Los
gladiadores azules prorrogan su dulce estado de forma en el final de la
temporada: seis jornadas invictos, con cinco victorias y un empate. El equipo
de David Pisonero, que incluso tiene opciones para acabar séptimo la Liga
Asobal, supera al Bada Huesca (32-22) con una demoledora segunda mitad. Abel
Serdio, un emblema del club, y Héctor González se despiden de la afición de
Huerta del Rey.
Abel Serdio, manteado por sus compañeros. Fotos: www.atleticovalladolid.es |
La motivación, el ritmo
y la confianza que tiene ahora el Recoletas Atlético Valladolid es imbatible en
esta recta final de la temporada. El Bada Huesca aguantó a su nivel 25 minutos.
Después, su intensidad decayó y fue superado por los gladiadores azules, mucho
más enteros físicamente y, sobre todo, mucho más acoplados y conectados.
La conexión entre los jugadores, también con el entrenador, que ahora exhibe el equipo de Huerta del
Rey supera cualquier otro momento anterior en la historia del Recoletas Atlético
Valladolid. La madurez como conjunto, después de mucho trabajo, ha alcanzado su
mejor nivel y eso se nota en la pista desde hace ya varios meses.
Con esta victoria,
los vallisoletanos amplían la mejor racha positiva de su historia en la Liga
Asobal, con seis jornadas sumando puntos (cinco triunfos y un empate). Una
racha increíble que permite al Recoletas Atlético Valladolid certificar ya el
octavo puesto, con lo que esquivará dos eliminatorias de la Copa del Rey en la
próxima temporada. Un gran premio para un final de curso espectacular para los
gladiadores azules, que incluso optan a la séptima plaza.
Fue también un
partido muy especial porque era el último de la temporada en Huerta del Rey. La
afición respondió con un emotivo aplauso al final del encuentro dirigido a toda
la plantilla. También fue especial para Abel Serdio y Héctor González, que no
continuarán en el equipo en la próxima temporada.
El adiós del pivote
asturiano resultó emocionante. El máximo goleador del equipo, emblema y referente
del Recoletas Atlético Valladolid en los últimos tiempos, se despidió con
lágrimas ante una grada volcada con Serdio y un vestuario que le arropó en todo
momento. Su paso por Valladolid ha sido histórico y ha dejado una huella
profunda.
Adrián Fernández, arriba, lucha con la defensa del Bada Huesca. Diego Camino, abajo, prepara un lanzamiento. |
Los goles desde el
extremo de Dani Perez (cinco en la primera parte) fueron un alivio para los
gladiadores azules, a los que les costaba mucho marcar. Sin embargo, los
locales se mantuvieron firmes atrás y el partido pasó por momentos de mucha
intensidad, pero escasos goles (8-6, minuto quince). La dureza defensiva de
ambos equipos provocó también algunos instantes polémicos con los árbitros,
circunstancia que el Bada Huesca aprovechó para ponerse por delante (10-11,
minuto 25).
Pero los
gladiadores azules firmaron cinco minutos brillantes antes del descanso para
escaparse por tres goles (14-11). Ayudó el 5:1 defensivo, con Roberto Turrado
de avanzado, y la mayor clarividencia ofensiva de Abel Serdio, Manu García y el mismo Roberto Turrado. Los errores del Huesca, con muchas pérdidas, les condenaron.
El Atlético
Valladolid prolongó su estado de gracia en un arranque fulgurante de la segunda
mitad, en el que obtuvo su mayor ventaja hasta el momento (17-11, minuto 33).
La defensa resultó clave, una vez más. José Nolasco pidió un tiempo muerto para
frenar a los vallisoletanos. Pero no lo consiguió y los locales se escaparon aún más,
hasta tener nueve goles de ventaja (22-13, minuto 39), para firmar un parcial
de 8-2 desde el descanso.
Arriba, Dani Pérez lanza desde el extremo con Arguillas en la portería. Abajo, Nico López defiende a Radovan Ostojic. |
La actuación coral
del Recoletas resultó un día más espectacular, a la que se sumó César Pérez
deteniendo dos penaltis y un Carlos Calle también inmenso en la portería. Así,
en el minuto 48, el Atlético Valladolid alcanzó los once goles de ventaja
(26-15).
El choque entró en
un momento de equilibrio, que no favoreció al Recoletas Atlético Valladolid. Los
aragoneses aprovecharon la relajación local para anotar cuatro goles de forma
consecutiva y acercarse en el marcador (26-19, minuto 53).
Pisonero pidió un tiempo
muerto porque peligraba la renta de cinco goles que buscaba para superar el
‘golaverage’ particular con el Huesca. El Bada se acercó aún más (26-20, minuto
54). Pero ahí se quedó. El Atlético se reactivó y cerró el partido con varias
defensas buenas, que dejaron sin respuesta a los visitantes. Al final, victoria por diez goles, 32-22, que
muestra el brillante encuentro de los vallisoletanos.
Ficha técnica:
El Recoletas Atlético Valladolid, que jugó con una camiseta conmemorativa por el trigésimo aniversario del Grupo Recoletas, se despide de Huerta del Rey en este curso. |
Bada Huesca 22 (11+11): Daniel Arguillas (portero, 6 paradas), Filipe
Mota (3), Radovan Ostojic (3), Nicolás Bonanno (4), Enrique Camas (3, 2p.),
Oier García (1) y Gonzalo Carró (1) –siete inicial– Alberto Val (1), Gerard
Carmona (2), Adrià Pérez (2), Eloy Felez (-), Nicolás Zungri (-), Miguel Malo
(-), Lucas Calvo (2, 2p) y Jorge Gómez Lite (portero suplente, 6 paradas).
Parciales cada cinco minutos: 3-1, 5-4, 6-6, 8-8, 10-10, 14-11 –descanso– 18-12,
22-14, 25-15, 26-17, 27-20 y 32-22 (final).
Árbitros: Monjo
Ortega (federación madrileña) y Martín Soria Fabián (federación valenciana).
Descalificaron a Abel Serdio (57’), del Recoletas Atlético Valladolid.
Excluyeron a Abel Serdio (9’ y 57’), Rubén Río (15’) y Manu García (34’), del
Recoletas Atlético Valladolid, y a Radovan Ostojic (5’), Filipe Mota (16’),
Nicolás Bonanno (27’), Adrià Perez (33’) y Gerard Carmona (57’), del Bada
Huesca.
Incidencias: 29ª jornada de la Liga Asobal. Huerta del Rey.
2.046 espectadores.
Crónica de www.atleticovalladolid.es