martes, 22 de octubre de 2019

Tres campeones, tres aspirantes y tres que se van

La delegación española en la NBA se reduce tras la sorprendente salida de Nikola Mirotic al Barça, donde también ha recalado Álex Abrines desde Oklahoma, y la falta de una oferta para José Manuel Calderón tras catorce años en Estados Unidos. Pau Gasol, doble campeón con los Lakers en 2009 y 2010, ya tiene compañía en la élite. Su hermano Marc y Serge Ibaka consiguieron el anillo con los Raptors en la pasada temporada. Ricky Rubio cambia Salt Lake City por Phoenix para dirigir a unos inexpertos Suns. Los Hernangómez buscarán minutos y un nuevo contrato, Willy en los Hornets y Juancho en los Nuggets.

Previa NBA 2019/20: La NBA vuelve a mirar a L.A.


El baloncesto español pierde presencia en la NBA, pero no potencial.

Seis representantes: Pau Gasol (Portland Trail Blazers), Marc Gasol (Toronto Raptors), Serge Ibaka (Toronto Raptors), Ricky Rubio (Phoenix Suns), Willy Hernangómez (Charlotte Hornets) y Juancho Hernángomez (Denver Nuggets).

Hace un año, eran nueve, con el eterno José Manuel Calderón, que afrontaba una segunda etapa en Detroit; Nikola Mirotic, que arrancó la temporada en New Orleans para luego pelear por el anillo con Milwaukee; y Álex Abrines, en su tercer año en Oklahoma.

Mirotic, Abrines y Calderón han abandonado la NBA por motivos muy distintos.

Mirotic (28 años) (cinco temporadas en la NBA entre Chicago, New Orleans y Milwaukee, con 319 encuentros de regular season y 40 de playoffs) ha hecho las maletas. El hispano-montenegrino ha vuelto voluntariamente a la ACB, a las filas del Barça: tres años con opción a un cuarto y nueve millones de euros brutos por curso.

Toda una sorpresa. Mirotic tenía ofertas importantes, al menos de Utah y Chicago.

“Mis cinco años en la NBA han sido muy buenos. He ido de menos a más, los dos últimos han sido los mejores. Pero llega un momento en la vida en el que quieres algo más”.

¿Por qué se fue de la NBA?

“La vida en Estados Unidos es dura para la familia. Me han traspasado dos veces en cinco años y este año hubiera cambiado seguramente de equipo otra vez. Buscaba estabilidad para mí y para mi familia, estar en un sitio donde aspire a liderar un equipo y ganar títulos”, ha justificado sobre su inesperado salida.

Mirotic también echaba de menos el baloncesto europeo:

“Aquí se compite más. En la NBA el estilo de juego es más individual, pasa más por la estrella del equipo, el año se hace muy largo. Yo eché de menos pelear por cosas”.

Para Mirotic, salir de la NBA es lo que necesitaba:


“Entiendo a la gente, las dudas que han tenido, pero para mí esto (fichar por el Barça) es un paso adelante, un gran paso adelante”.

En Barcelona se ha reencontrado con otro exNBA español, Álex Abrines (26 años) (tres temporadas en la NBA, con 173 partidos de regular season y 11 de playoffs).

Es un caso muy diferente.

El último partido de Abrines en la NBA lo disputó el pasado 23 de diciembre con la camiseta de los Thunder, su única franquicia en Estados Unidos. El escolta estadounidense salió, de mutuo acuerdo, de Oklahoma a mediados de febrero por motivos personales.

¿Qué le pasaba?

Una profunda depresión.

Una vez recuperado, Abrines explicó su calvario a principios de julio con una carta dirigida a un balón de baloncesto:

“Nos conocemos desde que no sabía ni caminar. Años y años de una amistad inquebrantable hasta que hace unos meses todo se rompió en mil pedazos porque empezaste a darme miedo. No te podía ni ver. Incluso llegué a odiarte. Vernos era casi una obligación. A la más mínima oportunidad te esquivaba. Solo quería huir de ti y de todo lo que te rodea.

