lunes, 2 de noviembre de 2020

A Sergio le queda una vida

El técnico, salvo sorpresa, se jugará el puesto el próximo domingo en Zorrilla ante el Athletic. El Villarreal ridiculizó al Real Valladolid en la primera mitad, con goles de Chukwueze y Pau Torres y un poste de Gerard Moreno. El colista, con siete cambios en el once con respecto al último encuentro ante el Deportivo Alavés, salió derrotado por actitud y planteamiento. Los blanquivioletas mejoraron claramente tras el descanso, con otra intensidad y otra disposición táctica, con dos palos de Kike Pérez y Marcos André. El ‘submarino amarillo’ pudo ampliar la cuenta, pero Alberola Rojas anuló un tanto de Gerard Moreno por una falta previa sobre Joaquín.

Sergio González, con Unai Emery al fondo. Fotos: www.realvalladolid.es
Salvo sorpresa, a Sergio le queda una última vida en el banquillo del Real Valladolid.


Se la ganó en la segunda mitad, con una notable mejoría del equipo tras una desastrosa primera parte. De lo peor del Real Valladolid en mucho tiempo. Propia de un colista sin ideas y sin espíritu. De un equipo abandonado a su suerte.

La confianza mostrada públicamente por el club en los últimos días y la hoja de servicios de Sergio en Zorrilla le concederán también una última oportunidad el próximo domingo en Zorrilla ante el Athletic de Gaizka Garitano, que ha arreglado parcialmente un discreto comienzo de la temporada.

La penúltima vida la gastó en Villarreal, en especial en una pésima primera mitad.

El Real Valladolid hizo el ridículo. El colista fue un muñeco en las manos de un Villarreal que, afortunadamente, no se ensañó. Le bastó con dos goles de Chukwueze y Pau Torres más un poste del internacional Gerard Moreno, que regresaba tras un mes de baja por lesión. Sencillo, muy sencillo, con la colaboración de un Real Valladolid impotente que salió derrotado por actitud y planteamiento. Los blanquivioletas se empeñaron en convertir en ‘internacional’ a Pedraza, en teoría el tercer lateral izquierdo de la potente plantilla de Emery, con Estupiñán en el banquillo tras salir de una lesión y Alberto Moreno de baja para toda la temporada.

Sergio González se equivocó y rearmó de motivos a quienes piden desde hace semanas un fin de ciclo y proyecto.

El técnico se la jugó… y perdió.

Agitó el once que se la pegó en la pasada jornada ante el Deportivo Alavés con un total de siete cambios. Solo Joaquín, Alcaraz, Orellana y Weissman repitieron.

Míchel, que llevaba un mes sin jugar, falló en el origen
del primer gol del Villarreal.

En parte, obligado por las bajas de Janko por lesión y Nacho por sanción, a los que se sumaron El Yamiq y Sergi Guardiola, tocados a lo largo de la semana, que se quedaron en el banquillo. Luis Pérez y Raúl Carnero ocuparon los laterales, mientras que Bruno sustituyó al marroquí y Waldo al murciano.

En parte, también, porque quiso arriesgar con algunas decisiones, como mínimo, controvertidas. Masip recuperó la titularidad en la portería y Óscar Plano en la banda izquierda. Roberto y Toni Villa, posiblemente los dos mejores jugadores del equipo en las últimas semanas, fueron suplentes. Por último, el capitán Míchel, en blanco en las tres últimas jornadas, sentó al canterano Kike Pérez.

Sergio reclutó a parte de sus fieles para reaccionar ante el Villarreal. Así se percibían las inesperadas titularidades de Masip, Míchel y Óscar Plano, relegados del once en las últimas jornadas. Los dos últimos no ofrecieron precisamente motivos para volver a confiar en ellos en un corto plazo. Y Masip no mejoró a Roberto en el arco.

