La delegación española en la NBA se reduce
tras la sorprendente salida de Nikola Mirotic al Barça, donde también ha
recalado Álex Abrines desde Oklahoma, y la falta de una oferta para José Manuel
Calderón tras catorce años en Estados Unidos. Pau Gasol, doble campeón con los
Lakers en 2009 y 2010, ya tiene compañía en la élite. Su hermano Marc y Serge
Ibaka consiguieron el anillo con los Raptors en la pasada temporada. Ricky Rubio
cambia Salt Lake City por Phoenix para dirigir a unos inexpertos Suns. Los
Hernangómez buscarán minutos y un nuevo contrato, Willy en los Hornets y
Juancho en los Nuggets.
Previa NBA 2019/20: La NBA vuelve a mirar a L.A.
Previa NBA 2019/20: La NBA vuelve a mirar a L.A.
Seis representantes: Pau
Gasol (Portland Trail Blazers), Marc Gasol (Toronto Raptors), Serge Ibaka
(Toronto Raptors), Ricky Rubio (Phoenix Suns), Willy Hernangómez (Charlotte
Hornets) y Juancho Hernángomez (Denver Nuggets).
Hace un año, eran nueve,
con el eterno José Manuel Calderón, que afrontaba una segunda etapa en Detroit;
Nikola Mirotic, que arrancó la temporada en New Orleans para luego pelear por
el anillo con Milwaukee; y Álex Abrines, en su tercer año en Oklahoma.
Mirotic, Abrines y
Calderón han abandonado la NBA por motivos muy distintos.
Mirotic (28 años)
(cinco temporadas en la NBA entre Chicago, New Orleans y Milwaukee, con 319
encuentros de regular season y 40 de playoffs) ha hecho las maletas. El
hispano-montenegrino ha vuelto voluntariamente a la ACB, a las filas del Barça:
tres años con opción a un cuarto y nueve millones de euros brutos por curso.
Toda una sorpresa.
Mirotic tenía ofertas importantes, al menos de Utah y Chicago.
“Mis cinco años en la
NBA han sido muy buenos. He ido de menos a más, los dos últimos han sido los
mejores. Pero llega un momento en la vida en el que quieres algo más”.
¿Por qué se fue de
la NBA?
“La vida en Estados
Unidos es dura para la familia. Me han traspasado dos veces en cinco años y
este año hubiera cambiado seguramente de equipo otra vez. Buscaba estabilidad
para mí y para mi familia, estar en un sitio donde aspire a liderar un equipo y
ganar títulos”, ha justificado sobre su inesperado salida.
Mirotic también
echaba de menos el baloncesto europeo:
“Aquí se compite
más. En la NBA el estilo de juego es más individual, pasa más por la estrella
del equipo, el año se hace muy largo. Yo eché de menos pelear por cosas”.
Para Mirotic, salir
de la NBA es lo que necesitaba:
En Barcelona se ha
reencontrado con otro exNBA español, Álex Abrines (26 años) (tres temporadas en
la NBA, con 173 partidos de regular season y 11 de playoffs).
Es un caso muy
diferente.
El último partido
de Abrines en la NBA lo disputó el pasado 23 de diciembre con la camiseta de
los Thunder, su única franquicia en Estados Unidos. El escolta estadounidense
salió, de mutuo acuerdo, de Oklahoma a mediados de febrero por motivos
personales.
¿Qué le pasaba?
Una profunda
depresión.
Una vez recuperado,
Abrines explicó su calvario a principios de julio con una carta dirigida a un
balón de baloncesto:
“Nos conocemos
desde que no sabía ni caminar. Años y años de una amistad inquebrantable hasta
que hace unos meses todo se rompió en mil pedazos porque empezaste a darme
miedo. No te podía ni ver. Incluso llegué a odiarte. Vernos era casi una
obligación. A la más mínima oportunidad te esquivaba. Solo quería huir de ti y
de todo lo que te rodea.
Pasé mucho tiempo
diciéndome a mí mismo que todo esto no podía ser verdad. Que no tenía sentido,
que tenía que ser el que era. Por eso pedí ayuda a los míos y recurrí a los
mejores profesionales para recuperar la felicidad que sentía cada vez que estábamos
juntos.
Decidí decir basta,
quería luchar por nuestra amistad y recuperar juntos la sonrisa. No ha sido
fácil, muchas veces he pensado en tirar la toalla. Me decía a mí mismo que
encontraría otras maneras de inspirarme y sacar lo mejor de mí. Pero nada ni
nadie me ha calado tan hondo como tú, así que me he armado de valor para acabar
con esta pesadilla. Y lo he conseguido, he recuperado la sonrisa, las ganas de
verte y de volver a pasar una y mil horas juntos. Querido balón, he vuelto. Soy
yo, Álex, gracias por estar ahí siempre esperando”.