Pasé mucho tiempo diciéndome a mí mismo que todo esto no podía ser verdad. Que no tenía sentido, que tenía que ser el que era. Por eso pedí ayuda a los míos y recurrí a los mejores profesionales para recuperar la felicidad que sentía cada vez que estábamos juntos.

Decidí decir basta, quería luchar por nuestra amistad y recuperar juntos la sonrisa. No ha sido fácil, muchas veces he pensado en tirar la toalla. Me decía a mí mismo que encontraría otras maneras de inspirarme y sacar lo mejor de mí. Pero nada ni nadie me ha calado tan hondo como tú, así que me he armado de valor para acabar con esta pesadilla. Y lo he conseguido, he recuperado la sonrisa, las ganas de verte y de volver a pasar una y mil horas juntos. Querido balón, he vuelto. Soy yo, Álex, gracias por estar ahí siempre esperando”.


José Manuel Calderón (38 años) (catorce años en la NBA, entre Raptors, Pistons, Mavericks, Knicks, Lakers, Cavaliers, Hawks y, de nuevo, Pistons) (895 encuentros de regular season y 40 de playoffs) afronta el comienzo de la temporada por primera vez sin equipo desde 2005.

No es algo voluntario.

Calderón quiere seguir jugando… Y en la NBA.

“No pienso en volver a Europa. Si no hay ninguna oferta, no volveré a jugar. Yo me encuentro muy bien, pero si no me llaman será porque no me ven así de bien. Retirarme es algo que llevo meditando tiempo. Estoy preparado para que me llamen y para que no. Estamos hablando y veremos qué pasa”, señalaba el base extremeño antes de que se abriera el mercado en la NBA.

Sin ofertas, Calderón se lo sigue pensando.

De momento, fuera de la NBA.

Lo que no ha cambiado es la representación en los banquillos, con Jordi Fernández como asistente de Mike Malone en Denver y el seleccionador español Sergio Scariolo, italiano de nacimiento pero con medio corazón en España, que repite como asistente de Nick Nurse en Toronto tras estrenarse en la NBA con un anillo.

La delegación española es la quinta representación internacional más numerosa en la NBA tras la canadiense (dieciséis jugadores: Jamal Murray, Andrew Wiggins, Tristan Thompson, Kelly Olynyk, Cory Joseph, Khem Birch, Dwight Powell, Trey Lyles, Dillon Brooks, Chris Boucher, Shai Gilgeous-Alexander y los novatos RJ Barrett, Nickeil Alexander-Walker, Brandon Clarke, Mfiondu Kabengele e Ignas Brazdeikis), la australiana (nueve jugadores: Ben Simmons, Patty Mills, Aron Baynes, Matthew Dellavedova, Joe Ingles, Dante Exum, Jonah Bolden, Ryan Broekhoff y el nacionalizado Thon Maker), la francesa (ocho jugadores: Rudy Gobert, Evan Fournier, Nico Batum, Frank Ntilikina, Ian Mahinmi, Élie Okobo y los rookies Vincent Poirier y Sekou Doumbouya) y la croata (siete jugadores: Bojan Bogdanovic, Dario Saric, Mario Hezonja, Ante Zizic, Dragan Bender, Ivica Zubac y el debutante Luka Samanic). El baloncesto serbio iguala al español con otra media docena de miembros: Nikola Jokic, Bogdan Bogdanovic, Boban Marjanovic, Nemanja Bjelica y los novatos Marko Guduric y Alen Smailagic).

La calidad marca la diferencia.

El baloncesto español cuenta, en la actualidad, con tres ganadores de la NBA: Pau Gasol, Marc Gasol y Serge Ibaka.


Pau Gasol, doble campeón con los Lakers en 2009 y 2010, abrió el camino. Su hermano Marc y el hispano-congoleño Serge Ibaka conquistaron el anillo con Toronto en la pasada temporada.

Ningún país, salvo Estados Unidos, claro, puede presumir de contar con tres campeones.

