martes, 22 de octubre de 2019

La NBA vuelve a mirar a L.A.

Lakers y Clippers. LeBron (y la ‘Ceja’) y Kawhi (y George). Los dos máximos favoritos al anillo tras el final de la era dorada de los Warriors, con las salidas de Durant e Iguodala, la grave lesión de Klay y la retirada de Livingstone. La Conferencia Este, defensora del título con los Raptors, puja fuerte con los Bucks de Anteto y los Sixers de Embiid. Houston amenaza con un dúo explosivo (Harden-Westbrook), Denver explora sus límites (con Jokic y una plantilla completísima), Boston prueba un nuevo plan (con Walker y Kanter) y Brooklyn (con Irving) prepara el camino para el futuro regreso de Durant. Sin olvidar a Utah, Portland, Dallas, Sacramento, San Antonio, Indiana, Orlando, Miami y, por supuesto, New Orleans, con la ‘bestia’ Zion Williamson, si las rodillas se lo permiten. Una temporada para no perderse. El show está listo.

Previa NBA 2019/20 (España): Tres campeones, tres aspirantes y tres que se van


Los Angeles. No hay ciudad que rezume más baloncesto de primer nivel en el universo de la NBA, con el permiso de Boston (y los inalcanzables diecisiete anillos de los Celtics) y New York (a pesar de los depauperados Knicks).

El show regresa a L.A., la cuna del ‘showtime’ (Magic, Kareem, Worthy, Scott, Rambis, Green… y Riley en el banquillo) (campeones en 1980, 1982, 1985, 1987 y 1988) y la meca de Kobe (con la inestimable ayuda de Shaquille, Gasol y Jackson como ‘head coach’) (campeones en 2000, 2001, 2002, 2009 y 2010). LeBron James, que fracasó (como toda la franquicia, plantilla, equipo técnico y despachos) en su primer año de oro y púrpura, va a por todas, con la incorporación de la ‘Ceja’, Anthony Davis.

El regreso de L.A. a la primera línea de la NBA es, además, doble. Los Clippers, el ‘hermano pobre’ de los Lakers es el gran favorito al anillo. ¿Por qué? Por muchas razones. Porque ya contaba con buenos jugadores (el superanotador Lou Williams, el especialista defensivo Patrick Bervely, la revelación Montrezl Harrell…) y con un gran entrenador (Doc Rivers, campeón con Boston en 2008). Porque ha incorporado a una megaestrella (Paul George). Y porque ha incorporado a otra estrella aún más grande, probablemente el jugador referencia, si hablamos exclusivamente de baloncesto, en la actual NBA (Kawhi Leonard, campeón con San Antonio en 2014 y con Toronto en 2019, en ambas ocasiones con el MVP en las Finales).

Kawhi no es un jugador de muchas palabras. Perfil bajo, una ‘rara avis’ pese a su indudable cartel de crack de la NBA. Habla donde realmente importa, en la pista. No era ningún secreto su deseo de volver a casa, a California. Nació en Los Angeles y se formó en la Universidad de San Diego. El deseo de volver a casa ya quedó patente cuando se distanció de los Spurs tras un año casi en blanco por una extraña lesión en el cuádriceps derecho. San Antonio, con la duda sobre su estado físico, aplazó el regreso una temporada con el traspaso de Leonard a Toronto. No tenía pinta, sin embargo, de que Kawhi echara raíces en Canadá. Fue el rey del Norte durante un único curso, lo cual no quiere decir que perdiera el tiempo.

Leonard recuperó la forma (Toronto le concedió 22 partidos de descanso en la temporada regular), con los mejores registros estadísticos de su carrera (26,6 puntos y 7,3 rebotes), y cumplió, de sobra, en su único año de contrato con los Raptors. Llevó a Toronto a las Finales y al anillo con unos playoffs majestuosos: 30,5 puntos de media. A la altura de los mejores Jordan y LeBron. Así de bueno es Kawhi. Para el recuerdo, dejó una ya mítica canasta en el último segundo que sirvió para eliminar a los Sixers en las semifinales de la Conferencia Este.

