viernes, 11 de diciembre de 2020

La victoria de Weissman

Doblete del israelí, que abrió y cerró el marcador. Los blanquivioletas se adelantaron a los siete minutos, pero se hundieron en el resto de la primera parte, con una enorme fragilidad defensiva. El Osasuna remontó con goles de Budimir y Roberto Torres. Los vallisoletanos reaccionaron tras el descanso con un penalti de Orellana, tras un claro error de Herrera, y atraparon un importantísimo triunfo con un cabezazo del ‘killer’ hebreo. Calleri tuvo el empate en el tiempo de prolongación. Janko se retiró lesionado mediada la segunda mitad.

Marcos André y Weissman no habían coincidido,
hasta ahora, como titulares. Fotos: www.realvalladolid.es
Confirmado, Weissman ha llegado con pólvora a España.


El último ‘pichichi’ de la Bundesliga austriaca, con treinta tantos en la pasada temporada, se estrenó ante el Osasuna con un doblete importantísimo que vale tres puntos.

Dos goles de ‘killer’: un remate tras un brillante control orientado y un cabezazo tras un centro desde la banda.

Weissman aprovechó su cuarta titularidad del curso, con Sergi Guardiola en el banquillo tras ser duda durante toda la semana, y sacó al Real Valladolid, que escapa de la zona de descenso, de un señor problema. Los blanquivioletas, tras el primer gol del israelí, se hundieron hasta el descanso. Desplome defensivo. El Osasuna recogió las consecuencias con un cabezazo de Budimir y un latigazo de Roberto Torres.

El croata, largamente vinculado con el Real Valladolid en el último mercado de fichajes, castigó un gravísimo error de Joaquín a la hora de tirar el fuera de juego. El central andaluz, muy despistado durante toda la noche, liberó a Budimir en el área. Mientras, el canterano de Tajonar se aprovechó de otro clamoroso fallo, en este caso de Nacho, incapaz de despejar un saque de banda. El madrileño, que clama banquillo desde hace muchas jornadas, dejó el balón suelto para que Roberto Torres fulminara a Masip. Un derrumbe en toda regla.

Se veía venir. Tras el gol de Weissman, el Real Valladolid desapareció en el ataque. Roque Mesa, que repitió titularidad, no entró en contacto con el balón para impedir el empuje del Osasuna. Los blanquivioletas se echaron para atrás demasiado pronto. Los vicios de un equipo acostumbrado a defender con Sergio González en el banquillo. Pero lo hicieron, además, francamente mal. Budimir ya tuvo en las botas el empate a los diecisiete minutos tras ganarle la posición a Joaquín, al que le dio la noche. Masip, providencial, desvió el remate.

Roque Mesa repitió titularidad, aunque estuvo
peor que ante el Atlético en la pasada jornada.
La remontada del Osasuna no sorprendió a nadie. Los goles de Budimir y Roberto Torres plasmaron a la perfección lo que ofrecía el Real Valladolid, un insultante agujero en la defensa. Y el destrozo pudo ser definitivo. Masip, en el tiempo extra del primer periodo, impidió el segundo de Budimir, con un cabezazo en el área pequeña casi a bocajarro, y el tercero del Osasuna. Nunca mejor dicho, al Real Valladolid le salvó la campana.

Porque el partido cambió radicalmente en la segunda mitad.

El Real Valladolid se fue arriba y descubrió que el Osasuna defendía, como poco, igual de mal. Aridane ya dio pistas en el primer gol de Weissman. Óscar Plano mandaba fuera un balón suelto en el área y Marcos André obligaba a Herrera a estrenar sus guantes. El gol se presentía ante la reacción local y la endeblez defensiva visitante. Aunque el empate llegó, más que nada, por un exceso de ímpetu de Herrera, que se llevó por delante a Joaquín a la hora de meter los puños para despejar un balón. Penalti tonto y claro. Y empate de Orellana, que a falta de juego sí está demostrando acierto desde los once metros con la camiseta del Real Valladolid. Es el segundo penalti que transforma.

