El
Real Valladolid, con una entregada afición, celebra la permanencia con un gran
protagonista: el ‘abuelo’ Borja, tras anunciar su retirada. “Poco hay que
decir. Todo esto es muy bonito después de todos estos años”, ha agradecido el
gallego.
El estadio José
Zorrilla vistió este sábado sus mejores galas. La ocasión así lo merecía.
Tocaba festejar el
hito cosechado el pasado fin de semana en Vallecas: una permanencia histórica.
Y vaya que sí se hizo.
Primero en la
Pucela Fan Zone donde, desde las 13:15 horas, los aficionados blanquivioletas
se agolparon para calentar los motores e inaugurar la jornada festiva.
Después, ya en el
estadio, los fieles vallisoletanos desplegaron sus bufandas y cantaron a capela
el himno en los instantes previos al choque. Anteriormente, los aficionados
valencianistas animaron a los locales con un guiño a la hazaña vallisoletana. “¡Pucela
es de Primera!”, cantaron los hinchas ches, ante lo que los blanquivioletas respondieron
con agradecidos aplausos.
Con el pitido
inicial, los cánticos se sucedieron de forma atronadora, lo que espoleó a los
futbolistas de Sergio González, que dominaron por momentos al Valencia, aunque un gol en la
primera parte del conjunto valenciano, de Carlos Soler, y otro en la segunda mitad, de Rodrigo, privaron a los
vallisoletanos de regalar un nuevo triunfo a la hinchada.
Poco importó, dado
que nada ni nadie iban a empañar la fiesta blanquivioleta y la despedida de
Borja Fernández, quien disputó su último encuentro como futbolista profesional.
Borja fue vitoreado por la afición y todos sus compañeros se juntaron en el
minuto ochenta en el centro del campo, su hábitat natural, para despedirle antes
de ser sustituido por Calero.
Un instante
entrañable que encorajinó a los aficionados, ya inmersos en ‘modo celebración
on’, mediante una ola que definitivamente echó el cierre al partido y dio el
pistoletazo de salida al tributo ‘per se’.
Primero, los
jugadores dieron el paseíllo de honor al coso blanquivioleta, escenario de
grandes gestas. Más agasajos para un grupo que, merced a su unión y tesón,
certificó la salvación a una semana para la conclusión del curso 2018/19.
Tras la vuelta de reconocimiento,
llegó el turno para la ovación individual. Los presentadores, Sergio Encinas y
Fran El Chavo, introdujeron a los jugadores uno a uno, haciendo alarde de su
vis cómica. Cada jugador recibió su homenaje antes de que Sergio González y
Javi Moyano regalasen a la afición y sus compañeros sentidas palabras de
agradecimiento.
La foto de familia de un Real Valladolid de Primera. Imagen: www.realvalladolid.es |
El orensano, cómo
no, se emocionó e invitó a su familia al escenario, en el que estaban todos sus
compañeros, quienes no dudaron en llamarle “abuelo”, una vez más.
“Poco hay que
decir. Todo esto es muy bonito después de todos estos años”, declaró Borja para
ceder después el micrófono al presidente.
Ronaldo realizó un
aviso para navegantes, escueto, pero ilusionante: “El año que viene vamos a
hacer mucho más y mejor. Gracias afición”.
A renglón seguido,
el respetable disfrutó de otro vídeo en el que, al ritmo del ‘Nothing Else
Matters’ de Metallica, se resumió una temporada excelsa, que se clausuró con
una foto de familia de toda la plantilla con confeti y artificios para dotar de
aún más colorido, si cabe, a una jornada cincelada para celebrar que “Pucela Es
De Primera”.
Noticia de www.realvalladolid.es