Aquel introvertido (en eso nunca cambiará) ‘manazas’ (28,6 cm del pulgar al meñique) con el número ‘2’ de los Spurs se ha transformado en un jugador total, determinante en ambos lados de la pista, el mejor ‘two-way’ player de la NBA, una estrella (a su pesar) capaz de cambiar el desenlace de una temporada, como demostró con los Raptors y pretender conseguir con los Clippers.

Toronto era una estación de paso. California esperaba. Los Angeles esperaba. Los Lakers esperaban… No, los Lakers no fueron los elegidos. Kawhi no se unió finalmente a LeBron y Davis, lo cual ya habría sido un abuso, un ‘big three’ insuperable. Eligió a los Clippers de Steve Ballmer, la tercera pata del imperio Microsoft junto con Bill Gates y Paul Allen. Ballmer se ha tomado muy en serio el reto de convertir a los Clippers en una franquicia ganadora, con una identidad propia, lejos de la sombra de los Lakers: los planes de un nuevo pabellón, quizás nuevo nombre… e incorporaciones de primer nivel. Lo que fuera para espantar el riesgo de una mudanza a otra ciudad.

“Los dirigentes fueron muy transparentes conmigo, el objetivo es ganar. Es una gran oportunidad poder construir una nueva identidad en esta franquicia, hacer historia. Nunca han estado en unas Finales ni han ganado nada, es un gran reto que queremos afrontar”, resumía Leonard en su presentación como nueva estrella de los Clippers.

Pero la clave de la llegada de Kawhi a los Clippers fue otra: Paul George, otra superestrella.

El cataclismo se activó. Kawhi ya tenía lo que buscaba:

“Estuve muy cerca, muy cerca de los Lakers. Pero cuando los Clippers me presentaron la oportunidad de jugar con Paul (George), fue fácil. Fue un sí. Dije que lo pusieran en marcha”.

Oklahoma, en pleno proceso de reconstrucción, lo puso ‘sencillo’: Gallinari (‘expiring’), el talento joven canadiense Shai Gilgeous-Alexander, una de las sorpresas de la pasada temporada, y un irrechazable paquete de rondas del draft: tres primeras rondas sin protección de los Clippers (2022, 2024 y 2026), dos primeras rondas de Miami (2021 sin protección y 2023 protegida 1-14) y, además, la posibilidad de los Thunder de intercambiar con los angelinos las rondas de 2023 y 2025.

A sus 29 años, George, natural igualmente de Los Angeles y compañero de promoción de Kawhi, cumplía también con su deseo de regresar a casa. Tampoco fueron los Lakers, los favoritos en los últimos años. Los Clippers arrasaban en el mercado.

Doc Rivers, con sus dos nuevas estrellas:
Kawhi Leonard y Paul George.
“Parece que estábamos destinados a jugar juntos”, ha recordado George, elegido por Indiana en el número diez del draft 2010. Un año después, los Pacers escogieron a Kawhi en el número quince, solo que mandaron a Leonard a San Antonio por George Hill.

“Cuando estaba en Indiana y draftearon a Kawhi, estaba nervioso porque jugábamos en la misma posición y sería una competencia. Ahora, mirando en retrospectiva, me hubiera gustado habernos quedado con aquel pick. Este es el destino, teníamos que jugar juntos”, ha resumido George.

Con Kawhi y George, los Clippers lo tienen todo para luchar por el anillo: veteranía en el banquillo con Doc Rivers, puntos con Lou Williams y Montrezl Harrell, defensa con Patrick Beverly, Maurice Harkless, JaMychal Green..., juventud con Landry Shamet. Son los favoritos, el rival a batir.

Y el gran rival lo tiene a la vuelta de la esquina, su enemigo histórico: los Lakers.

Ahora sí, los de oro y púrpura, tras seis años alejados de los playoffs, la peor racha de la franquicia más mediática de la NBA, están listos para volver a reinar en la mejor Liga de baloncesto del mundo.

El cambio se llama Anthony Davis.


La ‘Ceja’ ha llegado para complementar a LeBron, que no tuvo precisamente un estreno de película en su primera temporada con los Lakers. Un año desastroso, lesión incluida. Los jóvenes no funcionaron como se esperaba. Los despachos, tampoco, con el traspaso fallido de Davis, que había pedido salir de los Pelicans, en febrero. A Magic le tocó pagar el ‘pato’.

