La central, con dos goles en los cinco últimos minutos, lidera al Unicaja Banco Gijón para derrotar a las blanquiazules por la mínima (33-34) tras un gran encuentro. La pausa asturiana pudo con el vértigo vallisoletano.
Amaia G. De Garibay cierra un contraataque. Foto: www.bmaula.es |
El encuentro se decidió en los cinco últimos minutos tras una máxima igualdad.
Entonces, a las vallisoletanas les fallaron las fuerzas, mientras que las asturianas manejaron mejor la tensión y el reloj. Estiraron al máximo los ataques y se encomendaron a una inspiradísima Cecilia Cacheda para llevarse un valioso triunfo (33-34) de Huerta del Rey.
Ambos equipos habían preparado el partido al detalle, conscientes de la importancia de los puntos. El Caja Rural Aula Valladolid trabajaba para evitar la conexión con la pivote Nayla de Andrés, mientras que las asturianas se esforzaban para no tener pérdidas y negar el contraataque a las blanquiazules. Así se explicaba el exiguo 1-0 que figuraba en el marcador a los cinco minutos. Pero la plenitud defensiva no podía durar siempre y, poco a poco, los ataques encontraron las rendijas para colarse. Ahí estuvo más rápido el Caja Rural Aula Valladolid. Enfrente, la conexión en los seis metros entre Cecilia Cacheda y Nayla de Andrés traía de cabeza a las vallisoletanas.
Las de Miguel Ángel Peñas lo tenían claro: si querían ganar al Unicaja Banco Gijón, tenían que correr. Cada vez que frenaban el ataque asturiano y lanzaban la primera oleada, dominaban el partido. Cada vez que se veían obligadas a atacar en estático, sufrían. Así se alcanzó la mitad del primer tiempo con un marcador muy igualado (8-6). Por delante quedaba mucho balonmano que ver. Porque las asturianas fueron adaptándose al partido y, paso a paso, imponiendo su ritmo, con una increíble Nayla de Andrés, que convertía en oro cada balón que le llegaba. El choque bailaba entre lo que uno y otro equipo querían del tiempo y el juego.
La segunda unidad del Caja Rural Aula Valladolid, con Danila So Delgado a la cabeza, salió para insuflar aire al conjunto vallisoletano, que se disparó de la mano de una espectacular Carmen Sanz. La portera firmó una magnífica primera parte, con ocho paradas, e impulsó a las blanquiazules hasta los cuatro goles de ventaja (14-10, minuto 22). Pero, como cada vez que las vallisoletanas se escaparon en el marcador, las asturianas mantuvieron la cabeza fría y siguieron haciendo lo que saben. Y que saben hacer muy bien. Y en un partido sin exclusiones, la primera llegó para Malena Valles tras un larguísimo ataque del Unicaja Banco Gijón. Las de Miguel Ángel Peñas tuvieron que jugar en inferioridad el final de la primera mitad y el comienzo de la segunda. Con todo el guion ya sobre la pista, se llegó al descanso con máxima igualdad (16-16).
La segunda parte arrancó con un 5:1 del Unicaja Banco Gijón sobre Danila So Delgado y con las blanquiazules aferradas a jugar a toda velocidad para sobrevivir a la inferioridad. Lo consiguieron para contar justo a continuación con una superioridad tras una exclusión de María Palomo. Tras inferioridades, superioridades y cambios de sistema, las vallisoletanas estiraron, de nuevo, su renta (20-17, minuto 35). Enfrente, Juliana Borges tomaba las riendas ofensivas con lanzamientos exteriores y penetraciones hasta los seis metros. No tenía prisa el Unicaja Banco Gijón, muy consciente de sus fortalezas.
Así que las asturianas volvieron a frenar el ritmo y se apoyaron en Raquel Álvarez, que cerró la portería, para volver a empatar (21-21). Y aprovecharon una exclusión de Elba Álvarez para, otra vez, igualar (23-23). Las vallisoletanas volvieron a conseguir una pequeña ventaja en igualdad (25-23).
Como si de un péndulo se tratase, el choque variaba entre los empates y las pírricas ventajas de las blanquiazules, entre la velocidad del Caja Rural Aula Valladolid y la pausa del Unicaja Banco Gijón. Y ese movimiento pendular dejaba mucha tensión en la pista. El reloj se acercaba a los diez últimos minutos y la igualdad era la única constante de la ecuación. Juliana Borges atraía los goles en las asturianas, mientras que Elba Álvarez asumía la responsabilidad en el Caja Rural Aula Valladolid. Ya nada de lo anterior importaba porque, a falta de cinco minutos, el partido estaba empatado (30-30). Los cinco últimos minutos lo iban a decidir todo.
Y entonces le fallaron las fuerzas a las vallisoletanas, que bajaron levemente el nivel defensivo en las dos últimas acciones. Y eso, ante un equipo que juega casi de memoria, fue una condena. Dos goles de Cecilia Cacheda en los tres últimos ataques del Unicaja Banco Gijón desarbolaron a la defensa blanquiazul, que acusó el cansancio acumulado en las piernas. Ese segundo que las vallisoletanas llegaron tarde se convirtió en vital en las manos de la central.
Ficha
técnica:
Caja Rural Aula Valladolid 33 (16+17): Carmen Sanz (portera, 13 paradas), Teresa Álvarez (2), Elba Álvarez (9, 6p.), Elena Cuadrado (4), Inoa Lucio (3), Amaia G. De Garibay (3) y Cristina Cifuentes (4) –siete inicial– Danila So Delgado (4), Jimena Laguna (2), Malena Valles (2), Sara Molés (-), Rafaela Bergara (-), Savina Bergara (-), Elena García (-), Claudia Álvarez (-) y Lulu Guerra (portera suplente).
Unicaja Banco Gijón 34 (16+18): Raquel Álvarez (15 paradas), Cecilia Cacheda (7), María Palomo (7), Juliana Borges (9, 2p.), Marizza Faria (2), Sandra Vallina (1) y Nayla de Andrés (5) –siete inicial– Aida Palicio (2), Jazmín Lucero (1), Lucía Fernández (-), Alba Fernández (-), Nerea Calbón (-) y Lucía Alonso (portera suplente).
Parciales cada cinco minutos: 1-0, 5-3, 8-5, 10-8, 15-12, 16-16 (descanso) 19-17, 22-21, 25-24, 28-26, 30-31 y 33-34.
Árbitros: Mendoza Roldán (colegio andaluz) y Visciarelli Lareo (colegio andaluz). Excluyeron a Malena Valles (29’) y Elba Álvarez (42’), por parte del Caja Rural Aula Valladolid, y a María Palomo (31’), por parte del Unicaja Banco Gijón.
Incidencias: 15ª jornada de la Liga Guerreras Iberdrola 2021/22. Huerta del Rey, con más de 500 personas. Antes del partido se guardó un minuto de silencio por Javier Zalama, exjugador del equipo masculino recientemente fallecido.
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