La cultura del éxito les une y les
empuja. Un anillo no colma el hambre de los vigentes dominadores de la NBA.
Campeones y favoritos. Aunque con mucha competencia: Milwaukee (con el doble
MVP Anteto), Brooklyn (con el regreso de Durant), Boston (con Tatum defendiendo
el herido orgullo verde), Miami (con Butler liderando a los últimos
finalistas), Philadelphia (con Doc Rivers como nuevo guía en ‘the process’) y
Toronto (con Lowry, Siakam y VanVleet como supervivientes del título en 2019)
en la Conferencia Este y Clippers (con el segundo intento de Kawhi y George),
Denver (con Jokic, Murray… y Campazzo), Dallas (con Doncic explorando sus
límites), Utah (con Mitchell apuntando a la élite), Houston (con la última
oportunidad de Harden), Portland (con Lillard en su mejor momento) y Warriors
(con un recuperado Curry, aunque sin Thompson) en la Conferencia Oeste. Un
espectáculo deportivo, con la pandemia del covid-19 de telón de fondo.
Otro Gasol para los Lakers / La NBA sale de la burbuja
Anteto vs. LeBron, el duelo esperado en la NBA 2020/21. Foto: Joe Murphy (www.nba.com) |
¡¡¡Aguafiestas!!!
Los más grandes nunca se cansan de ganar.
LeBron y los Lakers pensaban ya en el
anillo… de 2021.
La cultura del éxito les une y les
empuja. Un anillo no colma el hambre de los vigentes dominadores de la NBA.
Campeones en 2020 y favoritos en 2021.
Los Lakers vuelven a dominar en la NBA una década después tras una temporada complicada, con la pandemia del covid-19 y el fallecimiento de Kobe Bryant en un accidente aéreo a finales de enero. Un anillo histórico por las circunstancias excepcionales, lejos de sus aficionados, de cualquier aficionado, tras tres meses aislados y protegidos del mundo en el Disney World de Orlando, y por su relevancia, el decimoséptimo de la franquicia para igualar en lo más alto del palmarés a sus rivales históricos, los Celtics.
Un anillo más para LeBron, el cuarto… en
el tercer equipo: Miami (2012 y 2013), Cleveland (2016) y Lakers (2020),
siempre con el premio extra del MVP de las Finales. Cada vez más cerca de
Jordan y Kareem (seis), Magic, Kobe y Duncan (cinco). Cada vez más cerca de los
más grandes…Si es que no lo está, títulos aparte, hace tiempo.
King James ya tiene su anillo con los
Lakers.
¿Y ahora qué?
Ahora más.
LeBron retó a sus ‘haters’ en su cuenta
personal de Instagram tras conquistar el anillo en la burbuja:
“¿Qué dicen ahora? Sé que inventarán un
nuevo criterio que nadie más ha cumplido en la historia de este deporte. Pero
adivinen qué, ¡tráiganlo, por favor! ¡Pesada es la cabeza que sostiene la
corona!”.
Hay reinado para tiempo.
James, que cumplirá 36 años en ocho días
y sin atisbos de decadencia física, ha renovado con los Lakers por dos
temporadas más y 85 millones de dólares.
Tiene la fórmula necesaria para volver a
ganar.
Tiene a Anthony Davis.
La ‘ceja’, que ha formalizado su futuro
con los Lakers con un contrato de cinco años y 190 millones, es el mejor
escudero que LeBron ha tenido su carrera, por encima de Wade en los Heat e
Irving en los Cavs.
Lo confirman los números: 26,1 puntos y
9,3 rebotes en la fase regular, con el premio de Mejor Defensor del Año, 27,7
puntos y 9,7 rebotes en los playoffs y 25 puntos y 10,7 rebotes en las finales
ante Miami.
La pareja LeBron-Davis ha entrado ya en
la mitología de los Lakers, al lado de los dúos Magic-Kareem, Magic-Worthy,
West-Chamberlain, West-Baylor, Kobe-Shaquille y Kobe-Gasol.
Hay “más trabajo que hacer”, como le dijo
LeBron a Davis tras ganar el anillo en la burbuja de Disney.
Hay más anillos que ganar.
“Yo quería ser grandioso en esta Liga, no
solo alguien con números, sino alguien que pudiera ganar. He sido un ganador
toda mi vida. Anthony Davis quiere hacer lo mismo, quiere ser uno de los
mejores. Ser campeón es lo más sagrado en esta Liga, todo se trata de eso. Él
está listo para este momento, su confianza está por el cielo y le ayudaremos
para seguir y mantener este momento de su prime”, ha señalado LeBron antes de
arrancar la temporada.
Los Lakers 2020/21 van a por el ‘back to
back’.
Con un nuevo proyecto, como mínimo, a la
altura, con las renovaciones de Caldwell-Pope, Morris, Cook y Dudley.