Al segundo intento, la ‘Ceja’ jugará al lado de LeBron, con el que comparte agente, el poderoso Rich Paul. Era cuestión de tiempo la unión de intereses.

No existe un dúo más poderoso en la Liga. Bueno…, uno: Kawhi y George en los Clippers.

Los Lakers desmontaron el proyecto de futuro, ya señalado en las negociaciones de febrero con los Pelicans: Lonzo Ball, Brandon Ingram, Josh Hart y tres primeras rondas a New Orleans por la ‘Ceja’. Davis lo vale, aunque será agente libre el próximo verano y todo puede pasar entonces.

El proyecto es ahora, el proyecto es el presente.

LeBron, que cumplirá 35 años a finales de diciembre, se perdió sus primeros playoffs desde 2005. El ‘rey’, a estas alturas de su carrera, no está para perder el tiempo en reconstrucciones sino para ganar más anillos. La ‘Ceja’, condenado a la mediocridad en los Pelicans, puede ser el socio ideal.

“Obviamente ha sido una decisión dura dejar New Orleans, pero creo que era el momento y que ha sido lo mejor para mí. Cuando me enteré de que me traspasaban a los Lakers, sentí que era una ocasión increíble para unirme a una gran organización y jugar junto a un jugador como LeBron. Es genial tener la oportunidad de estar en una franquicia en la que todo lo que importa es ganar y en la que el anillo es el único objetivo”, sentenciaba Davis en su presentación como nuevo jugador de los Lakers.

Y LeBron, claro, encantado:


“He tenido el descanso más largo de mi carrera, así que estoy listo mental y físicamente”, ha avisado James, que ejercerá como base titular.

Unos Lakers de diseño.

De los jóvenes, solo ha quedado el más preparado, la tercera arma del equipo, Kyle Kuzma. De la bisoñez de la plantilla de la pasada temporada se ha pasado a la experiencia, a los valores seguros, con la renovación de Rondo y las llegadas de Danny Green, Avery Bradley y un rehabilitado Dwight Howard, que compartirá minutos con JaVale McGee en su regreso a Hollywood, donde su carrera se despeño hace ya seis años.

A los Lakers solo les ha fallado el ‘no’ de Kawhi y la nueva lesión de gravedad de DeMarcus Cousins, una apuesta arriesgada que merecía la pena.

La duda es otra, el banquillo.

A Frank Vogel, un técnico de perfil medio que demostró su valía compitiendo con los Pacers contra los Heat de LeBron, le ha quitado la bendición y la tragedia de dirigir a los Lakers, con Jason Kidd como mano derecha. Así de intensa es la franquicia de oro y púrpura.

Vogel ha ganado méritos en verano:

“Me he sentido apoyado por LeBron desde el primer día (…). Los Lakers siempre han estado en primer plano y cualquier equipo en el que juegue LeBron estará siempre en primer plano. No creo que haya nada negativo en ello. No es nada que no haya vivido antes y es parte de nuestro trabajo. Me encanta que se vaya a hablar de nuestro equipo y que se nos vea como uno de los favoritos”.

Clippers y Lakers, que abrirán la temporada NBA esta próxima temporada junto con el duelo entre Raptors y Pelicans, son los dos grandes favoritos al anillo.

La NBA vuelve a mirar a L.A. pero, por el sistema de la competición, al menos uno de ellos caerá antes por el camino. La rivalidad angelina, si llega, será en unas Finales… de Conferencia (Oeste). ¿Unas Finales anticipadas?

La particularidad geográfica en la competición NBA y la pujanza del Este abren, no obstante, el abanico de grandes candidatos al título: Milwaukee Bucks y Philadelphia Sixers, listos para recoger el testigo de Toronto.

Milwaukee (60-22) ya fue el mejor equipo de la última temporada regular, con el MVP de la Liga, el griego Giannis Antetokounmpo: 27,7 puntos, 12,5 rebotes y 5,9 asistencias. Una bestia que, a sus 24 años, no ha tocado techo.

Antetokounmpo escucha al técnico de los Bucks,
Mike Budenholzer.
“Todo el mundo en este equipo quiere demostrar que el año pasado, en el que ganamos sesenta partidos, no fue un simple accidente. Creo que éramos un buen equipo y hemos mejorado, pero evidentemente muchos rivales ya nos conocen y van a ir más duro a por nosotros. Pero vamos a estar preparados. Nadie nos va a regalar nada. Vamos a salir ahí fuera y ganárnoslo nosotros mismos”, ha garantizado Anteto.

