jueves, 27 de marzo de 2014

Solo los errores ajenos mantienen vivo al Real Valladolid

Carlos Vela resuelve un partido de enorme inoperancia ofensiva del equipo de Juan Ignacio Martínez, que desperdicia una nueva oportunidad para salir del descenso. Óscar marró las dos únicas ocasiones de gol, incluido un mano a mano ante Bravo. Jaime evitó que Vela, Canales y Seferovic sentenciaran para la Real. Mitrovic, importante baja ante el Almería tras ver la quinta amarilla del curso.

Carlos Vela encara a Rukavina ante la presión de Álvaro Rubio.
Fotos: www.realvalladolid.es
Alberto Marcos tendrá que explicar muy seriamente al final de la temporada, haya o no descenso, en qué estaba pensando cuando confeccionó esta plantilla. Con cinco pírricas victorias en treinta jornadas, apenas una (en Vallecas) a domicilio, solo los errores ajenos mantienen vivo al Real Valladolid. Las derrotas del Osasuna y el Getafe han sido las únicas buenas noticias de la jornada. La salvación aparece aún a tiro (dos puntos) con el Almería, un rival directo y ‘accesible’, como próximo visitante en Zorrilla.

El equipo de Juan Ignacio Martínez ha demostrado en Anoeta que no está peleando por el descenso por casualidad. Buena actitud, sí. Pero una clamorosa inoperancia y una vergonzosa falta de calidad, también. No es un equipo indisciplinado. No es un equipo carente de compromiso. No es un equipo sin suerte. Este Real Valladolid armado en verano por Alberto Marcos, con la connivencia del entrenador, Juan Ignacio Martínez, y el presidente Carlos Suárez, no tiene, sencillamente, nivel para competir en Primera.

La decadencia de la Liga española, incuestionable en la segunda mitad de la clasificación, está impidiendo un desenlace rápido de la temporada del conjunto blanquivioleta. En condiciones normales, con un mayor nivel en el campeonato, el equipo estaría ya en Segunda. Con todo, mucho tiene que cambiar el Real Valladolid para seguir en Primera por más errores ajenos de sus rivales en la zona baja. La calidad no se entrena, es algo innato a cada jugador. El encuentro de Anoeta ha sido una irrefutable prueba de que el Real Valladolid es un equipo sin talento. Un dato: doce saques de esquina, cero ocasiones.

La Real, que acumulaba tres derrotas en las últimas cuatro jornadas, va sobrada, en cambio, de calidad. Griezmann, que había marcado tres dobletes en las tres ocasiones en que se había cruzado con el Real Valladolid, no fue esta vez el factor desequilibrante. Cedió el protagonismo a Carlos Vela, otro futbolista superlativo. El mexicano sorprendió a Jaime tras una asistencia de Rubén Pardo que habrían firmado Zidane, Laudrup o Xavi en sus tardes más inspiradas. Calidad, algo imprescindible para jugar en Primera salvo para el estratega Alberto Marcos.

Juan Ignacio, que ratificó su apuesta por Jaime, a la postre el jugador más destacado del choque, sorprendió con la suplencia del intenso Rossi. En su lugar, Víctor Pérez, prácticamente por primera vez en la temporada jugando en su posición natural: mediocentro. Larsson y Jeffren ocuparon las bandas para apelar a la velocidad. No era un mal planteamiento. Tampoco fue mala la ejecución. El Real Valladolid salió dominando con unos buenos primeros veinte minutos a los que les faltó… calidad.

La Real, que venía de encajar cuatro goles en Almería, perdiendo en el tiempo de prolongación, comenzó sin confianza. El equipo de Jagoba Arrasate no tardó en despertar vista la inoperancia blanquivioleta con un control estéril del partido. El chaval txuri-urdin Zaldua (21 años) encontraba una mina subiendo la banda derecha. A la primera, dejó solo a Seferovic ante Jaime. El guardameta manchego reivindicó su titularidad sacando un remate a bocajarro en el área pequeña. Le salvaría otros dos buenos disparos al delantero con pasaporte suizo en el segundo tiempo.

