El Almería gana con un gol con
una clamorosa mano de Rodri. El colegiado, que desesperó en la pasada temporada
a Djukic en el Vicente Calderón, expulsa, además, a Ebert por doble cartulina
amarilla, la segunda muy rigurosa. Es la quinta vez, en quince partidos, que
saca una roja a un jugador blanquivioleta. No obstante, el equipo de Juan Ignacio
Martínez ha firmado un encuentro lamentable, el peor de la temporada, sin
ocasiones de gol.
Rodri celebra un gol que nunca debió subir al marcador. Sus compañeros, incrédulos por el fallo arbitral. Foto: www.realvalladolid.es |
¿Qué hace Muñiz Fernández arbitrando en Primera? El
colegiado asturiano ha sido, una vez más, juez y parte de un partido. El
Almería ha sumado su segunda victoria consecutiva de la temporada gracias a un
gol de Rodri con la mano. Clamorosa mano. El delantero del Almería se lanzó al
suelo con los brazos extendidos para cazar un centro de Suso. No llegaba con la
cabeza.
Tan clamorosa fue la mano que Mariño ni se movió y
Rodri se levantó del suelo mirando, de inmediato, al asistente y a Muñiz
Fernández. Era imposible que ninguno de los dos hubiera visto la mano. Error,
nunca hay que menospreciar las habilidades extraordinarias de Muñiz Fernández
en un campo de fútbol. Eso sí, Rodri, tras comprobar que el árbitro no anulaba
el gol, montó un espectáculo deplorable, con voltereta incluida, como si
hubiera ganado el Mundial. Una antideportiva celebración para un rival al que acababan
de robar.
Muñiz Fernández, que afronta ya su decimocuarta
temporada en Primera División, siempre ha destacado por tres cuestiones: por
sus múltiples errores de apreciación, casi siempre favoreciendo a los grandes,
por su chulería en la dirección de los partidos y por su engominada cabellera
al más puro estilo Cristiano Ronaldo. En esta temporada, ha arbitrado seis
partidos, uno en Europa. En cuatro, la ha liado.
Prorrogó en exceso el tiempo de prolongación en el
encuentro entre el Barça y el Sevilla. Los segundos necesarios para que Messi
tuviera una última ocasión y marcara. Antes, había anulado un gol legal al
Sevilla. Dos semanas después, Muñiz benefició al otro grande del fútbol
español, el Real Madrid, en su visita a Elche. Perdonó la expulsión a Sergio
Ramos y señaló un inexistente penalti en el minuto ¡95! para que los blancos se
llevaran los tres puntos.
El doble error ante el Barça y el Real Madrid le
metió un mes en la nevera. Lo había visto todo el mundo. Ese era el problema.
Regresó en el Ciutat de València en la visita del Espanyol al Levante, que se
adelantó con un penalti que era falta fuera del área. Muñiz Fernández es un mal
árbitro. Siempre lo ha sido. En realidad, la lleva cagando durante toda su
trayectoria en Primera División. Es un expediente X su presencia desde el año
2000 en la que, dicen, es la mejor Liga del mundo. Con jueces como este, es
para dudar mucho de que sea un calificativo justo.
En Almería, Muñiz ha decidido un partido malo de
solemnidad en el que marcar un gol iba camino de ser un milagro. Olía a cero a
cero. Y así habría sido, seguramente, si hubiera anulado el gol de Rodri. Todo
lo que vino después estaba completamente mediatizado por un error arbitral que
desquició al peor Real Valladolid de la temporada. Muñiz, no contentó con
tragarse la mano de Rodri, expulsó, de regalo, por doble cartulina amarilla a
Ebert. La segunda podría haberse resuelto perfectamente sin amonestación.
Sea casualidad o no, el Real Valladolid ha ganado un
único partido sobre un total de quince con el colegiado asturiano. Con Muñiz
Fernández en la contienda, los blanquivioletas solo han derrotado al Sevilla. Y
fue en marzo de 2004. Curiosamente, ha dirigido tres partidos entre el Almería
y el Real Valladolid, dos de ellos en el estadio de los Juegos del
Mediterráneo. En ambas ocasiones, ha habido victoria local.