Anthony Davis es el mejor escudero en la carrera de LeBron. Foto: Kevin C. Cox (www.nba.com) |
A priori, un equipo que mantiene sus
señas: defensa, transición y mucha altura.
Gasol y Harrell, mejor Sexto Hombre en el
pasado curso, bajan los centímetros en la pintura, pero suben la lectura de
juego y la anotación, respectivamente. Matthews cubrirá el puesto de Green,
mientras que Schröder aportará más puntos a la segunda unidad, junto con
Caruso, Morris y Kuzma.
La nueva temporada, marcada
inevitablemente por la pandemia del covid-19, arrancará con una decena de
candidatos al anillo de los Lakers: Milwaukee (con el doble MVP Anteto),
Brooklyn (con el regreso de Durant), Boston (con Tatum defendiendo el herido
orgullo verde), Miami (con Butler liderando a los últimos finalistas) y
Philadelphia (con Doc Rivers como nuevo guía en ‘the process’) en la
Conferencia Este y Clippers (con el segundo intento de Kawhi y George), Denver
(con Jokic, Murray… y Campazzo), Dallas (con Doncic explorando sus límites),
Utah (con Mitchell apuntando a la élite), Houston (con la última oportunidad de
Harden), Portland (con Lillard en su mejor momento) y Warriors (con un
recuperado Curry, aunque sin Thompson) en la Conferencia Oeste. Un espectáculo
deportivo.
En la Conferencia Este, Milwaukee, con la
mejor marca en la fase regular en las dos últimas temporadas, parte como
favorito.
Brooklyn, Boston, Miami, Philadelphia y
Toronto parecen fijos en los playoffs.
Es también el objetivo para Indiana,
Washington, Orlando, Detroit, Charlotte y Atlanta, que contarán con la segunda
opción del ‘play-in’, con la presencia de cuatro equipos, los clasificados del
séptimo al décimo puesto, para dirimir dos plazas en la postemporada.
Chicago, Cleveland y Knicks vivirán otra
temporada de transición. Los Bulls, con la novedad en el banquillo de Billy
Donovan, que ha firmado por cuatro años, para desarrollar a un grupo joven que
evoluciona algo despacio (LaVine, Markkanen, el prometedor Coby White, Carter y
el ‘rookie’ Williams). Los Cavs, sin un rumbo fijo tras la salida de LeBron y
con una pieza menos del anillo, Tristan Thompson. Los Knicks…, dispuestos a
ausentarse por octavo año consecutivo de los playoffs con casi ningún motivo
cercano de esperanza y con Thibodeau como nuevo entrenador jefe para las
próximas cinco temporadas.
En la Conferencia Oeste, los Clippers,
tras el batacazo del pasado curso, parten como la principal alternativa a los
Lakers.
Denver, Dallas, Utah, Houston, Portland y
Warriors tienen casi asegurados los playoffs.
En un segundo escalón aparecen Phoenix,
New Orleans y Memphis.
San Antonio y Minnesota buscarán la
opción del ‘play-in’.
Oklahoma y Sacramento no tienen opciones
y apuntan al pozo de la NBA. Sam Presti, con una colección de rondas para los
próximos años, ha presionado a fondo la tecla de la reconstrucción en los
Thunder con las salidas de Chris Paul, Dennis Schroder, Steven Adams y Danilo
Gallinari. Es el momento de los jóvenes (Gilgeous-Alexander, Bazley, Dort y el
pívot serbio Pokuševski ‘Poku’, a punto de cumplir los diecinueve años y con
2,13 metros, uno de los ‘rookies’ más esperados del draft 2020), con el novato
Mark Daigneault debutando en un banquillo en la NBA con 35 años. El futuro lo
tienen mucho menos claro los Kings, que no pisan los playoffs desde 2006. La
peor racha actual de la NBA. Sin Divac en los despachos, los Kings se
encomiendan a De’Aaron Fox, que ha renovado por el máximo, cinco años y 165
millones.
Milwaukee parte como el gran rival de los Lakers.
Los Bucks han sido la mejor franquicia de
la NBA en la ‘regular season’ en las dos últimas temporadas, con marcas de
60-22 y 56-17, con el último doble MVP, Giannis Antetokounmpo. El griego
promedió 29,5 puntos y 13,6 rebotes en el curso 2019/20. Brutal.
Pero Milwaukee ha fallado cuando el
baloncesto separa a los hombres de los niños, en los playoffs. Los Bucks han
vivido dos serias decepciones. Hace dos años, cayeron en las finales de la
Conferencia Este ante los posteriores campeones, los Toronto Raptors (2-4),
tras encadenar cuatro derrotas consecutivas ante los canadienses. En la
burbuja, les fue peor. El tope bajó un escalón, las semifinales del Este, con
sensaciones más negativas ante los subcampeones de la NBA, los Miami Heat
(1-4).