El mismo Osasuna que tuvo el partido en sus manos en la primera parte se vino abajo tras la igualada. Justificó con creces su condición de equipo de la zona de descenso, con seis jornadas sin ganar. Un Osasuna impropio. Frágil. Lejos de su tradicional fortaleza física y táctica. Weissman volvió a activarse, con el Real Valladolid volcado, y remató fuera un centro de Nacho, rehabilitado en la segunda parte.

Quedaba mucho tiempo. El Osasuna no podía aguantar. No pasaba casi de su mitad del campo. Masip abortó el único acercamiento rojillo, un cabezazo de Calleri. Mientras, Herrera se lucía para desviar un potente lanzamiento de Marcos André. Poco después, su socio en la delantera rubricaba su primer gran día en España. Weissman se colaba a la espalda de un perdido Aridane y cabeceaba un preciso centro de Hervías, que acababa de sustituir al lesionado Janko, para firmar la remontada a catorce minutos del final. Es la primera del Real Valladolid en un año y medio, desde que ganara tres puntos al Eibar en Ipurua con dos goles en el tiempo extra a mediados de marzo de 2019.

Marcos André no marcó, pero tuvo un par de opciones
en el segundo periodo.
El carrusel de cambios en ambos equipos deparó una nueva vuelta de tuerca. Porque el final del partido del Real Valladolid, ya con Weissman en el banquillo, no fue bueno. Tuvo, eso sí, suerte. Otra vez, metido muy atrás, con tres centrales tras la entrada de Javi Sánchez. Y sufriendo ante el aluvión del Osasuna de balones colgados al área ante una zaga que seguía sin transmitir seguridad. Enric Gallego, solo, cabeceó fuera. Masip atrapó un segundo testarazo de Calleri. Y, la última, Calleri la mandó fuera, con todo a favor, tras otro error de Joaquín.

La victoria fue de Weissman. La primera, se espera, de muchas. Lo necesitará el Real Valladolid si vuelve a defender tan mal.

Ficha técnica:

Real Valladolid 3: Masip; Janko (Hervías 65’), Joaquín, Bruno, Nacho; Roque Mesa (Kike Pérez 74’), Alcaraz (Fede San Emeterio 84’), Orellana (Jota 74’), Óscar Plano; Weissman (Javi Sánchez 85’) y Marcos André.

Osasuna 2: Herrera; Nacho Vidal (Brasanac 83’), Aridane, David García, Juan Cruz (Enric Gallego 83’); Moncayola, Oier (Iñigo Pérez 90’), Roberto Torres, Rubén García (Kike Barja 90’); Calleri y Budimir.

Árbitro: Cordero Vega (colegio cántabro). Amonestó a Roque Mesa (24’), Alcaraz (45’), Weissman (84’) y Kike Pérez (95’), por parte del Real Valladolid, y a Aridane (12’), Moncayola (66’), Nacho Vidal (71’), Budimir (80’), Calleri (82’), por parte del Osasuna.

Goles:

1-0 (min. 7): Weissman. Janko combina con Óscar Plano, que asiste en profundidad para Weissman, que está libre entre Aridane y Juan Cruz. El israelí, de espalda a la portería del Osasuna, controla con la pierna derecha y se gira para definir con un disparo cruzado.

1-1 (min. 27): Budimir. Oier, con mucho tiempo y sin oposición, centra desde la banda derecha al área del Real Valladolid, donde Budimir remata de cabeza en situación correcta. Joaquín falló estrepitosamente a la hora de tirar el fuera de juego.

1-2 (min. 43): Roberto Torres. Saque de banda del Osasuna desde la izquierda. Nacho no acierta con el despeje en el área y deja el balón suelto. Roberto Torres llega desde atrás y fusila a Masip.

