Agónica victoria con un solitario gol de Aguado a los cuatro minutos. El Mirandés, que mereció más, se estrelló tres veces contra los palos, dos Brugui y una Riquelme. Los blanquivioletas resistieron el acoso final con tres centrales y uno menos por la expulsión de Monchu en el tiempo extra. Luis Pérez y Nacho se perderán la próxima jornada por acumulación de tarjetas.
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| Los palos y Masip salvaron a los de Pacheta. Foto: www.realvalladolid.es |
El inicio fue prometedor. No solo por el tanto, que se originó en una recuperación para una combinación de Roque Mesa para Plata, un centro raso del ecuatoriano y un remate de Aguado en el área. Sino porque la pelota y todo el fútbol se canalizaban a través de las botas blanquivioletas. En el minuto ocho, Aguado dispuso de otra oportunidad con un disparo desde la frontal.
A partir de entonces, se vivió el otro lado de la moneda. La circulación no fluyó, la presión jabata era efectiva y el campo se inclinó hacia la meta de Masip. En el minuto nueve, Brugui avisó con un remate al travesaño. Una madera aliada ya que frenó a los mirandeses en tres ocasiones.
El delantero se topó también con el palo en el ecuador del primer periodo tras un centro de Camello, que pudo marcar poco después en un saque de esquina. Riquelme se estrelló también ante el palo. Por último, Masip, a tres minutos del descanso, realizó un paradón para despejar un disparo del máximo artillero rojillo, Camello, desde fuera del área.
El descanso llegó como lluvia en el desierto. Un refresco, una pausa, que se prolongó algo más de los quince minutos ya que el Real Valladolid quiso liberarse del yugo impuesto por el Mirandés en la reanudación. Weissman contó con una clara ocasión, pero su cabezazo sin oposición se le marchó alto. Monchu buscó la escuadra desde la frontal, pero encontró la grada.
El equipo blanquivioleta parecía respirar, pero el paso del reloj devolvió la estampa del primer tiempo. De nuevo el desparpajo y la verticalidad del Mirandés aparecieron para hacer daño y volver a disponer de minutos de asedio, con menos fiereza que en la primera mitad pero con la misma intención, a pesar del cambio de sistema de Pacheta, que introdujo tres centrales.
Riquelme, en varias ocasiones, Camello, Brugui y Hassan intimidaron, pero se encontraron a un seguro Masip y un entramado defensivo que minimizó los daños, aunque eso costase cartulinas amarillas que tendrán su efecto en la próxima jornada con las ausencias de Luis Pérez y Nacho por acumulación de tarjetas.
Los minutos de añadido, ocho en total, se vivieron con tensión, pero el Real Valladolid demostró tener mimbres y capacidad para gestionar situaciones límites, con Monchu expulsado en el tiempo extra. Aunque con diez, los blanquivioletas dispusieron de una última ocasión clara, de Hervías, que robó y cruzó en exceso en el mano a mano.
Tres puntos más, portería a cero ante uno de los equipos más goleadores del campeonato y otra forma de vencer. Todo ello para continuar la presión sobre los dos primeros clasificados, el Eibar y el Almería, y seguir en la lucha por el ascenso directo a cinco jornadas del final.
Ficha técnica:
CD Mirandés 0: Lizoain; Carreira (Aguirre 86’), Arroyo, Jorge Saénz, Imanol; Meseguer, Álex López (Tchimbembé 72’), Vicente (Hassan 62’), Riquelme, Brugui; y Camello.
Real Valladolid 1: Masip; Luis Pérez, Joaquín, Josema (Kiko Olivas 77’), Nacho; Monchu, Aguado, Roque Mesa (El Yamiq 65’); Iván Sánchez (Hervías 65’), Weissman (Cristo 77’) y Plata (Anuar 55’).
Goles:
0-1 (min. 4): Aguado.
Árbitro: Moreno Aragón (colegio madrileño). Expulsó a Monchu (92’), del Real Valladolid. Amonestó a Vicente (50’) y Meseguer (96’), por parte del CD Mirandés, y a Roque Mesa (20’), Aguado (63’), Luis Pérez (67’), Joaquín (82’) y Nacho (94’), del Real Valladolid.
Incidencias: 37ª jornada de LaLiga Smartbank. Anduva, con un millar de aficionados blanquivioletas.
Crónica de www.realvalladolid.es