El proyecto sigue vivo.
Anteto ha jurado fidelidad a los Bucks.
“Estoy donde quiero estar. Soy un hombre
de palabra”.
El griego, al que le quedaba un año de
contrato, ha firmado una extensión de cinco temporadas por el supermáximo: 228,2
millones de dólares.
“Esta es mi casa, esta es mi ciudad”.
Anteto tiene claro el objetivo: dominar
la NBA con Milwaukee.
“Puede que me lleve diez años, que nunca
llegue a ser campeón o que gane cinco anillos. Sin embargo, ocurra lo que
ocurra, tengo claro en lo que creo y sé que estaré rodeado de gente que confía
en mí. Quiero devolver a la franquicia lo que me ha dado y, si logro traer un
campeonato a Milwaukee, seré la persona más feliz del mundo”.
Tras los dos últimos fracasos y la
renovación, ‘the Greek Freak’ se ha mostrado cauto en esta breve pretemporada:
“No es una situación de campeonato o
fracaso. Obviamente, todos queremos ganar, no hay nadie que quiera ganar un
anillo más que yo mismo. Pero hay que dar pasos hacia eso, hay que seguir
mejorando. Ojalá podamos lograrlo este año”.
Los Bucks, que han renovado a
Connaughton, han cumplido con su parte y han mejorado el ‘roster’ con una pieza
clave: Jrue Holiday.
Jrue Holiday ha sido el fichaje más importante para la nueva temporada. Foto: Jesse D. Garrabrant (NBAE Getty Images). Foto: www.nba.com |
El combo es un seguro en los dos lados de
la pista, buen defensor, buen asistente y buen anotador. Nada que ver con la
inconsistencia de Bledsoe.
D.J. Augustin (experiencia como segundo
base), Torrey Craig (defensa), Bobby Portis (anotación), Bryn Forbes (triples)
y Nik Stauskas (más triples) han reforzado la segunda unidad de los Bucks, que
ha perdido a veteranos como George Hill, Ersan Ilyasova y Robin Lopez.
Si Milwaukee aparece como la gran amenaza
para los Lakers en la Conferencia Este, los Clippers se presentan, de nuevo,
como el gran enemigo en el Oeste.
Los Clippers, que eran los grandes
favoritos al anillo con Kawhi Leonard, Paul George y una plantilla extensa con
múltiples recursos defensivos y ofensivos, fallaron en la burbuja. No hubo el
esperado enfrentamiento con los Lakers en las finales de Conferencia.
El fracaso tuvo una víctima: Doc Rivers.
Una mezcla entre renuncia y despido.
“Mis objetivos eran hacer un programa
ganador de baloncesto, un buen destino para los ‘agentes libre’ y conseguir un
título. Pude cumplir muchos, pero no todos”, admitió Rivers tras ‘pactar’ su
salida de los Clippers tras siete temporadas sin conseguir, al menos, llegar a
las finales de Conferencia. Lo tuvo en la mano en 2015 ante Houston y, cinco
años después, en la burbuja ante Denver. En las dos ocasiones, desperdició
ambas series que dominaba por 3-1. Algo que ya le pasó con Orlando ante Detroit
en 2003.
A los Clippers les sobraron lesiones,
salvo en la burbuja, y les faltaron química y, sobre todo, regularidad.
Casi nunca explotaron todo el potencial
que se les suponía.
Kawhi Leonard, que acaba contrato con una
‘player option’ por valor de 36 millones, y Paul George, que ha renovado por el
máximo (cinco años y 226 millones) tendrán una segunda oportunidad.
“Soy mi crítico más duro”, ha replicado
George. “Sé lo que no está bien, lo que es inaceptable. El año pasado fue un
año inaceptable para mí”, ha sentenciado sobre su irregular actuación en la
pasada temporada.
“Le debo un anillo. Eso es lo que le debo
a esta organización. Esta es una ventana que estamos intentando aprovechar. Mi
compromiso y mi trabajo es conseguir un título aquí. Este es mi hogar. Aquí es
donde quiero dejar una huella más grande para mi legado”, ha garantizado
George, que concentró la mayor parte de las críticas a los Clippers.
Kawhi, más escueto, ha dejado las palabras para la cancha:
“Estoy motivado. Quiero empezar, quiero
volver después de lo ocurrido. Deja un mal sabor de boca perder una ventaja de
3-1. Pero me encanta. Estas son las cosas que construyen a un jugador. Son las
cosas que me gustan, el desafío. El camino para llegar a un campeonato es duro.
Me encanta el proceso”.
Los Clippers han cambiado algo, sobre
todo en el banquillo, con Tyronn Lue, campeón con los Cavs (y con LeBron) en
2016, con dos nuevos ayudantes: Kenny Atkinson y Chauncey Billups.