Toronto y, parcialmente, Philadelphia encontraron la manera de ‘desactivar’ a ‘The Greek Freak’ en los playoffs: alejarle del aro.

En la era del triple, Antetokounmpo, que en el perímetros tiene un déficit (apenas un 25% de acierto en el pasado curso), ha conseguido el MVP de la temporada regular e impulsar a Milwaukee a la élite pero, ¿también le alcanzará para ganar el anillo?

“Mucha gente dijo: ‘Si Giannis no agrega el triple a su juego, no será uno de los mejores de la Liga’. ¿Acabo de ganar el MVP y no un concurso de triples, verdad? Puedo ganar el campeonato sin los triples, pero quiero tirar esos triples. Este año he mejorado un poco. El curso pasado, conforme fue avanzando, mejoré. Lanzar esos triples hará el juego mucho más sencillo tanto para mis compañeros como para mí, así que es algo que debo sumar a mi juego”, ha replicado el griego.

Milwaukee ha apostado por la continuidad en el ‘roster’.

En marzo ya renovaron a Bledsoe por cuatro años (70 millones). En verano les llegó a turno a Middleton (cinco años y casi el máximo, 178 millones), Brook Lopez (cuatro años y 52 millones) y el veterano George Hill (tres años y 29 millones). Por el camino, con tan generoso dispendio, los Bucks han perdido a una pieza gran valor, Brogdon, que ha saltado a Indiana (cuatro años y 85 millones).

Budenholzer, vigente entrenador del año, reconocimiento que ya consiguió con Atlanta en 2015, ha mejorado la segunda unidad con veteranos: el triplista Kyle Korver, el otro Lopez (Robin) y el anotador Wesley Matthews. La otra novedad es el croata Dragan Bender, aún por explotar en la NBA. Milwaukee se ha quedado sin españoles, con la salida de Mirotic al Barça y de Pau Gasol a Portland.


Philadelphia, semifinalista en el Este en los últimos playoffs (4-3 ante Toronto), quiere completar ‘The Process’.

Ya no es un equipo de ‘tanking’. No lo es desde que cuenta con dos estrellas de primerísimo nivel: el pívot camerunés Joel Embiid (vieja y nueva escuela al mismo tiempo) y el base australiano Ben Simmons (con sus 208 centímetros y sin triple, como Anteto, con mucho menos tiro incluso que el griego). El ‘aussie’ ha extendido su contrato cinco años por el máximo (170 millones).

Embiid ha recuperado la gloria de los pivots en la NBA.

Prácticamente sano (se perdió dieciocho encuentros en la fase regular), firmó una temporada regular monstruosa: 27,5 puntos, 13,6 rebotes, 3,7 asistencias y 1,9 tapones por partido. La salud sí le falló en los playoffs, pero con problemas pasajeros.

El camerunés, junto con la ‘Ceja’, aunque Davis prefiere actuar como ‘cuatro’, es el pívot dominador de la NBA. Nadie como él influye tanto en el juego.

“El año pasado fue el que más partidos jugué. Este curso me veo jugando más de setenta encuentros. Eso será realmente positivo para nosotros ya que intentaremos conseguir el primer lugar del Este y ganar más de sesenta partidos”, ha adelantado Embiid, que quiere pelear por el MVP y el premio al Mejor Defensor.

Embiid (25 años) y Simmons (23) son el futuro y el presente de la NBA. El anillo es cuestión de tiempo.

Los Sixers, como los Bucks, han conservado a casi todo el bloque, con la firme apuesta por Tobias Harris (cinco años y 180 millones), pero ha perdido a dos jugadores muy importantes: el francotirador JJ Reddick y, sobre todo, Jimmy Butler, que aportó mucho en los playoffs. Butler ha optado por liderar el proyecto de Miami.

Brett Brown ha recibido con los brazos abiertos a Al Horford, que a sus 33 años mantiene intacta su inteligencia en la pista, y Josh Richardson, al que le tocará abrir el juego de los Sixers desde el triple.


