domingo, 30 de marzo de 2014

Manucho cree en la salvación

El Real Valladolid sale de los puestos de descenso. Un gol del angoleño a los seis minutos resuelve la finalísima ante el Almería. Los blanquivioletas fueron muy superiores y perdonaron una victoria más amplia. Esteban y la mala puntería impidieron el botín extra del gol-average particular con los andaluces.

Manucho celebra el gol de la victoria. Fotos: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es)
Manucho es, sin duda, el jugador más controvertido en la historia moderna del Real Valladolid. Cinco temporadas, una cedido en el fútbol turco, han dado para mucho, para acumular detractores y defensores, en menor medida. A tres meses de concluir su contrato, el delantero angoleño ha vivido su jornada más feliz como blanquivioleta. La antítesis de aquel postrero gol en propia puerta contra el Hércules con el ascenso a Primera en juego. El angoleño, tras recoger un balón suelto en el área, ha resuelto la finalísima ante el Almería. Una victoria de oro en la lucha por la permanencia.

El Real Valladolid arrancó enchufado. No sintió el cambio de hora. Todo lo contrario. Salió más despierto que nunca en una Liga en la que ha tirado muchos encuentros con una deficiente puesta en escena. Ante el Almería no podía permitirse ese lujo, regalar ni un solo minuto. Hoy solo valía ganar. Manucho y el resto del equipo estaban por la labor con un arrollador comienzo rubricado con el gol de la victoria a los seis minutos. Antes habían avisado Rukavina, con una subida por la banda que el angoleño no enchufó, y Marc Valiente, con un remate de cabeza en un saque de esquina.

El equipo de Juan Ignacio Martínez demostraba que se estaba jugando su plaza en Primera. Ahora sí. El Real Valladolid borraba la indolente imagen ofrecida en las tres últimas jornadas contra Sevilla, Rayo Vallecano y Real Sociedad. Jugaba con una intensidad que se ha echado mucho en falta en esta temporada para compensar las carencias de calidad de la plantilla. Intensidad, expresada históricamente en las gradas de cualquier estadio con loas a la testosterona, para competir con verdaderas garantías en la máxima categoría del fútbol español.

Manucho escenificaba mejor que nadie ese cambio de mentalidad. Pese a su condición de suplente con Juan Ignacio Martínez, el angoleño ha respondido en el campo cada vez que ha sido reclutado. Sin rastro del apático jugador que tan poco colaboró para mejorar su conexión con la afición en sus primeros años en Valladolid. Ante el Almería, ha completado una de sus mejores actuaciones desde que llegó a Zorrilla en el verano de 2009. Muy trabajador en la presión, dominante ante los centrales rivales, intimidador en el área y, además, goleador.

Larsson, que completó un gran partido, busca a Javi Guerra.
No era el único que demostraba testosterona en el campo. Rukavina se adueñó de la banda derecha y formaba un magnífico tándem con Larsson. El sueco, siempre un derroche de testosterona, acabó aclamado por la afición cuando se retiró a cinco minutos del final. La velocidad y verticalidad de Larsson incomodaron a una defensa almeriense sin contundencia. En el segundo tiempo, regaló dos goles a Guerra y Óscar que malograron los dos jugadores de más talento del equipo.

A la testosterona de Manucho, Larsson y Rukavina se sumó una muy meritoria actuación de Álvaro Rubio y Víctor Pérez, la pareja de mediocentros de Djukic en la recta final de la temporada del ascenso y en la excelente primera vuelta de la pasada Liga. Movieron el balón rápido y con acierto, llegaron a la frontal para probar el disparo, cubrieron cada incorporación de los laterales y cortocircuitaron el juego ofensivo del Almería. Víctor demostraba a Juan Ignacio los motivos que llevaron a Djukic para enamorarse del juego del centrocampista manchego, que aún no ha renovado su contrato.