No es algo
voluntario.
Calderón quiere seguir
jugando… Y en la NBA.
“No pienso en
volver a Europa. Si no hay ninguna oferta, no volveré a jugar. Yo me encuentro
muy bien, pero si no me llaman será porque no me ven así de bien. Retirarme es
algo que llevo meditando tiempo. Estoy preparado para que me llamen y para que
no. Estamos hablando y veremos qué pasa”, señalaba el base extremeño antes de
que se abriera el mercado en la NBA.
Sin ofertas,
Calderón se lo sigue pensando.
De momento, fuera
de la NBA.
Lo que no ha cambiado
es la representación en los banquillos, con Jordi Fernández como asistente de
Mike Malone en Denver y el seleccionador español Sergio Scariolo, italiano de
nacimiento pero con medio corazón en España, que repite como asistente de Nick
Nurse en Toronto tras estrenarse en la NBA con un anillo.
La delegación
española es la quinta representación internacional más numerosa en la NBA tras
la canadiense (dieciséis jugadores: Jamal Murray, Andrew Wiggins, Tristan
Thompson, Kelly Olynyk, Cory Joseph, Khem Birch, Dwight Powell, Trey Lyles,
Dillon Brooks, Chris Boucher, Shai Gilgeous-Alexander y los novatos RJ Barrett,
Nickeil Alexander-Walker, Brandon Clarke, Mfiondu Kabengele e Ignas Brazdeikis),
la australiana (nueve jugadores: Ben Simmons, Patty Mills, Aron Baynes, Matthew
Dellavedova, Joe Ingles, Dante Exum, Jonah Bolden, Ryan Broekhoff y el
nacionalizado Thon Maker), la francesa (ocho jugadores: Rudy Gobert, Evan
Fournier, Nico Batum, Frank Ntilikina, Ian Mahinmi, Élie Okobo y los rookies Vincent
Poirier y Sekou Doumbouya) y la croata (siete jugadores: Bojan Bogdanovic,
Dario Saric, Mario Hezonja, Ante Zizic, Dragan Bender, Ivica Zubac y el
debutante Luka Samanic). El baloncesto serbio iguala al español con otra media
docena de miembros: Nikola Jokic, Bogdan Bogdanovic, Boban Marjanovic, Nemanja
Bjelica y los novatos Marko Guduric y Alen Smailagic).
La calidad marca la
diferencia.
El baloncesto
español cuenta, en la actualidad, con tres ganadores de la NBA: Pau Gasol, Marc
Gasol y Serge Ibaka.
Ningún país, salvo
Estados Unidos, claro, puede presumir de contar con tres campeones.
Tres veteranos de
primer nivel en la NBA: Pau Gasol (38 años) (19ª temporada) (1.226 partidos de
regular season y 136 de playoffs), Marc Gasol (34 años) (12ª temporada) (795
encuentros de regular season y 83 de playoffs) y Serge Ibaka (30 años) (11ª
temporada) (753 partidos de regular season y 133 de playoffs).
Pau estrena
franquicia, Portland, la sexta en su extensa y exitosa carrera NBA (Memphis,
Lakers, Bulls, Spurs, Bucks y Blazers):
“Es algo muy
especial estar en este equipo. Tiene mucha historia y muy especial para los
aficionados españoles por la cantidad de jugadores nacionales que han estado
aquí, empezando por Fernando Martín. Es un honor poder seguir su estela”.
¿El último baile en
la NBA?
El estado físico de
Pau, futuro Hall of Fame, tendrá la última palabra. De momento, es baja
indefinida por la lesión que le dejó prácticamente en blanco en los Bucks y
fuera del Mundial: fractura por estrés navicular en el pie izquierdo. En la
pasada temporada, entre San Antonio y Milwaukee, apenas jugó treinta partidos,
seis como titular, con unas medias de 3,9 puntos y 4,6 rebotes por partido. Ni
que decir tiene, los números más bajos de su carrera NBA.
“Trato de no
pensar cuánto tiempo voy a estar fuera. No voy a poder jugar con el equipo
desde el inicio, pero quiero asegurarme de que, cuando vuelva, sea para siempre.
Solo queda ser paciente, mantener el rumbo y, mientras tanto, seguir
comprometido, ser útil y contribuir de cualquier forma”.
Si se siente sano y
competitivo, Pau, el tercer jugador en activo más veterano en la NBA tras Vince
Carter (42 años), que ha anunciado que disputará su última temporada, y Udonis
Haslem (39) (un mes mayor que Gasol), seguirá jugando en Estados Unidos. Allí
está su vida deportiva y personal. Este mismo verano se casó con la estadounidense
Catherine McDonnell.