El ‘roster’, con las renovaciones de
Marcus Morris (cuatro años y 65 millones), Patrick Patterson y Reggie Jackson,
suena parecido, con las adicciones de Serge Ibaka, Luke Kennard y Ky Bowman,
aunque con las bajas de Montrezl Harrell, JaMychal Green, Landry Shamet y
Joakim Noah.
Ibaka tendrá la responsabilidad de
sustituir a Harrell, pieza básica en la segunda unidad con Lou Williams.
Probablemente, la mayor incógnita de unos Clippers aspirantes al anillo.
El tercer gran oponente de los Lakers es
Brooklyn.
La explicación es el regreso de Kevin
Durant (32 años) a la NBA.
Tras casi un año y medio sin jugar, tras
romperse el tendón de Aquiles en el quinto partido de las finales entre
Warriors y Raptors, está recuperado y listo.
“Fue algo definitivamente nuevo. Nunca
había experimentado nada parecido. Había atravesado cirugías y lesiones antes,
pero la recuperación más larga que había tenido eran tres meses. Los primeros
días del Aquiles duraron tres meses. No podía caminar o correr. Tuve que usar
un scooter. Esas cuestiones, aprender a caminar, correr y saltar de nuevo, se
menosprecian. La gente no se da cuenta. El Aquiles es uno de los ligamentos más
fuertes de tu cuerpo pero, después de que explota, lo tienes que construir de
nuevo”.
Si Durant vuelve a su nivel, los Nets son
candidatos a todo.
Era la pieza que faltaba. La base ya
estaba preparada hace un año cuando se juntaron Durant e Irving.
Dos campeones de la NBA, con Warriors y
Cavs, respectivamente, que comandarán a una franquicia con muchísimo potencial:
Spencer Dinwiddie, Caris LeVert, Jarrett Allen, Taurean Prince, el veterano
DeAndre Jordan y Joe Harris (renovado por cuatro años y 75 millones).
Un plantel que ha incorporado a más
piezas en la segunda unidad: Landry Shamet, Tyler Johnson y otro ilustre
veterano, Jeff Green.
Kevin Durant regresa tras un año y medio lesionado. Foto: Nathaniel S. Butler (NBAE Getty Images) (www.nba.com) |
La leyenda canadiense, doble MVP en 2005
y 2006, debutará en los banquillos.
“Lucharemos por el campeonato”, ha
asumido Nash, que contará con D’Antoni, su técnico en Phoenix, como su mano
derecha, para desarrollar un previsible ‘small-ball’ con Durant jugando muchos
minutos en la pintura.
La nómina de posibles candidatos al
anillo es extensa.
Es el legítimo objetivo de Boston, Miami,
Philadelphia y Toronto.
Los Celtics no andan lejos, con tres
finales de Conferencia en los cuatro últimos años (2017, 2018 y 2020)
Tatum, que ha extendido su contrato
(cinco años y 195 millones), ya es élite en la Liga.
Y quiere seguir progresando:
“Ser más eficiente, más fuerte, una
amenaza mayor todavía en el lado defensivo. Solo quiero seguir mejorando en
todos los aspectos”.
Tatum liderará a unos Celtics que se
conocen de memoria (Jaylen Brown, Marcus Smart, Kemba Walker y Daniel Theis),
casi sin altas (Tristan Thompson y Jeff Green) y con alguna baja relevante (la
inesperada salida de Gordon Hayward, más Enes Kanter y Brad Wanamaker).
Brad Stevens espera, además, un
crecimiento de los jóvenes: Robert Williams, Grant Williams, Romeo Langford y
Carsen Edwards.
Los Heat no se conforman con el último
subcampeonato.
“Para decir la verdad, no es que nos
llevamos mucho de las Finales. Jugamos a este deporte para ganar y no hicimos
eso. Creo que eso es lo único que importa”, ha zanjado Butler, que calló unas
cuentas bocas en el último curso.
Butler no se conforma con las Finales en la burbuja de Orlando. Foto: www.nba.com |
Butler es ambicioso. Los Heat no son flor
de la burbuja:
“No necesité llegar a unas Finales y
perder para darme cuenta cuánto quería ganar”.
Hay Miami para rato.
Ahora, con las renovaciones de Goran
Dragic (dos años y 37,4 millones), que se perdió casi todas las Finales por
lesión, y Meyers Leonard (dos años y veinte millones) y las incorporaciones de
Avery Bradley y Moe Harkless, que compensan las bajas de Jae Crowder, Derrick
Jones y Solomon Hill.
Y, sobre todo, en el futuro.
Miami tiene a dos de los jugadores más
ilusionantes para la nueva era la NBA: Bam Adebayo (23 años), que ha estampado
un nuevo contrato (cinco años y un mínimo de 160 millones) y Tyler Herro (20).