Herrera arrolla a Joaquín y comete penalti.
2-2 (min. 56): Orellana, de penalti. Herrera se lleva por delante a Joaquín a la hora de meter los puños. Penalti claro e innecesario. Orellana, con la derecha, engaña al portero del Osasuna.

3-2 (min. 76): Weissman. Buen centro de Hervías desde la banda derecha. Weissman, a la espalda de Aridane, conecta con potencia de cabeza y consuma la remontada.

Incidencias: 13ª jornada de LaLiga Santander. Zorrilla, a puerta cerrada por el protocolo sanitario por el covid-19.

Las notas:

Masip (7): El Real Valladolid sigue sin dejar su portería a cero en esta temporada. Ante el Osasuna recibió dos goles en una mala primera parte. Masip no contó, desde luego, con la colaboración de la defensa. Joaquín y Nacho, respectivamente, fallaron calamitosamente en los dos tantos rojillos. El Osasuna remató seis veces entre los tres palos, cuatro en el primer periodo. Masip evitó dos goles más de Budimir con dos paradas de reflejos desde muy cerca, a los diecisiete minutos y justo antes del descanso. Una acción decisiva que mantuvo vivo el partido. En la segunda parte, atajó dos cabezazos de Calleri. En la última jugada, el argentino perdonó el empate y mandó fuera una ocasión clarísima. Masip le incomodó saliendo de la portería.

Janko (6): ¿Jugador de cristal? El suizo disputó su segundo partido como titular. No salía de inicio desde finales de octubre, en la derrota ante el Deportivo Alavés en Zorrilla. Entonces, se lesionó en la segunda parte. Una película muy similar al encuentro ante el Osasuna. Janko se volvió a romper y pidió el cambio mediado el segundo periodo. Ante los navarros, confirmó su indiscutible potencia cada vez que se incorpora al ataque, pero también ciertas dudas defensivas. A los diecinueve minutos, le sirvió un balón de gol a Orellana, que el chileno desaprovechó.

Joaquín (1): Quizás, su peor actuación con la camiseta del Real Valladolid. Le salió casi todo mal. Colaboró activamente en el naufragio defensivo del equipo en la primera parte. No pudo con Budimir. Le regaló el gol al delantero croata tras tirar muy mal la línea y habilitar al delantero del Osasuna. Antes, pasado el cuarto de hora, ya perdió un primer duelo con Budimir, que Masip enmendó. Mejoró en el segundo periodo y sufrió el penalti de Herrera, que anotó Orellana. Volvió a las andadas en la última jugada del choque. Se tragó un balón a Calleri y dejó al argentino mano a mano con Masip para rozar el empate.

Bruno se salvó de la quema en la defensa.
Bruno (4): Mejor que Joaquín, lo cual tampoco era muy complicado. El canario evitó los errores individuales, pero no impidió el desplome defensivo del Real Valladolid en la primera mitad y en los últimos minutos del encuentro. Budimir fue una pesadilla y Calleri incordió en la recta final. El Osasuna se impuso en los balones aéreos. 

Nacho (2): No está para ser titular. El madrileño atraviesa su peor etapa como blanquivioleta. Ha bajado mucho en el ataque pero, sobre todo, ha disminuido en picado su rendimiento defensivo. Acumula varios fallos en esta temporada. Regaló el segundo gol del Osasuna tras despejar de forma muy deficiente un balón en el área, que embocó Roberto Torres. Tras el descanso, mejoró e incluso subió por la banda. No obstante, está muy lejos de su mejor nivel.

Roque Mesa (5): El canario convenció a Sergio González ante el Atlético y repitió titularidad ante el Osasuna. Ante los rojillos, no estuvo tan fino. De hecho, desapareció en casi toda la primera parte. El juego ofensivo del equipo mejoró en la segunda mitad, aunque con más empuje que cabeza. Amonestado por un pisotón sobre Oier. Sustituido por Kike Pérez poco antes del gol de la victoria de Weissman.

