sábado, 22 de marzo de 2014

Alberto Bueno pasa la factura en Zorrilla

El exblanquivioleta atrapa un punto muy importante en la batalla por la permanencia. El Rayo fue superior hasta el último cuarto de hora a un Real Valladolid que se adelantó con un gol en propia puerta de Zé Castro tras una mala salida de Rubén. Óscar desperdició un mano a mano con el portero franjirrojo a ocho minutos del final. El equipo de Juan Ignacio Martínez acabará una jornada más en puestos de descenso.

Iago Falqué felicita a Alberto Bueno tras empatar el partido.
Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es)
Deuda cumplida. Alberto Bueno ha pasado la factura en Zorrilla, su estadio en las cuatro anteriores temporadas (con el paréntesis de la cesión durante un año al Derby County). El madrileño sumaba un buen punto para el Rayo en su carrera hacia la permanencia, un objetivo que ha complicado para su antiguo club. El Real Valladolid desperdicia una nueva ocasión inmejorable para salir del descenso. El equipo de Juan Ignacio Martínez sigue vivo (eso sí, cada vez menos vivo) en la pelea por la salvación.

Bueno (dos goles en las dos últimas jornadas, ocho en la Liga) y el Rayo (tres victorias consecutivas) llegaban en forma. El mediapunta madrileño, que salió de Valladolid apenas una semana antes del comienzo del campeonato, no dejó demasiados amigos en Zorrilla. Jugador de gran calidad, su frío carácter y su condición de fichaje más caro en la historia del club (tres millones de euros) marcaron una tensa relación con la afición. En más de una ocasión, escuchó sinfonía de abucheos por su indolencia.

La afición temía la visita del Rayo, temía la venganza de Alberto Bueno. A veinte minutos del final del encuentro, el madrileño se marchaba al banquillo con la sensación del deber cumplido. Atrás dejaba un gol, un auténtico golazo con un sensacional disparo cruzado dentro del área, que suponía un punto y una reivindicación personal en territorio hostil. Los abucheos le acompañaban de nuevo en Zorrilla. Abucheos, en esta ocasión, de rabia. Bueno, que nunca fue titular indiscutible en sus cuatro temporadas en Valladolid, empujaba un paso más al equipo de Juan Ignacio Martínez al precipicio de Segunda.

Cuatro oportunidades perdidas en Zorrilla solo en este año: Betis, Elche, Levante y Rayo. Cuatro empates ante rivales directos de un Real Valladolid que, curiosamente, sí ha sido capaz de derrotar al Villarreal y al Barça. Dos gestas que no compensan los patinazos ante los equipos a los que hay que ganar para seguir en Primera. La permanencia se complica. Alberto Bueno, cuya ficha aún paga en parte esta temporada el Real Valladolid, sonríe en su interior.

Óscar pide gol tras despejar Gálvez sobre la línea.
Y eso que el Rayo de Paco Jémez, que no especuló en ningún momento, comenzó con mal pie. Un grave fallo de Rubén con una mala salida en un saque de esquina permitía a los blanquivioletas adelantarse con un infortunado gol de Zé Castro. Gálvez despejó sobre la línea en una acción milimétrica para revisar con detenimiento sin llegar fácilmente a un dictamen. Los errores históricos de un fútbol que se resiste a deshacerse de las polémicas arbitrales y abrazarse a la tecnología.

El gol calmó a una grada que miraba incrédula a la portería. Juan Ignacio tenía reservada una revolución, de jugadores y esquema, en el once. Óscar entraba por Manucho. Jeffren, por primera vez titular con el Real Valladolid, y Valdet Rama ocupaban las bandas. Marc Valiente sustituía al sancionado Rukavina en el lateral derecho. Y Jaime dejaba sorprendentemente a Mariño, el jugador más regular en toda la Liga, en el banquillo. El desarrollo del partido dejaría la suplencia de Mariño en anécdota.