Un pívot capaz de hacer de todo (rebotear, asistir, subir el balón, defender,
bloquear y anotar), con un margen de mejora en el tiro de larga distancia, y un
base-escolta con un desparpajo a la altura de su impresionante precocidad y
talento. Dos All Star para años.
Y con el francotirador Duncan Robinson y
el descubrimiento de Kendrick Nunn apuntalando una plantilla excelentemente
construida por Pat Riley y entrenada por Erik Spoelstra.
Los cimientos de los Sixers no son tan
sólidos.
‘The Process’, tras siete años con Brett
Brown, se ‘reinicia’, al menos en el banquillo con Doc Rivers, al que nunca le
falta trabajo en la NBA pese a fallar con los Clippers, y en los despachos, con
Daryl Morey tras abandonar la revolución de los Rockets.
Rivers tiene tarea con una franquicia
que, hipotecada por los contratos de Joel Embiid, Ben Simmons y Tobias Harris,
apenas se ha movido con el mercado.
Los Sixers han respirado económicamente
con la salida de Horford, que no ha funcionado en Philadelphia, y se han
reforzado, sin ruido, con los veteranos Dwight Howard y Danny Green, tras ganar
el anillo con los Lakers, el tirador Seth Curry por Josh Richardson y Terrance
Ferguson.
Embiid quiere firmar su mejor año:
Embiid y Simmons bajaron el nivel en la pasada temporada. Foto: www.nba.com |
El camerunés ha prometido también
fidelidad a los Sixers:
“Le debo a esta ciudad un campeonato. Por
eso, estoy trabajando tan duro. Para eso me trajeron aquí. Necesito lograrlo”.
Los Raptors siguen perdiendo a nombres
del equipo campeón hace apenas un año y medio.
Tras las marchas de Kawhi y Green a los
Lakers tras conquistar el anillo, Marc Gasol y Serge Ibaka han abandonado
Toronto.
Del equipo campeón quedan tres piezas
maestras: el capitán Kyle Lowry, que es ‘expiring’, el nuevo jugador franquicia
Pascal Siakam y el renovado Fred VanVleet, que se ha sacado un contrato de
cuatro años y 85 millones. Y otras piezas secundarias en el anillo, pero con un
rol creciente a las órdenes de Nick Nurse: Normal Powell, OG Anunoby y Chris
Boucher.
Los Raptors demostraron, sin Kawhi,
capacidad para seguir compitiendo al más alto nivel: segundos en la conferencia
Este, solo por detrás de Milwaukee, y semifinalistas tras caer ante Boston en
el séptimo partido.
El reto se intensifica tras las salidas
de Marc Gasol e Ibaka, cubiertas por el australiano Aaron Baynes y el ucraniano
Alex Len, de un perfil menor.
Nick Nurse tiene un nuevo as en la manga:
el escolta DeAndre’ Bembry, procedente de Atlanta.
Al anillo miran de reojo, desde
diferentes perspectivas, Denver, Dallas, Utah, Houston, Portland y Warriors en
la Conferencia Oeste.
Los Nuggets son los alumnos aventajados.
Los de Colorado brillaron en la burbuja
tras levantar dos series ante los Jazz y los Clippers con 3-1 en contra. Si ya
es infrecuente conseguirlo una vez, histórico fue hacerlo dos en unos mismos
playoffs. Lo que habla claramente del potencial de Denver. Jokic, posiblemente
el mejor ‘center’ de la Liga, promedió 24,4 puntos, 9,8 rebotes y 5,7
asistencias en la burbuja. Murray confirmó sus expectativas con unos
espectaculares números 26,5 puntos y 6,6 asistencias. Un dúo con mucho baloncesto
y futuro. El serbio tiene 25 años y el canadiense, 23.
Denver se ha devaluado algo en los
últimos meses, con las salidas de Malik Beasley y Juancho Hernangómez en
febrero a Minnesota y de Jerami Grant y Mason Plumlee, a Detroit, y Torrey
Craig, a Milwaukee, en esta temporada para tener más margen de salarios.
Jamal Murray deslumbró en la burbuja. Foto: Nathaniel S. Butler (NBAE Getty Images) (www.nba.com) |
Y confía en Campazzo.
El argentino, a sus 29 años, debutará en
la NBA tras dominar en Europa.
“Aquí le decimos Spiderman porque cada
pase que hace es un latigazo a una mano, por encima de la cabeza como hace
Joker (Jokic)... Facu es increíble. Para alguien tan bajo, que pueda mover sus
pies y quedarse enfrente tuyo de manera legal, porque se te pone adelante, te
molesta y detiene tu movimiento legalmente como se juega en el exterior, es
asombroso. Es tremendo en defensa”, ha elogiado Murray.
Dallas es Doncic.
El esloveno (21 años) ha necesitado
apenas dos temporadas para instalarse en la élite de la NBA: All Star, Mejor
Quinteto y debutante en los playoffs.