El encuentro estuvo cerca de quedar visto para sentencia en el primer tiempo. El Real Valladolid firmó su mejor media hora de la temporada, incluso por delante de la victoria contra el Barça. La importancia del choque contra el Almería incrementa el valor de la actuación de los blanquivioletas. El veterano Esteban (cumplirá 39 años en junio) sostenía a su equipo con dos buenas paradas a Javi Guerra, con un disparo pegado al poste, y Óscar, a la media vuelta.

Aún tuvo el portero asturiano un tercer momento de protagonismo antes del descanso en la jugada polémica de la mañana. Esteban y su fortachón cuerpo se llevaron por delante a Manucho en una obligada salida del marco. Zorrilla clamó roja. Teixeira Vitienes, que había anulado con cero a cero un gol de Óscar Díaz por ligero fuera de juego, ni señaló falta. El Almería se libraba por los pelos de marcharse al descanso perdiendo y con uno menos. Apenas Suso, con aisladas acciones individuales, había creado algo de peligro.

Rukavina y Víctor Pérez presionan a Aleix Vidal.
El Almería llegaba vivo al segundo tiempo. Si algún fallo ha tenido el Real Valladolid, ha sido no rematar el encuentro. Tras una nueva parada de Esteban, esta vez a Larsson, y una falta directa de Víctor Pérez que no encontró portería, el Almería rozó el empate en una cabalgada de Suso que dejó a Aleix Vidal ante Jaime. Su disparo se marchó fuera por muy poco. Habría sido injusto y, al mismo tiempo, demoledor para un Real Valladolid que tenía menos fluidez ofensiva tras el descanso y que dilataba el segundo golpe, el que noqueara al Almería.

Como ante el Rayo y la Real, el equipo adoleció de pegada. Guerra, en boca de gol a pase de Larsson, hizo lo más difícil: fallar. Jesús Rueda estrelló en el larguero un lanzamiento de falta. Y Óscar, como en las dos anteriores jornadas, seguía enemistado con el gol tras dormirse dentro del área. Para entonces, el Almería, que mantenía milagrosamente el gol-average tras su victoria en la primera vuelta con una clamorosa mano de Rodri, ya jugaba con uno menos. Manucho, héroe y villano en Zorrilla en los últimos cinco años, había sacado la segunda amarilla a Torsiglieri. El angoleño y el resto del equipo creen en la salvación. La afición empieza a creer.


Alineaciones:

Real Valladolid 1: Jaime; Rukavina, Jesús Rueda, Marc Valiente, Peña; Álvaro Rubio (Rossi 73’), Víctor Pérez, Larsson (Omar 85’), Óscar; Javi Guerra (Jeffren 73’) y Manucho.

Almería 0: Esteban; Rafita, Trujillo, Torsiglieri, Mané; Tébar, Corona (Azzez 82’), Suso, Soriano (Jonathan Zongo 60’), Aleix Vidal; y Óscar Díaz (Rodri 66’).

Goles:

Manucho supera a Esteban con Guerra y Torsiglieri en el suelo.
1-0 (Min. 6). Víctor Pérez abre a la izquierda a Peña. Centro del salmantino al que no llega Javi Guerra en el primer palo, estorbado por Torsiglieri. El balón continúa hasta el segundo palo donde Manucho bate a Esteban.

Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes (colegio cántabro). Expulsó por doble cartulina amarilla al defensa del Almería Torsiglieri (25’ y 75’). Amonestó a Rukavina (7’) y Larsson (80’), por el Real Valladolid. 

Incidencias: 31ª jornada de la Liga BBVA. Nuevo Estadio José Zorrilla. 15.585 espectadores.

Las notas:

Jaime (6): Tercera titularidad consecutiva del cancerbero manchego. El Almería le permitió una plácida mañana. Desvió un disparo centrado de Suso mediado el primer periodo. Antes del descanso, se complicó la vida con un recorte a Óscar Díaz con la portería vacía. En el segundo, se salvó por unos pocos centímetros de un gol de Aleix Vidal a pase de Suso.