El técnico tenía preparado un cambio más en Villarreal, en este caso de sistema. Otra vez con un único delantero, Weissman, como en Valdebebas, con Orellana jugando por detrás y Waldo y Óscar Plano como interiores a pierna natural.

Nada funcionó. Sergio estaba casi fuera del banquillo del Real Valladolid. Así se marchó a los vestuarios tras un desastre de primera parte ante un Villarreal dominante, con un 68% de posesión.

Mejoró el equipo blanquivioleta en la segunda parte. Lo suficiente como para evitar la destitución inminente de Sergio. El ridículo de los primeros 45 minutos no conducía a otra decisión del club.

Otra vez Sergio arriesgó, con el ‘colchón’ del marcador. Poco tenía ya que perder. Volvió al esquema de dos delanteros, con la inclusión de Marcos André. Hoy por hoy, aunque aún no se ha estrenado como goleador, el brasileño es el ariete más en forma de la plantilla. Hervías, para jugar como en Valdebebas como lateral, fue el segundo cambio. Waldo y Luis Pérez fueron los señalados. La banda derecha al completo. El efecto fue inmediato. Pedraza dejó de subir.


Alcaraz y Weissman se mostraron precipitados.
La mejoría táctica vino acompañada por una mayor intensidad del equipo. Nada que ver con lo que se había visto antes del descanso. El Villarreal, salvo Gerard Moreno, que buscaba su gol, ayudó también para contemplarse un segundo periodo mucho más igualado, con ocasiones en ambas áreas, con un Real Valladolid mucho más adelantado, con una buena presión. Con otra cara. Con la sensación de poder competir por la permanencia. Vivo.

El Villarreal pudo ampliar la herida, con un gol anulado a Gerard Moreno, tras una falta previa sobre Joaquín, y dos ocasiones claras del mismo Gerard Moreno, que disparó fuera tras romper a Bruno, y el japonés Kubo, frustrado por Masip.

Pero el Real Valladolid mereció algo más. Kike Pérez, tras desviar Mario un disparo desde la frontal, y Marcos André, tras una espléndida maniobra, se encontraron con el poste en una recta final que suavizó la imagen de la derrota, confirmó la mejoría del equipo en la segunda parte y, finalmente, ofreció una última vida a Sergio González. 

Será ante el Athletic, el domingo, en Zorrilla. Será la última. Ya no habrá más oportunidades para el técnico del colista, que sigue sin ganar tras ocho jornadas, con apenas tres empates y un único punto en los cinco últimos partidos.

Ficha técnica:

Villarreal CF 2: Sergio Asenjo; Mario, Albiol, Pau Torres, Pedraza (Estupiñán 67’); Iborra, Trigueros, Chukwueze (Kubo 64’), Moi Gómez; Alcácer (Bacca 83’) y Gerard Moreno (Yeremi Pino 83’).

Real Valladolid 0: Masip; Luis Pérez (Marcos André 46’), Joaquín, Bruno, Raúl Carnero; Míchel (Kike Pérez 78’), Alcaraz, Waldo (Hervías 46’), Orellana, Óscar Plano (Toni Villa 78’); y Weissman.

Goles:

1-0 (min. 21): Chukwueze. Pérdida del Real Valladolid. Pedraza corta un mal pase de Míchel para Luis Pérez y se lanza por la banda izquierda para asistir al nigeriano Chukwueze, que conecta con la zurda cerca del punto de penalti y bate a Masip.

2-0 (min. 37): Pau Torres. Jugada de estrategia del Villarreal. Moi Gómez coloca el balón en el primer palo en un saque de esquina desde el banderín derecho. Alcácer se adelanta a Luis Pérez y Pau Torres, en el área pequeña, completa la acción tras sorprender a Alcaraz.

Árbitro: Alberola Rojas (colegio castellano manchego). Amonestó a Mario (91’), del Villarreal, y a Joaquín (34’), Alcaraz (52’) y Raúl Carnero (71’), del Real Valladolid.