Doncic rozó el triple doble en la
temporada regular (28,8 puntos, 9,4 rebotes y 8,8 asistencias por partido).
Unos números que mejoró en los playoffs ante los Clippers (31 puntos, 9,8
rebotes y 8,7 asistencias), a los que desquició por momentos, ganando un
partido en el último segundo.
A los Mavs les falta un empujón para
competir al más alto nivel y una mejor salud de Porzingis.
A Dallas han llegado Josh Richardson,
James Johnson, Willie Cauley-Stein y Wes Iwundu, más las renovaciones de Trey
Burke y el eterno JJ Barea. Delon Wright, Seth Curry y Michael Kidd-Gilchrist
han salido de los Mavs de Doncic, la mejor orquesta ofensiva de la pasada
temporada, casi 117 puntos por cada cien posesiones.
Utah se enfrenta a una temporada algo
revuelta.
Los Jazz han renovado a sus estrellas:
Donovan Mitchell (cinco años y 195 millones) y el francés Rudy Gobert (cinco
años y 205 millones).
Futuro asegurado para competir pero…
¿Algo más?
Utah salió herido de la burbuja tras caer
eliminado en la primera ronda ante Denver después de desperdiciar una ventaja
de 3-1. Y eso que Mitchell promedió 36,3 puntos.
Donovan Mitchell ha ampliado su contrato por cinco temporadas más (195 millones). Foto: Garrett Ellwood (NBAE Getty Images) (www.nba.com) |
El siguiente paso no será sencillo.
Los Jazz de Snyder arriesgaron hace un
año con las altas de Mike Conley, Bojan Bogdanovic y Jordan Clarkson. Una
apuesta, de momento, insuficiente. Esta temporada solo se han reforzado con el
regreso de Derrick Favors, que jugó en Salt Lake City entre 2011 y 2019.
Houston es el polvorín de la NBA.
Harden ha sido el gran nombre del último
mercado.
La ‘Barba’ pidió el traspaso.
Conmoción en la NBA. Y rumores, muchos
rumores: Brooklyn, Miami, Philadelphia…
Los Rockets estaban en demolición:
D’Antoni en el banquillo, Morey en los despachos y Westbrook y Covington en la
pista. Las altas no convencían a Harden: Christian Wood, Sterling Brown y dos
estrellas cargadas de lesiones en los últimos años, DeMarcus Cousins y John
Wall.
De momento, Harden jugará con Houston,
con Stephen Silas como nuevo entrenador, con otra propuesta menos radical que
D’Antoni, que se quedó sin pivots natos.
“Simplemente voy a concentrarme en el
presente”, se ha limitado a responder la ‘Barba’, al que le quedan tres años de
contrato, el último con opción de jugador, en la previa del nuevo curso.
Wall, tras dos años en blanco, ha animado
a Harden:
“James y yo podemos ser una gran
combinación. Cuando Harden esté cansado y no quiera hacer jugadas por sí mismo,
podría ser un tipo para quitarle presión”.
Portland estrenó en la burbuja el
‘play-in’ para jugar los playoffs tras derrotar a Memphis.
Lillard, firme candidato al MVP. Foto: www.nba.com |
Portland ha sido una de las franquicias
que mejor ha aprovechado el mercado con las renovaciones del retornado Carmelo
Anthony (un año más) y Rodney Hood más las incorporaciones de Robert Covington,
esencial para resolver las carencias defensivas del equipo de Terry Stotts,
Derrick Jones, Harry Giles y Enes Kanter, que vuelve a Oregón. Trevor Ariza,
Hassan Whiteside y Wenyen Gabriel son baja.
Los Blazers tienen mucho potencial:
Damian Lillard, CJ McCollum, Jusuf Nurkic, Carmelo Anthony…
Para Lillard, es el año más importante de
su carrera.
En la pasada temporada, promedió treinta
puntos y ocho asistencias. Sus mejores números. Fue el MVP de los ‘seeding
games’ en la burbuja. Se empeñó en meter a Portland en los playoffs con una
media salvaje: 37,6 puntos, con un acierto del 43,6% en los triples (más de doce
intentos), y 9,6 asistencias.
A ese nivel, y con mejor compañía,
Lillard apunta al MVP de la temporada regular, con los Blazers muy arriba.
Los Warriors confían en Curry para volver
a los playoffs tras un último año desastroso.
El base apenas jugó cinco partidos en la
pasada temporada por una fractura en la mano izquierda.
“Estoy confiado por cómo está mi cuerpo y
cómo he encarado estos últimos ocho meses. He puesto mucho trabajo”, ha
señalado Curry.
La salud es el principal problema para
volver a ver a unos Warriors competitivos.
De momento, siguen sin tenerla.
Klay Thompson, tras perderse el último
año por una fractura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en
el último partido de las Finales ante Toronto, se ha vuelto a romper en la
pretemporada: tendón de Aquiles. Otro año fuera.