Juan Ignacio anima a Rukavina, que no paró de subir la banda.
Rukavina (8): Muy buen partido del lateral serbio con constante presencia ofensiva. Se entendió a la perfección con Larsson que, además, dejó a menudo la banda libre para que Rukavina se adueñara del carril.

Jesús Rueda (8): Rozó el gol en el segundo tiempo con un soberbio lanzamiento de falta que impactó en el larguero. Vital en un cruce dentro del área ante Óscar Díaz poco después de marcar Manucho.

Marc Valiente (7): Regresó al eje de la zaga, una posición inédita desde la aparición de Mitrovic, sancionado contra el Almería. Bien en labores defensivas, en el arranque del encuentro cabeceó fuera un saque de esquina.

Peña (7): Asistió a Manucho en la jugada del gol. Subió menos que Rukavina pero eligió bien los momentos. Suso incordió lo suyo por su banda.


El capitán Álvaro Rubio tiró de experiencia.
Álvaro Rubio (8): Lección maestra de oficio del veterano capitán. Salió aplaudido de Zorrilla cuando dejó su puesto a Rossi en el último cuarto de hora. Movió muy bien el balón, rápido y con precisión. Al filo del descanso, probó sin éxito un disparo desde la frontal.

Víctor Pérez (8): En progresión tras dejar buenas sensaciones en Anoeta. Ahora sí, jugando en su posición, está recordando al notable futbolista de las dos anteriores temporadas. Muy bien colocado en todo momento, inició la jugada del gol de Manucho. Sin acierto en dos disparos lejanos, uno de ellos una falta directa.

Larsson (9): Su intensidad desarmó al Almería. Desbordante por banda y con frecuentes incursiones hacia el centro. Zorrilla coreó su nombre cuando se marchó al banquillo a cinco minutos del final. Regaló dos claros goles a Guerra y Óscar, que no aprovecharon. Asistió en otro par de buenas acciones a Manucho. También probó a Esteban con dos disparos.

Óscar (6): Sigue sin suerte con el gol. Ante Esteban, permitió que Tébar se le cruzara antes de armar el disparo dentro del área. Volcado a la banda izquierda, algo intermitente.

Javi Guerra (6): Falló un gol clamoroso, prácticamente en el área pequeña y sin oposición, a pase de Larsson. Impactó mal con el balón. Abrió muchos espacios a Manucho cayendo en banda pero estuvo desafortunado en las contras y de cara a portería. Esteban le sacó un buen disparo pegado al poste. Escuchó algunos silbidos tras un innecesario lanzamiento lejano pero fue mayoritariamente aplaudido cuando dejó su puesto a Jeffren en el último cuarto de hora.


Manucho, antes de ser arrollado por Esteban.
Manucho (9): Mañana gloriosa del delantero angoleño que marcó su segundo gol de la temporada que vale tres importantísimos puntos en la batalla por la permanencia. Muy bien en la presión y en la recuperación de balón. Estuvo muy activo en ataque. Ya a los dos minutos tuvo una opción para marcar, aunque se durmió en el área y perdió el balón. Esteban se lo llevó por delante en una salida del portero del Almería que pudo ser roja y se quedó, sin embargo, sin señalar.

Jeffren (5): Tuvo un cuarto de hora ubicado en la banda derecha. Individualista y poco preciso. No acertó con un par de disparos.

Rossi (5): De nuevo suplente. Entró por Rubio para oxigenar el mediocampo y evitar una sorpresa del Almería.

Omar (5): Salió a cinco del final por Larsson para jugar en la banda izquierda. En el tiempo extra, cedió al hispano-venezolano para que disparara fuera en una contra.

Juan Ignacio Martínez (8): Volvió al esquema con dos delanteros y acertó. También dando continuidad a Víctor en la medular. Consiguió, además, que el equipo saliera a tope desde el primer minuto, uno de los principales problemas del Real Valladolid en esta temporada.