Incidencias: 8ª jornada de LaLiga Santander. Estadio de la Cerámica, a puerta cerrada por el protocolo sanitario por la pandemia del covid-19.

Las notas:

Masip recuperó la titularidad tras superar el covid-19
y dos suplencias.

Masip (6): Una de las grandes sorpresas del once. No jugaba desde la primera jornada. El Villarreal se mostró muy efectivo, con dos goles en cinco disparos entre los tres palos. Dos remates de Chukwueze y Pau Torres sin oposición. El palo le salvó de un tercer gol de Gerard Moreno antes del descanso. Ya en el segundo periodo, el VAR le auxilió de otro tanto del mismo Gerard Moreno por una falta previa sobre Joaquín. Masip sumó tres paradas. La primera, aún con empate a cero, con una estirada a ras de suelo, junto al palo, tras un lanzamiento lejano de Pedraza. La segunda intervención llegó en el arranque del segundo acto tras un disparo blando de Moi Gómez. La tercera, muy meritoria, ante Kubo en los últimos minutos.

Luis Pérez (1): Un desastre en Villarreal. Recuperó la titularidad para cubrir la ausencia por lesión de Janko. Pedraza hizo lo que quiso en el primer periodo. Absolutamente superado. Pedraza se le adelantó, tras un mal pase de Míchel, en el origen del primer gol del partido. Alcácer, en el primer palo, también le ganó la partida para asistir a Pau Torres en el segundo tanto del Villarreal. Sustituido en el descanso.

Joaquín (3): Ni siquiera el andaluz está bien. No evitó el bochorno defensivo del primer periodo. Sufrió una falta previa de Gerard Moreno que supuso la posterior anulación del gol del delantero del Villarreal en el ecuador del segundo tiempo. Tuvo la última ocasión del partido con un remate desviado. Amonestado antes del descanso por una clara falta sobre Alcácer.

Bruno (3): Volvió al once por El Yamiq, tocado en los últimos días. No transmite ninguna seguridad, lento y de cintura dura. Gerard Moreno le rompió a once minutos del descanso antes de disparar fuera.

Raúl Carnero se mostró mucho más sólido que Luis Pérez.
Raúl Carnero (4): Relevó al sancionado Nacho, expulsado en la pasada jornada ante el Deportivo Alavés. Estuvo bastante menos exigido que Luis Pérez en el lateral derecho. Recibió una tarjeta amarilla tras una dura falta sobre Kubo.

Míchel (3): Quizás, la gran sorpresa del once. El nuevo capitán del Real Valladolid no jugaba desde la visita al Real Madrid, hace un mes. El valenciano, a sus 32 años, parecía ya fuera de los planes de Sergio González tras ser un fijo en las últimas temporadas. En Villarreal, confirmó que física y mentalmente está fundido. Se equivocó en el primer gol de los castellonenses con un pase corto a Luis Pérez que interceptó Pedraza. En la segunda parte, más en contacto con el balón, mejoró. Sustituido por Kike Pérez a doce minutos del final.

Alcaraz (3): Lejísimos de su mejor nivel. Sobrepasado en el primer tiempo. Trigueros, Iborra y Moi Gómez le pasaron por encima. Cierto es que contó con poca colaboración de Míchel. En el comienzo del segundo periodo fue amonestado tras cometer una falta sobre Pedraza y regaló una clara ocasión a Moi Gómez. Le puso ganas en los últimos minutos, en pleno acoso del Real Valladolid a la portería de Sergio Asenjo. Pau Torres le blocó un disparo.

Waldo (1): La banda derecha del Real Valladolid fue un completo coladero en la primera parte. Pedraza humilló a Luis Pérez y Waldo. El extremeño estuvo fatal a la hora de cerrar la banda y especialmente desacertado a la hora de conectar dos centros en las dos ocasiones en las que se estiró el equipo. No jugó la segunda parte.