El Rayo, uno de los equipos con mayor vocación ofensiva de Primera, no se inmutó con el infortunio de Rubén y Zé Castro. Tampoco se escudó en un probable error arbitral. A estas alturas de campeonato, con tres victorias consecutivas y una propuesta irrenunciable, sabe a lo que juega y está cargado de confianza. El internacional rumano Rat subía con asiduidad por la banda izquierda mientras Bueno tramaba su venganza con el público de Zorrilla. Al filo del descanso, cazaba de forma magistral una asistencia de Trashorras que premiaba el dominio del Rayo.

El equipo de Juan Ignacio estaba muy lejos de la intensidad exhibida ante el Barça. Los chispazos de Jeffren apenas servían para asomarse tímidamente al área de Rubén, que no tuvo opciones para ponerse nervioso tras su fallo en el gol local. Óscar no participaba y los blanquivioletas no carburaban. El Rayo dominaba y, tras el empate, acumulaba ocasiones de peligro, con un activo Rochina, ante una zaga muy insegura. Mitrovic y Valiente, que ya no se entendieron en el gol de Bueno, estuvieron en dos ocasiones más a punto de entregar un segundo regalo. Larrivey se quedó muy cerca de aprovecharse.

Óscar encara a Rubén en un mano a mano que falló. Habría sido el gol de la victoria.
Jémez, con un planteamiento inicial irreprochable, echó una manita al Real Valladolid en el último cuarto de hora. Alberto Bueno, con sinfonía de abucheos de la afición, salía del campo para alivio del equipo de Juan Ignacio. Poco después también se marcharía Iago Falqué, muy peligroso en el uno contra uno por banda. Las entradas de Jonathan Viera y Lass descompensaron al Rayo y transformaron un encuentro que el Real Valladolid temía incluso perder.

Un arrollador final cambió la perspectiva del empate. El Real Valladolid, con Manucho en el campo como pareja de Javi Guerra, perdía dos puntos trascendentales en la batalla por la permanencia. El salmantino malograba dos clarísimas ocasiones ante Rubén. En la primera, un mal control a pase de Manucho le impidió rematar dentro del área. A ocho minutos del final, disparaba fuera en un mano a mano con Rubén.

Bueno sufría en el banquillo. Su venganza corría peligro. Manucho, lento, desperdició otra clara ocasión tras marcharse de Rubén. Con la portería vacía, aunque sin ángulo, disparó muy flojo. Gálvez despejó sin problemas antes de que el balón llegara a la portería. Ya en tiempo de descuento, Larsson resolvía mal una contra (tres para tres) con un disparo muy alto. La venganza de Bueno valía un punto. El Rayo suma su cuarta jornada invicto. Los madrileños se mantienen a tres puntos de un Real Valladolid que ha sufrido en el momento menos oportuno la reivindicación de un jugador que sigue pagando pero que no quiso que siguiera en el vestuario.


Alineaciones:

Real Valladolid 1: Jaime; Marc Valiente, Jesús Rueda, Mitrovic, Peña; Álvaro Rubio, Rossi (Víctor Pérez 77’), Jeffren (Larsson 62’), Óscar, Valdet Rama (Manucho 73’); y Javi Guerra.

Rayo Vallecano 1: Rubén; Arbilla, Zé Castro, Gálvez, Rat; Saúl, Trashorras, Rochina (Longo 86’), Bueno (Jonathan Viera 70’), Iago Falqué (Lass 77’); y Larrivey.

Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó a Rossi (12’), Mitrovic (27’), Marc Valiente (49’) y Álvaro Rubio (65’), por el Real Valladolid, y a Bueno (9’), por el Rayo Vallecano.

Goles:

Rubén falla en el gol del Real Valladolid.
1-0 (Min. 7). Saque de esquina que lanza Jeffren desde el banderín derecho. Mala salida de Rubén que falla en el despeje que cae en los pies de Arbilla. El balón de Arbilla tropieza en la cara de Zé Castro y se va directo a la portería. Gálvez desvía sobre la línea. Mateu Lahoz valida, a instancia del asistente, el gol en propia puerta de Zé Castro

1-1 (Min. 44). Excepcional balón largo de Trashorras al área del Real Valladolid que Alberto Bueno, que gana la espalda de Rueda y Mitrovic (muy mal conectados esta tarde), cruza con un gran zurdazo.