Con dos años ya de experiencia en los playoffs y con Embiid y Simmons consolidados como estrellas de la Liga, el momento de The Process puede ser ya.

El cambio en la NBA, con el resurgir de L.A. y las candidaturas de Milwaukee y Philadelphia, es posible por el final de una gran historia: Golden State Warriors.

La franquicia californiana, que se ha mudado del Oracle Arena de Oakland al nuevo y ultramoderno Chase Center de San Francisco, comienza una nueva etapa tras dominar la Liga en los últimos cinco años (tres anillos –2015, 2017 y 2018– y dos subcampeonatos –2016 y 2019–) e innovar el baloncesto. Porque no solo ha sido cuestión de triples, con dos tiradores históricos (Curry y Thompson). Nadie ha jugador mejor que los Warriors en los últimos años, en ataque y en defensa. Una dinastía que, con las lesiones de Durant y Thompson, cerró una etapa, con toda la dignidad del mundo, en Toronto en las últimas Finales de la NBA.

No se trata de subestimar el corazón herido de un campeón, aquella mítica frase de Rudy Tomjanovich con los Rockets de Olajuwon, simplemente los Warriors son ya otro equipo: sin Durant, que se ha unido a Irving en Brooklyn; sin Iguodala, momentáneamente en Memphis a la espera de un ‘contender’; sin Livingstone, retirado; y sin Thompson, lesionado de gravedad hasta, al menos, el All Star. Menos ataque y muchas menos defensa.

Pero con Curry, Green, D’Angelo Russell (el gran movimiento de los Warriors) y…, cuando se recupere, Thompson, al que la franquicia no dudó en renovar: cinco años y 190 millones.

Curry asumirá el mando:

“Está en su mejor momento tanto a nivel físico como mental. Está listo para tener un gran año”, ha avisado Steve Kerr.

Curry ha ironizado sobre el fin de ciclo de los Warriors:


“Oh, la narrativa de que los Warriors estamos acabados. La oigo por todos lados y me encanta. Este año veníamos de ganar varios campeonatos y éramos el rival a batir, pero ahora volvemos a ser aspirantes. De todas formas, el equipo no necesita ningún plus de motivación, y yo tampoco”.

No conviene subestimar a los Warriors, pero parecen, al menos, un escalón por debajo de las dos franquicias angelinas en el Oeste y de Milwaukee y Philadelphia en el Este.

¿Un año de transición? ¿Un año de pruebas?

La incorporación de Russell lo parece. Si sale bien, más madera. Si sale mal, una cotizada pieza para canjear en el mercado.

Lo único intocable es la base del equipo campeón: Curry-Klay-Draymond-Looney.

Además de Thompson, los Warriors han renovado a Green (cuatro años y cien millones) y Looney (tres años y quince millones).

D’Angelo Russell, que explotó su mejor baloncesto en Brooklyn hasta estrenarse en un All Star, es la principal novedad, pero no la única. Los Warriors han buscado a gente que busca una reivindicación: Willie Cauley-Stein, Marquese Chriss y Glenn Robinson y Alec Burks.

Lakers, Clippers, Bucks y Sixers son los favoritos.

¿Y los aspirantes? Además de los Warriors, la lista es amplia en una temporada que se presenta con muchos focos de atracción: Houston, Denver, Boston, Utah y Portland.


Lo más explosivo está en los Rockets, polémica diplomática mediante con China por las críticas del general manager Daryl Morey por la situación en Hong Kong y ya sin Chris Paul, que no acabó de conectar con el particular estilo de la ‘Barba’. Vuelta de tuerca al ‘run&gun’ de D’Antoni. Harden se reencuentra con Westbrook siete años después de abandonar Oklahoma. Dos ‘machos alfa’ en Houston: 59 puntos (36,1 de Harden y 22,9 de Westbrook), casi 45 lanzamientos (24,5 de Harden y 20,2 de Westbrook), más de 18 asistencias (7,5 de Harden y 10,7 de Westbrook) y más de 17 rebotes (6,6 de Harden y 11,1 de Westbrook) de media entre ambos por partido en la última temporada regular.

¿Pueden jugar juntos Harden y Westbrook?

Cualquier cosa puede pasar, desde el éxito al más absoluto fracaso.

“Sé cómo jugar con ‘Russ’ y él sabe cómo jugar conmigo”, ha zanjado la ‘Barba’.