Tres veteranos de primer nivel en la NBA: Pau Gasol (38 años) (19ª temporada) (1.226 partidos de regular season y 136 de playoffs), Marc Gasol (34 años) (12ª temporada) (795 encuentros de regular season y 83 de playoffs) y Serge Ibaka (30 años) (11ª temporada) (753 partidos de regular season y 133 de playoffs).

Pau estrena franquicia, Portland, la sexta en su extensa y exitosa carrera NBA (Memphis, Lakers, Bulls, Spurs, Bucks y Blazers):

“Es algo muy especial estar en este equipo. Tiene mucha historia y muy especial para los aficionados españoles por la cantidad de jugadores nacionales que han estado aquí, empezando por Fernando Martín. Es un honor poder seguir su estela”.

¿El último baile en la NBA?

El estado físico de Pau, futuro Hall of Fame, tendrá la última palabra. De momento, es baja indefinida por la lesión que le dejó prácticamente en blanco en los Bucks y fuera del Mundial: fractura por estrés navicular en el pie izquierdo. En la pasada temporada, entre San Antonio y Milwaukee, apenas jugó treinta partidos, seis como titular, con unas medias de 3,9 puntos y 4,6 rebotes por partido. Ni que decir tiene, los números más bajos de su carrera NBA.

Trato de no pensar cuánto tiempo voy a estar fuera. No voy a poder jugar con el equipo desde el inicio, pero quiero asegurarme de que, cuando vuelva, sea para siempre. Solo queda ser paciente, mantener el rumbo y, mientras tanto, seguir comprometido, ser útil y contribuir de cualquier forma”.

Si se siente sano y competitivo, Pau, el tercer jugador en activo más veterano en la NBA tras Vince Carter (42 años), que ha anunciado que disputará su última temporada, y Udonis Haslem (39) (un mes mayor que Gasol), seguirá jugando en Estados Unidos. Allí está su vida deportiva y personal. Este mismo verano se casó con la estadounidense Catherine McDonnell.


“Quiero seguir siendo parte de la mejor Liga del mundo, con los mejores jugadores del mundo y aportando valor sobre la cancha. Para eso hay que tener mucha pasión por lo que haces. Me encanta y quiero seguir haciéndolo al máximo nivel”.

Era la NBA, con el horizonte de los Juegos de Tokio, que serían las quintas olimpiadas de Gasol, o nada:

“Mi prioridad era seguir en la NBA y dar un buen paso. Mirando las opciones que tenía, Portland era la mejor y un gran reto para mí en este momento de mi carrera. Estoy feliz y agradecido por ello y no estoy pensando en volver en Europa”.

En Portland, vigente finalista de la Conferencia Oeste, asumirá un papel de mentor de los talentos jóvenes en la pintura de la franquicia de Oregón: Jusuf Nurkic (25 años), Zach Collins (21) y el rookie Moses Brown (20). Además, mientras dure la baja por la grave lesión de Nurkic (fractura de tibia y peroné en marzo), ayudará a Hassan Whiteside, un pívot clásico, que será el ‘center’ titular de Terry Sttots.

El dúo campeón de los Raptors (Marc Gasol y Serge Ibaka) tendrá más protagonismo que Pau Gasol.

Nada de bajar el pistón tras conquistar el anillo.

“Si tengo que describir a los Raptors con una palabra es hambriento. Creo que es un equipo muy hambriento. Todos entendemos lo que Kawhi (Leonard) significó para el equipo y lo que significó durante los playoffs. Pero también entendemos lo buenos que podemos ser como equipo y todos vamos a invertir todo para ser ese equipo”.


Marc firmó una última temporada histórica: anillo en la NBA y medalla de oro en el Mundial:

“Aún no he tenido realmente tiempo para reflexionar y digerir todo lo que ha pasado en los últimos meses. Realmente no tuve tiempo. Seguro que el día que deje de jugar lo veré diferente. Estoy muy feliz, eso sin duda”.

La salida de Kawhi Leonard reorganizará el juego de Toronto y el rol de Marc.

El mediano de los Gasol fue la última pieza que Masai Ujiri encajó para convertir a los Raptors en un equipo campeón.