“Perder a Klay ha sido extremadamente
duro, no se puede negar. Había mucha emoción por su vuelta. Ha sido un golpe al
estómago”, ha reconocido Curry.
Curry, tras perderse casi la pasada temporada al completo, volverá a liderar a los Warriors. Foto: www.nba.com |
La esperanza es James Wiseman, el nuevo
dos del draft. De paso efímero por la NCAA, pero de futuro ilusionante.
Mientras, Kelly Oubre, Brad Wanameker y
Kent Bazemore han mejorado un ‘roster’ con algunos dignos supervivientes de la
hecatombe de la pasada temporada: Eric Paschall, Damion Lee, Marquese Chriss,
Jordan Poole y el imprevisible Andrew Wiggins. El canadiense, que llegó en
febrero a San Francisco tras un intercambio con Minnesota por D’Angelo Russell,
Jacob Evans y Omari Spellman, afronta su gran oportunidad para demostrar lo que
prometía hace seis años cuando Cleveland le eligió como número uno del draft
como megaestrella.
La introducción del ‘play-in’, que
disputarán ocho equipos (los clasificados del séptimo al décimo puesto en cada
Conferencia) para dirimir las cuatro últimas plazas de los playoffs, abre las
expectativas de muchas franquicias.
El ‘play-in’ es el objetivo para Indiana,
Washington, Orlando, Detroit, Charlotte y Atlanta en el Este y para Phoenix,
New Orleans, Memphis, San Antonio y Minnesota en el Oeste.
Indiana ha jugado los playoffs en nueve
de los diez últimos años, aunque ha caído siempre en la primera fase entre 2016
y 2020. Boston barrió a los Pacers en la burbuja y McMillan perdió el cargo en
el banquillo. Nate Bjorkgren, asistente de Nick Nurse en el anillo de Toronto,
ha tomado el mando en Indiana, que ha afrontado la continuidad de Justin
Holiday (tres años y dieciocho millones). Bjorkgren espera la mejoría
definitiva de Oladipo, que no ha recuperado su mejor nivel desde su complicada
lesión del tendón del cuádriceps derecho en enero de 2019, la solidez de
Brogdon y el progreso de Sabonis, All Star en 2020, y TJ Warren.
Washington ha protagonizado el
intercambio del mercado: Westbrook por Wall.
Westbrook se reencontrará con Scott
Brooks, su entrenador cuando llegó a la NBA en Oklahoma, y se unirá a uno de
los mejores anotadores de la Liga: Bradley Beal (30,5 puntos en la pasada
temporada). “Siempre he sido un gran aficionado de su juego porque sale a
competir. Es como un asesino silencioso porque parece no decir mucho pero,
cuando comienza la acción, se mete de lleno. Ha mejorado temporada a temporada
y estoy entusiasmado por poder jugar a su lado y ayudarlo de la manera en que
pueda”, ha apuntado Westbrook sobre su nuevo socio.
Orlando Magic jugó los playoffs en los
dos últimos, aunque apenas rascó un partido a Toronto en 2019 y Milwaukee en la
burbuja de Disney. Un proyecto estancado, aunque con jugadores importantes
(Aaron Gordon, Nikola Vucevic, Evan Fournier, Markelle Fultz, Terrence Ross y
los lesionados Jonathan Isaac y Al-Farouq Aminu) para volver a estar entre los
mejores.
Detroit solo ha disputado dos veces los playoffs
en la última década. Los Pistons van a por la tercera, con fichajes muy bien
pensados (Jerami Grant, Mason Plumlee, Delon Wright, Josh Jackson, Jahlil
Okafor, Dzanan Musa y Zhaire Smith). Si Derrick Rose y Blake Griffin se
mantienen sanos y el francés Sekou Doumbouya y el ucraniano Svi Mykhailiuk se
asienta, Detroit será peligroso.
Michael Jordan ha encontrado a un líder
en Charlotte: Gordon Hayward, que no ejecutó su último año de contrato con
Boston. Hayward ha firmado por cuatro temporadas y 120 millones con los
Hornets, que se han quedado en la orilla de entrar en los playoffs en los
últimos cuatro cursos. La otra esperanza es el segundo de los Ball que llega a
la NBA, LaMelo, número tres del draft.
Atlanta también aspira ya a los playoffs.
Trae Young, que promedió 29,6 puntos y 9,3 asistencias en su segundo año en la
NBA, y los jóvenes Hawks (John Collins, De’Andre Hunter, Kevin Huerter y Cam
Reddish) han sumado veteranía y calidad en la Liga: el campeón Rajon Rondo (dos
años y quince millones), el italiano Danilo Gallinari (tres años y 61,5
millones) y el serbio Bogdan Bogdanovic (cuatro años y 72 millones), más Tony
Snell, Kris Dunn, Solomon Hill y Clint Capela. El pívot suizo llegó a Atlanta
desde Houston en febrero pero no llegó a debutar en la pasada campaña.