El gol de Carlos Vela magnificó la ausencia de talento ofensivo del Real Valladolid. En todo el primer periodo, los castellanos no lanzaron entre los tres palos a pesar de sobar el balón, e incluso moverlo bien, durante distintas fases del partido. Apenas un disparo débil de Javi Guerra, a la media vuelta, que se marchó por encima del larguero. La Real, con el marcador a favor, manejó la victoria usando dos de sus mejores cualidades: la verticalidad de su línea ofensiva y el talento de sus delanteros.

Vela, con la ayuda de un entonado Canales, que probó el disparo con asiduidad, creaban más peligro que todo el Real Valladolid junto. Jaime salvó el dos a cero antes del descanso en una letal contra vasca. Griezmann había regalado el gol a Vela. Jaime mandaba el encuentro vivo al descanso con una prodigiosa salida. El marcador de Anoeta no reflejaba, de cualquier manera, las sensaciones del césped. La diferencia de calidad era bochornosa.

Óscar y Javi Guerra, decepcionados tras el gol de la Real.
Ni siquiera Óscar, el jugador con más clase, sin discusión, del equipo, cambió el guion. El salmantino, que ha convivido durante casi toda la temporada con las lesiones, falló dos ocasiones claras ante el Rayo, incluido un mano a mano contra el portero rayista. Repitió desgracia en Anoeta. Otros dos fallos en las casi únicas oportunidades de gol del Real Valladolid. Bravo le ganó otro mano a mano tras un gran pase de Larsson. Después, remató alto desde el punto de penalti.

Si Óscar y Guerra no están finos, que últimamente no lo están, poco más tiene de donde recurrir el Real Valladolid para encontrar la calidad necesaria para ganar partidos y prorrogar su estancia en Primera. Las incorporaciones de Valdet Rama y Omar, con media hora por delante tras sustituir a Larsson y Jeffren, sonrojaron al aficionado más optimista. Lejos de revitalizar al equipo, el Real Valladolid no volvió a inquietar a la Real con la excepción de un libre indirecto dentro del área por cesión a Bravo en el tiempo extra. Sin incidencia en el resultado. La salida de Ebert al Spartak de Moscú es una losa en las acciones a balón parado.

Media hora tirada a la basura que solo sirvió para que Mitrovic viera la quinta amarilla de la temporada y se pierda el vital encuentro ante el Almería. Impotencia absoluta y orfandad de calidad camino de Segunda salvo si los errores ajenos lo impiden. Tendrán que ser, eso sí, muchos y muy grandes. Este Real Valladolid no da más de sí. Pregunten a Alberto Marcos.


Alineaciones:

Real Sociedad 1: Claudio Bravo; Zaldua, Ansotegi, Iñigo Martínez, José Ángel; Bergara, Rubén Pardo (Elustondo 83’), Carlos Vela, Canales (Xabi Prieto 66’), Griezmann; y Seferovic (Agirretxe 71’).

Real Valladolid 0: Jaime; Rukavina, Jesús Rueda, Mitrovic, Peña; Álvaro Rubio (Rossi 71’), Víctor Pérez, Larsson (Valdet Rama 60’), Óscar, Jeffren (Omar 60’); y Javi Guerra.

Goles:

1-0 (Min. 22). Rubén Pardo se inventa un pase elevado en la frontal que supera a toda la defensa del Real Valladolid. Carlos Vela rompe desde atrás, controla con el pecho en el área y dispara con la izquierda para batir a Jaime.

Árbitro: Del Cerro Grande (colegio madrileño). Amonestó a Canales (35’), por la Real Sociedad, y a Óscar (42’), Mitrovic (65’), Víctor Pérez (87’) y Rossi (92), por el Real Valladolid.