Incidencias: 29ª jornada de la Liga BBVA. Nuevo Estadio José Zorrilla. 18.670 espectadores con más de un millar de aficionados del Rayo en las gradas.

Las notas:

Jaime (6): El bombazo de la alineación relegando a Mariño al banquillo. Fusilado por Alberto Bueno. En el segundo periodo salvó una peligrosa llegada de Larrivey, tras una falta de entendimiento entre Rueda y Mitrovic, y un disparo de Rochina en posición ventajosa.

Marc Valiente busca el centro en una de sus dos subidas por la banda.
Marc Valiente (6): Se estrenó en el lateral derecho relevando al sancionado Rukavina. Dio la cara fuera de su posición natural. Subió una vez la banda en cada periodo pero sin claridad ofensiva.

Jesús Rueda (3): Bueno le ganó la acción en el gol del empate. Muy desajustado con Mitrovic. Nervioso. Entre ambos estuvieron a punto de regalarle un gol a Larrivey.

Mitrovic (4): De más a menos. Cómodo en el primer periodo ante un Rayo sin profundidad. Se quedó parado en el gol de Bueno. Con el paso de los minutos fue acumulando fallos de concentración. Acabó el encuentro con evidentes problemas musculares con los tres cambios agotados. Se ganó una amarilla por una durísima entrada a Rochina en la frontal.

Peña (5): Gris, desapercibido durante muchos minutos. Sin errores importantes en defensa, se echó en falta mayor presencia ofensiva.

Álvaro Rubio (4): Trashorras, por calidad, y Saúl, por intensidad, le superaron. Sin recursos físicos para imponerse.

Rossi (3): El italiano completó una de sus actuaciones más discretas. No pudo con Trashorras y Saúl y apenas se descolgó en ataque. Dejó su puesto a Víctor Pérez a trece minutos del final.

Jeffren (6): Titular por primera vez con el Real Valladolid. Comenzó con muchas ganas con un disparo, a los veinte segundos, casi desde el centro del campo que se marchó desviado por poco. Sirvió el saque de esquina que concluyó con el gol en propia puerta de Zé Castro. Conectó de manera acrobática, pero sin peligro, un centro de Valdet Rama. Sustituido por Larsson al cuarto de hora del segundo acto.

Óscar (5): Tardó en aparecer. Regresó al once y tuvo la victoria en sus pies en dos clarísimas ocasiones en los últimos diez minutos. Falló un control ante Rubén con la portería a su alcance y un mano a mano con el portero del Rayo. 

Valdet Rama (4): Muy diluido. Trabajó bien en labores defensivas en el primer periodo pero no tuvo presencia ofensiva. Sustituido por Manucho a diecisiete minutos del final.

Javi Guerra (4): Con poco peso ofensivo. Apareció en el arreón final con un disparo flojo desde la frontal.

Larsson (4): Jugó casi media hora en la banda derecha tras entrar por Jeffren. Eligió la peor opción, en el tiempo de prolongación, en una contra con tres jugadores por cada equipo. Disparó muy alto.

Rubén sale a tapar a Manucho en la recta final del partido.
Manucho (7): Su aparición coincidió con los mejores momentos del Real Valladolid con el Rayo muy desajustado con las salidas de Bueno y Falqué. Ganó los duelos aéreos, con una gran asistencia a Óscar que el salmantino no controló ante el guardameta del Rayo. Más tarde, su escasa velocidad le privó de marcar tras marcharse de Rubén. Con la portería vacía, aunque con poco ángulo, disparó flojo. Gálvez evitó el gol sin dificultades.

Víctor Pérez (6): Entró por Rossi a trece minutos del final para organizar la ofensiva del Real Valladolid a por la victoria.

Juan Ignacio Martínez (3): Cambió, sin justificación, la portería, aunque Jaime no tuviera incidencia directa en el marcador. Su planteamiento, con bandas rápidas con Jeffren y Valdet Rama, no tuvo ninguna incidencia en el césped. El equipo sí mejoró con los cambios.