Los Suns, con claras opciones para romper una racha de diez años sin playoffs. Foto: www.nba.com |
New Orleans ha encajado bien la era
pos-Davis. Tiene ya a un nuevo héroe: Zion Williamson. En media temporada,
impactó (22,5 puntos por partido) a toda la Liga. El ‘hype’ estaba justificado.
Una bestia para liderar un proyecto con nuevo técnico (Stan Van Gundy) y con
muchas piezas interesantes: un All Star de nuevo cuño, Brandon Ingram, renovado
cinco años por 158 millones, un grupo joven compuesto por Lonzo Ball, Josh
Hart, Jaxson Hayes, Nickeil Alexander-Walker y Wenyen Gabriel, un par de
veteranos fiables como JJ Redick y Steven Adams y el italiano Nicolò Melli en
su segundo año en Estados Unidos.
Memphis se quedó a un paso de los
playoffs tras perder con Portland en el ‘play-in’. Una decepción final tras una
temporada ilusionante con un gran protagonista: Ja Morant (17,8 puntos y 7,3
asistencias). La reconstrucción de los Grizzlies, tras el final de la era
Gasol-Conley-Randolph, está hecha. Morant será una de las figuras que marcarán
la NBA en los próximos años. Y Memphis ha acertado también con los secundarios:
Dillon Brooks, Jaren Jackson, Brandon Clarke y De’Anthony Melton, con un nuevo
contrato de cuatro años (35 millones).
San Antonio se perdió los últimos
playoffs. Fin a una racha histórica de 22 temporadas consecutivas en la carrera
por el anillo. Un hito en el deporte estadounidense. Los de Popovich han
entrado en un territorio casi desconocido: una futura reconstrucción. Futura
porque, de momento, San Antonio sigue confiando en los mismos, con las
importantes bajas de Forbes y Belinelli. Los líderes de los Spurs, LaMarcus
Aldridge y DeMar DeRozan son ‘expiring’, y serán protagonistas del próximo
mercado de cara al final de la temporada.
Minnesota es el último candidato al ‘play-in’. Los Timberwolves cuentan con el último número uno del draft, Anthony Edwards, las renovaciones de Malik Beasley y Juancho Hernangómez y las altas de Ed Davis y el hijo pródigo Ricky Rubio, que regresa a la ciudad de los mil lagos tres años después. Se suman a una plantilla, en teoría, competitiva: Karl-Anthony Towns, D’Angelo Russell, Josh Okogie, Jarrett Culver y Naz Reid.
2020: Los Angeles Lakers 4-2 Miami Heat. 2019: Toronto Raptors 4-2 Golden State Warriors. 2018: Golden State Warriors 4-0 Cleveland Cavaliers. 2017: Golden State Warriors 4-1 Cleveland Cavaliers. 2016: Cleveland Cavaliers 4-3 Golden State Warriors. 2015: Golden State Warriors 4-2 Cleveland Cavaliers. 2014: San Antonio Spurs 4-1 Miami Heat. 2013: Miami Heat 4-3 San Antonio Spurs. 2012: Miami Heat 4-1 Oklahoma City Thunder. 2011: Dallas Mavericks 4-2 Miami Heat. 2010: Los Angeles Lakers 4-3 Boston Celtics.
2009: Los Angeles Lakers 4-1 Orlando Magic. 2008: Boston Celtics 4-2 Los Angeles Lakers. 2007: San Antonio Spurs 4-0 Cleveland Cavaliers. 2006: Miami Heat 4-2 Dallas Mavericks. 2005: San Antonio Spurs 4-3 Detroit Pistons. 2004: Detroit Pistons 4-1 Los Angeles Lakers. 2003: San Antonio Spurs 4-2 New Jersey Nets. 2002: Los Angeles Lakers 4-0 New Jersey Nets. 2001: Los Angeles Lakers 4-1 Philadelphia 76ers. 2000: Los Angeles Lakers 4-2 Indiana Pacers.
1999: San Antonio Spurs 4-1 New York Knicks. 1998: Chicago Bulls 4-2 Utah Jazz. 1997: Chicago Bulls 4-2 Utah Jazz. 1996: Chicago Bulls 4-2 Seattle Supersonics. 1995: Houston Rockets 4-0 Orlando Magic. 1994: Houston Rockets 4-3 New York Knicks. 1993: Chicago Bulls 4-2 Phoenix Suns. 1992: Chicago Bulls 4-2 Portland Trail Blazers. 1991: Chicago Bulls 4-1 Los Angeles Lakers. 1990: Detroit Pistons 4-1 Portland Trail Blazers.
Boston Celtics y Los Angeles Lakers: 17.
Chicago Bulls y Golden State Warriors: 6.