El
triple milagroso de Wade-Chatman igualó la eliminatoria de semifinales entre Comercial
Ulsa Ciudad de Valladolid y Aceitunas Fragata Morón. “Hemos llegado en un
momento físico fantástico y convencidos de que el camino marcado es el bueno,
así tenemos opciones de ganar cada día”, ha subrayado Paco García, que no tira
la toalla.
Los vallisoletanos necesitan, al menos, ganar un partido en Morón. Foto: Rodrigo del Pozo (www.cbcvalladolid.es) |
El Comercial Ulsa Ciudad
de Valladolid disputará este viernes (21:00 horas, FebTv.com) el primero de sus
dos partidos en Morón este fin de semana. Con la serie igualada (1-1) y el
factor cancha favorable a los de Rafa Rufián, las ardillas tendrán que ganar,
como mínimo, uno de los dos encuentros si quieren asegurar una quinta cita en Pisuerga
el próximo martes. Con la plantilla al completo y la ilusión por bandera, toca
conquistar la frontera.
La llama de un
sueño dorado permanece viva. En Morón de la Frontera, en el mismo lugar donde
reside la base área del Ejército y donde, de vez en cuando, aparece un popular
gallo (el que deja a la gente sin plumas y cacareando, dice la leyenda), el
Comercial Ulsa disputará dos partidos vitales para que no se apague esa llama.
Los hombres de Paco
García viajaron el jueves a tierras hispalenses y entrenaron el viernes por la
mañana en las instalaciones del Baloncesto Sevilla antes de desplazarse, por la
tarde, al Pabellón de la Alameda. Allí, les recibirán unos quinientos
aficionados y un equipo, el Aceitunas Fragata Morón, que está siendo algo
indigesto para las ardillas.
En el primer
partido, apenas setenta y dos horas después de eliminar al Lucentum Alicante,
el CBC Valladolid perdió el factor cancha pese a rozar la prórroga con un
triple de Sergio De la Fuente. Alejandro Marín y Moussa Kasse, unido al
desacertado del perímetro carmesí (4/20 en triples), fueron los responsables
del desvelo en la plantilla castellana.
Sin embargo, había
una nueva oportunidad para igualar la contienda en Pisuerga. No fue fácil,
pareció imposible cuando los andaluces se fueron doce arriba al descanso
(34-46), pero hubo, aunque a Paco García le cueste reconocerlo, milagro. Un
triple de un recuperado Henri Wade-Chatman puso Pisuerga y las redes sociales
patas arriba. La ciudad entera volvió a vibrar con el baloncesto, como en sus
mejores tiempos, y quiere que esa ilusión dure, y dure, y dure, como el MVP
Sergio De la Fuente.
Para ello, será
necesario recuperar el control del rebote, apretar las líneas de pase y evitar
las bandejas fáciles con un incremento de la intensidad en la defensa uno
contra uno. Llevar el partido a tanteos bajos y tener opciones en los últimos
minutos será el objetivo del CBC Valladolid, que solo piensa en el partido de
este viernes, a pesar de que le quedaría una bala en la recámara el domingo.
“Llevamos muchos
kilómetros encima, ojalá tengamos más, pero aun así yo no creo en los milagros.
Hay mucho esfuerzo, mucho trabajo detrás para llegar a ese momento de fortuna
que fue la canasta de Wade-Chatman. Creo en el trabajo y en la capacidad del
equipo para sufrir”, ha subrayado Paco García. “Hemos llegado en un momento físico
fantástico y convencidos de que el camino marcado es el bueno, así tenemos
opciones de ganar cada día”, ha analizado el técnico del Comercial Ulsa Ciudad
de Valladolid.
Paco García nunca
se rinde: “Partimos de una plantilla que descendió el año pasado, con muchos
jugadores que vienen de la Liga EBA”. No será una excepción en las semifinales
de los playoffs ante el CB Morón: “Podemos controlar más el rebote, pero
tenemos que defender mejor. Tenemos margen de mejora, jugadores como
Graham-Bell o alguno que venga del banquillo y nos dé un partido”. “Me preocupa
el calor, la humedad y la pista”, ha añadido el técnico de las ardillas.
Enfrente, un CB
Morón que también comparte sueño con las ardillas y quiere dar una nueva
alegría a su afición. Tras terminar octavo en la Liga regular, sentenció su cruce
de cuartos, contra el Óbila, con dos victorias en Alameda. Alejandro Marín, Leo
Cizmic y Tyler Gaffaney completan un juego exterior de auténtico lujo, mientras
que, por dentro, Olahide Keshinro y el fichaje estrella de Mansour Kasse, más
la siempre importante aportación de Chagoyen, arman a los de Rufián.
“Recuperar el
factor cancha ha sido muy importante”, ha admitido el técnico del Aceitunas
Fragata Morón. “Hicimos algo muy bueno en el primer partido, que fue controlar
el rebote. En el segundo, la primera parte fue muy buena, nos llegamos a poner
con clara ventaja en el marcador. En la segunda, ellos tuvieron el control y
nos hicieron 42 puntos, anotando el último tiro de Wade-Chatman”, ha recordado
Rufián.
“No pasa nada, el
objetivo era llevarse un partido y estamos contentos. Valladolid es un muy buen
equipo, una ciudad de baloncesto histórica. Ellos van a ir con la moral muy
alta tras el segundo partido, pero para nosotros todo lo que venga ya es un
premio. Dentro de la humildad, seguiremos trabajando fuerte para intentar
seguir avanzando y entrar en una hipotética final”, ha sentenciado el técnico
del Aceitunas Fragata Morón.
Sea como fuere, con
ayuda del gallo o no, y por tierra, mar o aire, el Comercial Ulsa Ciudad de
Valladolid tendrá que invadir Morón de la Frontera, por lo menos una vez. Pase
lo que pase, la temporada del club vallisoletano habrá sido un éxito,
consiguiendo la permanencia, metiendo al equipo en playoffs y renovando la
ilusión en Pisuerga, además de clasificar a tres equipos de distintas
categorías para los Campeonatos de España.
Sin embargo, el
aficionado es ambicioso e insaciable, siempre quiere más, y los jugadores de
Paco García van a dar el todo por el todo. Se vienen partidos grandes, solo
para valientes y las ardillas sueñan en oro.
Previa de www.cbcvalladolid.es