Era la NBA, con el
horizonte de los Juegos de Tokio, que serían las quintas olimpiadas de Gasol, o
nada:
“Mi prioridad era
seguir en la NBA y dar un buen paso. Mirando las opciones que tenía, Portland
era la mejor y un gran reto para mí en este momento de mi carrera. Estoy feliz
y agradecido por ello y no estoy pensando en volver en Europa”.
En Portland, vigente finalista de la Conferencia
Oeste, asumirá un papel de mentor de los talentos jóvenes en la pintura de la
franquicia de Oregón: Jusuf Nurkic (25 años), Zach Collins (21) y el rookie
Moses Brown (20). Además, mientras dure la baja por la grave lesión de Nurkic
(fractura de tibia y peroné en marzo), ayudará a Hassan Whiteside, un pívot
clásico, que será el ‘center’ titular de Terry Sttots.
El dúo campeón de
los Raptors (Marc Gasol y Serge Ibaka) tendrá más protagonismo que Pau Gasol.
Nada de bajar el
pistón tras conquistar el anillo.
“Si tengo que
describir a los Raptors con una palabra es hambriento. Creo que es un equipo
muy hambriento. Todos entendemos lo que Kawhi (Leonard) significó para el
equipo y lo que significó durante los playoffs. Pero también entendemos lo
buenos que podemos ser como equipo y todos vamos a invertir todo para ser ese
equipo”.
“Aún no he tenido
realmente tiempo para reflexionar y digerir todo lo que ha pasado en los
últimos meses. Realmente no tuve tiempo. Seguro que el día que deje de jugar lo
veré diferente. Estoy muy feliz, eso sin duda”.
La salida de Kawhi
Leonard reorganizará el juego de Toronto y el rol de Marc.
El mediano de los Gasol
fue la última pieza que Masai Ujiri encajó para convertir a los Raptors en un
equipo campeón.
A Marc,
acostumbrado al liderazgo en los Grizzlies junto con Mike Conley y Zach
Randolph, le tocó otra función: ancla defensiva, como demostró ante Embiid en
las semifinales de la Conferencia Este. Su volumen de tiros disminuyó
notablemente. De los casi trece por partido con Memphis a apenas siete con
Toronto.
Pero Gasol sigue
teniendo puntos, como demostró en los momentos importantes de los playoffs. En
las Finales ante los Warriors, aportó veinte puntos en la primera victoria de
los Raptors y diecisiete en la segunda. También acabó con diecisiete en el
igualadísimo quinto encuentro, que se llevó Golden State.
Aunque los Raptors
ya tienen una nueva estrella, con la irrupción de Pascal Siakam, que compartirá
los galones con Kyle Lowry, la salida de Kawhi Leonard podría aumentar el
protagonismo ofensivo de Marc Gasol, preparado para lo que sea en su último año
de contrato con Toronto:
“Mi papel depende
del entrenador (Nick Nurse). Voy a poner, como siempre, todo a disposición del
equipo. El papel de uno no sabes cuál va a ser hasta que no se ponga todo en
escena”.
Desde la segunda unidad, pero con un papel relevante, Ibaka aportó 11,3 puntos, 5,2 rebotes y 1,7 tapones de media por partido ante los Warriors para que el Norte conquistara la NBA.
El
hispano-congoleño sigue siendo un activo muy importante. Ha perdido algo de
físico, que no de intensidad, pero ha ganado mucho tiro y lectura de juego. Toronto
ha descartado que tenga pensado mover a Ibaka pero, ya se sabe, esto es la NBA.
Sea para buscar un nuevo contrato con los Raptors o por un traspaso a un
‘contender’ a media temporada, no es un año de transición en la carrera del
internacional español, que renunció al Mundial pero ha dejado la puerta abierta
a los Juegos de Tokio.
Nurse ha deslizado
una novedad que afecta a los dos españoles de los Raptors: Gasol e Ibaka
compartirán más minutos en la pista. Hasta ahora, las entradas de Ibaka
coincidían con las salidas de Gasol.
Por talento y por
momento en su carrera, tras conquistar el Mundial con el merecido premio de MVP
del torneo, Ricky Rubio (29 años) (9ª temporada) (498 partidos en la regular
season y 11 encuentros de playoffs) podría ser perfectamente el cuarto español
en ganar el anillo.
No será esa, sin
embargo, su misión en un curso que le ofrece un nuevo destino (Phoenix Suns) y
un nuevo reto (liderar a un equipo con mucho talento, pero inexperto y bisoño).
Rubio, que ha
firmado por tres temporadas (51 millones) no teme la responsabilidad:
“Tengo muchas ganas
de empezar esta nueva etapa con Phoenix porque pienso que estoy en mi mejor
momento de maduración y puedo ser capaz de liderar a un equipo joven con mucho
talento”.