Igual es que el Real Valladolid tiene muy mala
suerte con Muñiz Fernández. En quince partidos, ha expulsado, con la roja de
Ebert, a cinco jugadores del equipo castellano. En un tercio de los encuentros
que ha dirigido al Real Valladolid, le ha dejado con diez. En la pasada
temporada, en el Vicente Calderón, Muñiz fue fiel a su tradición de golpear a
los blanquivioletas y expulsó a Miroslav Djukic. Será mala suerte, seguro. Mala suerte, y que es muy malo, un peligro público
en el mundo del fútbol.
La calamitosa actuación de Muñiz Fernández no debe
oculta, de cualquier manera, la no menos penosa actuación del Real Valladolid
en el estadio de los Juegos Mediterráneos, un campo donde nunca ha ganado en
Liga. El equipo de Juan Ignacio Martínez, que introdujo a Rubio, por Baraja, y
a Omar, por Rama, en el once con respecto al partido contra la Real Sociedad,
sigue sin encontrar una regularidad necesaria para mantenerse en Primera.
Encefalograma plano. El Real Valladolid, que ya ha
firmado en esta temporada más de un partido de estas pobres características,
está muy lejos de engarzar juego ofensivo, de crear ocasiones de gol. Y así es
muy complicado sacar adelante los encuentros en Primera. Si casi no se pisa el
área rival, el riesgo de un error propio o ajeno, como en este caso de Muñiz
Fernández, es elevado. Vista la actuación del Real Valladolid, no se sabe muy
bien si ha buscado el empate a cero en Almería o es que no da más de sí.
El ilegal gol de Rodri despertó un partido que
estaba siendo soporífero. Dominaba el Almería, aunque sin peligro. Mariño
apenas si había tenido que salir a los pies de Aleix Vidal para taponar al
extremo, que tenía posición de tiro, tras un buen pase de Soriano. No es
tampoco el Almería, precisamente, una plantilla donde sobre la calidad. Meter
un gol es una tarea de héroes. De héroes o de colaboradores necesarios como
Muñiz Fernández.
Peña marca a Rodri, el autor del gol andaluz. |
El fallo arbitral ofuscó aún más a un Real
Valladolid en el que, en esta ocasión, la presencia de Álvaro Rubio no ha
supuesto una mejoría en el juego ofensivo, como sí ocurrió ante Sevilla y Real
Sociedad con el marcador en contra. Con el colchón del gol de Rodri, el Almería
se sintió más cómodo y buscó la sentencia a la contra apoyados en ese puñal por
la banda que es Aleix Vidal, que se encontró con Mariño tras lanzar una rápida
transición facilitada por un error de Rueda. Luego, Suso y Rodri se estorbaron
para lanzar a puerta.
El Real Valladolid, ni con once, ni con diez, dio
sensación de poder empatar el partido. Guerra, Larsson y Osorio, que tuvo un
cuarto de hora, han estado inéditos. Ebert y Omar no han desbordado. Rama, con
un par de acciones individuales, ha sido el único que, al menos, ha obligado a
la defensa del Almería y a su portero Esteban a justificar el sueldo. Muy poco
para sacar algo positivo del campo de un colista que se coloca ahora a solo dos puntos del equipo de Juan Ignacio
Martínez.
Ni Muñiz Fernández, estrella del silbato de la Liga
BBVA, ni el juego plano del Real Valladolid han permitido puntuar en Almería.
La zona baja se estrecha. El pozo del descenso se acerca para un irregular Real
Valladolid que dentro de una semana visitará al Valencia de Djukic y que, por
errores propios y ajenos, no se despega de los últimos puestos de la
clasificación.
Alineaciones:
Almería 1:
Esteban; Nelson, Torsiglieri, Trujillo, Dubarbier; Verza, Azeev, Aleix Vidal,
Soriano (Tébar 61’), Suso (Barbosa 73’); y Rodri (Óscar Díaz 84’).
Real Valladolid 0:
Mariño; Rukavina, Marc Valiente, Jesús Rueda, Peña; Álvaro Rubio, Rossi (Sastre
56’), Ebert, Omar (Rama 67’); Larsson (Osorio 79’) y Javi Guerra.
Goles:
1-0
(Min. 38). Clamoroso error de Muñiz Fernández. Balón de Suso, desde la
izquierda, al centro del área donde remata Rodri,
que se adelanta a Rueda. Rodri se lanzó al suelo y estiró los brazos para alcanzar
el balón. Mano de libro.