A Marc, acostumbrado al liderazgo en los Grizzlies junto con Mike Conley y Zach Randolph, le tocó otra función: ancla defensiva, como demostró ante Embiid en las semifinales de la Conferencia Este. Su volumen de tiros disminuyó notablemente. De los casi trece por partido con Memphis a apenas siete con Toronto.

Pero Gasol sigue teniendo puntos, como demostró en los momentos importantes de los playoffs. En las Finales ante los Warriors, aportó veinte puntos en la primera victoria de los Raptors y diecisiete en la segunda. También acabó con diecisiete en el igualadísimo quinto encuentro, que se llevó Golden State.

Aunque los Raptors ya tienen una nueva estrella, con la irrupción de Pascal Siakam, que compartirá los galones con Kyle Lowry, la salida de Kawhi Leonard podría aumentar el protagonismo ofensivo de Marc Gasol, preparado para lo que sea en su último año de contrato con Toronto:

“Mi papel depende del entrenador (Nick Nurse). Voy a poner, como siempre, todo a disposición del equipo. El papel de uno no sabes cuál va a ser hasta que no se ponga todo en escena”.


Ibaka, que también termina contrato con los Raptors, se sacó la espina del anillo. Con 22 años, en 2012, perdió las Finales con Oklahoma ante los Heat de LeBron.

Desde la segunda unidad, pero con un papel relevante, Ibaka aportó 11,3 puntos, 5,2 rebotes y 1,7 tapones de media por partido ante los Warriors para que el Norte conquistara la NBA.

El hispano-congoleño sigue siendo un activo muy importante. Ha perdido algo de físico, que no de intensidad, pero ha ganado mucho tiro y lectura de juego. Toronto ha descartado que tenga pensado mover a Ibaka pero, ya se sabe, esto es la NBA. Sea para buscar un nuevo contrato con los Raptors o por un traspaso a un ‘contender’ a media temporada, no es un año de transición en la carrera del internacional español, que renunció al Mundial pero ha dejado la puerta abierta a los Juegos de Tokio.

Nurse ha deslizado una novedad que afecta a los dos españoles de los Raptors: Gasol e Ibaka compartirán más minutos en la pista. Hasta ahora, las entradas de Ibaka coincidían con las salidas de Gasol.

Por talento y por momento en su carrera, tras conquistar el Mundial con el merecido premio de MVP del torneo, Ricky Rubio (29 años) (9ª temporada) (498 partidos en la regular season y 11 encuentros de playoffs) podría ser perfectamente el cuarto español en ganar el anillo.

No será esa, sin embargo, su misión en un curso que le ofrece un nuevo destino (Phoenix Suns) y un nuevo reto (liderar a un equipo con mucho talento, pero inexperto y bisoño).


Tras salir de Utah Jazz, que ha buscado otro tipo de base (Mike Conley) que se asocie mejor con Donovan Mitchell, Ricky ejercerá de maestro de los inconsistentes Suns de Devin Booker y DeAndre Ayton.

Rubio, que ha firmado por tres temporadas (51 millones) no teme la responsabilidad:

“Tengo muchas ganas de empezar esta nueva etapa con Phoenix porque pienso que estoy en mi mejor momento de maduración y puedo ser capaz de liderar a un equipo joven con mucho talento”.

¿Cuál será la función de Ricky?

“Normalmente lidero desde el ejemplo, pero creo que aquí necesito ser un líder más vocal. Hay muchos jugadores jóvenes y la experiencia te permite saber cuándo hablar y cuándo no. Estoy tratando de hacer eso y hablar mucho más en la pista, pero al mismo tiempo cundir con el ejemplo. Sé lo que puedo aportar. Lo he hecho durante toda mi carrera, pero cada equipo necesita una cosa”.

Ricky tomará los mandos de un proyecto al que, en la primera temporada de Monty Williams en el banquillo, no se le exigirá demasiado. Los Suns, que llevan nueve años sin pisar los playoffs (solo menos tiempo que los Kings), han sido la peor franquicia de la Conferencia Oeste en las tres últimas temporadas. Además, empeorando resultados hasta caer a apenas diecinueve victorias. Todo lo que sea mejorar será bienvenido en Arizona.

