martes, 21 de mayo de 2019

El Carramimbre roza la Final Four

A seis puntos (77-71) tras una brillante segunda mitad. El Melilla dominaba claramente al descanso (46-25), pero el conjunto de Paco García reaccionó y entró al último minuto con opciones de victoria (73-69) para pasar la eliminatoria. Una digna despedida para el equipo carmesí, que cierra la temporada con la cabeza alta.

Vucetic busca el tapón ante Aboubacar. Fotos: Nuria Rioja vía Twitter Carramimbre CBCV.
El sueño del ascenso murió en Melilla.

El Carramimbre CBCV cayó en el quinto y decisivo partido de la serie (77-71) y puso fin a una temporada de ensueño. Los de Paco García, que llegaron a estar 24 puntos abajo, nunca dejaron de creer y demostraron, por enésima vez, su orgullo y gen competitivo para remontar, aunque terminaron muriendo en la orilla y bajando el telón a un curso maravilloso.

Como en la primera visita al Javier Imbroda, el Carramimbre aterrizó en la ciudad autónoma sin presión, cediendo completamente el papel de favoritos a los locales, pero con el lastre mental que supuso la derrota del pasado sábado en Pisuerga.

En los compases iniciales, primó más la alegría carmesí ante un Melilla atenazado y errático, que evidenciaba nervios y ansiedad. Así, el CBC Valladolid aprovechó dichas sensaciones para cargar la pintura, sostenerse con el rebote ofensivo y mantener la igualdad (11-12) durante todo el primer periodo, a pesar de que los locales apretaron el acelerador en la recta final del cuarto inaugural (19-14). Los de Alejando Alcoba no iban a levantar el pie.

No tardaron los melillenses en afinar la puntería y comenzar a desarbolar al Carramimbre desde la larga distancia. Dos triples de Josep Franch y otro de Jonathan Guilling pusieron tierra de por medio con un Ciudad de Valladolid que entró en barrena en ataque y se diluyó defensivamente. Los de Paco García se encasquillaron en los veinte puntos y ni siquiera dos tiempos muertos consecutivos del técnico vallisoletano reanimaron a un Carramimbre visiblemente cansado y tocado mentalmente (35-20).

Intensos en defensa y liderados por un inspirado Jonathan Gilling (15 puntos, 17 de valoración y 5/7 en triples al descanso), los melillenses rompieron el partido con un parcial de 17-0 que frenó Jonathan Kazadi (8 puntos), el único jugador carmesí que parecía mínimamente acertado de cara al aro.


El Carramimbre sacó orgullo y vendió muy cara la derrota a pesar
del adverso marcador de la primera mitad.
Los vallisoletanos, a merced del Melilla durante el segundo periodo, volvieron en sí en la recta final y acabaron salvados por la campana del descanso (46-25). La situación casi crítica no invitaba al optimismo aunque, en el partido inaugural de la serie, las ardillas ya fueron capaces de remontar veinte puntos en contra. Las sensaciones, no obstante, eran distintas. La frescura de piernas, también.

Después de cuatro partidos y medio, ni siquiera las variantes tácticas en la defensa ni el pundonor consiguieron sorprender a un Melilla Baloncesto que dominaba en todos los aspectos del juego: 7/14 en los triples contra el 1/10 vallisoletano, 25-16 en los rebotes y 12-4 en las asistencias. Los números hablaban por sí solos y el Carramimbre estaba abocado a una epopeya épica, aunque el factor sorpresa del partido inaugural de la eliminatoria ya no jugaba a su favor.

Aun así, lo cierto es que los primeros minutos de la segunda parte recordaron por momentos a la remontada que propició la campanada inicial en el Javier Imbroda. Un parcial de 0-9 encendió todas las alarmas en el conjunto dirigido por Alejandro Alcoba, quien se vio obligado a parar el partido cuanto antes. Buscando objetivos cortos, el Carramimbre había dado un paso adelante para meterse en el encuentro, aunque faltaba lo más difícil: darle la vuelta. Ese era el objetivo para un último periodo al que se llegó con un 60-49, con media remontada del cuadro carmesí.

Consumar la reacción, sin embargo, son palabras mayores. Los nervios afloraron en ambos bandos y, después de dos minutos sin que se moviera el marcador, el Carramimbre golpeó con un parcial de 2-6, que tuvo que enfriar de nuevo el entrenador local. El Melilla Baloncesto, ya con el miedo en el cuerpo, se encomendó a un Caleb Agada valiente, que sostuvo a sus compañeros. La enésima gran actuación del exterior nigeriano, sumada a varias decisiones arbitrales controvertidas, evitó el ‘sorpasso’ vallisoletano en los momentos críticos (68-60).

Gantt inicia una penetración hacia el aro del Melilla Baloncesto.
A pesar de todo, la cuerda se tensó y el Carramimbre amenazó de nuevo las opciones de los locales, pero Txemi Urtasun cogió el testigo de Caleb Agada y acabó con las últimas esperanzas. Cinco puntos consecutivos del escolta pamplonés dejaron sobre la lona a un Carramimbre que nunca dejó de creer y que llegó al último minuto aún con vida (73-69), pero la falta de acierto a la hora de la verdad condenó a los vallisoletanos.

Finalmente, la frialdad del Melilla desde la línea de los tiros libres dio la puntilla (77-71) a un Ciudad de Valladolid que no pudo en la primera mitad y al que no le dejaron en la segunda, pero que acabó muriendo en la orilla y con la cabeza alta. Abajo el telón a una temporada carmesí de ensueño.

Ficha técnica:

Club Melilla Baloncesto 77 (19+27+14+17): Javi Marín (2), Txemi Urtasun (10), Caleb Agada (15), Stojan Gjuroski (5) y Felipe Dos Anjos (9) -quinteto titular-. También jugaron: Jonathan Gilling (17), Juan Rubio (3), Josep Franch (9), Darko Balaban (6) y Vasilije Vucetic (1).

Carramimbre CBC Valladolid 71 (14+11+24+22): Óscar Alvarado (5), Greg Gantt (12), Álex Reyes (13), Sergio de la Fuente (15) y Jubril Adekoya (2) -quinteto titular-. También jugaron: Seydou Aboubacar (7), Jonathan Kazadi (13), Daniel Astilleros (4) y Carlos Novas (-).

Árbitros: Morales Ruiz, López Lecuona y Lucas Martínez. Eliminaron, por cinco faltas personales, a Vasilije Vucetic y Javi Marín, del Club Melilla Baloncesto, y a Jonathan Kazadi, del Carramimbre CBC Valladolid.

Incidencias: Quinto y último encuentro de los playoffs de ascenso de la Liga LEB Oro. Pabellón de los Deportes Javier Imbroda Ortiz.