“Va a dar miedo, eso es todo lo que puedo decirte. Va a dar miedo… y no a nosotros”, ha corroborado un generoso Westbrook, dispuesto a modificar su juego. “Mi objetivo es ganar un campeonato, y estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para conseguirlo. No es necesario que tenga el balón para tener impacto en el juego. No tengo que anotar ni hacer nada. Puedo defender, puedo rebotear, puedo pasar, puedo liderar al equipo… Nuestro objetivo principal es ganar. Puedo quedarme sin anotar y, si ganamos, será lo mejor que me haya pasado. Es lo único que me importa”.

Denver es un equipo muy distinto, muy alejado de los focos de ‘glamour’ de Houston. Los Nuggets (54-28), segundos en el Oeste en la pasada temporada, no son flor de un día. Nada de eso. Es la franquicia con una plantilla más completa (Nikola Jokic, Jamal Murray –renovado cinco años por 170 millones–, Gary Harris, Paul Millsap, Will Barton, Malik Beasley, Torrey Craig, Monte Morris, Juancho Hernangómez, el casi recuperado Michael Porter y el fichaje de Jerami Grant). Un equipazo a las órdenes de Mike Malone.

Boston cambia de rumbo. La pasada temporada fue decepción: discreta fase regular (49-33) y pobres playoffs (barridos por Milwaukee en semifinales, con un 4-1). Irónicamente, los Celtics fueron menos con los regresos de Irving y Hayward, en teoría sus dos grandes estrellas. Se acabó la química en el vestuario, con Irving como principal señalado, y se frenó el progreso de los jóvenes (Tatum, Brown y Rozier). El proyecto ‘céltico’ cambia, sin Irving, sin Roziers, sin Marcus Morris y, lo que más ha dolido, sin Al Horford. Brad Stevens tendrá que recuperar la química con las incorporaciones de Kemba Walker, en el mejor momento de su carrera, y Enes Kanter.

Lillard lideró a los Blazers hasta las Finales de la Conferencia Oeste
en los últimos playoffs.
Portland, vigentes finalistas del Oeste, y Utah son dos eternos infravalorados. Dos mercados ‘pequeños’, pero con mucha tradición baloncestística. Prohibido ningunearlos. Los Blazers son muy regulares y tiene mucho talento: Lillard, McCollum, Nurkic (aún lesionado), Hood (renovado)… Whiteside, a la espera del regreso de Nurkic, reforzará el juego interior y Bazemore aumentará el arsenal ofensivo. Como postre, Pau Gasol, que jugará en su sexta franquicia NBA (Grizzlies, Lakers, Bulls, Spurs, Bucks y Blazers). Los Jazz, por su parte, con Quin Snyder renovado, ha ajustado una plantilla ya potente. Donovan Mitchell, Rudy Gobert y Joe Ingles contará con un nuevo base, el veterano Mike Conley. Bojan Bogdanovic, Jeff Green, Ed Davis y Emmanuel Mudiay llegan a Salt Lake City, donde ya no están Ricky Rubio y Derrick Favors.

Diez equipos con los playoffs, en principio, asegurados: Lakers, Clippers, Warriors, Rockets, Blazers, Nuggets y Jazz, en el Oeste, y Bucks, Sixers y Celtics, en el Este.

La lista de candidatos a los playoffs es amplia.

Los Mavericks de Doncic (el último rookie) y Porzingis, ya sin Dirk Nowitzki, y los Kings de Fox, Bagley, Barnes, Hield y Bogdan Bogdanovic ya han terminado la travesía del desierto. Breve en el caso de Dallas (tres años) y eterna en Sacramento (trece años, la más larga ausencia en los playoffs en la NBA). Solo la alta competencia en el Oeste les puede adelantar un curso más las vacaciones a mediados de abril.

San Antonio es fijo en los playoffs desde 1998. Una racha de 22 años. Nadie ha conseguido eso en la historia de la NBA. Por eso, por Popovich y porque tiene plantilla suficiente, con DeMar DeRozan y LaMarcus Aldridge como líderes, nadie puede descartar a los Spurs, aunque ya no sean un equipo campeón.

En el Este, la batalla por los playoffs será intensa.