¿Cuál será la
función de Ricky?
“Normalmente lidero
desde el ejemplo, pero creo que aquí necesito ser un líder más vocal. Hay
muchos jugadores jóvenes y la experiencia te permite saber cuándo hablar y
cuándo no. Estoy tratando de hacer eso y hablar mucho más en la pista, pero al
mismo tiempo cundir con el ejemplo. Sé lo que puedo aportar. Lo he hecho
durante toda mi carrera, pero cada equipo necesita una cosa”.
Ricky tomará los
mandos de un proyecto al que, en la primera temporada de Monty Williams en el
banquillo, no se le exigirá demasiado. Los Suns, que llevan nueve años sin
pisar los playoffs (solo menos tiempo que los Kings), han sido la peor
franquicia de la Conferencia Oeste en las tres últimas temporadas. Además,
empeorando resultados hasta caer a apenas diecinueve victorias. Todo lo que sea
mejorar será bienvenido en Arizona.
“Las piezas que
tenemos están muy bien: Booker, Ayton, Baynes… La verdad es que el talento a
veces no lo es todo. No tenemos que volvernos locos. Hay que conseguir poner en
marcha el motor y poco a poco ir mejorando como equipo”, ha corroborado Ricky.
La nómina de
españoles en la NBA 2019/20 se completa con otra pareja de hermanos: los
Hernangómez, Willy y Juancho.
A ambos les está
costando hacerse un hueco en la Liga.
El cambio de
Charlotte por Nueva York no ha supuesto un salto adelante en la carrera de
Willy.
Las mismas
virtudes; los mismos defectos.
El talento ofensivo
de Willy no compensa sus carencias en defensa, aunque los Hornets ejecutaron su
opción sobre el español para extender un año su contrato, por valor de 1,6
millones.
¿Una última
oportunidad? ¿Está Willy marcado en la NBA?
“Será mi cuarto año
en la NBA, mi noveno año como profesional (…). He trabajado muy duro este
verano y en los últimos años para tener la oportunidad de jugar y demostrar que
realmente quiero estar aquí y poder ayudar al equipo”, ha replicado Willy.
“He estado
trabajando en una mayor coherencia con mis tiros, mi posición en la cancha, mi
estado físico para poder anotar en campo abierto. Y estoy trabajando más en la
parte psicológica del juego, para ver dónde tengo que estar en la cancha en
ataque y dónde debo posicionarme en defensa para mejorar mi defensa. No se
trata solo de ser más fuerte y más rápido, tienes que aprender el baloncesto en
defensa”, ha explicado Willy, que estrenará dorsal, el número ‘nueve’, como
homenaje a su madre, la exjugadora de baloncesto Margarita Geuer, olímpica en
Barcelona 92.
En unos Hornets
perdidos y con Cody Zeller y Bismack Biyombo como rivales ‘asequibles’ en la
pintura, Willy espera dar por fin un salto en la NBA, avalado por la medalla de
oro en el Mundial de China:
“Soy un jugador
completamente diferente al del año pasado. Obviamente, por la experiencia que
me dio la Copa del Mundo, pero creo que realmente ‘crecí’. Creo que soy más
maduro y realmente estoy pensando en cómo van a ir las cosas”.
En China coincidió
con su hermano Juancho, que también afronta una temporada clave en su
trayectoria en la NBA.
Juancho se convertirá
en el próximo verano en agente libre restringido. Sea para ganarse una segunda
oportunidad en Denver o para captar el interés de otra franquicia, Juancho
necesita más minutos en esta temporada.
No lo tendrá fácil. Juancho ha quedado relegado al fondo de la rotación
de los Nuggets, pese a cumplir como titular durante 25 encuentros consecutivos,
entre mediados de noviembre y la primera semana de enero en la pasada
temporada.
Denver tiene un
‘roster’ muy profundo, quizás el más profundo de la NBA, y la competición para
Juancho en la posición de alero alto es enorme y variada: Torrey Craig (perfil
defensivo), que le quitó el puesto de titular; Michael Porter, ya recuperado
tras perderse por lesión su curso de rookie; y el intenso Jerami Grant, que le
robará minutos como ‘cuatro’.
Juancho quiere
exprimir sus opciones:
“Denver es mi casa.
Estamos en el buen camino de hacer algo grande y yo quiero ser parte de ello”.
Con el papel que
sea:
“Es un rol
distinto. Cuando juego para la selección voy de inicio y sé que voy a jugar
muchos minutos. Aquí es diferente, sé que mi papel es ayudar al equipo lo más
que pueda”.
Con los Gasol, los
Hernangómez, Ibaka y Ricky, España volverá a estar perfectamente representada
una temporada más en la NBA.