Los
vallisoletanos superan (78-70) al verdugo carmesí en los últimos playoffs. El
conjunto de Hugo López abrió brecha, apretando en defensa, en un decisivo
segundo cuarto (22-9) y suma su tercera victoria en tres jornadas en la
temporada. Líder provisional en solitario.
Tom Granado aportó cinco puntos desde el banquillo. Foto: www.cbcvalladolid.es |
Los de Hugo López
volvieron a demostrar que atraviesan un gran momento de forma y se cobraron su
particular venganza ante el Melilla Baloncesto (78-70), verdugo de las ardillas
en los últimos playoffs de ascenso.
Un segundo cuarto
brillante (22-9) disparó las opciones del cuadro carmesí, que suma todos sus
partidos por victorias y que actualmente es el líder de la LEB Oro, con un
balance inmaculado.
Con el recuerdo de
los últimos playoffs aún presente, el Carramimbre CBCV y el Melilla Baloncesto
saltaron al parqué de Pisuerga para reeditar los cuartos de final de la última
promoción de ascenso, en los que terminó cayendo el conjunto vallisoletano.
Pero, a pesar del afán de revancha, a los locales les costó entrar en el
partido. Dos triples consecutivos de Osvaldas Matulionis otorgaron la
iniciativa a los melillenses (9-12), aunque Frank Bartley, con siete puntos,
sostuvo al Carramimbre.
Los de Alejandro
Alcoba gozaron de una máxima a favor de siete puntos (11-18), lo que obligó a
Hugo López a pedir el primer tiempo muerto de la contienda. Y la mejoría fue
inmediata y notable. Sin el lituano en cancha, por problemas de faltas, y con
un Caleb Agada desacertado y muy bien defendido por las huestes carmesís, los
vallisoletanos se estiraron y despidieron el primer acto con un triple de Mike
Torres y una gran canasta de Juan Rubio prácticamente sobre la bocina (18-18).
5-0 final de parcial para dar pie a una reacción meteórica.
De menos a más, la
inercia positiva de las ardillas creció aún más en el segundo cuarto, merced a
un paso adelante en defensa. El Carramimbre se puso el mono de trabajo y se
convirtió en un auténtico vendaval, que dejó al Melilla sin anotar una canasta
en juego durante casi siete minutos. Un clínic atrás, acompañado por un
baloncesto muy rápido y vertical marca de la casa, que se tradujo en un parcial
de 14-0 acumulado (32-19).
Y la exhibición no
paró hasta el descanso. Si bien es cierto que tras el segundo tiempo muerto de
Alejandro Alcoba hubo una ligera mejoría en el conjunto visitante, la impecable
defensa carmesí, de rosa en el día de hoy como señal de apoyo en la lucha
contra el cáncer de mama, no bajó el pistón para alcanzar el descanso con
máxima ventaja (40-27). Diez minutos de recital (22-9) y encuentro encarrilado
para Hugo López y los suyos, quienes volvieron a demostrar su estado de gracia.
Disputados los
primeros veinte minutos, el dato más destacado eran los dieciséis puntos de
valoración de Mike Torres, que catalizó al Carramimbre CBCV desde el banquillo.
Intenso atrás, rápido en las transiciones y acertado desde más allá del arco,
el base local desarboló a un Melilla Baloncesto que tampoco revirtió la situación
tras el paso por los vestuarios.
Toms Leimanis tomó
el testigo en la anotación y amplió la brecha entre ambos conjuntos hasta los
diecisiete puntos (48-31). Alejandro Alcoba se vio obligado a parar, de nuevo,
el asalto y buscar soluciones, que llegaron desde la larga distancia. Tres
triples consecutivos de los de la Ciudad Autónoma hicieron saltar las alarmas
en el banquillo carmesí y esta vez fue Hugo López quien tuvo que pedir una
tregua (48-40).
El vallisoletano
ordenó a los suyos y el buen juego regresó al cuadro de Pisuerga para volver a
despegarse del Melilla, excesivamente dependiente de los puntos de Osvaldas
Matulionis (diecinueve al término del tercer periodo). Así, el Carramimbre CBCV
encaró los últimos diez minutos con catorce tantos de diferencia (64-50) y el
encuentro en su mano para rematar la faena.
Aunque la dinámica
y la renta eran favorables, al Carramimbre CBCV aún le quedaba mucha tela que
cortar para imponerse a uno de los gallitos de la competición, que además
inició el último asalto con un 0-5 de parcial. Los vallisoletanos, lejos de
amedrentarse, asumieron con gusto el aviso y volvieron a desplegar su mejor
versión para reprimir el conato de remontada melillense. El mando y el tempo,
eso sí, siempre fue carmesí.
Rápidamente las ardillas
abrieron brecha y, a falta de cinco minutos y medio, el muro entre locales y
visitantes era de quince puntos (70-55). Los de Alejandro Alcoba, por si fuera
poco, fueron acusando el cansancio físico y mental y se despidieron de Caleb
Agada tras su quinta personal en un partido que acabó muriendo sin mucha
historia en la recta final (78-70) y que aúpa al Carramimbre CBCV al liderato. Tres
de tres e inicio soberbio.
Ficha técnica:
Carramimbre CBCV 78 (18+22+24+14): Toms Leimanis (7), Frank Bartley
(15), Niksha Federico (10), Sergio de la Fuente (7) y Seydou Aboubacar (5)
-quinteto inicial-. También jugaron: Kimbal Mackenzie (14), Tom Granado (5), Mike
Torres (13), Juan Rubio (2) y Jubril Adekoya (-).
Club Melilla Baloncesto 70 (18+9+23+20): Austin Luke (2), Andris Misters (11),
Osvaldas Matulionis (21), Fede Uclés (8) y Phillipp Hartwich (7) -quinteto
inicial-. También jugaron: Caleb Agada (4), Amadou Sidibé (7), Javi Marín (4),
Mikolaj Witlinski (-) y Didac Cuevas (6).
Árbitros:
Bravo Loroño, Caamaño Muñoz y García Parejo. Eliminaron a Seydou Aboubacar, del
Carramimbre CBCV, y a Caleb Agada, del Melilla Baloncesto, por cinco faltas
personales.
Incidencias: 3ª jornada de la LEB Oro. Polideportivo Pisuerga.
Crónica de www.cbcvalladolid.es