Cádiz y Real Valladolid aburren en el Carranza en un encuentro insípido que deja un punto para cada equipo y muchas dudas de cara al futuro. Condenados a la zona baja. Weissman tuvo la mejor ocasión. Al primer minuto, cabeceó al larguero. Los blanquivioletas, con mucha más posesión, no hicieron mucho más para ganar, un centro chut de Hervías y dos aproximaciones finales de Toni Villa. Los gaditanos, con una propuesta muy rácana, apenas inquietaron en los balones aéreos a Negredo y con un postrero lanzamiento de Espino que Masip abortó en la última jugada.
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| El Real Valladolid dejó la portería a cero por primera vez en esta temporada. Foto: www.realvalladolid.es |
Tuvo más interés la previa, con la posibilidad de un aplazamiento por varios positivos en el equipo gaditano en los test rápidos de antígenos, que el encuentro. Un tostón quemado de fin de año. Un cero a cero cantado casi desde el inicio. Un punto que, realmente, nadie mereció.
Lo mejor llegó al primer minuto. Sergi Guardiola conectaba de cabeza con Weissman y el israelí, también con la testa, mandaba el balón al larguero. La oportunidad más peligrosa de la noche. Casi la única. Cádiz y Real Valladolid aburrieron de lo lindo. Por incapacidad, porque están llamados a sufrir en esta temporada, y por propuesta, porque el Cádiz juega a que no pase nada y, con suerte, cazar una contra y porque el Real Valladolid no anda nada sobrado de ideas en el campo y en el banquillo.
Se conformaron con el empate. Justificado, en parte, en el Cádiz por las últimas convulsas horas y por el valor de romper una dinámica de tres derrotas. El punto le mantiene en el ecuador de la tabla gracias a un sensacional comienzo de la temporada con victorias ante el Real Madrid y el Barça. Injustificado, sin embargo, en el Real Valladolid, que acabará el año en puestos de descenso. Falta de ambición y de fútbol ante un Cádiz menor.
El larguero de Weissman no tuvo continuidad. El Real Valladolid manejó el balón. Otra cosa es que supiera qué hacer con él. Ni por las bandas, en especial con las incorporaciones de Raúl Carnero. Ni por el centro, con Roque Mesa. Atasco, con varios señalados: Orellana, Óscar Plano y Sergi Guardiola, por citar los más representativos. El chileno, desaparecido en combate desde septiembre, solo ha demostrado como blanquivioleta eficacia desde los once metros, con dos penaltis transformados. El madrileño, bregador, no desborda en ningún momento por la banda izquierda ni cuando se mete por dentro. El murciano, que jugó el partido completo, pelea y poco más.
Mal panorama para un equipo que ha perdido por tiempo indeterminado a su mejor activo en las últimas jornadas: Marcos André. El brasileño está a un paso del quirófano por los problemas de pubis que arrastra durante todo el curso. Lo peor que le podía pasar a un Real Valladolid de encefalograma plano.
Al menos, el encuentro del Carranza dejó una novedad positiva. Por primera vez en esta temporada, la portería se quedó a cero. El Cádiz colaboró. No porque tuviera la mira mal enfocada o porque Masip se multiplicara. Simplemente, renunció casi a atacar. Y pese a todo, tras el larguero de Weissman, estuvo más cerca de algo parecido a una oportunidad. Negredo, por arriba, incordió a El Yamiq. El marroquí estuvo apurado en el primer periodo. Antes del descanso, se ganó una amarilla tras cortar una contra.
Si pasó poco en el primer tiempo, menos aún en el segundo.
El Real Valladolid intensificó su dominio del balón. Y también sus carencias. Ledesma era un espectador, bien protegido por dos líneas de cuatro, más los delanteros Lozano y Negredo. Hervías, con un centro chut, descubrió, casi sin querer, que el Cádiz jugaba con portero. Así de duro estaba el choque.
Los cambios mejoraron algo. No era muy complicado. Álvaro Cervera se adelantó con la inclusión de Álex Fernández, tras el descanso, y sobre todo de Álvaro García y Jairo por los invisibles Lozano y Perea, respectivamente. El Cádiz amagaba con salir a la contra ante un Real Valladolid que tardó algo más en mover el banquillo, como viene siendo demasiado habitual con Sergio González.
Jota y, sobre todo, Toni Villa le dieron otro aire a los blanquivioletas. Más velocidad y más verticalidad en los últimos metros. El canterano, marginado por el técnico en el banquillo, mejoró con creces a Óscar Plano en la banda. A Toni Villa no le valía el empate. En la recta final, con ambos equipos cansados y más huecos, culminó dos lanzamientos. Ledesma le atrapó el segundo. Poco para ganar, pero al menos algo. El único remate entre los palos del Real Valladolid.
La última la tuvo, sin embargo, el Cádiz. En la última jugada, Masip desviaba un potente disparo de Espino tras un regalo de Sergi Guardiola con una cesión atrás con el pecho.
El tostón no daba para más.
Ficha técnica:
Cádiz CF 0: Ledesma; Iza, Marcos Mauro, Cala, Espino; Jonsson (Bodiger 84’), Fali, Iván Alejo (Álex Fernández 46’), Perea (Jairo 61’); Lozano (Álvaro García 60’) y Negredo (Malbasic 84’).