Árbitro:
Muñiz Fernández (colegio asturiano). Expulsó a Ebert, por doble cartulina
amarilla (23’ y 75’). Mostró cartulinas amarillas a Trujillo (33’), Rodri
(52’), Verza (67’) y Esteban (92’), por el Almería, y a Mariño (38’) y Peña
(86’), por el Real Valladolid.
Incidencias:
Duodécima jornada de la Liga BBVA. Pobre entrada con 9.278 espectadores.
Las notas:
Mariño (6): Falló en un par de ocasiones a la hora
de sacar el balón jugado. En el primer periodo, salió bien de la portería para
tapar una peligrosa subida de Aleix Vidal. En el gol de Rodri, se quedó quieto
confiando en una agudeza visual de Muñiz Fernández de la que carece el
colegiado asturiano. En el segundo periodo, evitó la sentencia en una clarísima
contra de Aleix Vidal. Impidió también el segundo gol del Almería en
lanzamientos de Verza, Azeev y Óscar Díaz.
Rukavina no apareció en ataque. |
Rukavina
(5): Un claro ejemplo de la
falta de intensidad del Real Valladolid en Almería. Suso no le apretó. Debió
subir más la banda.
Marc
Valiente (7): Se las tuvo tiesas con
Rodri, que le soltó dos golpes innecesarios. Fue el jugador con mejor actitud
del Real Valladolid, enfadado por los errores del árbitro y de sus compañeros.
Jesús
Rueda (5): Sigue sin completar un
partido sin errores de bulto. En esta ocasión, permitió a Aleix Vidal plantarse
ante Mariño en una letal contra que podría haber supuesto el dos a cero.
Testigo en primera línea de la mano de Rodri en el gol del Almería.
Peña
(4): De nuevo, aporta más en
ataque, sin hacer nada extraordinario en el estadio de los Juegos Mediterráneos
de Almería, que en defensa. Aleix Vidal encontró una autopista por su banda,
sobre todo a la contra en el segundo periodo.
Álvaro
Rubio (5): Regresó a la titularidad
siete jornadas después. Una reaparición esperada tras sus buenos minutos desde
el banquillo contra Sevilla y Real Sociedad. En Almería, no ha conectado con
los jugadores de ataque del Real Valladolid.
Rossi
(5): No jugó peor que Rubio pero
fue sustituido por Sastre a los once minutos del segundo periodo. Apenas si
dejó un destello de su calidad con una incorporación saldada con una falta en
la frontal que no aprovechó Ebert.
Ebert acabó desquiciado con el árbitro y consigo mismo. |
Ebert (4): Desquiciado y revolucionado desde el
inicio. Le pesó el recuerdo del penalti fallado ante la Real. Vio una primera
cartulina amarilla por falta a Rodri. Expulsado por una entrada a Azeev que se
pudo resolver sin amonestación. No
aprovechó una falta desde la frontal.
Omar (2): Bastante mal. Juan Ignacio apostó por el
canario antes que por Rama y Bergdich. Omar defraudó, casi no entró en juego ni
partiendo desde la banda izquierda ni desde la derecha en el segundo tiempo.
Sustituido por Rama.
Larsson (3): Desasistido, se perdió entre la defensa
del Almería. Dejó su puesto a Osorio en los últimos once minutos.
Javi Guerra (3): Como Larsson, no vio balón. No
encontró huecos en la defensa del Almería ni tampoco le encontraron sus
compañeros.
Sastre (5): Recambio de Rossi en el segundo periodo.
El balear volvió a disfrutar de minutos tras tres jornadas lesionado. No mejoró
el rendimiento del italiano.
Rama (6): En un partido tan mediocre del Real
Valladolid, el fútbol vertical del albano-kosovar se salvó de la quema.
Protagonizó la única acción de peligro en el segundo periodo con una jugada
individual que acabó en saque de esquina.
Osorio (4): Otro regreso tras tres jornadas ausente
por lesión. No salió en el momento más fácil, con el Real Valladolid
absolutamente atascado. Sin opciones para marcar.
Juan Ignacio Martínez (3): Repitió planteamiento con
dos variaciones: Rubio por Baraja y Omar por Rama. Se equivocó con el canario.
No consigue dotar al equipo de regularidad ni resolver su clamorosa ausencia de
profundidad.