lunes, 10 de marzo de 2014

El Balonmano Valladolid se agarra al salvavidas del concurso de acreedores

El club ha presentado esta mañana la solicitud ante el Juzgado de lo Mercantil. La directiva apunta con descaro al exgerente de la entidad: “Las causas que han motivado esta decisión han sido la imposibilidad de hacer frente a todos los pagos del mes de febrero y, principalmente, la ejecución por parte de Raúl Torres Martín de la sentencia (por despido improcedente), con el consiguiente embargo de las cuentas bancarias”. La deuda del Balonmano Valladolid asciende a un millón y medio de euros.


El Juzgado de lo Mercantil de Valladolid decidirá en el plazo de un mes el futuro de un nuevo club deportivo profesional de la ciudad. El Balonmano Valladolid ha seguido los pasos del CB Valladolid y el Real Valladolid. El club ha presentado este lunes una solicitud de concurso voluntario de acreedores con una deuda de 1.583.000 euros. Una decisión que llega con una innecesaria y lamentable acusación directa del Balonmano Valladolid hacia Raúl Torres.

El exgerente del club ha pedido la ejecución de la sentencia favorable tras su demanda por despido improcedente. Un total de 49.000 euros de los que Torres se ha mostrado dispuesto a perdonar más de 24.000. Una oferta que desde el Balonmano Valladolid se ha rechazado. El presidente del club, Óscar Simón, lanzó ya un órdago contra Raúl Torres el pasado 19 de febrero. “Si Raúl Torres ejecuta esa sentencia, el club desaparecerá”. Toda la presión sobre un extrabajador que se marchó porque se le debía dinero.

Óscar Simón ha convocado esta mañana a la prensa para explicar los últimos movimientos del club para eludir el abono de la indemnización a Torres reconocida en los tribunales y sortear el embargo de las cuentas del Balonmano Valladolid. Ante los medios de comunicación, Simón ha leído el siguiente comunicado:

“En Junta Directiva celebrada el pasado día 3 de marzo de 2014, se decidió por unanimidad solicitar ante el Juzgado de lo Mercantil la entrada del Club Balonmano Valladolid en concurso de acreedores, lo cual se ha llevado a efecto en la mañana de hoy. Las causas que han motivado esta decisión han sido la imposibilidad de hacer frente a todos los pagos del mes de febrero y, principalmente, la ejecución por parte de Raúl Torres Martín de la sentencia, con el consiguiente embargo de las cuentas bancarias del club. En este momento comienza una nueva andadura. Esta Junta Directiva continuará trabajando siempre por el presente y futuro del Club Balonmano Valladolid”.

Óscar Simón, presidente del Balonmano Valladolid.
Tras la lectura, Simón ha justificado la salida de un concurso voluntario de acreedores por la decisión de Torres de ejecutar una sentencia que supone “el embargo de las cuentas y, por tanto, la imposibilidad de realizar los diferentes pagos del día a día” del Balonmano Valladolid. El presidente de la entidad no se ha cortado a la hora de exponer su visión del conflicto laboral con Torres: “El club no despidió a Raúl Torres, sino que fue éste el que solicitó la extinción del contrato tras un periodo de baja por enfermedad y ha sido la única persona con la que no se ha podido llegar a un acuerdo y que ha decidido ejecutar la sentencia, que ha derivado en el embargo de las cuentas”.

Óscar Simón ha cargado con dureza contra el exgerente con el que se intentó un acuerdo de última hora el pasado jueves a través de su abogado. “Ha sido la gota que ha colmado el vaso y hubiera pasado lo mismo si cualquier otro hubiera solicitado la ejecución de una sentencia, por lo que el concurso de acreedores supone un ejercicio de responsabilidad en esa lucha por mantener el club”, ha defendido el presidente del Balonmano Valladolid que ha hipotecado el futuro de la entidad en el Juzgado de lo Mercantil.

El club dependerá del administrador concursal en lo que respecta al plano financiero, pero las decisiones seguirán estando en manos de la junta directiva (…) Tenemos que ser optimistas respecto al futuro del club y esta decisión se ha tomado en aras de la viabilidad del mismo, siguiendo los pasos de otros equipos de Asobal como Granollers, Aragón o Ademar de León”, ha añadido Simón. “No es el fin del mundo”, ha resumido el presidente de la entidad vallisoletana. “El que entra en concurso es el club, pero hay unos patrocinadores solventes que van a seguir apoyando”.

El Balonmano Valladolid, según ha expuesto el contable Eduardo Toquero, tiene una deuda de 1.583.000 euros a fecha de 28 de febrero. El mayor acreedor es Hacienda (700.000 euros). El club adeuda, además, 200.000 euros a la Seguridad Social, 398.000 euros a personal anterior y actual, 203.000 euros a entidades bancarias y 116.000 euros a proveedores.