El equipo de Djukic se sobrepuso al tempranero
gol de Demichelis, consiguió empatar por medio de Manucho y tuvo las mejores
oportunidades para ganar.
En cualquier caso, el Real Valladolid dio por bueno el empate porque el Málaga mostró las hechuras que corresponden a un equipo que sigue vivo en la Liga de Campeones y es cuarto en la clasificación de la Liga. Y el Málaga también intentó ganar, aunque la zaga blanquivioleta volvió a brillar e impidió que Dani tuviera que intervenir. Tan solo una vez remató a puerta el conjunto malagueño, y marcó.
El gol del Málaga espesó al Real Valladolid durante la primera parte. Con el viento a favor en el marcador, los de Pellegrini presionaron bien la salida del balón de los centrales, que no encontraron la forma de conectar con Álvaro Rubio y Sastre, hasta tal punto que tuvo que pasar media hora para que Bueno pudiera chutar a puerta.
Pese a todo, en el minuto 41, el Málaga también cometió su error defensivo, y el Real Valladolid lo aprovechó. Álvaro Rubio pudo levantar la cabeza y puso un centro medido para Manucho, que ganó claramente la espalda a Demichelis. El cabezazo del angoleño fue imparable, como lo había sido el del central argentino en su tanto, que había nacido en una falta lateral.
Larsson tuvo en sus botas la victoria. Foto: Ángel Becerra (www.realvalladolid.es) |
Sin embargo, en los últimos minutos, el Málaga dio un paso adelante y encerró en su parcela al Real Valladolid, al que le empezó a costar mucho ganar los balones divididos y salir al contraataque. Tan solo Valdet Rama, que jugó media hora por Larsson, tuvo la punta de velocidad necesaria para desbordar a una zaga andaluza que es de las más firmes de la Liga.
En cualquier caso, el Málaga amagó mucho, pero no pegó nunca. Tuvo muchos balones en el último tercio del campo, pero tocó y tocó sin encontrar grietas en el entramado defensivo del Real Valladolid, que tuvo que firmar las tablas como mal menor.
Crónica de www.realvalladolid.es