viernes, 13 de mayo de 2022

Hasta la última jornada

El UEMC Real Valladolid Baloncesto, liderado por Gilbert, supera al Cáceres Patrimonio de la Humanidad y peleará por disputar los playoffs. Los blanquivioletas, que suman seis victorias consecutivas y ocho en los nueve últimos compromisos, se sobrepusieron a los problemas de faltas de los interiores.

Wintering asiste a Pippen, desmarcado.
Foto: www.realvalladolidbaloncesto.es
Donde hay vida, hay esperanza.

Tras el sobresaliente triunfo del UEMC Real Valladolid Baloncesto ante el Cáceres Patrimonio de la Humanidad (92-75), con el ‘basketaverage’ incluido, los de Paco García tendrán opciones de playoffs en la última jornada.

La sexta victoria consecutiva y la octava en nueve partidos llegó en un Pisuerga diferencial con cuatro mil gargantas alentando a los blanquivioletas, pletóricos en la recta final de la temporada. 

El encuentro, el último de la fase regular en casa, sirvió también como carta de presentación de las categorías inferiores del UEMC Real Valladolid Baloncesto, así como de escenario idóneo para homenajear al filial, el Clínica Sur-Aspasia Real Valladolid Baloncesto, y la generación del 2004, que termina en el Iveco júnior A su etapa de formación en el club.

Después de recibir sendos y merecidos reconocimientos, castellanos y extremeños abrieron el partido con mucho ritmo e intensidad. Ya lo había avisado Paco García en la previa: “La gente tiene ganas de baloncesto”. Las ardillas, también. Quedó patente desde el inicio. Ese exceso de ímpetu se tradujo en cuatro faltas personales y bonus con apenas dos minutos disputados, pero los vallisoletanos canalizaron esas sanciones en una reacción imperial.  

Tras un breve intercambio de golpes (4-5), dos triples de Geks y Kuiper inauguraron un parcial de 12-2. Roberto Blanco tuvo que parar el choque (16-7). Pero el tiempo muerto verdinegro no funcionó. El UEMC Real Valladolid Baloncesto continuó castigando al son de Pippen y Gilbert. Los diez puntos del pívot estadounidense y los ocho del alero croata finiquitaron el primer cuarto con un contundente 27-15.

Los blanquivioletas, a pesar de las faltas, estaban en su salsa. Aunque el Cáceres Patrimonio de la Humanidad dilapidó parte de la renta (30-24), mantuvieron el tipo. El cuadro extremeño subió el nivel de contactos y trató de llevar la contienda al barro, a un escenario más propicio, pero la grada de Pisuerga respondió. La pitada del público a la enésima falta en ataque levantó a los de Paco García, que volaron hasta el 50-34 que indicaba el marcador al descanso. Seis minutos de festín blanquivioleta para encarrilar el partido.

Antes de presentar ante la afición a todos equipos de la cantera, el UEMC Real Valladolid Baloncesto estaba bordando el juego. Así lo ratificaban los números. Un 6/9 en los triples plasmaba la eficacia y la confianza. Las doce asistencias repartidas explicaban la solidaridad del equipo y las once pérdidas forzadas al Cáceres Patrimonio de la Humanidad la agresividad defensiva. El cóctel perfecto para manejar rentas próximas a los quince puntos.

Aunque aún quedaba tela, mucha tela por cortar. Los trece tantos de Dominic Gilbert le convertían en el máximo anotador hasta entonces y el balcánico regresó tal y como había dejado las cosas: sumando. De hecho, al término del tercer acto ya acumulaba 21 tantos y 25 de valoración para comandar el electrónico (69-56). Un triple de Melwin Pantzar cerró un tercer periodo en el que los verdinegros dibujaron un paso adelante, frustrado por el bando blanquivioleta. La peor noticia fue, sin embargo, la lesión de Mateo Díaz.

Los de Roberto Blanco intentaron agarrarse al partido y dominar la pintura. La sangría de faltas continuó minando al conjunto vallisoletano. La cuarta falta personal de Pippen, posteriormente expulsado, y la quinta de Kuiper dejaron a los blanquivioletas en cuadro. Pero la renta se mantuvo segura en todo instante.

Manejando ventajas cercanas a los quince puntos, hasta Sergio de la Fuente acabó en el banco con cinco faltas personales. Solo Raffington sobrevivió a la criba pero, a su vez, lo hizo con solvencia el UEMC Real Valladolid Baloncesto. El triunfo llegó por 92-75 ante un Pisuerga enfervorecido y que despidió a los suyos con gritos de “sí se puede”. Donde hay vida, hay esperanza.

Ficha técnica:

UEMC Real Valladolid Baloncesto 92 (27+23+19+23): Alec Wintering (12), Davis Geks (3), Dominic Gilbert (27), Jordy Kuiper (9) y Kavion Pippen (14) –quinteto inicial–. También jugaron: Jaan Puidet (3), Sylvester Berg (6), Sergio de la Fuente (6), Melwin Pantzar (10) y Justin Raffington (2).

Cáceres Patrimonio de la Humanidad 75 (15+19+22+19): Jorge Sanz (-), Devin Schmidt (23), Romaric Belemene (5), Duje Dukan (2) y Benoit Mbala (16) –quinteto inicial–. También jugaron: Carlos Toledo (5), Mateo Díaz (4), Manuel Rodríguez (4), Jaume Lobo (16) y Julen Olaizola (-)

Árbitros: Bravo Loroño, García Crespo e Ibáñez García. Eliminaron por cinco faltas personales a Sergio de la Fuente, Jordy Kuiper y Kavion Pippen, del UEMC Real Valladolid Baloncesto, y a Jaume Lobo, del Cáceres Patrimonio de la Humanidad.

Incidencias: 33ª jornada de la Liga LEB Oro. Polideportivo Pisuerga, ante cerca de cuatro mil espectadores.

Crónica de www.realvalladolidbaloncesto.es