Alcaraz (4): Inamovible en el once. Titular en las ocho últimas jornadas. Pero con dudas sobre su rendimiento en las dos mitades del campo. Más que contundente, duro. En el primer periodo, estuvo muy acelerado. Se ganó una amarilla. El juego ofensivo no pasó demasiado por sus pies. Relevado por Fede San Emeterio a seis minutos del final. 

Orellana (5): No está jugando bien en el Real Valladolid. Oportunidades no le están faltando. Solo se ha perdido dos partidos. A falta de fútbol, de momento, está ofreciendo efectividad desde los once metros. Ante el Osasuna, marcó su segundo gol de la temporada, ambos de penalti. Con mucha seguridad, batió a Herrera con un fuerte derechazo al ángulo inverso. En la primera parte, no controló bien un centro de Janko en una posición muy peligrosa. Jota entró por el chileno a un cuarto de hora del final.

Óscar Plano ya suma cuatro asistencias en esta temporada.
Óscar Plano (6): Va a más. Está tirando del carro. Asistió a Weissman en el primer tanto del Real Valladolid. El madrileño ya suma cuatro pases de gol en este primer tercio de la temporada. Con diferencia, el líder del equipo en esta estadística. En el arranque del segundo periodo, impulsó la reacción de sus compañeros. Disparó fuera un balón suelto en el área del Osasuna.

Weissman (10): El hombre del partido. El delantero israelí se estrenó como goleador en la Liga española con un doblete que valió, además, la victoria del Real Valladolid. Más que decisivo. Ilusionante para el futuro de la temporada. Titular por cuarta vez y por primera ocasión con Marcos André como acompañante. No salía en el once desde hacía más de un mes. Ha pasado de postergado al banquillo a indiscutible para los próximos encuentros. Inauguró el marcador tras un extraordinario control orientado para cruzar con la diestra ante Herrera. Firmó la remontada con un potente cabezazo tras un centro de Hervías. Amonestado por pérdida de tiempo antes de ser sustituido por Javi Sánchez.

Marcos André (7): Cedió el protagonismo del gol a Weissman. El brasileño cayó a menudo a la banda izquierda para crear peligro. En el segundo periodo, obligó a Herrera a efectuar dos paradas. La segunda, de especial mérito, tras un gran remate a veinte minutos del final. Cuando encara en carrera, mete miedo.

Hervías (7): Inesperado suplente tras jugar como titular en el lateral derecho en las cuatro últimas jornadas. El riojano entró por el lesionado Janko, su sustituto en el once, mediado el segundo tiempo. Hervías templó un fenomenal centro en la cabeza de Weissman para sentenciar el partido.

Kike Pérez (5): Relevó a Roque Mesa poco antes del gol de la victoria del Real Valladolid. No evitó el acoso final del Osasuna. Amonestado en el tiempo extra.

Jota, otra vez suplente, contó con un cuarto de hora.
Jota (5): Volvió al banquillo tras ser titular ante el Atlético. Dispuso de un cuarto de hora.

Fede San Emeterio (-): Ha perdido su sitio en el once. Sustituyó a Alcaraz a seis minutos del final.

Javi Sánchez (-): Entró a cinco minutos del final ante la avalancha de centros del Osasuna, que siguió dominando el juego aéreo.

Sergio González (3): El partido se lo salvó Weissman. Se mostró ofensivo y salió con dos delanteros, con Sergi Guardiola, duda a lo largo de la semana, en el banquillo. Le dio una nueva oportunidad a Weissman, condenado a la suplencia durante casi toda la Liga. Y acertó. Otra cosa fue el rendimiento defensivo, muy deficiente, con el equipo muy atrás demasiado pronto. Los blanquivioletas reaccionaron tras el descanso, con las mismas piezas, pero con otra intensidad. Pero acabaron sufriendo muchísimo, otra vez con carencias defensivas.