Incidencias: 30ª jornada de la Liga BBVA. Anoeta. 21.125 espectadores.

Las notas:

Jaime (9): Juan Ignacio Martínez confirmó su apuesta en la portería tras sentar a Mariño ante el Rayo. No es que fuera un cambio necesario pero, al menos, Jaime está justificando su titularidad. El mejor del equipo. Solo cometió un error, un mal despeje al área que Griezmann no aprovechó. A cambio, sacó un gol cantado de Seferovic, a bocajarro, y un mano a mano con Carlos Vela. Salvó también un disparo de Griezmann antes de que se cumpliera el primer minuto, un lanzamiento de falta de Canales y dos buenos chuts de Seferovic en el segundo tiempo.

Rukavina (3): Bastante flojo. De más a menos. Con poco presencia en ataque. Probó un disparo lejano desde la frontal que se marchó muy desviado.

Jesús Rueda (5): Discreto. Seferovic fue un incómodo rival.

Mitrovic, importante ausencia para recibir al Almería.
Mitrovic (5): No jugará ante el Almería tras ver la quinta amarilla de la temporada por un innecesario agarrón en el centro del campo a Seferovic. Vela, desde atrás, y Seferovic le crearon problemas.

Peña (3): Prácticamente inexistente en ataque. Sufrió bastante en el primer periodo con las incorporaciones de Zaldua. Desperdició un libre indirecto dentro del área en el tiempo de prolongación.

Álvaro Rubio (6): De lo más destacado del equipo. Puso intensidad en las anticipaciones y movió bien el balón con la compañía de una nueva pareja de baile: Víctor Pérez. Sustituido por Rossi a casi veinte del final.

Víctor Pérez acompañó bien a Álvaro Rubio en la medular.
Víctor Pérez (6): Novedad en el once. Jugó por fin en su posición natural. Dejó buenas sensaciones en el manejo y circulación del balón. En los primeros instantes del segundo tiempo, disparó muy alto desde la frontal. Se jugó la roja con una durísima entrada a Griezmann en los últimos minutos del encuentro.

Larsson (6): Jugó una hora, casi siempre en la banda derecha aunque por momentos cambió de posición con Jeffren. El sueco echó ganas y puso, además, un gran balón a Óscar que el salmantino falló ante Bravo en la ocasión más clara del partido del Real Valladolid.

Óscar (4): Desacertado. Como ante el Rayo, tuvo el gol en dos excelentes oportunidades. Volvió a fallar un mano a mano que le tapó, esta vez, Bravo. Erró también un disparo desde el punto de penalti con la portería a su alcance.

Jeffren (4): Gris. Ocupó la banda izquierda, aunque a menudo se marchó al centro. Algo individualista, no le salieron los regates y se marchó al banquillo a la hora.

Javi Guerra (4): Perdido. Todo muy forzado. Se sacó el único disparo, a la media vuelta, con algo de peligro del Real Valladolid en el primer periodo. En el segundo, también mandó muy arriba otro lanzamiento. Participó poco. Está en un momento bajo de forma.

Valdet Rama (4): Entró por Larsson y empeoró las prestaciones del sueco. No se marchó de los defensas de la Real.

Omar (3): Una sombra del jugador que apuntaba hace un año. Absolutamente intrascendente en la banda derecha pese a disputar media hora.

Rossi (4): Suplente inesperado en Anoeta. Entró por Rubio para aportar más oxígeno en la búsqueda del empate. No ofreció soluciones.

Juan Ignacio Martínez (4): ¿Hasta qué punto es el gran responsable de la debacle del equipo? Planteó bien el choque, pero se encontró con el obstáculo de la ausencia de calidad de la plantilla. La apuesta por Jaime le está funcionando. Falló, sin embargo, con los cambios, que no aportaron nada. Dejó a Manucho sin pisar el césped con el marcador en contra. Un error.