El
segundo billete para la final, con el Espanya ya clasificado, se decidirá este
domingo en Canterac. Los vallisoletanos salvaron el primer ‘match-ball’ con una
peleada victoria (7-3). Los canarios dominaban en el arranque del segundo
periodo (2-3) y Kaukinen impidió que la brecha se ampliara peligrosamente.
Mario Díez y Jan Vyoral remontaron. La sentencia llegó con tres goles más de
Dani Díez, Olmo Ercilla y Adel Saber.
Serie igualada: una victoria para cada equipo. Foto: www.web.cplv.org |
Los vallisoletanos
estaban obligados a ganar y cumplieron en un choque que se les complicó en el
inicio de la segunda parte, con un 2-3 en contra y dudas, pero que resolvieron
con buen juego y goles para que el pase a la final se decida este domingo en
casa.
El arranque del
partido dejó entrever lo que iba a ocurrir a lo largo de los cincuenta minutos:
la pastilla en posesión del CPLV y el Molina, esperando algún error para sacar
a relucir su calidad en ataque. Así pasaron los diez primeros minutos, con una
expulsión de Miguel de Saja, bien defendida por los locales, y con Jerry
Kaukinen evitando el 0-1 en una acción individual de Requena. Enfrente, Andrés
Baños y Dani Díez estuvieron cerca del primer gol, pero el checo Schejbal lo
impidió.
Hasta que Adel Saber,
con una recuperación en defensa y un rápido pase a Mario Díez, comenzó una
jugada que acabó con una asistencia a Dani Díez que, esta vez, no perdonó. Era
el minuto doce y el CPLV se adelantaba para tranquilidad de una parroquia que
volvió a responder en las gradas de Canterac. Marcos Pérez estuvo cerca del
segundo gol casi en la siguiente acción, topándose de nuevo con el portero
canario.
A partir de ese
momento, el Molina se desplegó y el CPLV esperó atrás, sin pasar muchos apuros
y con una superioridad que desaprovechó. Llegó finalmente el empate, casi sin
que los canarios lo buscaran, tras una pérdida cerca de la portería que Requena
mandó a las mallas. El golpe, a 3:53 del descanso, lo respondieron Kyle Novak y
Miguel de Saja nada más sacar de centro, con el 2-1 en una rápida combinación.
Así parecía que se
iba a llegar al descanso, pero otra acción de fortuna, con un regate sin querer
de Requena, le dejó al jugador del Molina la pastilla a placer para empatar a
dieciséis segundos del intermedio.
Todo se decidió en
una segunda parte que arrancó con un jarro de agua fría. Los vallisoletanos
disponían de una superioridad que no solo no concretaron sino que se
encontraron con el 2-3 a la contra, otra vez de Requena. No había pasado un minuto
y medio y aparecieron los nervios. Tanto que en la siguiente acción, el CPLV se
quedó con uno menos. Kaukinen frustró en varias acciones un peligroso 2-4.
El encuentro entró
en una fase complicada para los locales, necesitados de la victoria. Fase que
cambió con el 3-3, obra de Mario Díez en un ‘power-play’ atascado hasta ese
momento.
Quedaban diecisiete
minutos, un mundo. Solo dos después, el cuadro vallisoletano remontó tras una
entrada en velocidad de Olmo Ercilla con pase a Jan Vyoral, para que el checo encontrase
el gol. El CPLV se desató y consiguió el quinto gol, obra de Dani Díez a pase
de Mario Díez.
A partir de ahí, el
encuentro pasó a ser de control local. Sin arriesgar, el CPLV esperó al Molina
y aprovechó cada error para buscar el sexto gol, que llegó a falta de ocho
minutos por medio de Olmo Ercilla en otra superioridad. Los vallisoletanos ya
tenían el triunfo en el bolsillo. El broche lo colocaron Adel Saber con el 7-3,
a falta de dos minutos, y las entradas de Jorge Baños en la portería y el resto
de jóvenes, Carlos Cabrera, Pablo Tribiño, Andrés Esgueva y Eloy Valls, en los
instantes finales.
Este domingo, a las
10:30 horas en el polideportivo Canterac, asalto definitivo por un puesto en la
final, donde el Espanya aguarda para conocer a su rival.
Crónica de www.web.cplv.org