A Milwaukee, Philadelphia y Boston, les deberían acompañar Toronto, Miami, Brooklyn, Indiana, Orlando, Detroit y Atlanta. Sobra uno.

No parece que sea el caso de los Raptors, los actuales defensores del anillo.

Toronto tiene el desafío de seguir siendo competitivo sin Kawhi Leonard. Una pérdida imposible de cubrir por completo, pero los Raptors han destacado en los últimos años por su amplitud de plantilla y cuentan con una nueva gran estrella: Pascal Siakam, renovado cuatro años por 130 millones. Del equipo campeón, de los importantes, solo el dúo procedente de los Spurs (Kawhi y Green) se ha movido de Canadá. Nurse sigue contando con el capitán Lowry y con Marc Gasol, Serge Ibaka, OG Anounoby, Fred VanVleet y Norman Powell. A los Raptors les da de sobra para que se siga hablando del Norte en la NBA.


Miami, Brooklyn, Indiana, Orlando y Detroit ya fueron equipos de playoffs hace un año. El objetivo es repetir. Los Heat, con cambio de líder en South Beach. Los Nets, con otro relevo, con Irving por Russell y, lo más importante, con Kevin Durant en el horizonte, aunque sea pensando más en la próxima temporada. Los Pacers, con Brogdon aportando aún más seriedad a un bloque muy compacto. Los jóvenes Magic, confiando en el crecimiento de Gordon, Bamba e Isaac. Los Pistons, apostando por una fórmula antigua, pero con potencial: Drummond y Griffin, en la pintura, y el renacido Derrick Rose, en el perímetro.

Atlanta viene pisándoles los talones. Los Hawks son de los equipos que más prometen en la NBA (Trae Young, Kevin Huerter, John Collins, De Andre Bembry, Jabari Parker y el último baile de Vince Carter). La palabra playoffs no se cita en Atlanta pero no sería ninguna sorpresa ver a la franquicia de Georgia en la postemporada.

Para Knicks, Cleveland, Washington, Charlotte y Chicago, en el Este, y Memphis, Minnesota, Phoenix, Pelicans y Oklahoma, en el Oeste, queda el objetivo de cumplir una temporada digna.

Cada uno con sus problemas particulares.

Washington, con la lesión de John Wall. Minnesota, con la decepción de Wiggins. Cleveland, con el coste del final de la era LeBron. Oklahoma, en plena reconstrucción tras la salida del último de su mítico ‘big three’, Westbrook. Memphis, también en plena remodelación tras soltar a Marc Gasol para que fuera campeón en Toronto. Chicago y Charlotte sin saber muy bien adónde van desde hace años. Phoenix (veremos con Ricky) sin explotar su talento joven. Oklahoma, a la espera de las rodillas del demoledor Zion Williamson (número uno del draft), que ya se perderá las ocho primeras semanas de competición. Y los Knicks, ¡ay, los Knicks!... Con Fizdale ya en duda en plena pretemporada.


PALMARÉS:


2019: Toronto Raptors 4-2 Golden State Warriors. 2018: Golden State Warriors 4-0 Cleveland Cavaliers. 2017: Golden State Warriors 4-1 Cleveland Cavaliers. 2016: Cleveland Cavaliers 4-3 Golden State Warriors. 2015: Golden State Warriors 4-2 Cleveland Cavaliers. 2014: San Antonio Spurs 4-1 Miami Heat. 2013: Miami Heat 4-3 San Antonio Spurs. 2012: Miami Heat 4-1 Oklahoma City Thunder. 2011: Dallas Mavericks 4-2 Miami Heat. 2010: Los Angeles Lakers 4-3 Boston Celtics. 

2009: Los Angeles Lakers 4-1 Orlando Magic. 2008: Boston Celtics 4-2 Los Angeles Lakers. 2007: San Antonio Spurs 4-0 Cleveland Cavaliers. 2006: Miami Heat 4-2 Dallas Mavericks. 2005: San Antonio Spurs 4-3 Detroit Pistons. 2004: Detroit Pistons 4-1 Los Angeles Lakers. 2003: San Antonio Spurs 4-2 New Jersey Nets. 2002: Los Angeles Lakers 4-0 New Jersey Nets. 2001: Los Angeles Lakers 4-1 Philadelphia 76ers. 2000: Los Angeles Lakers 4-2 Indiana Pacers.

