Los
vallisoletanos perdían por veinte puntos (40-20) a cuatro minutos del descanso.
El equipo de Paco García redujo la brecha antes del ecuador del encuentro
(42-32), gracias a Sergio de la Fuente, e igualó el choque en el tercer cuarto
(47-47), con Jubril Adekoya y Greg Gantt como estiletes. Álex Reyes tomó el
testigo en los últimos minutos y consumó la ‘sorpresa’ (76-78).
Saltó la campanada
en el Javier Imbroda con la enésima machada del Carramimbre.
El Ciudad de
Valladolid conquistó la cancha del Melilla Baloncesto (76-78) después de
remontar veinte puntos (40-20, a cuatro minutos del descanso) tras un magistral
tercer periodo y un último cuarto donde salió a la luz la principal virtud del
equipo carmesí: su capacidad competitiva. Con el factor cancha, ahora, del lado
de los vallisoletanos, el próximo sábado (20 horas) se disputará el segundo
asalto de la serie, también en Melilla.
Sin presión alguna,
dado el papel de favorito del Melilla Baloncesto, el Carramimbre CBCV firmó una
buena puesta en escena en el Javier Imbroda de la ciudad autónoma, anotando en
las primeras posesiones y mandando al inicio merced al acierto exterior (6-8,
con dos triples). El dominio carmesí, sin embargo, fue un espejismo y los de
Alejandro Alcoba no tardaron en hacerse con la manija.
La alegría inicial
en las ardillas dio paso a los nervios y estos a las imprecisiones. El Ciudad
de Valladolid se atascó de cara al aro y empezó a sufrir para detener la
potencia interior del cuadro melillense. Más allá de tres triples transformados
(12-11), los de Paco García fueron incapaces de encontrar vías de anotación en
la defensa azulona, un factor que aprovecharon los locales para protagonizar un
primer estirón en el marcador. Solamente los rebotes ofensivos sostuvieron a un
Carramimbre, justo de centímetros, que cerró el primer periodo con la máxima en
contra (19-13).
Con el paso de los
minutos, las torres de Alejandro Alcoba se agigantaron y las diferencias en la
zona se empezaron a trasladar al marcador. El Melilla Baloncesto subió una
marcha en la defensa y colapsó el ataque de los pupilos de Paco García,
incapaces de reaccionar hasta el ecuador del periodo, cuando los locales habían
firmado un parcial de 10-0 y doblaban a las ardillas (31-15).
El conjunto
vallisoletano, abocado a solicitar un tiempo muerto, se encomendó a su capitán,
Sergio de la Fuente, para terminar la primera mitad con opciones y demostrar
eso de que “el Carramimbre es muy pesado y nunca se va de un partido”, como
recordó en las últimas horas Paco García. ¡Y vaya si lo demostró! El ala-pívot
vitoriano (17 de valoración al descanso) acabó con el sangrante parcial y se
echó sobre la espalda al equipo, que llegó al ecuador de la contienda con vida
tras un parcial de 2-12 en la recta final del segundo cuarto (42-32).
A pesar de haber
estado noqueado y contra las cuerdas, el CBC Valladolid sacó a relucir su gen
competitivo para tratar de obrar la machada. Dicho y hecho. El Melilla
Baloncesto amagó con escaparse por segunda vez, pero las alarmas no llegaron a
encenderse del todo tras un parcial de salida de 5-0. Así, igual que antes
Sergio de la Fuente, en este punto de inflexión fueron Jubril Adekoya y Greg
Gantt quienes emergieron para liderar una reacción meteórica.
La dupla
norteamericana desplegó la artillería y golpeó una y otra vez desde la larga
distancia, turnándose entre el ala-pívot y el escolta para liderar un parcial
de 0-15 que dilapidó toda la desventaja y empató la contienda (47-47) para
desconcierto local.
La zona 3-2
ordenada por Paco García había surtido su efecto, a pesar de los riesgos para
cerrar el rebote, pero la falta de centímetros de las ardillas obligaba a la
reinvención. No pudo salir mejor una fórmula a la que había que sumar el
acierto desde más allá del arco. A la pareja estadounidense (19 de valoración de
Jubril Adekoya) se sumó Álex Reyes (trece puntos y nueve rebotes) para afrontar
el Carramimbre los últimos diez minutos con muchas opciones para llevarse el
triunfo del Javier Imbroda (56-55).
Jubril Adekoya (diecinueve puntos y cuatro rebotes) y Sergio de la Fuente (dieciséis puntos y ocho rebotes) suplieron la falta de centímetros del equipo carmesí en el juego interior. |
El Melilla
Baloncesto ya no era capaz de despegarse de las ardillas, a pesar de los
continuos arreones que intentaron los hombres de Alejandro Alcoba, encomendados
a un descomunal Caleb Agada (veinte puntos). La dinámica había cambiado y ahora
era el Carramimbre CBCV quien iba a manejar sus rentas. La intensidad defensiva
de los castellanos les permitió llegar a los últimos tres minutos por delante
en el marcador, a pesar de haber desaprovechado varios ataques consecutivos en
un momento crítico de la contienda.
Aun así, ese gen
competitivo propio de Paco García y sus pupilos se plasmó en una concentración
superlativa y un cuajo extraordinario, que impulsaron a Álex Reyes para asestar
el golpe mortal. Amén de sus triples, el escolta cacereño robó un balón vital a
falta de treinta segundos para poner el 73-77, que parecía casi definitivo.
Un ‘2+1’ de Josep
Franch obligó a un esfuerzo extra, pero de nuevo la defensa y los tiros libres
de Sergio de la Fuente acabaron por consumar la campanada ante un Melilla que
tuvo bola para ir a la prórroga. No anotaron los locales y la serie comienza con
sorpresa y victoria carmesí (76-78).
Ficha técnica:
Club Melilla Baloncesto 76 (19+23+14+20): Josep Franch (8), Txemi Urtasun (5),
Juan Rubio (3), Stojan Gjuroski (-) y Felipe Dos Anjos (13) -quinteto titular-.
También jugaron: Vasilije Vucetic (9), Caleb Agada (20), Jonathan Gilling (5),
Darko Balaban (8) y Javi Marín (5).
Carramimbre CBC Valladolid 78 (13+19+23+23): Óscar Alvarado (6), Greg Gantt (13),
Álex Reyes (18), Sergio de la Fuente (16) y Jubril Adekoya (19) -quinteto
titular-. También jugaron: Seydou Aboubacar (-), Jonathan Kazadi (4), Carlos
Novas (-), Daniel Astilleros (2) y Mike Torres (-).
Árbitros:
Bravo Loroño, Franquesa Vázquez y Sánchez Cutillas. Sin eliminados.
Incidencias: Primer partido de los playoffs de ascenso de la
Liga LEB Oro 2018/19. Pabellón de los Deportes Javier Imbroda Ortiz.
Crónica de www.cbcvalladolid.es