrir la banda, aunque no consiguió colocar buenos centros.

Fede San Emeterio (5): Titular por primera vez en dos meses tras superar una complicada lesión en un nervio de la pierna derecha. El cántabro le ganó la partida a Alcaraz, que jugó en Vitoria en la pasada jornada, para relevar al lesionado Joaquín. En un partido de gran intensidad aportó mucha brega, pero el Sevilla jugó a lo que quiso. Pasada la media hora, evitó una clara ocasión de Nolito.

Míchel (5): Perdió la batalla en el mediocampo. Regaló muchísimos balones en la zona de creación. Banega, sobre todo en la primera mitad, se movió con mucha facilidad entre líneas. El brasileño Fernando mandó en la medular. Casi a la hora de juego, llegó muy forzado a la frontal y disparó fuera en el último acercamiento con algo de peligro del Real Valladolid.

Hervías estrenó titularidad en esta temporada.
Hervías (7): Una de las novedades del once. Primera titularidad del riojano en esta temporada. Hervías entró por Toni Villa, pero para ocupar la banda derecha. Se escapó del desquiciamiento general del equipo. Mediado el primer tiempo, asumió la responsabilidad ofensiva con varias jugadas por banda, aunque no encontró un rematador. A los dos minutos de la continuación, probó su fuerte chut en una falta lateral. Vaclík despejó de puños en la única intervención del portero checo en el encuentro. Sergio González le mandó al banquillo a los 63 minutos por Toni Villa.

Óscar Plano (5): Acelerado. Entre Míchel y Óscar Plano, el Real Valladolid perdió muchísimos balones. Con problemas para tapar la banda izquierda, con la constante presencia de Ocampos y las incorporaciones de Jesús Navas. Trató de ayudar a Míchel para sacar el balón jugado, pero no lo consiguió. Momentáneamente, tras la salida de Sandro y antes de la entrada de Enes Ünal, adelantó su posición como segundo delantero. 

Sandro (6): Titular. Tuvo la mejor y casi única ocasión de peligro del Real Valladolid en todo el encuentro. A ocho minutos del descanso, remató al larguero de forma acrobática, a bote pronto, tras recoger, muy cerca del área pequeña, un rechace de Diego Carlos tras un centro de Hervías. Sandro ganó la posición a Jesús Navas para armar el disparo. Relevado por De Frutos a trece minutos del final.

Sergi Guardiola (5): Tiene mucho carácter. No se amilanó ante el físico encuentro que planteó el Sevilla, pero se pasó de revoluciones. Cayó en la trampa de Lopetegui. Guerreó mucho, pero no aportó en ataque.

Toni Villa, que comenzó en el banquillo, fue el primer cambio de Sergio González.
Toni Villa (5): Suplente. El canterano llevaba unas jornadas con actuaciones bastante grises. Fue el primer cambio de Sergio González. Entró por Hervías, precisamente quien le dejó en el banquillo, a los 63 minutos, pero no estuvo fino.

De Frutos (5): Sustituyó a Sandro a trece minutos del final. Al poco tiempo, bajó al lateral derecho tras la entrada de Enes Ünal.

Enes Ünal (-): El delantero turco llegaba con ganas tras marcar un doblete con su selección ante Andorra, pero fue suplente. Tuvo seis minutos tras relevar a Salisu para jugar arriba con Sergi Guardiola.

Sergio González (5): Introdujo cuatro novedades en el once con respecto a la última derrota en Vitoria, con los regresos de Nacho, Sandro y Fede San Emeterio y el estreno de Hervías como titular en esta temporada. El equipo salió demasiado intenso y pronto se revolucionó tras las adversas, pero justas, decisiones del VAR. Los cambios del segundo tiempo, con Toni Villa, De Frutos y Enes Ünal, no funcionaron. El Real Valladolid casi no creó peligro. El bagaje ofensivo fue reducido: un remate al larguero de Sandro y una falta lateral de Hervías, que despejó de puños Vaclík.