“Las piezas que tenemos están muy bien: Booker, Ayton, Baynes… La verdad es que el talento a veces no lo es todo. No tenemos que volvernos locos. Hay que conseguir poner en marcha el motor y poco a poco ir mejorando como equipo”, ha corroborado Ricky.

La nómina de españoles en la NBA 2019/20 se completa con otra pareja de hermanos: los Hernangómez, Willy y Juancho.

A ambos les está costando hacerse un hueco en la Liga.


Willy (25 años) (4ª temporada) (178 partidos de regular season) y Juancho (24 años) (4ª temporada) (157 partidos de regular season y 5 de playoffs) buscarán minutos de rotación en Charlotte y Denver, respectivamente.

El cambio de Charlotte por Nueva York no ha supuesto un salto adelante en la carrera de Willy.

Las mismas virtudes; los mismos defectos.

El talento ofensivo de Willy no compensa sus carencias en defensa, aunque los Hornets ejecutaron su opción sobre el español para extender un año su contrato, por valor de 1,6 millones.

¿Una última oportunidad? ¿Está Willy marcado en la NBA?

“Será mi cuarto año en la NBA, mi noveno año como profesional (…). He trabajado muy duro este verano y en los últimos años para tener la oportunidad de jugar y demostrar que realmente quiero estar aquí y poder ayudar al equipo”, ha replicado Willy.

“He estado trabajando en una mayor coherencia con mis tiros, mi posición en la cancha, mi estado físico para poder anotar en campo abierto. Y estoy trabajando más en la parte psicológica del juego, para ver dónde tengo que estar en la cancha en ataque y dónde debo posicionarme en defensa para mejorar mi defensa. No se trata solo de ser más fuerte y más rápido, tienes que aprender el baloncesto en defensa”, ha explicado Willy, que estrenará dorsal, el número ‘nueve’, como homenaje a su madre, la exjugadora de baloncesto Margarita Geuer, olímpica en Barcelona 92.

En unos Hornets perdidos y con Cody Zeller y Bismack Biyombo como rivales ‘asequibles’ en la pintura, Willy espera dar por fin un salto en la NBA, avalado por la medalla de oro en el Mundial de China:

“Soy un jugador completamente diferente al del año pasado. Obviamente, por la experiencia que me dio la Copa del Mundo, pero creo que realmente ‘crecí’. Creo que soy más maduro y realmente estoy pensando en cómo van a ir las cosas”.

En China coincidió con su hermano Juancho, que también afronta una temporada clave en su trayectoria en la NBA.


Para empezar porque los Nuggets no han alcanzado un acuerdo con el menor de los Hernangómez parar renovar su contrato de rookie.

Juancho se convertirá en el próximo verano en agente libre restringido. Sea para ganarse una segunda oportunidad en Denver o para captar el interés de otra franquicia, Juancho necesita más minutos en esta temporada.

No lo tendrá fácil. Juancho ha quedado relegado al fondo de la rotación de los Nuggets, pese a cumplir como titular durante 25 encuentros consecutivos, entre mediados de noviembre y la primera semana de enero en la pasada temporada.

Denver tiene un ‘roster’ muy profundo, quizás el más profundo de la NBA, y la competición para Juancho en la posición de alero alto es enorme y variada: Torrey Craig (perfil defensivo), que le quitó el puesto de titular; Michael Porter, ya recuperado tras perderse por lesión su curso de rookie; y el intenso Jerami Grant, que le robará minutos como ‘cuatro’.

Juancho quiere exprimir sus opciones:

“Denver es mi casa. Estamos en el buen camino de hacer algo grande y yo quiero ser parte de ello”.

Con el papel que sea:

“Es un rol distinto. Cuando juego para la selección voy de inicio y sé que voy a jugar muchos minutos. Aquí es diferente, sé que mi papel es ayudar al equipo lo más que pueda”.

Con los Gasol, los Hernangómez, Ibaka y Ricky, España volverá a estar perfectamente representada una temporada más en la NBA.