Orellana sigue lejísimos de lo que se esperaba con su fichaje.
Orellana (3): Han pasado ocho jornadas y el chileno, que solo se ha perdido el partido ante el Huesca, sigue sin demostrar nada. Comenzó como mediapunta. No apareció en el primer periodo. Pasó a la banda derecha con el cambio de sistema en la segunda parte. Mejoró, como todo el equipo. A la hora del partido, cabeceó alto. Weissman se olvidó de Orellana en dos acciones peligrosas del Real Valladolid.

Óscar Plano (3): Titular. Jugador de máxima confianza para Sergio González, a pesar de su menor protagonismo en este inicio de la temporada. Sigue sin carburar. Corre, corre mucho, pero no aporta en funciones ofensivas. Una sombra de sus mejores días como blanquivioleta. Dejó su puesto a Toni Villa a doce minutos del final.  

Weissman (5): Ansioso, demasiado ansioso. Le pueden las ganas para estrenarse como goleador en España. Empezó como único delantero, con Orellana jugando por detrás. No existió en la primera parte. El balón era casi exclusivamente del Villarreal, que obligó al israelí a desfondarse en la presión. En la segunda parte jugó junto con Marcos André en la delantera. Tuvo dos ocasiones de gol en las que se mostró algo egoísta, con Orellana mejor posicionado para rematar. En la primera, tras recoger un rechace de Albiol, disparó forzado a los guantes de Asenjo. En la segunda, no supo cerrar una contra.

Hervías (5): Con Javi Moyano fuera del equipo y Janko de baja por lesión, el riojano parece, ahora mismo, la mejor opción para ocupar el lateral derecho, visto el pobre desempeño de Luis Pérez. Ya cumplió en Valdebebas. Ante el Villarreal, aunque con menos presencia ofensiva que ante el Real Madrid, cumplió con creces en las dos mitades del campo.

Marcos André pide paso como titular.
Marcos André (7): Le falta el gol, que merece desde hace semanas. Sin discusión, es el delantero más en forma del equipo. Jugó la segunda mitad para acompañar a Weissman en la doble punta. Y brilló. Albiol le taponó un primer disparo, que Weissman completó a las manos de Sergio Asenjo. En la recta final, cabeceó desviado un saque de esquina y, sobre todo, remató al poste, tras una soberbia maniobra, un lanzamiento que se fabricó tras controlar y girar sobre sí mismo.

Toni Villa (5): Inesperado suplente tras cuatro titularidades en las cinco últimas jornadas siendo de lo mejor del equipo. Salió por Óscar Plano a doce minutos del final.

Kike Pérez (5): Al canterano le está faltando continuidad, con tres titularidades y cinco suplencias. Jugó los últimos doce minutos en el lugar de Míchel. Disparó al larguero desde la frontal tras desviar Mario su lanzamiento.

Sergio González (2): Al descanso, estaba casi fuera del banquillo del Real Valladolid. La imagen del equipo era pésima, peor imposible, inexistente en el ataque y muy vulnerable en la defensa. El Villarreal jugó con una enorme e insultante comodidad y superioridad. 

Sergio González erró el planteamiento, ultraconservador ante un rival al que le gusta manejar el balón, con una alineación discutible con muchos cambios (siete) con respecto a la derrota ante el Deportivo Alavés. Sorprendió con las suplencias de Roberto y Toni Villa, de lo poco salvable en las últimas jornadas, y las titularidades de los veteranos Masip, Míchel y Óscar Plano. Tiró de sus fieles en las últimas temporadas. Y se equivocó.

Acertó tras el descanso, con Luis Pérez y Waldo como damnificados. Cortó la hemorragia de la banda derecha y recurrió a Marcos André, el mejor del equipo, como acompañante de Weissman en la delantera. La imagen fue radicalmente distinta. Probablemente, le salvó el puesto.