Real Valladolid 0: Masip; Hervías, Bruno, El Yamiq, Raúl Carnero; Roque Mesa (Fede San Emeterio 79’), Alcaraz, Orellana (Jota 69’), Óscar Plano (Kike Pérez 79’); Sergi Guardiola y Weissman (Toni Villa 69’).
Árbitro: Hernández Hernández (colegio canario). Amonestó a Fali (26’), Iván Alejo (27’) y Lozano (33’), por el Cádiz CF, y a Roque Mesa (6’) y El Yamiq (45’), por el Real Valladolid.
Incidencias: 16ª jornada de LaLiga Santander. Ramón de Carranza, a puerta cerrada por el protocolo sanitario por el covid-19.
Las notas:
Masip (7): Por primera vez en esta temporada, el Real Valladolid dejó la portería a cero. No fue necesaria una gran actuación de Masip, que resolvió bien el poco trabajo que le llegó: un remate de Lozano a los doce minutos, un disparo blando de Negredo mediado el segundo periodo y, sobre todo, un latigazo de Espino en la última jugada del encuentro.
Hervías (5): Discreto. No tuvo tanto protagonismo ofensivo como en jornadas precedentes. En el arranque de la segunda mitad, soltó un peligroso centro chut que Ledesma desvió por encima del larguero.
Bruno (6): Sobrio. El central canario tuvo un partido tranquilo. El Cádiz se refugió atrás y apenas conectó su contragolpe. El Yamiq le ayudó, antes del descanso, para cortar una incipiente contra.
El Yamiq (6): Con bastante presencia. El marroquí relevó al lesionado Joaquín. De menos a más. Sufrió con Negredo en el primer periodo. El delantero del Cádiz le buscó y le ganó la espalda en dos balones aéreos. Los cabezazos del madrileño se marcharon fuera. Antes del descanso, se ganó una amarilla para cortar una peligrosa contra del mismo Negredo. Aguantó toda la segunda parte, en la que se mostró mucho más sereno, rápido, contundente y mejor colocado.
Raúl Carnero (6): Volvió al once tras su suplencia ante el Barça. El flamante goleador en el Pizjuán estuvo resolutivo en la defensa y con ganas en sus subidas por la banda izquierda, aunque sin peligro real.
Roque Mesa (5): El canario también recuperó la titularidad tras su ausencia ante los azulgranas. Ha jugado de inicio en cuatro de las cinco últimas jornadas. Ante un replegado Cádiz, le costó organizar la ofensiva del Real Valladolid. Amonestado a los seis minutos por una falta sobre Fali en un salto y sustituido a once del final.
Alcaraz (5): Casi inamovible para Sergio González. Ha sido titular en diez de las once últimas jornadas. En esta temporada, está cumpliendo un rol más gris en el mediocampo. Está lejos de su mejor forma. Antes del descanso, perdió un comprometido balón que generó una contra que cortó El Yamiq en falta.
Orellana (2): Una completa decepción. El internacional chileno apenas participó en el juego en el Ramón de Carranza. Desde hace varias semanas, inexplicable su estatus de titular indiscutible. Se marchó al banquillo mediado el segundo tiempo.
Óscar Plano (3): No acaba de funcionar. El madrileño, un fijo para Sergio González, se vacía físicamente, pero le cuesta mucho crear peligro. Relevado a once minutos del final.
Sergi Guardiola (3): Un misterio. En la previa, Sergio González indicó que no estaba para jugar todo el partido. Sin embargo, Guardiola fue titular y completó los noventa minutos. Fatigado en la recta final y con cambios sin gastar. Su mejor contribución llegó en el primer minuto con una asistencia de cabeza para Weissman, que estrelló el balón, igualmente con la testa, en el larguero. También de cabeza, remató desviado en la recta final del primer periodo. En la última jugada, regaló una clara oportunidad a Espino con un incomprensible pase atrás con el pecho.
Weissman (4): Tuvo la mejor oportunidad del Real Valladolid. La acción que pudo cambiar el partido. En el primer minuto, el israelí, de cabeza, remató al larguero en el área. En el resto del duelo, casi no apareció. Sus compañeros no le encontraron. Sustituido mediada la segunda parte.
Toni Villa (6): Una vez más, suplente. En los últimos dos meses, solo ha sido titular en la Copa ante el Cantolagua. En el Carranza, salió por Weissman mediada la segunda parte. Partiendo desde la banda izquierda, estuvo bastante activo, con el partido más abierto. Probó dos disparos. El primero, en una contra, se le marchó fuera. El segundo lo detuvo Ledesma. El único remate entre los tres palos del Real Valladolid.
Jota (5): Sustituyó a Orellana en el ecuador de la segunda parte. El portugués ofreció más destellos que el chileno.
Fede San Emeterio (5): Disputó los últimos once minutos tras entrar por Roque Mesa para reforzar el mediocampo.
Kike Pérez (6): Entró por Óscar Plano a once del final. Intentó enganchar con Toni Villa en los últimos metros.
Sergio González (5): El Real Valladolid dejó la portería a cero por primera vez en esta temporada. Casi lo único bueno, junto con el punto, en el Carranza. El equipo, con las novedades de Bruno, El Yamiq, Raúl Carnero, Roque Mesa, Orellana y Sergi Guardiola en el once con respecto a la última jornada ante el Barça, jugó muy mal. Los blanquivioletas cierran el año en puestos de descenso.