1999: San Antonio Spurs 4-1 New York Knicks. 1998: Chicago Bulls 4-2 Utah Jazz. 1997: Chicago Bulls 4-2 Utah Jazz. 1996: Chicago Bulls 4-2 Seattle Supersonics. 1995: Houston Rockets 4-0 Orlando Magic. 1994: Houston Rockets 4-3 New York Knicks. 1993: Chicago Bulls 4-2 Phoenix Suns. 1992: Chicago Bulls 4-2 Portland Trail Blazers. 1991: Chicago Bulls 4-1 Los Angeles Lakers. 1990: Detroit Pistons 4-1 Portland Trail Blazers.


1989: Detroit Pistons 4-0 Los Angeles Lakers. 1988: Los Angeles Lakers 4-3 Detroit Pistons. 1987: Los Angeles Lakers 4-2 Boston Celtics. 1986: Boston Celtics 4-2 Houston Rockets. 1985: Los Angeles Lakers 4-2 Boston Celtics. 1984: Boston Celtics 4-3 Los Angeles Lakers. 1983: Philadelphia 76ers 4-0 Los Angeles Lakers. 1982: Los Angeles Lakers 4-2 Philadelphia 76ers. 1981: Boston Celtics 4-2 Houston Rockets. 1980: Los Angeles Lakers 4-2 Philadelphia 76ers.

1979: Seattle SuperSonics 4-1 Washington Bullets. 1978: Washington Bullets 4-3 Seattle SuperSonics. 1977: Portland Trail Blazers 4-2 Philadelphia 76ers. 1976: Boston Celtics 4-2 Phoenix Suns. 1975: Golden State Warriors 4-0 Washington Bullets. 1974: Boston Celtics 4-3 Milwaukee Bucks. 1973: New York Knicks 4-1 Los Angeles Lakers. 1972: Los Angeles Lakers 4-1 New York Knicks. 1971: Milwaukee Bucks 4-0 Baltimore Bullets. 1970: New York Knicks 4-3 Los Angeles Lakers.


1969: Boston Celtics 4-3 Los Angeles Lakers. 1968: Boston Celtics 4-2 Los Angeles Lakers. 1967: Philadelphia 76ers 4-2 San Francisco Warriors. 1966: Boston Celtics 4-3 Los Angeles Lakers. 1965: Boston Celtics 4-1 Los Angeles Lakers. 1964: Boston Celtics 4-1 San Francisco Warriors. 1963: Boston Celtics 4-2 Los Angeles Lakers. 1962: Boston Celtics 4-3 Los Angeles Lakers. 1961: Boston Celtics 4-1 Saint Louis Hawks. 1960: Boston Celtics 4-3 Saint Louis Hawks.

1959: Boston Celtics 4-0 Minneapolis Lakers. 1958: Saint Louis Hawks 4-2 Boston Celtics. 1957: Boston Celtics 4-3 Saint Louis Hawks. 1956: Philadelphia Warriors 4-1 Fort Wayne Pistons. 1955: Syracuse Nationals 4-3 Fort Wayne Pistons. 1954: Minneapolis Lakers 4-3 Syracuse Nationals. 1953: Minneapolis Lakers 4-1 New York Knicks. 1952: Minneapolis Lakers 4-3 New York Knicks. 1951: Rochester Royals 4-3 New York Knicks. 1950: Minneapolis Lakers 4-2 Syracuse Nationals. 1949: Minneapolis Lakers 4-2 Washington Capitols. 1948: Baltimore Bullets 4-2 Philadelphia Warrios. 1947: Philadelphia Warriors 4-1 Chicago Stags.


CAMPEONES (con sus actuales denominaciones):

Boston Celtics: 17.

Los Angeles Lakers: 16.

Chicago Bulls y Golden State Warriors: 6.

San Antonio Spurs: 5.

Philadelphia 76ers, Detroit Pistons y Miami Heat: 3.

New York Knicks y Houston Rockets: 2.

Baltimore Bullets, Sacramento Kings, Atlanta Hawks, Milwaukee Bucks, Portland Trail Blazers, Washington Wizards, Seattle SuperSonics, Dallas Mavericks, Cleveland Cavaliers y Toronto Raptors: 1.